La fiesta de año nuevo
Después de muchoe eventos, al fin Hugo convenció a mi esposa de ir a tomar una copa a su departamento.
La fiesta de año nuevo.
La fiesta de año nuevo fue el pretexto ideal, para que se encontraran de frente mi amigo Hugo con mi esposa Liz. (Hugo ya me había preguntado si acudiríamos a la fiesta.) Pues desde el día catorce que fue nuestro aniversario, no se habían vuelto a ver gracias a todas las evasivas hechas por mi mujer.
Mi esposa lucía más guapa que nunca, con un traje de dos piezas en color gris Oxford con una blusa de seda roja, la falda tableada un poco corta la hacía verse más nalgona, usaba un conjunto de lencería microscópico en color rojo, según dicta la tradición para recibir el nuevo año con ropa interior de ese color.
La reunión fue en casa de unos amigos comunes, como a cuatro cuadras de distancia de nuestra casa, así que para no manejar con copas nos fuimos caminando a la fiesta, nuestros hijos nos acompañaban.
Como es costumbre la fiesta en casa de nuestros amigos era todo un éxito, pues como su casa es antigua tiene espacios enormes, y a todos los invitados nos pidieron que lleváramos dos botellas de licor por familia, eso hacía que las copas corrían en una forma vertiginosa, había música en vivo y éramos como cien invitados.
Charlaba con un grupo de amigos en el salón de juegos y bar. Mientras las señoras platicaban en la sala, los meseros nos surtían parejo copa tras copa, mi esposa para evitar que yo siguiera tomando a ese ritmo me sacó a bailar, mientras lo hacíamos me comentaba que una conocida de nombre Pili, que se encontraba en la fiesta, le comentó; que estaba esperando con ansias a que llegara Hugo, que este año bisiesto no se le escapaba ese rico bombón.
A los pocos minutos apareció mi amigo Hugo saludando a todo el mundo, cuando nos vio se dirigió de inmediato hacia nosotros, me dio un abrazote y a mi esposa le dio un par de besos en las mejillas exclamándole; ¡que guapa estás! mmmhh que rico hueles, la barría con sus ojos de arriba a bajo.
Siguieron las copas y la música platicábamos de todo, pero había algo que destellaba en la mirada de mi esposa cuando platicaba con Hugo, en eso apareció Pili la solterona que jaló del brazo a mi amigo y se lo llevó a bailar, yo note en la mirada de mi señora un aire de desencanto y la saqué a bailar.
Un rato después se suspendió la música pues faltaban como cinco minutos para las doce, aparecieron los meseros con charolas de copas de cava y las uvas, Hugo se fue junto a nosotros, fue la cuenta regresiva y al fin sonaban las doce de la noche, tragamos las uvas y brindamos los tres de cruzadito y empinamos las copas de un solo trago
Mi esposa me daba un gran abrazo y un beso profundo, tan pronto como me separé de ella; Hugo le daba un abrazo bien fuerte con un beso en la mejilla. Después cuando yo abrazaba a Hugo le decía; que tus deseos se hagan realidad este año. Hugo volteando a ver a mi esposa me gritaba; ¡Dios te oiga! . ¡Dios te oiga!!!
Luego siguieron los intercambios de abrazos con todo el mundo, hasta que Pili le cayó a Hugo se colgaba de su cuello y no lo soltaba, brindaba con él de cruzadito y tomaban su copa y lo sacaba a bailar.
En eso la cena estaba lista, los meseros nos dejaban platones con pavo o lechón y la famosa ensalada rusa, mi esposa y yo nos sentamos en una mesita en el bar para cenar nuestro plato mientras tomábamos unas cubatas de Ron, mientras Pili y Hugo cenaban de pie con su plato apoyado en la mesa de billar.
La música continuó; tocaban una salsa y mi amigo el anfitrión saco a bailar a mi mujer. Liz es buenísima para el baile tiene ritmo de Cubana, con los giros rápidos su falda subía a la mitad de sus muslos sus nalgas se movían de un lado al otro, muy pronto la gente les hacia rueda y ellos seguían bailando en el centro, notaba la cara de deleite de varios caballeros viendo bailar a mi esposa, cuando termino la pieza otro amigo la sacó a bailar y otros mas estaban esperando turno. (Liz traía muy bravas las feromonas)
Pili bailaba con Hugo muy pegada y "accidentalmente" traía desabrochados dos botones de su blusa se le notaban unas tetotas impresionantes, que más resaltaban cuando se las apretaba contra el pecho de mi amigo, Liz los miraba de reojo se notaba algo cortada. Cuando por fin terminó de bailar mi esposa vino hacia mí, tomábamos una cuba y me comentaba; que efectivamente, Pili no soltaba a Hugo un segundo. (¿Estaría un poco celosa?)
Hugo vino hacia nosotros y nos comento; ya no aguanto a la vieja ofrecida esta, ahora que salga del baño bailas tú con ella por que yo ya no la aguanto, tomo su cuba de un trago y le dijo a Liz; cuando venga para acá de inmediato nos ponemos a bailar, mi mujer tenía una gran sonrisa. Nuestros hijos se acercaron a nosotros y nos pidieron permiso para ir a casa de unos amigos que viven muy cerca, y que si podían quedarse a dormir allá. OK. Pero nos hablan a mi móvil cuando lleguen, para no estar con pendiente.
Salió Pili del baño y de inmediato se encamino hacia nosotros, Hugo tomó la mano de mi mujer y la sacó a bailar, a Pili no le quedó mas que ponerse a platicar conmigo, mientras no le perdía la vista a Hugo, nos tomamos otra copa, ella me propuso que bailáramos bueno pues adelante, bailábamos junto a mi esposa y la muy cabrona movía sus tetas con muchas ganas y cuando podía no perdía oportunidad para embarrarlas en mi pecho, como para darles celos a mi amigo y a mi esposa que lejos de eso más le sonreían.
Yo estaba empezando a gozar el momento, pues me daba mucho morbo que Pili se me pegara como estampilla, y mi esposa sonreía como dándome permiso para que yo me mandara más con ella. Así que no perdí la oportunidad y le pegaba mi paquete medio duro por todos lados, lástima que no tenía muchas nalgas solo le sobraban tetas, y por su dureza seguro que eran de silicón.
La música tomo su descanso y nos fuimos al bar a tomar otra copa, Liz tomaba Cava y los demás Cubas de Ron, estábamos los cuatro sentados en una mesita redonda contando chistes colorados. Pili nos mostraba más sus tetas pues los botones se le seguían abriendo con las carcajadas que tenía, yo notaba que las burbujas del cava le estaban pegando a Liz pues hubo un momento que se "equivocó" y estuvo a punto de besar a Hugo mientras yo le acariciaba con mi mano sus muslos.
Las hermanas menores de Pili la fueron a buscar para decirle que ya se iban, nos pregunto:
Si tienen auto me quedo con ustedes y luego . ¿Me llevan a casa?
Inmediatamente yo me disculpe diciendo, vivimos muy cerca y nos venimos a pie.
Hugo se disculpo diciendo que vino en taxi, para no tener que manejar con copas.
Entonces ella con cara de tristeza les dijo a sus hermanas; bueno pues ni modo nos vamos. Y se despidió de nosotros con un beso en las mejillas.
Seguimos tomando Hugo no perdía oportunidad de alabar a Liz le decía:
Que bárbara que rico bailas tienes un ritmo tremendo, y destilas sensualidad por todos tus poros estás muy guapa . Había fila de cabrones que querían bailar contigo.
Liz sonreía radiante; y se disculpaba para ir al baño, mientras mi amigo me preguntaba:
¿Vamos a mi departamento? Me muero de ganas de estar con ustedes, estoy muy caliente es un martirio tener a Liz tan cerca, y no poder hacer nada.
Bueno pues por mi no hay problema yo también estoy caliente, la Pili me dejo con la verga dura, pero todo depende de cómo puedas seducir a mi mujer, con ella cada vez que intento platicar de lo que pasó solo me da evasivas. Eso sí, cogemos bien seguido y luego cierra sus ojos, yo pienso que es como para imaginar que está cogiendo contigo.
Hugo me confió; vamos metiéndole unas copas de Cava que la pone en muy buen tono.
En eso regreso mi esposa a la mesa venía molesta le preguntamos; ¿que te pasó?, y nos platicó que cuando salió del baño un tipo que estaba muy tomado le rozó las nalgas con su mano, y que lo que le daba más coraje es que se tuvo que aguantar, para no hacer una escena en casa de nuestros amigos.
Hugo le acercaba una copa de Cava y le decía anda tómala toda para que se te baje el coraje, ella obediente la tomo casi toda de un trago, Hugo pedía al mesero otra copa para Liz y unas Cubas para nosotros, un momento después cambiaba la cara de mi esposa y nos pedía una disculpa por su mal humor y nos empezó a sonreír.
Bueno le dije en broma; Quien te manda estar tan buena, pues para eso son . pero primero se piden, ¿verdad? Soltamos una carcajada y brindamos por el nuevo año, mi esposa se veía muy sensual media entonada. Hugo tomo la iniciativa y nos comento:
Lo que ocurrió el día su aniversario me fascinó, me muero de ganas de repetirlo nunca he estado con una mujer tan rica como tú: Por que no nos vamos a mi departamento a tomar una copa para estar más cómodos.
Pues por mi no hay problema les comente; me gusta ver en acción a mi mujercita, y ya me estoy acostumbrando a mis nuevos adornitos, pasando mis manos por mi frente.
Hugo le rogaba a mi esposa; ¿que dices Liz? vamos un ratito a mi departamento, me muero de ganas anda, ¿síii? Ya tienes permiso. Para empezar bien el año vamos ¿síii?
Bueno pues si mi maridito está de acuerdo pues vamos un rato, pero déjenme tomar otra copa de Cava para darme valor por que juré que no lo volvía a hacer, pero la verdad es que me están poniendo muy nerviosa, par de cabrones.
Apuramos nuestras copas, y nos despedimos de todos nuestros amigos, salimos los tres con el pretexto de que Hugo nos iba a llevar en su auto, por que vivimos muy cerca pero que a esa hora sería peligroso regresar a casa caminando.
Hugo tenía una sonrisa de oreja a oreja, me subí al asiento trasero y dejé a mi esposa adelante, de inmediato la mano de Hugo con el pretexto de los cambios de velocidades se fue a los muslos de mi mujer, mientras yo le rozaba las tetas desde atrás, ella ponía su mano sobre la mano de mi amigo para frenarlo mientras le decía:
Quieto no seas juguetón, o ¡te acuso con mi esposo!!! Mira Papi lo que me viene haciendo tu amigo me quiere meter mano y tocar mi puchita ¿le das permiso?
Bueno tan solo un poquito, pero tú llévale la mano por que es muy avorazado el cabrón.
Liz le exclamó: ¡Por cierto: Pinche Hugo!!... cuando estábamos en la mesa con Pili los dos me acariciaron mis muslos, parece que se pusieron de acuerdo y en lugar de darle un beso a mi marido, otro poco te lo planto a ti por manotas. Y delante de Pili no les podía decir nada, par de cabrones me pusieron muy nerviosa.
Llegamos al fin al departamento de Hugo, subimos al elevador y empezó el cachondeo le metíamos mano por todos lados la falda estaba en su cintura y ella nos rozaba las pollas con sus manos, salimos al pasillo y mi amigo abrió la puerta entramos y hacíamos sándwich con ella pues se besaba con Hugo mientras yo le embarraba mi verga en sus nalgas y le apretaba los pezones, luego ella giraba entre los dos y me besaba con fuego mientras mi amigo le acariciaba las nalgas por debajo de la falda.
Le pedí a Hugo que preparara unos tragos en lo que nos poníamos más cómodos, me quite la corbata y el saco y le dije a mi esposa; ponte más cómoda, entonces ella se quitó su saco se desabrochó tres botones de su blusa de seda roja y ¡se quitó la falda! la acomodó en un sillón, quedando únicamente cubierta por su blusa y su juego de lencería rojo se veía maravillosa todo le hacía juego, Hugo se acercó con las bebidas y solo exclamó ¡waaooow, estás buenísima mamacita!!!
Después de brindar los tres Hugo abrazaba a mi mujer, pero ella lo apartó y le dijo:
Espera un momento; no tan rápido, por que no pones algo de música y yo les bailo mientras ustedes se desvisten quiero disfrutar intensamente este momento.
Hugo corrió al equipo de sonido y puso música tropical, mi esposa bailaba muy rico moviendo sus nalgas sin parar, subía su blusa para mostrándonos su tanguita y la dejaba caer, mientras mi amigo y yo nos quitábamos la ropa, nos quedamos solo en boxers con las pingas bien paradas sentados en el sillón grande, con la boca abierta y con ojos de plato viendo sorprendidos a mi esposa como se movía, parecía una chica del table dance.
Ella nos sonreía y bailaba como una profesional, giraba y se acariciaba los muslos, el contraste de sus medias negras con su liguero rojo y zapatos de tacón nos enloquecía, de espaladas se quito la blusa y nos la aventó quedando con un mini sostén con sus tetas desbordadas y la tanguita metida en sus nalgas.
¡Eres lo máximo estás buenísima!! le gritaba Hugo mientras aplaudía, ella se acercaba a nosotros, le acariciábamos las nalgas y las piernas luego en un giro se desabrocho el sujetador y bailaba con sus tetas al aire con los pezones bien parados, Hugo le aplaudía como loco, se quitó sus boxers y tenía un vergón tremendamente duro, yo hice lo mismo.
Luego de algunos giros mi mujer se fue bajando la tanguita y se la aventó a mi amigo, él hundía las narices en la prenda, mientras se pajeaba lentamente la polla, Liz nos bailaba desnuda moviendo la panocha frente a nuestras narices, Hugo se la acariciaba, luego me llegó mi turno y pude meterle la falange de mi dedo medio en su coñito estaba empapado de sus jugos, mi mujer seguía bailando con mi dedo dentro con una cara de calentura tremenda mientras que mi amigo le acariciaba sus nalgas, Liz no pudo más con el orgasmo que le vino, y se dejo caer entre nosotros en el sillón.
Liz se recostó sobre mis piernas y yo la besaba profundamente rozando nuestras lenguas mientras le pellizcaba los pezones, ella gemía y volteé a mi lado y vi que Hugo le estaba dando una mamada de campeonato, le mordisqueaba el clítoris que lo tenía muy duro y de fuera, los jadeos aumentaban y se le movían lentamente las nalgas, luego de mamar por un rato Hugo gritaba; ¡que rico sabes estás deliciosa! Acomodó a mi esposa de perrito quedando su boca en mi verga, ella me daba una mamada tremenda, mientras él se la empezó a meter lentamente.
Aullando de placer Hugo le gritaba; ¡que caliente y apretada estas! ¡Que ricas nalgas tienes!! ¡Huuyy me enloqueces!! ¡Haaaggh me estas mojando la verga que punzadas!!!
Liz intentaba mamarme la verga, pero no atinaba a su boca los ojos se le ponían en blanco de la cogida que le metía mi amigo, tenía un orgasmo continuo tan fuerte que, me encajaba las uñas en mis piernas jadiaba durísimo, yo le pellizcaba los pezones. Hugo le daba unas bombeadas rápidas y luego se detenía arqueando su cuerpo hacia atrás dejándole encajada toda su polla. Mi esposa gritaba:
¡Asíiiiiii!!! . ¡Asíiiiiii huyyy que ricoo!...... cojéeme máaas ¡Haaagg me estoy viniendo uff!!..... ¡Haaaggh que sabroso!!!!.... ¡Me llenas toda haaaggh!!!
Luego que reaccionaba me volteaba a ver fijamente a los ojos con una cara de lujuria inolvidable, me mamaba la verga completa ¡se la trago toda!!... Y no la soltaba, yo sentía sus anguinas como me acariciaban el glande ella solo gemía y resoplaba, pero no retrocedía un centímetro, seguía con mi polla clavada en su garganta.
Hugo le estrujaba, pellizcaba las nalgas la bombeaba cada vez más rápido y se detuvo, arqueo de nuevo su cuerpo hacia atrás hundiendo su verga al fondo gritando; ¡¡me estas mordiendo la verga!!.... ¡que ricas punzadas tienes!!.....!Huuy ya me voy a correr!!.... ¡ayy mamacita que rica panocha tienes!!..... ¡Me estás sacando toda la leche!!.... Uff.
Yo estaba a punto de correrme tenía mucho morbo de ver de nuevo a mi mujercita con la verga de mi amigo clavada en su coño, estaba haciendo un esfuerzo para no correrme, solo pensaba en volver a meterle la verga en su coño lleno de leche, me moría de ganas de volverlo a hacer, así que le grite a mi amigo ¡¿cambiamos?! Mientras empujaba a mi mujer para pararme del sillón y correr a sus nalgas, jaleé a Hugo para un lado.
Hugo le sacaba la verga escurriendo leche, en ese momento me hinqué atrás de Liz y se la dejé caer a fondo, y él tomó mi lugar poniendo su polla en los labios de mi mujer que le lamía como si fuera un caramelo. ¡¡Que sensación, que morbo tan sabroso!!!.... se le sentía el coñito abierto y súper lubricado, la leche de mi amigo me hacia sentir cosas inexplicables en la verga, el morbo me hacía sacarla toda para ver como salía totalmente embarrada de leche de Hugo.
¡Que sensación suprema!! Se la volvía a meter punzando lentamente a fondo, la bombeaba disfrutando intensamente de la panocha y nalgas de mi esposa, que rico. ¡Inesperadamente se me acalambró desde mi columna vertebral hasta la punta de mi polla!! Y me empecé a correr como si fuera un adolescente, mi esposa y yo teníamos el orgasmo más fuerte que hemos recordado, ella jadiaba y gemía a gritos le pajeaba la polla a Hugo, y yo me afianzaba con mis manos de sus nalgas pues sentía que me iba a desmayar de placer.
Cuando me repuse solo me pude sentar en el sillón a un lado de mi amigo, mi esposa se levanto y nos dijo:
¡Que bárbaros!!! que cogida tan rica me dieron, estoy repleta de leche miren como me escurre.
Metió su mano entre las piernas y salió su mano repleta, no quieren probarla, los dos contestamos al mimo tiempo que no, ¿Por qué? Miren, y corría la punta de su lengua en su mano y nos decía esta muy rica. Y dando medio giro se fue al baño contoneando sus nalgas con sus piernas enfundadas en las medias negras con su liguero . ¡Valla puta!!
Hugo me confiaba; woooww que esposa tienes; está bellísima y coge riquísimo se ve como toda una reina porno que suerte de tener esa mujerona.
Como estábamos muy sedientos Hugo sacó unas cervezas frías y una botella de tequila sirvió unas copas, mi mujer salía del baño y nos decía no sean bárbaros como van a tomar tequila ahora, solo una copita para que no decaiga el ánimo, y la obligamos a tomar un trago, mi esposa la tomó a fondo y luego un buen trago de cerveza, yo fui al baño a asearme.
Cuando salí del baño me encontré a mi esposa muy alegre y desinhibida, tomando otra copa de tequila mientras charlaban sentados en el sillón, yo me senté junto a mi mujer, la plática se daba sobre lo que pensaba Liz de todo lo ocurrido entre nosotros.
Nunca pensé vivir lo que estamos haciendo, cuando estoy a solas y en mis cinco sentidos me arrepiento mucho, me siento sucia y muy puta, le he fallado a la educación de mi familia, juré que no lo volvería a hacer.
Pero cuando los veo a los dos con esas miraditas que me echan, como me desean y el placer que me han dado que ni remotamente pensé sentir algún día, me cambia todo el panorama de mi vida. El sentirse deseada viva, la libertad de estar aquí desnuda frente a ustedes acariciándoles la verga es un sueño imposible de creér. Tú que piensas de mi Hugo.
Pues que eres una gran mujer con muchos atributos tanto físicos como morales, la admiración que te tengo por la maravillosa familia que formaste. Para mí es un sueño disfrutar de mi "fantasía sexual" que siempre has sido tú, y creo que podemos sostener esta relación por muchos años pues yo los quiero y los respeto mucho, tu esposo es mi hermano y mi único amigo.
En ese momento Hugo la abrazaba y la besaba tiernamente, mientras yo servía otra copa de tequila que tomamos los tres a fondo seguida de un buen trago de cerveza, mi esposa se quejaba que tenía un poco de frío y mi amigo nos dijo vengan a la recámara, pongo una película y nos metemos a la cama. Nos llevamos las copas y cervezas, abrimos la cama y nos metimos mi mujer y yo, mientras mi amigo escogía una buena película porno y encendía su gran pantalla de plasma.
La película que puso mi amigo era de dos tipos con una mujer, pues ni mandada a hacer para la ocasión, después de varias escenas muy calientes en que los dos tipos se la cogían por el culo y la panocha al mismo tiempo le pregunté a mi esposa si le gustaría hacerlo así:
No gordo tú sabes que solo lo hemos hecho por atrás dos veces y no me ha gustado, me ha dolido mucho mi colita, no estoy preparada para tanto.
Estábamos los tres a mil, sobre todo en una escena en que una mujer estaba cogiendo con dos y en lo mero bueno se les une otro amigo y le daban por sus tres agujeros simultáneamente, luego otro más llegaba, o sea eran cuatro hombres contra la mujer, mi esposa no daba crédito de lo que veía pues la chica cogía con dos al mismo tiempo mientras le mamaba la verga a los otros dos, y todos cambiaban posiciones y se la cogían por todos lados, la bañaban de leche en la boca.
Mi esposa estallaba en calentura nos juntaba las vergas, nos la mamaba en forma alterna luego nos la juntaba y nos corría la lengua entre las dos pollas, en un acto de putería extrema se trago toda la verga de Hugo que es más larga que la mía, le rebasaba el glande sus anguinas, luego cambió a mí polla, le daba el mismo tratamiento uff que mamada nos dio.
Luego se subió sobre Hugo se acomodó la polla y lo cabalgaba lentamente mientras mi amigo le apretaba las tetas, ella jadiaba durísimo, yo me asomaba por sus nalgas para ver muy de cerca como le entraba la verga hasta los huevos, le acariciaba y abría las nalgas, le recorría mi lengua por en medio hasta su culito, luego le hacia presión solo la punta de mi dedo entraba eso la calentó más, Liz se recostó sobre Hugo besando y trenzando sus lenguas, moviendo sus nalgas con mi dedo en el culo jadiando y gimiendo
Un momento después Hugo la giraba quedando él encima, le levantaba las piernas por arriba de sus hombros para ver él mismo como se la cogía, le daba una cogida profunda sus huevos chocaban con las nalgas, mi esposa gritaba con un orgasmo tremendo yo le acariciaba el clítoris con mi mano, con los empujones tan fuertes que le metía mi amigo involuntariamente les tocaba el coño y la polla al mismo tiempo, a mi esposa le enloquecía ese masaje. (Y a mí también)
Liz me pajeaba la verga a toda velocidad, le grite a Hugo; cambio entonces el se retiro y yo tomé su lugar, le daba una cogida frenética muy rápida pues tenía su coño muy abierto, mientras mi mujer le mamaba la polla a mi amigo.
Liz tenía un orgasmo, jadiaba con su boca llena de verga, entonces él me gritó cambio; me aparte con punzadas en mi polla, él de inmediato se la hundió a fondo, mi mujer lo recibía con el mismo orgasmo que inició conmigo, mi esposa aullaba de placer gritaba; ¡cojéeme fuerte que ricoo!! ¡Huyyy así . Así!!!..... Papacito ¡¡métela toda!!!
Me alejaba un poco de la cama para ver la cogida tan tremenda que se estaban dando, trenzaban sus lenguas y jadiaban, ¡mi mujer lo agarraba de las nalgas para que no se le escapara! Mientras levantaba sus piernas, los dos gritaban jadiando ¡que se estaban corriendo!!
Tan pronto como Hugo terminó lo quité y entre al fondo del coño de mi mujercita, mientras; la muy golosa jalaba a Hugo para mamarle los restos de leche que le quedaban en su polla.
Yo gozaba de nuevo con la ricura de coño lleno de leche, se siente tanto morbo que esté abierto, lubricado y ardiendo, ¡mmmhh! no hay palabras para describir el cosquilleo de la leche de Hugo, que placer más rico, me movía lo mas lento posible para sentir como mi verga se deslizaba lentamente por ese túnel maravilloso.
A centímetros de mi cara mi mujer seguía lamiendo suavemente la verga de mi amigo, salían hebras de leche de la polla a los labios de Liz, mientras yo le besaba el cuello y chupaba su oreja.
Liz ondulaba lentamente sus nalgas con mi verga a fondo, ver a mi amigo gozando con sus ojos cerrados, los labios de mi esposa escurriendo leche. Es tanto el placer que me produce que sin ningún aviso previo sentí otro calambre por toda mi columna vertebral, pasando por mi culo y llegando a la punta de mi polla, ¡me estallaba la verga en una forma incontrolable!! Liz gemía, se le sentían una cadena de punzadas en su coñito ¡uff que venidota nos echamos!!
Me giré para un lado para descansar de ese palo maravilloso que le acababa de echar a mi amor. Hugo también se recostó junto a mi mujer, nuestras manos se encontraban en alguna parte del cuerpo de mi esposa que para ese momento estaba adormilada.
Despertamos con el sol en la ventana. Que barbaridad eran las once treinta de la mañana, tenía una cruda pavorosa, Hugo estaba profundamente dormido abrazado de mi esposa, Liz despertaba me volteaba a ver con cara de angustia me decía; llámales a los hijos a ver si ya llegaron.
Primero llamé a casa para cerciorarme que no había nadie, luego marque al móvil de mis hijos me contesto con una voz adormilada; ¿Que paso Papá?, Nada solo quería saber a que horas van a llegar. ¿Si quieres vamos para la casa? No, no tómense su tiempo solo quería saber que están bien. Si todo bien, entonces si quieres nos vemos como a las dos.
Los tres estábamos crudísimos, Hugo se levantó y nos trajo una cerveza, poco a poco la fuimos tomando, Liz tenía un batidillo tremendo de semen en sus nalgas se metió al baño, mientras mi amigo me comentaba:
Que buena "fiesta" hicimos, tu mujer estuvo maravillosa ojala que esto se repita, Liz me excita mucho. Nada más me acuerdo y se me para de nuevo el chile.
Sí ojala que quiera seguir haciendo "fiestas" por que luego le viene el arrepentimiento y ni siquiera quiere hablar conmigo, solo dice que estaba muy ebria y no quiere hablar.
Se me está ocurriendo que deberías de intentar quemarle un polvo cuando se esté bañando por que siempre ha sido con copas; y tal vez si lo logras que lo haga en sus cinco sentidos ya no se sienta tan culpable. ¿Estás en condiciones?
Sí claro que sí, con la plática y la cruda ya la tengo bien parada . ¡mira!
Hugo estaba totalmente empalmado, bueno déjame entrar primero al baño para ver como está la situación, y luego entras por que tienes ganas de orinar, y a ver que pasa.
Entre al baño, Liz estaba abriendo la regadera se veía maravillosa, pues el cancel era totalmente transparente, le pregunte; ¿como estás? Mal . un poco adolorida física y moralmente.
Hugo entró apresuradamente al baño y nos dijo; es que me estoy orinando. Liz se volteo hacia la pared. Hugo orino, luego abría silenciosamente el cancel de la regadera y entró, en eso mi esposa volteo y le dijo:
No Hugo ya no, ¡ya fue demasiado!! me siento mal, estoy llena de culpas no puedo más.
Mi esposa se iba a salir de la regadera en ese momento, Hugo la detuvo y le dijo:
No te sientas mal, no tienes ninguna culpa no pasa nada, yo no me voy a enamorar de ti ni a destruir tu matrimonio, solo es tener un poco de diversión entre los tres, por mi boca te juro que nadie lo sabrá, mira somos amigos entrañables, tu marido está aquí con nosotros, no estás engañando a nadie no te sientas mal, déjame darte un abrazo.
Mi esposa sollozaba estaba llorando, se abrazo muy fuerte de mi amigo, así estuvieron un rato. Luego mi esposa me decía gordo ¿Qué piensas?
Que no te preocupes de nada, yo fui el que permitió que esto pasara, y no estoy nada arrepentido, al contrario me siento feliz de que esto ocurriera, es solo coger por coger no hay ningún engaño, nadie se va ha enamorar de nadie, nuestro matrimonio es muy sólido, solo déjate llevar da y recibe mucho placer, vive tu sexualidad con libertad. Recuerda que solo se vive una vez. Si no te gusta, pues entonces paramos no pasó nada.
Liz, me contestó; ¡tienes razón! Me gusta mucho estar con ustedes, pero me da miedo sentir tanto placer, y no saber hasta donde voy a llegar, me agobia luego me dan muchos remordimientos, me siento una puta fácil y sucia, me muero de vergüenza con ustedes.
Entonces Hugo le decía: no tengas miedo de nada solo déjate llevar, somos amigos desde hace mucho tiempo. Si tú me decides que ya no quieres nada, yo soy el primero en parar pero por favor no me castigues así.
Le acariciaba la cara y le besaba las mejillas, tomo el jabón y empezó a enjabonar todo su cuerpo, me invitaron a que entrara a la regadera pero la verdad el espacio era muy pequeño para los tres, les contesté que mejor me iba a tomar una cerveza por que estoy muy crudo y salí del baño.
Los dejé a solas para que hablaran. Tomaba una cerveza en la cocina pero solo de pensar que podían estar cogiendo la verga se me paro y me dio un ataque de celos, entonces me fui a la puerta del baño, y efectivamente se oían gemidos de los dos, dude si entrar o no, pero preferí quedarme afuera otro rato los celos me consumían, la verga reventaba mis calzones pero yo era el culpable de lo que ahora estaba pasando, y tenía que aguantar.
Cuando subieron más los jadeos entré al baño; me quedé pendéjo; pues Hugo cargaba a mi esposa la sostenía de las nalgas, con la polla bien ensartada en su coño contra el rincón de la regadera, y Liz lo abrazaba con sus piernas a la cintura de él, le estaba dando una súper cogida a toda velocidad parecía perro cogiendo, ni siquiera me vieron entrar pues estaban trenzados en un profundo beso, en eso le temblaban las piernas a mi amigo, se estaban corriendo los dos con un escandaloso orgasmo de mi mujercita.
Luego de un momento, poco a poco mi esposa iba bajando sus piernas al piso, la verga de Hugo se desenchufaba de la panocha de mi mujer que reanudaba su baño, abriendo sus piernas le escurrían hebras de leche mientras enjabonaba la verga de mi amigo, que tomó otro jabón y se esmeraba lavando la papaya de mi señora, luego giraron y me vieron y solo me esbozaron una gran sonrisa.
Mi esposa salió corriendo de la regadera me abrazó así mojada y me dio un maravilloso beso en la boca, (era un beso muy dulce de agradecimiento) estaba, feliz eso me hizo sentir muy bien, la seque con una toalla y salimos los tres a la recamara nos empezamos a vestir Hugo me dijo; si quieres báñate, le conteste no ni madres, por que si me descuido te la vuelves a coger cabrón.
Los tres soltamos una carcajada, mi esposa se volvía a poner su lencería roja con sus medias negras y nos comentaba feliz:
Parece un atuendo de puta ¿verdad? (Nos lo modelaba con sus zapatos de tacón)
Y si mejor me quito la tanga, pues parece pergamino por lo dura y tiesa que está, por las mojadotas que le di anoche, y yo sin pelos en la panocha me la va a rozar mejor me la quito.
Hugo le pidió que se la regalara como recuerdo del año nuevo.
Está bien, te la regalo para que me dediques unas buenas pajas Ja, ja, ja.
Se vistió y nos fuimos en el auto de mi amigo, ella subió a la parte de atrás y se sentó en medio con una pierna a cada lado del puente del auto, con la falda a medio muslo, nos estaba dando un maravilloso show de su panocha, Hugo bajaba el espejo del auto para tener una mejor vista.
Llegamos a un restaurante a almorzar y a curarnos la resaca, me la pasé todo el tiempo con la verga parada sabiendo que mi esposa no traía calzones, cuando podía bajaba mi mano por sus muslos y le rozaba la panocha. Ella no paraba de reír por que Hugo le hacía lo mismo. Por la noche Liz y yo nos dimos una súper cogida.
Espero sus comentarios, me dan mucho aliento para mi nueva vida.