La fenomenal mamada de mi esposa a nuestro amigo

A los pocos minutos y entre besos y palabras al oído, vi con gran sorpresa, pues no pensé que se atreviera a hacerlo, que ella se inclinaba sobre la verga de nuestro amigo e iniciaba una delicioasa mamada. Yo estaba que me reventaba de excitación por el espectáculo que mi esposa estaba dando.

La mamada

La fenomenal mamada de mi esposa a nuestro amigo en un sitio público

Somos un matrimonio que lleva 10 años de casados. Ambos tenemos 35 años y un hogar bien conformado que hemos logrado tener gracias al sacrifico y al amor con el que hemos hecho las cosas.

Ella es una mujer muy bella. Una cara angelical que matizan sus ojos verdes. Mide 1:65 mts, sus senos son pequeños pero duros y paraditos con dos pezones rosaditos que cuando se excitan se ponen como dos misiles. Tiene unas piernas divinas, muy suaves y bien torneadas y un trasero que causa conmoción. Ella lo sabe y por eso busca ropa que le facilte lucirlo, pues sé que le gusta que se lo miren y..admiren.En conclusión es una mujer que despertaría los más bajos instintos en cualquier hombre.

Su educación fue enmarcada, como la mayoría de mujeres de su época por los principios morales básicos de "NIÑA BIEN", pero aún así, desde novios siempre ha sido una mujer que pese a sus conceptos morales ha disfrutado del sexo de la mejor manera.

Es y ha sido, aunque creo que hoy más, muy caliente, muy sensual y muy, pero muy tierna. Hace poco más de tres años, y después de mucho insitirle entramos en el mundo swinger. Nuesro proceso ha sido lento, pero seguro. Tríos hmh e intercambio de parejas han sido nuestras experiencias, todas muy enriquecedoras y muy agradables, principlamente porque las personas que hemos conocido son maravillosas.

Aunque mi esposa es tímida y a veces la agobian los principios morales impartidos en su educación, los mismos que muchas veces ha estado a punto de hacernos desistir de continuar en el mundo swinger, la verdad es que me ha sorprendido lo mucho que disfruta de las experiencias que hemos tenido.

Eso mismo es lo que me motiva a escribir este relato y que sucedió hace poco en nuestra fría Bogotá. Hace un tiempo, dos semanas aproximadamente, conocimos a un hombre de más o menos nuestra edad. Profesinal de la salud, de la misma estatura de mi adorada esposa. "Negro claro" como él mismo se describe, nos sorprendió desde el día que lo conocimos por su desfachatez y desición, ya que se supone que esa "primera vez" es para conocerse y determnar si hay química para poder proseguir.

Pero desde ese mismo momento, nuestroo amigo llenó de piropos a mi bella esposa, de caricias en su mano, de frases al oído de petición de un beso, e incluso puso la mano de ella en su pierna y quiso que se la subiera para que tocara su herramienta. Por su puesto ella se negó, pero quedó claro que la forma de ser de nuestro amigo no le disgustó para nada.

Los días siguientes fueron matizados por llamadas con un alto conteido sexual de parte de él, en el que incluso le contaba que se estaba masturbando pensando en ella y pidiéndole que hiciera lo mismo, pero ella se negó. Creo que más por pena conmigo que por cualquier otra cosa. Es más una noche mientras hablaban le pidió que al colgar hiciera el amor conmigo, pensando en él. En efecto hicimos el amor...

Después de todo esto, se llegó la hora de la segunda cita. Nos encontramos en la noche y nos fuimos, por idea de él para un bar de ambiente liberal, no swinger sino aquellos en donde se hacen streeptease y al que van hombres y mujeres, sin problema alguno.

Llegamos a eso de las siete de la noche y aunque no estaba abierto aún, nos permiieron entrar. Nos sentamos en la primera fila de sillas, que queda justo en frente de una enorme pantalla de video en la que proyectan películas porno.Ellos le dieron la espalda a la pantalla, mientras que yo quedé de fente a ella y a los videos.

Pedimos tres cervezas y empezó la acción. Los besos que el propuso fueron respondidos inmediatamente por ella, lo que al principio no creí que fuera a ser así. Con el paso de los minutos, él insistía en que se la tocará por encima del pantalón y después de varios intentos fallidos, ella terminó accediendo a hacerlo.

La música era alta por lo que no podía escuchar lo que se decían, así que me dediqué a observar como ellos parecían novios calientes que se tocaban y besaban sin descanso. La temperatura iba en aumento y el sitio se prestaba para ello pues seguíamos estando solo nosotros tres en compañía de las meseras que estaban en pleno arreglo del lugar, por lo que parecían no determinarnos, solo por miradas furtivas.

No sé que pasó, pero en un momento vi que nuestro amigo se desapuntó su pantalón y se sacó su pene. Vi a mi mujercita mirarlo e iluminársele sus ojos. Parece que los 19 centímetros de verga ancha le gustaron y no dudo en poner su mano en ella para empezar a masturnbarlo mientras se besaba apasionadamente con él. A los pocos minutos y entre besos y palabras al oído, vi con gran sorpresa, pues no pensé que se atreviera a hacerlo, que ella se inclinaba sobre la verga de nuestro amigo e iniciaba una delicioasa mamada. Yo estaba que me reventaba de excitación por el espectáculo que mi esposa estaba dando.

Pese a su eviente excitación, en un acto de "responsabilidad" decidimos irnos para las mesas de atrás, un poco más escondidos y allí prosiguió el jueguito de besos y caricias entre ellos dos, en los que yo participé tocando sus senos y con besos pequeños.

De un momento para otro, vi que nuevamente nuestro amigo se sacó su inflamdo pene y que mi esposa se paraba, se ponía de frente a él en cuclillas y empezaba a mamar como una posesa. Se veía que lo disfrutaba y que nuestro amigo se sentía en la gloria. Ella besaba con la punta de la lengua su glande que chorreaba líquido preseminal, algo que era nuevo para ella, pero que le gustaba.

De la punta de esa verga negra, bajaba por su herramienta con la lengua para luego subirla y con dificulatad meterla en su boquita y empezar un sube y baja, en la que ella determinaba el ritmo y en otras, él le ayudaba, guiando su cabeza de acuerdo a su nivel de excitación que era evidente por palabras como "mama", "no pares", "lo haces delicioso" y por sus ojos perdidos en el techo.

Ya un poco cansada por lo ancha de esa vrrga que le excitaba y que se estaba comiendo, la sacó de su boca y prosiguió masturbando a nuestro amigo que ya daba signos de estar llegando al clímax y pese a que él el imploraba que mamara, mi esposa no hizo caso y lo hizo llegar de esa manera, viendo casi hipnotizada como sus semen, según dijo ella, espeso salía a chorros y manchaba el asiento, los pantalones de su amigo y su propia mano que no paraba su movimiento para luego voverla a meter en su boca y dejarla limpia, brillante.

Yo que etaba extasiado viendo la escena de mi esposa, miré hacia el centro del establecimiento y vi a las tres meseras entretenidas con el espectáculo de los dos, que terminó con tierno beso en sus bocas.

Esa fue nuestra primera experiencia de sexo oral con un tercero en un lugar público que terminó con la promesa de un nuevo encuentro en el que se prometieron nuevas y mejores emociones, pero aunque fue la despedida de esa noche con nuestro amigo, no lo fue para nosotros que llegamos a casa a "desquitarnos".

Allí mi esosa me dijo que le había gustado mucho esa verga, que la quería tener en su vaginita y que sabía que le iba a doler cuando entrara pero que lo iba a disfrutar mucho y que lo deseaba, es más que hubiera querido que esa misma noche hubiese pasado.

Además me contó que nuestro amigo que como ya dije es médico, le propuso que lo visitara en el consultorio de la importante clínica donde trabaja, para hecerle "una revisión general y recetarle el tratamiento que ella necesita" y por su puesto a ella esa nueva locura le pareció una delicia.