La fiesta

Mi mujer comienza a ir al gimnasio donde conoce un grupo de jovenes que nos invitan a una fiesta que termina con mi mujer en orgía.

Hola mi nombre es Carlos y bueno esta es mi historia. Todo comenzó cuando mi mujer empezó a ir al gimnasio. Primeramente quiero darles una descripción de ella, es muy bonita con hermosos ojos verdes y rubia, un metro con setenta y tres centímetros, delgada con muy bonitas piernas y unos pechos terribles. Actualmente tiene 25 años y yo 32.

Como les decía mi mujer comenzó a ir al gimnasio tres veces por semana, a mí me había parecido bien ya que ella no hacia otra cosa, es decir salía del trabajo y volvía a casa sin hacer nada más. Al volver ella me había dicho como había conocido unas chicas y unos chicos con los cuales compartía sus horas de ejercicios. Un día luego de pasado dos meses de iniciarse en el gimnasio, al ir a buscarla, la encuentro hablando con un chico de unos 25 años, parecía una charla amena, aunque note que la mirada del muchacho se dirigía maliciosamente de vez en cuando a los pechos de mi mujer y cuando esta se agacho a levantar un dinero que se le había caído dirigió a su cola una furtiva mirada libidinosa. Debo aclarar que la voy a buscar en auto y mientras buscaba donde estacionar pude contemplar todo lo dicho.

Cuando bajo del coche y voy acercándome donde se encontraban, me doy cuenta que la estaba pasando bien por la sonrisa y el tono abierto con que mi mujer se expresaba, y justo antes de llegar y por ende de que me vieran, observo como la mirada de ella no era todo lo normal que debía ser, tarde un momento en darme cuenta, pero cuando entre en razón un frió me recorrió, ya que aquella mirada era como la que solía darme cuando éramos novios. Hola!-dije- a lo que mi mujer, después de un sobresalto, me dijo ah!, Hola! Él es Lucas, hacemos gimnasia juntos, y agrego -Lucas el es mi marido-, el muchacho un poco colorado me estiro su mano y me dijo –Que tal!. Lo próximo que sucedió fue que se despidieron con un beso y él me volvió a dar la mano. Mientras manejaba hasta casa mi mujer me hablaba de diferentes temas pero no la escuchaba, no podía olvidar la forma como se miraban.

Fueron pasando las semanas y un buen día mi mujer me dijo que los chicos del gimnasio iban a hacer una fiesta y estábamos invitados, que seria el viernes por la noche y que iba a ser divertido, me pareció bueno, además hacia tiempo que no salíamos y por eso me pareció bien. El viernes llega al fin y sin darnos cuenta estábamos rumbo a la fiesta, durante las semanas anteriores yo le había preguntado quien el era el chico con el cual la había visto y ella me dijo que el hacia ejercicios en el gimnasio con un grupo de amigos y que a veces se habían quedado hablando, tras lo cual yo le preguntaba de que hablaban, contestándome ella que de muchas cosas como por ejemplo chistes, y otras cosas mas, sin ser muy precisa. Todo me confirmaba lo que había sentido aquel día en que los vi.

Al llegar a la puerta mi mujer se adelanta y toca el timbre, unos segundos después abrió la puerta Lucas, quien nos recibió muy bien, debo aañadir que la casa a la que entrábamos era una de esas casonas antiguas de tipo ingles, muy bien arreglada, por supuesto con dos pisos o niveles, adentro las personas se agrupaban como racimos de uvas, unos charlando y otros bailando al son del ritmo de moda. Nuestro anfitrión nos acompaño, hasta una mesa donde había varias bebidas, nos pregunto que queríamos tomar y agrego que lo primero que ellos toman la entrar a una de sus fiestas es un tequila con limón y sal, tras lo cual sin querer estropear la tradición aceptamos de buen grado lo ofrecido, luego seguimos con sendas cervezas. Patricia, mi mujer, vio a unas amigas del gimnasio y sin darse cuenta se dirigió hacia ellas, yo no tuve mas remedio que seguirla, al llegar nos presento – Fabián ella es Karina, una amiga – Que tal Karina, como estas? – respondí-, luego pasaron, Analia, Marisa y Gabriela. Cuándo acabaron las presentaciones ellas cuatro comenzaron un dialogo interminable, entonces vino a mi rescate Lucas, quien me dijo – Las mujeres cuando se juntan a hablar son insoportables!, lo que ocasiono una risa cómplice en ambos, y agrego – Veni que te presento a mis amigos, así podemos dejar que las chicas continúen con lo suyo.

Nos dirigimos a un grupo de chicos que estaban en un rincón y me los presento uno por uno. Se encontraban hablando de mujeres, como es obvio, - Como le daría a esa, decía uno, otro agregaba – Si agarro a aquella le echo tres al hilo!. Así fue discurriendo la noche mientras bebíamos cerveza, nuestro anfitrión se había separado de nosotros y se había alejado, también había perdido de vista a mi mujer. Al rato veo que mucha gente sale a bailar, entre ellos la veo a Patricia y a Lucas. Mientras los minutos transcurrían me había hecho amigo de un tal Carlos, que era con el cual tenia mayor afinidad, este me contó que en el salón de atrás había algunas parejas haciéndose arrumacos, y además que estaban repartiendo en algunas copas algunas drogas que mezcladas con el alcohol te ponían eufórico. Yo no me había dado cuenta de mi condición, pero todo el alcohol consumido había dejado su huella, y aunque yo sabia que había bebido realmente bastante no quería aceptarlo.

Me conduje al baño todo lo bien que pude y entre. Me lave varias veces la cara, tome agua, me seque y cuando salí, escucho como dos de los amigos de Lucas dicen, -Viste la chica del gimnasio?, - Si , le contesta el otro, - Bueno Lucas le dio un cóctel a ella y ahora la tiene arriba en su habitación!. Sentí que el corazón se me salía por la garganta, no lo podía creer. Me dirigí escaleras arriba, y una vez allí salí por un corredor y veo una puerta semiabierta con solo una luz encendida en su interior, con lo cual se lograba una atmósfera de penumbra, afino mi vista y el corazón me da un palpito, allí estaban Lucas y Patricia tirados en la cama besándose apasionadamente!. Él le metía una mano por debajo de su mini blanca tocándole su sexo y ella lo abrazaba. Me quede catatonico, mis músculos se pusieron rígidos y no podía moverme ni emitir sonido, tenia saliva en la garganta y no conseguía que bajara, solo observaba la escena como si de un espectáculo se tratara, mientras los ojos se me llenaban de lagrimas por la bronca y la angustia que comprimían mi pecho. Lucas se acomoda mejor y consigue levantarle su remera, con lo cual quedaron sus pechos al descubierto, sus pezones duros parecían estallar lo que indicaba el grado de excitación que tenia.

Acto seguido le comienza una gran chupada de tetas, las chupaba y sacaba su lengua pasándosela por los pezones haciendo círculos, de vez en cuando también los mordisqueaba, y Patricia emitía leves quejidos de placer. Sentí de repente como me mareaba y mi estomago no estaba bien, las nauseas me inundaron y vomite allí mismo en la puerta, todo eso me asqueaba, pero dentro de la habitación ni siquiera percibieron mi presencia. Cuando levanto la cabeza limpiándome la boca con la manga de mi camisa casi me tumbo al ver lo que sucedía, mi mujer que ya no-tenia la remera puesta le estaba chupando la pija a ese hijo de puta, el que se encontraba acostado suspiraba dando fuertes resoplidos mientras ella que tenia su verga agarrada con una de sus manos subía y bajaba su cabeza absorbiendo todo el miembro, por momentos paraba y lo masturbaba rápidamente mientras lo miraba a los ojos con cara de lujuria. Todo eso me revolvía él estomago, es cierto!, Pero comencé a sentir cierto morbo por la escena que se me presentaba, parecía como si estuviera viendo una película pornográfica en que la protagonista era mi mujer. Lo que veía me daba celos pero también bronca sobre todo porque mi mujer no quiere nunca chuparmela y cuando lo hace coloca mil condiciones como que me la lave, que este limpia, etc... pero en ese momento no parecía importarle nada como la tenia Lucas. Posteriormente observo como este pareció decidir que ya era suficiente con la chupada y quitándose los pantalones y camisa le baja la bombacha a mi mujer sin sacarle la minifalda y entonces la toma de la cadera y hace que mi mujer se lo monte, sin colocarse ningún preservativo!, Lo cual me indigno aun más. Su pene que mediría unos 18 centímetros, algo más grande que el mío, se deslizo suavemente dentro de su vagina de la que fluían abundantes líquidos, entonces ella comenzó una larga y frenética cabalgata.

Desde mi posición la veía de espaldas mostrándome todo su culo en movimiento y también observaba como la pija de Lucas le entraba y salía de su concha. Hablando de pijas la mía estaba parada y a estallar, la imagen me calentaba y ya no estaba tan tenso. Luego de varios minutos de violento mete y saca Lucas grita mientras le llena de semen la concha a mi mujercita, ella pareció calentarse aun más al sentir los borbotones de leche caliente en su vagina y por el grito, entonces se sacude con fuerza mientras acaba con grandes resoplidos. Yo estaba que no daba mas, totalmente erecto y excitado, mi glande estaba bañado en secreciones seminales. Cuando se separan observo como de la conchita de mi mujer sale abundante semen que se derrama por sus muslos y cuando esta se acuesta se esparce por sus glúteos y culo lubricándolo. Luego de todo lo visto me sentía humillado pero también excitado. Al rato veo como Lucas se posa sobre ella y comienza a comerle la boca, tocándole sus pechos y pellizcándolos, ella le responde tocándole su verga y pajeandolo, como consecuencia lógica ella termina dándole una nueva mamada. En ese instante escucho como suben las escaleras, me doy vuelta y justo detrás había otro cuarto, que no había notado al llegar dado el shock que tenia.

Rápidamente me introduzco en él y justo a tiempo para que no me vieran dos de los amigos de Lucas que se disputaban la entrada en la habitación. Estos abren de par en par la puerta de la habitación donde se encontraban Patricia y Lucas e inmediatamente prenden la luz, ahora desde mi posición podía ver todo lo que ocurría. Mi mujer seguía chupandole la pija al muchacho, parecía como si estuviera borracha y no entendiera bien lo que ocurría, los dos amigos de Lucas al ver lo que ocurría se bajaron los pantalones como un rayo, ni bien se lo bajaron pude notar que ya tenían sus miembros tiesos y uno de ellos tenia un pedazo descomunal, calculo que de unos 24 centímetros o mas. El del pedazo más grande se coloco por detrás de mi mujer y le levanto las caderas dejándola en cuatro patas, inmediatamente tomo su pene entre sus manos y lo dirigió a la concha de mi mujer, se lo fue enterrando poco a poco, pude notar como Patricia se estremecía, al mismo tiempo apresuraba la chupada que le estaba dando a Lucas y este parecía que iba a estallar y efectivamente lo hizo minutos mas tarde bañando en leche toda la cara de mi mujercita que cerraba los ojos con cada nuevo chorro de eyaculacion que le caía. El que le daba por atrás había terminado de introducírsela toda y había empezado un mete y saca rápido, mi mujer comenzó a gritar, cosa que no había hecho nunca antes, esto excito aun más al chico que le empezó a aplicar unas embestidas bestiales, se sentía el golpeteo de la pija y caderas del muchacho contra las nalgas de mi mujer, estas se le estaban poniendo coloradas y con cada embestida las tetas se movían rítmicamente hacia delante y atrás.

De repente ella acaba con un alarido, lo que hace que el chico también acabe llenándola de leche totalmente, cuando por fin retiro su miembro el semen salía a borbotones de la vagina de Patricia, pero esto no impidió que el otro chico que estaba contemplando metiera de un golpe su pija en la concha de Patri. Este también empezó un mete y saca mientras los otros dos miraban, pero al rato saca su pene, la voltea y se la empieza a coger en la posición del misionero, se veía claramente como ella había abierto completamente las piernas y como su concha formaba un circulo alrededor del pene del chico que no dejaba de entrar y salir hasta que acabo y una vez mas dentro de las entrañas de ella. Cuando ese se retiro todo comenzó nuevamente. En total los tres le echaron tres polvos cada uno, le hicieron de todo, le cogieron el culo, le hicieron la doble penetración, hasta que se hartaron y dieron por terminada la sesión.

A ella la dejaron desnuda tirada en la cama, ya que estaba casi dormida, luego se cambiaron y bajaron, momento que aproveche para entrar en la habitación, el aroma que se percibía era un fuerte olor a sexo tanto de vagina como de semen, la cama estaba toda mojada, lo mismo que mi mujer, ella estaba tirada de espaldas con su culo al aire y con las piernas abiertas, de su sexo pude notar como todavía caía semen del ultimo polvo que le habían echado, estaba tan excitado que me baje los pantalones saque mi pija, me acomode encima de mi mujer y se la metí en la concha de un golpe imitando a los chicos, con unas pocas sacudidas fue suficiente ya que acabe como un toro, el semen que me salía no paraba y llegue a contar diez chorros seguidos. Cuando la saque vi como el semen salía del sexo de mi mujer y mojaba aun más la cama. Ella seguía allí sin moverse, ni se entero que era yo el que me la había cogido. Salgo de la habitación y bajo las escaleras, entro al baño y me aseo y al salir veo como por las escaleras Lucas ayudaba a Patricia a bajar, cuando me vio me dijo – parece que tomo demasiado, será mejor que la lleves a tu casa. Sin decir nada la tome en mis brazos y salimos. Cuando llegamos a casa le conté que lo había visto todo, le pregunte porque lo había hecho, respondiéndome que le había gustado el chico pero que nunca había pensado llegar a tanto, y que con los otros dos lo había hecho porque la situación se había dado así y porque estaba borracha y muy caliente, a quemarropa le pregunte si le había gustado, si lo había disfrutado, y me dijo con lagrimas en los ojos que mucho. Me rogó llorando que la perdonara, tras lo cual le explique que yo también me había excitado mucho y que esperaba que lo repitiéramos si ella estaba deacuerdo, me miro sin comprenderlo bien, yo tampoco comprendía bien lo que le había dicho pero en ese momento nos abrazamos e hicimos el amor por horas.

Si les gusto lo que leyeron háganmelo saber, mi mail es oel069@yahoo.com.ar

Todos los nombres fueron cambiados.