La fiesta

Después de una fiesta es muy excitante tomar un baño en la piscina de un chalet. Si además la afortunada chica tiene dos jóvenes pollas para satisfacerla al mismo tiempo...

La verdad es que no me apetecía mucho ir a aquella fiesta, además mi novio no quería ir, pero como Eva insistió tanto pues al final acepté y la acompañé.

Pero no me he presentado, me llamo Alicia, soy alta, pelirroja, con unas medidas de 100-59-95.

Aquella noche hacía mucho calor así que me puse un vestido corto y ligero, por supuesto sin sujetador, pues no me gusta llevarlo y con un tanguita negro súper pequeño y apretado.

La fiesta era en una discoteca de las afueras y era una especie de fin de curso, mi amiga me presentó a algunos de sus amigos y al poco rato desapareció enrollada con un chico muy majo que la tenía un poco colada.

Yo me quedé con Juan y José, dos hermanos amigos de Eva, bailamos, bebimos y la cosa estaba poniéndose cada vez más caliente, como pude notar por los bultos que se formaron en sus pantalones, se hizo ya tarde y como no aparecía mi amiga decidí aceptar la invitación de Juan y José para tomar un baño en su piscina, tenían un chalet no lejos de allí y sus padres no estaban en casa.

Una vez allí surgió el problema del bañador, yo normalmente suelo ir en top-less pero mi tanga era un pelin atrevido y no me decidía. Juan propuso desnudarnos todos y así estaríamos en igualdad de condiciones, no lo pensé mucho pues me apetecía bañarme y acepté.

Al quitarme la ropa y quedar desnuda casi les da algo y empezaron a lanzarme piropos cada vez mas subidos de tono, ellos rápidamente se quitaron la ropa y pude admirar sus proporcionados cuerpos y dos asombrosas pollas completamente erectas y de un grosor y largura excepcionales.

Me lancé al agua y al momento los tenía a los dos pegados a mí, parecían dos pulpos, tenían manos por todos los lados y sobre todo sentía el contacto de sus terribles lanzas acosándome.

José me cogió en volandas y me sentó al borde de la piscina, separó mis piernas y se lanzó a comerme mi coño, lo hacía con maestría y rápidamente me excité un montón, mojando con mis jugos su cara, Juan por su parte salió del agua y acercándose puso su polla a la altura de mi cara, yo rápidamente la tomé y me la introduje en la boca, chupé y tragué durante un buen rato, Juan gemía de placer y me empujaba la cabeza con sus manos para penetrar más profundo, llegó un momento que mis labios pegaron con su vientre, ¡la tenía toda en mi boca!, mientras José seguía chupando mi coño y también mi culo al tiempo que metía sus dedos en todos mis agujeros.

Juan se tumbó en el suelo y me pidió que me subiera encima de él, me puse en posición y de un golpe me dejé caer enterrando su aparato en mi encharcado coño, pegué mis pechos a su pecho y nos besamos casi con fiereza, devorándonos, José salió del agua y acechándose a mi parte trasera comenzó a hurgar en mi otro agujerito, primero un dedo, después dos, al rato un tercero, y al final acercando su polla comenzó a penetrar, le dije que fuera despacio pues dos al tiempo y de su tamaño podía ser peligroso, él se portó como un caballero muy despacio pero sin vuelta atrás acabé ensartada por sus dos pollas, fue un polvo magnifico, perdí la cuenta de mis orgasmos, aquello parecía no tener fin tenían un aguante excepcional, al final me pidieron venirse en mi cara y yo cogiendo sus pollas con las manos me dediqué a lamer y chupar hasta que dos magnificas corridas inundaron mi cara, mi pelo, mis tetas, mi boca, MARAVILLOSO.

La anoche fue larga y movida pero os juro que valió la pena.

Un saludo de Alicia.

Alicia_martin@lycosmail.com