La fiesta de Alicia (1)

Una magnífica Orgía entre excelentes amigos

Llegó el día pautado para la fiesta de Alicia. Dafne, vestida con un vestido negro ceñido al cuerpo con arabescos y encajes en una tela casi traslucida; junto a su ligero del mismo color y encajes era capaz de prolongar las miradas desde sus tacones hasta su cabellera.

Nos recibió Alicia junto a su marido Vinicio. Alicia ataviada con un simple pareo de seda que dejaba entre ver su figura y, con cierta luz, sus vellos abundantes que ocultaban su coño.

Vinicio y yo nos ataviamos, sin ponernos de acuerdo, con ropas frescas acordes con el ambiente relajado.

Nos servimos los primeros tragos y Dafne, sin preámbulos le preguntó directamente a Vinicio si él ¿estaba consciente del propósito y alcance de nuestra visita? Su respuesta fue levantarse de su sitio y acercándose a Dafne la tomó delicadamente de sus mejillas besándola, entrelazando su lengua impetuosa con la lengua desconcertada de mi esposa mientras deslizaba una de sus manos por la entre pierna de Dafne acariciando su coño por encima de su panty. No puedo decir cuánto duró su respuesta, Alicia y yo intercambiábamos miradas cómplices y satisfechas. Pudimos oír a Vinicio decir con un murmullo a Dafne que desde que la conoció la deseaba. Pude sentir como mi mujer se estremecía y sonreía satisfecha al escuchar estas palabras mientras el dedo de Vinicio hurgaba más a fondo. Al ver a Dafne responder con ganas las caricias de Vinicio, me levanté de su lado y senté junto a Alicia a disfrutar del espectáculo sin mediar palabras entre nosotros. Nos tomamos de la mano y luego ella me propuso: "Ambos sabemos que morimos por estar juntos, pero nosotros les llevamos ventaja. ¿Por qué no dejamos que nos alcancen y, mientras nos excitamos con la imagen? Agregó: Nunca he visto a Vinicio hacerlo con otra. Asentí regresando mi mirada hasta donde mi esposa. Despojada de su panty, el esposo de Alicia se afanaba en lamer sus labios vaginales, en frotar con sus manos; unas veces su clítoris, otras sus tetas, otras sus imponentes piernas.

Yo no podía contenerme, por lo que tratando de sacar provecho del espectáculo, tomé de la mano a Alicia y la llevé a sentarnos a un lado del sofá donde nuestras parejas disfrutaban de reconocerse. Una vez allí, Dafne le quitó la iniciativa a Vinicio. Separándolo de si, lo empujó sobre el sofá y se abalanzó a quitarle sus bermudas, dejando su pene (grueso, con un enorme glande y rojizo; su longitud: un poco menos que el mío) brincar con espasmos en el aire. Dafne comenzó a deslizar su lengua abarcando toda la figura erecta de la verga del marido de Alicia. Luego dio inicio a sofisticadas mamadas desde la enorme cabeza de la verga hasta la pared de su final. Pude desprenderme del disfrute del espectáculo y vi como Alicia estaba muy excitada. La levante y la desnudé por completo, luego le pedí que se sentara frente a Dafne y Vinicio y se masturbase. Hice de "tripas corazones" ante tal espectáculo. Dafne cabalgaba la gruesa verga de Vinicio y este, mientras chupaba sus pezones, veía como su mujer asumía con gusto propio la imagen frotando con sus dedos todas las partes que componían su coño. Dafne acabó dos veces, entre estas Alicia se abandonó al estremecimiento del orgasmo. Vinicio, llegado su momento, se retiró de la vagina de mi mujer y acercando la boca de su esposa a la de la mía descargó sobre sus caras. Alicia y Dafne terminaron entre mezclando sus lenguas compartiendo el semen del marido de mi amiga.

Vinicio fue el primero en abandonar la escena para ir al baño. Alicia y Dafne siguieron jugueteando con sus leguas y besos hasta que este regresó. Luego ambas se fueron al baño para asearse. Solos, Vinicio y yo, solo atinamos de momento a compartir un trago y un cigarrillo. Mientras mostraba una amplia sonrisa en su cara quise confirmar que no era simple sarcasmo: ¿estamos a mano? ¿Te sientes cómodo? ¿Podemos continuar? Con prontitud y sumamente relajado me respondió: tu mujer folla mejor que la mía, cómo no puedo sentirme cómodo, cómo no puedo querer continuar. ¿Si estamos a mano? Creo que no (pausa), creo que más bien nosotros les debemos a ustedes. Tomé de un solo trago mi bebida complacido y mientras le relataba la "segunda parte" del plan de su mujer para esta noche se nos unieron – completamente desnudas – nuestras esposas. Alicia y Dafne con caricias y frases excitantes le vendían a Vinicio la "2da. Parte" no hubo mucho que hacer para convencerlo. Dafne extrajo de su cartera los 100 grs de cocaína y mientras oía a Vinicio relatarle a su esposa lo maravillosa que era mi mujer a la hora de coger, sirvió líneas suficientes para celebrar el acontecimiento. Para asombro de todos Vinicio se jaló dos enormes, luego pasó el pitillo a Alicia y finalizamos, complacidos mi mujer y yo. Vinicio, luego de besar con amor a su mujer reparó en que yo era el único en la habitación que mantenía sus ropas. Enseguida Alicia y Dafne se acercaron a mí desprendiéndome de ellas. Pedí que parasen. Y lo hicieron. Expectantes, me oyeron estas palabras: "Si nadie se opone e Alicia está dispuesta, quiero cogerla por el culo antes que, hoy, alguien se me adelante". Alicia irrumpió en carcajadas y nosotros tres nos preguntamos de dónde provenía la gracia. Conteniendo su entusiasmo nos respondió: no le he dado el culo a Vinicio desde hace mucho, y luego de nuestra reunión decidí guardarlo para ti. Y agregó: No es una condición, pero me haría muy feliz ver como tu verga entra en el culo de Dafne y que luego, ella, se sienta abierta a compartir su orificio con el resto. Dudé, no dependía de mí ser feliz. Jalando otras líneas de perico, Dafne se volvió hacia nosotros y contrapuso: No hay problema, créanme que lo intentaré, con dos condiciones: Cuando Zedtler te esté dando por el culo, Vinicio tendrá el mío lo más lubricado posible para que su verga me penetre. Luego, el grosor de Vinicio deberá invadirme, mientras Zedtler acaba contigo y yo con él.

Agradecido pregunté: ¿podemos empezar ahora mismo? Alicia tomó con sus manos mi erecta verga y comenzó a mamarla. Hizo una pausa para pedirle a su esposo y a Dafne que le untaran en su esfínter algo de perico y luego alternaran sus lenguas y saliva sobre él para lubricarlo. En pocos minutos Alicia se sintió lista. Colocó sus rodillas sobre el cojín del sofá y empinando sus nalgas las abrió para que mi verga se deslizara con comodidad dentro de su cavidad. En medio de mi éxtasis y "mete y saca" les pedí a Vinicio y a Dafne que nos acompañaran. A poco de sus pasos sonó el timbre. Enseguida Alicia me rogó que no parase – estaba teniendo un orgasmo. No lo hice. Alicia acabó de mil maravillas justo en el momento en que Vinicio, confiado por la imagen que le mostró el "ojo mágico" abrió la puerta.

Escuchando los gritos de sorpresa y bienvenida de Dafne, mientras presentaba a cada uno ante Vinicio, retiré mi verga del culo de Alicia. Maravillada y complacida por el profundo orgasmo que mi verga y movimientos le habían concedido, se acurrucó a mi agradecida. Besándome.

Afortunadamente para todos, los recién llegados eran "en algo" conocidos: Débora, la amiga universitaria de Dafne – nuestra primera experiencia MHM; Camilo, a quien Alicia ya conocía y sabía de nuestras andanzas, junto a Javier – La verga enorme y nuestra primera experiencia HMH. Nos saludamos con mucho aprecio y sintiendo nuestros cuerpos y energías. Todo marchaba de acuerdo al plan de Alicia.

Débora besó a todos profundamente, luego se despojó rápidamente de sus ropas mostrando su bien torneado y muy blanco cuerpo. Su enorme culo seguía firme y sus pequeñas tetas se compensaban con lo rosado y firme de sus pezones. Camilo ya se abalanzaba sobre mi esposa para aspirar sus líneas de perico. Javier agradecía a Vinicio por la invitación. Este le indicó que todo era idea de su esposa y le presentó a Alicia, quien continuaba acurrucada a mi cuerpo, sentados sobre el sofá. Le recordé a Alicia quién era Javier y le susurré mi deseo de que entre Javier y yo la penetráramos a la vez. Con una sonrisa nerviosa, le pidió a Javier ponerse cómodo quitándose sus ropas. Al darse cuenta del movimiento de Javier, Dafne lo detuvo y le exigió realizar un stripp tease para las mujeres presentes. Javier es de esas personas que no tiene reparos, de aquellas que se siente muy seguro de sí mismo, por lo que le dijo a Camilo que pusiese música y a las mujeres sentarse sobre el sofá.

Yo me junté con Vinicio en la barra. Camilo pudo colocar "cualquier" música con mucho ritmo y el espectáculo comenzó. Al poco tiempo la verga – aún inerte – de 17 cm de Javier se balanceaba al ritmo de la música entre sus piernas. La acercó a la cara de Dafne, luego a la de Alicia, fue la boca de Débora la que inició la mamada. De pronto la verga de nuestro amigo se convirtió en una enorme y gruesa vara de 24 cm. En medio de sentimientos contradictorios la música cesó.

Yo tenía a Débora sentada sobre mis piernas lubricando su coño con mis dedos, mientras conversábamos de nuestra vida. Dafne le relataba lo previamente sucedido a Camilo – que le acariciaba las nalgas y de vez en vez le metía en su coño alguno de sus dedos. Vinicio, Alicia y Javier estaban a lo lejos, mostrando comodidad.

Nuevamente sonó el timbre. Esta vez era Claudia, la única invitada que no tenía experiencia en estas veladas. Evidentemente se sorprendió ante tanta desnudez, pero los oficios de Dafne e Alicia la hicieron sentirse cómoda. Tanto para quedarse en ropa interior. A la vista de sus enormes tetas que mostraba su breve rosado vestido yo logré, luego de un shoot de tequila y 4 líneas de perico que los mostrara sin tapujos. Era la primera vez que podía disfrutar de sus tetas. Siempre me habían llamado la atención, al igual que su misteriosa sexualidad. Claudia y yo nos distrajimos en la barra, sin perder de vista lo que sucedía en la sala del apartamento de nuestros amigos. Mientras hablábamos, sobre todo de ella, veíamos como Javier desaparecía su enorme verga en el coño de Débora. También éramos testigos de cómo Camilo parecía un bebé mamando las tetas de Alicia y de Dafne cuyos cuerpos rodeaban y pajeaban a Vinicio.

Claudia estaba asombrada por la libertad y complicidad que se sentía en el lugar y entre los presentes. Le pregunté: ¿nunca habías tenido una experiencia similar? A lo que con rubor me contesto: yo solo he estado con mi ex - esposo y aún y cuando estábamos juntos nunca me sentí feliz, completa. Escuchándola y viendo que su mirada seguía enfocada en la faena de Javier y Débora le pregunté: ¿estás excitada? Me respondió con mucha pena y aclarando: hace mucho tiempo que no siento mi sexo. Y si, estoy muy excitada, ¿Quieres comprobarlo? Y diciendo esto atrajo mi mano hasta su pelvis. Claudia apartó su panty de su pubis y posó mi mano sobre su coño. Enseguida reaccioné introduciendo dos de mis dedos dentro de su hirviente vagina y comencé el va y viene. Impresionantemente, sin que hubiesen pasado 2 minutos en mi faena, Claudia gritó, se estremeció y suspiro al acabar en un profundo orgasmo. El resto de los presentes volteó maravillado hacia nosotros. Claudia se intimidó a lo que yo solo pude responder pidiéndoles a Camilo y a Vinicio que se acercaran y la poseyeran con firmeza. Vinicio cedió los honores a Camilo, a su vez se ocupo de frotar sus nalgas. Débora y Javier competían por ver quien acababa primero por lo que no me quedó más remedio que sentarme junto a Alicia y Dafne.

Javier y Débora acabaron juntos. Camilo desparramó su leche sobre las tetas de Claudia y Vinicio, colocándola en cuatro patas la penetró con fuerza. Claudia tuvo dos orgasmos más, el último gracias a las caricias y compañía de mi mujer que la estimulaba a desinhibirse.

Nos detuvimos todos, fumábamos cigarrillos, nos jalábamos, nos tomábamos unos tragos cuando el timbre sonó por tercera vez. Esta vez, las dos parejas invitadas llegaban al mismo tiempo. La primera: Jorge y Julia – ella compañera de trabajo de mi esposa quien acudía por primera vez pero que Dafne avalaba ya que en conversaciones su amiga se mostraba mucho más perversa y promiscua que muchas. Básicamente Julia era una gorda que, gracias a su cuerpo impopular, tuvo que convertirse en el alma de las fiestas. Y vaya que lo era, ella y su pareja se presentaron a la fiesta tan solo vistiendo un hilo dental. La otra pareja estaba compuesta por otra de mis ex. Natalia y Álvaro. Luego de saludarnos pude percibir la incomodidad de Álvaro ante nuestra actitud. Mientras Natalia lo obviaba para jalar algunas líneas de cocaína junto a Julia y Jorge, atraje a Álvaro hasta donde estaba Dafne lamiendo la enorme verga de Javier a la vista interesada de Claudia, Camilo y Vinicio. Luego de presentarlos a todos, en voz alta, le relaté a Álvaro el convenio sucedió entre Vinicio, Alicia, Dafne y yo. Al finalizar le ofrecí a Dafne y a Alicia para su provecho por el término de una hora. Eso sí, sin celos de ningún tipo. Antes de finalizar mis palabras, ya mi esposa estaba extrayendo de los pantalones del marido de Natalia su verga. La chupó mientras yo me alejaba y le hacía una seña a Alicia para que le hiciese compañía. Julia se presentó a si misma ante Javier y rápidamente atrajo para sí a Jorge, su esposo.; a quien hizo desnudar por completo. Luego empezó a mamar las vergas de ambos. Para asombro de todos, no podíamos decidir si la de Javier o la de Jorge era más larga, gruesa y erecta. Julia sabía que el resto disfrutaba y – en algunos casos envidiaba la escena. Por lo que teniendo a sus dos machos dispuestos les susurró algo en el oído de Jorge y luego en el de Javier. Para nuestra agradable sorpresa, la gorda de Julia colocó a Jorge sobre el sofá y empezó a cabalgarlo. Luego Jorge, sabiéndola lista, le abrió las nalgas dejando al descubierto su negro orificio para que fuese penetrada por Javier. Los efusivos gritos de la amiga de mi esposa excitaban o causaban gracia, pero los presentes se sentían a gusto. Por su parte Dafne e Alicia ya tenía a Álvaro comodísimo. Este con su verga hizo que mi esposa y la esposa de Vinicio se hincaran en el suelo y desde atrás las penetraba alternadamente. La distracción de Álvaro me permitió abordar a Natalia para desnudarla. Una vez en cueros, pude presentarles a los demás invitados hasta que finalice con Vinicio. Vinicio le hizo beber dos tequilas seguidos y cuatro pases de perico. A los pocos momentos Natalia se encontraba en el paroxismo de todo lo posible. Yo me aproveché de eso. La hinqué sobre la barra y desde atrás penetré con mi verga su culo. Mientras mi verga entraba y salía, estrujaba sus tetas con afán. Natalia tuvo un orgasmo y en seguida me corrí dentro de su culo. Al salirme, llamé a Claudia para que probase mi semen en el culo de mi amiga. Lo que hasta ahora había vivido la motivó a cumplirme sin chistar. Aún Natalia se estremecía, cuando le dije a Camilo que tomara mi lugar. Así lo hizo, tomando a Natalia por sorpresa. Al poco tiempo acababa de nuevo y se mostraba más perversa. Se la ofrecí a Vinicio y declinó, a Javier y declino. Camilo en ese momento acababa entre sus tetas y al ver su abundante y espesa leche derramada, llame a unírseme a Dafne, Alicia y Claudia. Las obligué a limpiar con sus lenguas cualquier vestigio de leche de Camilo. Para compensar a Álvaro lo invité a que cogiese a su mujer por el culo mientras yo le metía mi verga en el coño.

Álvaro disfrutó más que yo, sobre todo porque desde su postura podía observar como el culo de Alicia, con esfuerzo, era inundado por la verga de Jorge junto a Javier que esperaba su turno con ayuda de Débora. Llegó el momento en que todos nos sentimos satisfechos y exhaustos. Tras todos asearnos y relajarnos nos reunimos en el salón principal con suma normalidad en nuestro comportamiento. Si bien todos, seguíamos desnudos, nos dedicamos a charlar entre nosotros al ritmo de la música y entre tragos y líneas de coca.

Aspiré una breve línea y al levantar mi cara de la mesa, pude ver a Alicia sola postrada sobre la baranda del balcón. "Definitivamente sus nalgas no son su fuerte" pensé. Decidí acompañarla. Al ella notar mi presencia tan solo me sonrió satisfecha. Sin embargo, debía saber más. Debía saber que tanto había avanzado con respecto a su resolución con su marido y con ella misma. Le pregunté: "es evidente que tú y tu marido la han pasado de maravillas, pero ¿cómo perfilas el mañana, cuando todo esto acabase?" Su inteligencia me desplomó al responderme: "creo que hablaré con Dafne para que los tres vivamos juntos". Me sentí confuso, pero reaccioné asumiendo que se trataba de una broma. Me giré para observar que acontecía en la sala. Nada relevante, por lo que aproveche de llamar a nuestro encuentro a las otras dos mujeres relevantes en mi vida. Así estábamos, Natalia, Dafne e Alicia junto a mi conversando en el balcón a la luz de una tenue luna.

Los comentarios y anécdotas iban y veían. Un comentario de Natalia incendió nuevamente la discusión de ellas sobre mí. Natalia les relató cómo yo había tenido la desfachatez de llevar a una desconocida a nuestra alcoba y haberla obligado a verme follarla. Alicia se mostraba sorprendida, cuando estuve con ella nunca di muestras de tales deseos, comentó que sospechaba que entre Inés (una amiga común) y yo ocurría algo más que amistad. Para su sorpresa le conté que, antes de conocerla, ya me había cogido a Inés. Entonces Dafne se solidarizó con Natalia y contó que a ella yo le había hecho lo mismo con una compañera mía del trabajo – Paola, si mal no recuerdo. Entonces ambas se rieron y le contaron a Alicia la vez en que ambas me habían hecho sentirme despreciado al no permitir que me acostase con ninguna de ellas, durmiendo sobre la misma cama. Entre risas y relatos de otras situaciones, nos sentimos todos muy a gusto. Yo el más feliz.

La presencia de Natalia e Alicia fueron reclamadas por sus respectivos consortes en la sala. Una vez solos Dafne y yo, nos preguntamos: ¿Cuál será el próximo paso de esta velada? No lo sé, dijo Dafne. Lo mejor que podemos hacer es resumir con quién hemos follado hasta ahora y tratar de cogernos a los que faltan. Entre risas asentimos. Y he aquí la lista:

Dafne no había intimado con: Camilo, Javier y Jorge. Yo: con Débora, Julia y Claudia. Una vez hecho el resumen le propuse a mi esposa que ella escogería mi próximo polvo y yo el de ella. Con prontitud me indicó que fuese por Claudia y yo le dije que ella debía hacerlo con Javier. Me moría de ganas de ver su reacción sintiendo la enorme verga de Javier perforar sus orificios, luego de tanto tiempo y experiencia transcurrido.