La fantasía dulce (relato corregido)
Un dulce, una confesión, una fantasía...
Esto es una pequeña fantasía erótica que actualmente se debate entre la realidad y algo soñado. Con todo mi respeto para la protagonista..
Se desarolla en una empresa del Nortr…… Si os gusta hacédmelo saber para poder continuar escribiendo.
Disculpad pues es mi primer relato.
Un saludo
Desde hace unos años, mi singular mente repetía en numerosas ocasiones una fantasía en mi cabeza…En ella se combinaban elementos que siempre me han gustado, sensualidad,agua,alimentos y morbo…
Siempre la he recordado como algo difuso, borroso…. Algo que según cada día que evocaba ese sueño, a la mañana siguiente podía recordarlo a trozos…
El alimento siempre era el mismo…
Todo esto no pasaría de una simple fantasía reiterativa hasta que un día una compañera de trabajo hizo una confesión… En una conversación nos comentó en una pequeña charla que la noche anterior se había desvelado, y se había levantado a propósito a comer golosamente unos nevaditos de navidad…. Y fíjate tú, ese alimento era el que salía en mi fantasía….
Esa confesión hizo que dentro de mí saltase la chispa del horno….
Amanda es una chica que siempre ha alegrado mis ojos .. Es una chica de estatura media, ojos claros, pelo negro liso con una melena bajo los hombros. Una preciosa cara y atractiva, y una figura de guitarra muy bien proporcionada, o al menos para mi gusto…
En ese momento no le comenté nada al respecto sobre mi gusto por ese dulce…
Todo se complicó la noche siguiente, cuando el sueño erótico fue claro , nítido y nuevo para mí, pues ahora tenía cara y ambiente nuevos….
“En el trabajo el día había sido relajado, lo cual había propiciado más cafés y encuentros de los habituales. El ánimo también estaba alto, y las bromas y confesiones hacían que las risas surgiesen a cada rato.
Amanda me comentó lo mucho que le gustaban los nevaditos, y yo me emocioné sugiriendo que ese alimento para mí tenía mucho peligro… Ella puso su mirada picarona e intentó averiguar el porqué de esa revelación…
Sin más le dije que más que contárselo, eso había que probarlo y vivirlo… Su sensual cara esbozó una sonrisa y un pequeño rubor… Ante los demás me dijo un:
-Ya te gustaría a ti…
Y la verdad no esperaba menos de ella… Un bombón así no es para grandullones como yo.
Yo soy un chico alto, normalito, fuerte, con su barriguita y simpáticon… Una cara que no espanta y una simpatía dulce creo yo. Como me dicen algunas… Un chico que tiene su público… jijiji; poco, pero tengo público.
Ella es soltera y yo casado; aún encima compañeros de trabajo, así que ni por asomo se me pasó por la cabeza tentar a la suerte…
Volviendo por cerca de su oficina, nos volvimos a cruzar sin querer, y a solas, me comentó que seguía intrigada con mis pensamientos.
Le comenté que eran eróticos y morbosos, quizá menos sexuales de lo que a lo mejor ella pensaba….
-Pues si no son sexuales, no será pecado para un casado…
Creo que casi tartamudeo al decirle:
-Pecado no sé si serán, pero normales para hacerlos con alguien ajeno no lo son.
-Nuestras conversaciones no son muy normales… Así que si quieres intentar dejar que sea una fantasía para ser una realidad…. Eso sí… Me da un montón de morbo que me sorprendas… Pero si algo no nos gusta paramos y tan amigos…..¿te parece?
Mi cara lo dijo todo… No respondí, sólo le dije que a la salida debería recogerme dos rotondas más abajo camino de la ciudad para no levantar sospechas.
Corriendo cogí mi coche y fui a un supermercado cercano a comprar los famoso dulces, y bedidas…
Me duché y afeité todo lo que pude para la ocasión….
A la hora de la salida del trabajo parecía que estaba en un rallie, pues el trayecto que normalmente me llevaba 10 minutos lo hice en apenas 4 minutos. Aparqué, cogí la bolsa con las viandas y me agazapé para no ser visto por la gente, esperando la llegada de mi partener.
Al verla llegar afloraron en mi estómago las típicas mariposas de nervios… Aquella chica tan deseada a veces, estaba allí para cumplir mis deseos a priori…
Al entrar en el coche nos dimos dos besos muy cerca de los labios y con una sonrisa tonta ambos en nuestra cara… Aquel coche olía a ella, a esa fragancia tan embriagadora que tantas veces había halagado al entrar en su oficina. Aquel olor que cuando se cruzaba detrás de mí en la cola del restaurante me hacía saber que ella había entrado.
Pusimos rumbo a un motel en el cual había reservado una habitación con jacuzzi. Le fui dando indicaciones con la ayuda del gps, a la vez que íbamos intercambiando impresiones de la locura, los nervios y lo excitante que era aquello.
Entramos en el pequeño garaje con su coche, y cogidos de la mano entramos…
Mientras ella admiraba y probaba los muebles de la habitación , yo comenzaba a llenar el jacuzzi con agua bien caliente…
Puso música a través de la Tv, algo de música latina que hizo que bailásemos una canción bien pegaditos….. Esto se ponía muy, muy bien….
Le dije que podía prepararse para el agua, que yo lo haría en ropa interior… Ella me dijo que tenía puesta ropa interior deportiva, pues tenía pensado ir al gimnasio aquella tarde…
Así que con las bebidas y los dulces nos metimos en aquella agua …
No encendimos las burbujas.. disfrutamos del sonido de nuestras risitas complices, del sonido del movimiento del agua, meintras brindábamos por aquel momento tan especial.
Tengo que decir que Amanda me gustaba aún más con “el bikini improvisado”.. Su silueta le hacía unas caderas muy sexys, a la vez que los últimos meses de entrenamiento arduo que había hecho, le había dibujado unas piernas y culete muy tentadores….
Cogí un dulce y se lo di a comer en la boca mirándonos fijamente a los ojos… Aquella mirada era nueva para mí en ella, era clara y sincera pero a la vez de complicidad y de fuego… Al romperse la galleta, hizo que un trocito cayese sobre su hombro.. ella lo miró y sonrió, a la vez que giraba levemente su cuello hacia el lado contrario…
No sé si era un invitación o no, pero yo muy despacio me acerqué para tomar ese trocito con mis labios. Mientras me acercaba, su aroma aumentaba en mi nariz, por el calor del agua y por la cercanía, se estaba metiendo en mi cabeza colapsando mis sentidos… Un perfume de mujer y un cuello siempre han sido una de mis perdiciones..
Mi acto fue como una suave caricia en su hombro, lo que hizo que su piel se erizase , haciendo que ella soltase un pequeño suspiro de aprobación…
De nuevo nos miramos y nos volvimos a colocar en nuestras posiciones ….