La Familia y una mas
Una abuela rememora el pasado con su hijo y desata en su nieto una irresistible atracción sexual por su madre, con la que termina teniendo una preciosa niña... Voy a dividir el relato en OCHO CAPÍTULOS, porque es muy largo y así lo hago más DIGERIBLE y ameno...
PRIMERA PARTE...
Lo que voy a contar comenzó a suceder cuando yo tenía 40 años, los mismos que mi marido, y mi hijo acababa de cumplir 18 años...
Mis padres habian fallecido los dos en un accidente de trafico 5 años antes, por lo que no tenia ningun familiar cercano, ya que, al igual que mi marido eramos hijos unicos...
Mi suegra se habia quedado viuda hacía 3 meses a los 60 años y vivia sola en una ciudad a 100 km de la nuestra...
Mis suegros vinieron a pasar las últimas navidades con nosotros, como todos los años y tres meses después murio mi suegro, que ya llebaba bastante tiempo delicado, de un infarto...
Mi marido habia querido traerse a su madre a vivir con nosotros, pero yo me habia negado en principio, porque no me apetecia meter una persona "extraña" en nuestra casa.. Me llebaba bien con ella y mi hijo la adoraba, pero a mi no acababa de convencerme eso de que se viniera a vivir con nosotros y le dije a mi marido que le dieramos tiempo al tiempo...
En nuestro piso teníamos espacio más que suficiente, con 4 dormitorios y tres cuartos de baño, uno de ellos dentro del dormitorio de matrimonio, por lo que por espacio no hubiera habido ningún problema, pero bueno, ya veríamos mas adelante...
Vivimos en una capital de provincias, yo soy profesora en la universidad y mi marido profesor en un Instituto...
Mi hijo, que habia comenzado ese año a estudiar en la universidad, se parecia muchísimo a su padre, hasta el punto que cuando veias una foto de mi marido a los 18 años, era totalmente identico a nuestro hijo, que en aquel momento tenia esa misma edad...
Hago enfasis en este detalle, porque ese parecido iba a ser el sutil detonante de la increíble aventura en que nos íbamos a embarcar toda la familia ese inolvidable mes de Junio...
Somos una familia muy liberal, hablamos de todo abiertamente con nuestro hijo y en casa vestimos de forma comoda y desinhibida...
A mi siempre me habia gustado mucho el sexo y lo habia disfrutado profusamente con mi marido, sin ningun tipo de cortapisas, lo habíamos probado todo, pero últimamente mi marido habia bajado mucho el nivel y nos habíamos convertido en un matrimonio convencional...
Despues de casi 20 años de matrimonio el sexo se habia vuelto monotono y aburrido...
Yo me habia adaptado a las circunstancias, pero mi sexualidad estaba ahi, latente, esperando ser despertada en cualquier momento...
Lo que no me imaginaba era quien me la iba a despertar, ...
Mi hijo al ser hijo unico estaba bastante consentido, vamos que casi siempre conseguia todos sus caprichos...
Somos una familia acomodada y no tenemos problemas de dinero, asi es que el "niño" tenia de todo.
Muchas veces habiamos considerado darle una hermanita... Nos hubiera hecho mucha ilusión tener la parejita, pero debido a mi carrera profesional, nunca nos parecia el momento adecuado...
Era un tema recurrente al que volviamos cada x años y así, cuando cumplí los 40 fuimos conscientes que habia entrado en la edad en que si queríamos ver cumplida nuestra ilusión de tener otro hijo, tenía que ser ya, vamos que no lo podiamos retrasar mucho mas y habiamos empezado a plantearnoslo en serio, cuando empezó a suceder lo que voy a contar...
La relación de mi hijo con su padre era muy buena, hacían muchas cosas juntos (padel, bicicleta, montañismo...) Tenían mucha confianza y hablaban de todos los temas, incluido el sexo, desde el punto de vista de los hombres, claro...
Conmigo la relación era mas intima, yo era como su "compañera de clase", tratabamos muchas cosas de los estudios, pero de sexo solo en plan de broma, las cosas serias las hablaba con su padre... El para mi era mi pasion, lo adoraba...
A mi me trataba como a una amiga, bromeabamos, nos dabamos abrazos, besos y cachetadas de forma habitual y en principio sin malicia ni connotación sexual alguna...
Pero, desde principio de año, empecé a notar como que esa confianza y familiaridad había comenzado a cambiar poco a poco de forma muy sutil, pero cada vez mas evidente...
Todo seguia siendo aparentemente igual, pero solo aparentemente...
Empecé a notar que todas nuestras bromas y nuestros juegos empezaban a tener una cierta carga erotica...
Al principio todo era muy sutil... Caricias mas atrevidas en mi culo y en mis tetas, besos mas largos, piquitos...
Yo entré en su juego casi sin darme cuenta, porque como lo quería tanto, simplemente me dejaba llevar...
Y asi fueron pasando los primeros meses de ese año, en una especie de "juego" divertido, sin aparente malicia por parte de ninguno de los dos, hasta que sucedio la desgracia de la muerte de mi suegro...
Este, para todos, traumatico suceso, entre otras muchas cosas, mas graves y dolorosas, afectó también a nuestro "juego"... mi hijo dejó de "jugar" conmigo y durante mas de un mes todo volvio a ser como era antes, de lo mas normal...
Sin duda la muerte de su abuelo habia enfriado su ardor adolescente...
Pero... como a mediados de Mayo, las aguas volvieron a su cauce y volví a sentir de nuevo en mi cuerpo las caricias de mi hijo y ahora, con mas intensidad...
Cada vez sus caricias, sus besos y sus achuchones, iban pruduciendo en mi unas sensaciónes mas agradables, hasta que llegó un momento en que fuí consciente que lo que estaba sintiendo era, simple y llanamente, placer...
Vamos que mi cuerpo habia empezado a percibir todo aquello como algo mas agradable que como lo había venido percibiendo hasta entonces...
Yo mido 160 cm y mi hijo poco mas o menos que su padre en torno a 175 cm...
Tengo un cuerpo menudo, pero buenas tetas y buen trasero...
Mi hijo últimamente se habia centrado en esas dos partes de mi cuerpo y me las daba unos buenos meneos cada vez que se le presenta la ocasion...
Lo mas sorprendente para mi, fue que cuando empecé a ser consciente de lo que estaba pasando, no solo no me molesté ni me agobié, sino que... ¡Me gustaba! ...
Mi hijo con sus caricias habia despertado mi adormecida sexualidad de su letargo y yo volvía a sentir de nuevo unas sensaciones que ya tenía olvidadas...
Por el dia para estar por casa me ponia una bata ligera cruzada, atada a la cintura (Tipo albornoz) y debajo solo las bragas, estabamos a principio de verano y todos íbamos ligeritos de ropa... Por las noches para dormir, cambiaba la bata por una especie de camison de tirantes que me llegaba por las rodillas...
Mi marido y mi hijo andaban en calzonas deportivas comodas y camisetas de algodon amplias y para dormir los calzoncillos nada mas...
Yo tengo unos pezones escandalosos, al menor roce o frescor, se me ponen totalmente erectos como la punta de un dedo y mas de una vez me han puesto en evidencia si el sujetador que llevo es fino... Con lo que, mis tetas son unos autenticos imanes para los ojos de los hombres...
En casa, bien con la bata o bien con el camison que me ponia para dormir, los tenia constantemente en pie de guerra, asi es que, como no podia ser de otra manera, mis pezones eran el "juguete" preferido de mi hijo...
Me los pillaba con sus dedos, por encima de lo que llevara puesto cada vez que podia y me los apretaba suavemente, lo que me encantaba... Me daba una especie de gustirrinin riquísimo que me recorría todo el cuerpo...
Muchas veces, si lo prolongaba mas de lo normal, se me llegaba a escapar algun que otro gemido de placer...
Y lo malo no es que a mi me gustaran los magreos que mi hijo me daba, lo malo es que mi hijo se habia dado cuenta de ello, porque era muy evidente y esto hacía que cada dia se fuera volviendo mas osado...
Yo simplemente me dejaba hacer y de vez en cuando, mas para disimular que otra cosa, le "recriminaba" con un... - Cariñoooooo..., que dado el tono que empleaba, sonaba mas a invitacion que a reproche...
Cada vez era mas evidente nuestra complicidad, que se ponia de manifiesto cuando su padre entraba en escena...
Los dos disimulabamos inmediatamente, con lo que para mi hijo la cosa estaba clara, estábamos en la misma onda, vamos que le seguia el "juego" asi es que, delante de su padre se cortaba, pero cuando estábamos solos, cada vez se volvia mas osado...
Por las mañanas yo me levantaba la primera y me iba directamente a la cocina con mi ropa de dormir, a preparar el desayuno y fregar y recoger todo lo de la cena, mientras mi marido y mi hijo se duchaban...
Luego, después de desayunar y recoger me duchaba y preparaba yo...
Ese era uno de los momentos que últimamente había cogido mi hijo para pegarle un buen repaso a su "juguete favorito"... mis tetas...
En cuanto oía el sonido de la ducha de su padre, se presentaba en la cocina, me pillaba por detrás y me pegaba un buen repaso, hasta que dejábamos de oír la ducha, que salía disparado a su cuarto de baño a ducharse y prepararse...
Últimamente, metía sus manos por la parte de arriba de mi camison y pillaba mis pezones con sus dedos directamente, lo que provocaba en mi una reacción preorgasmica, con gemidos incluidos...
Por si eso fuera poco, además, como iba en calzoncillos, sentía la dureza de su pene sobre el final de mi espalda, y mi culo, que el apretaba y movía, restregandolo contra mi retaguardia...
La sesión duraba solo unos minutos, pero a mi me dejaba a medio morir, hasta el punto que muchas veces me iba directamente al cuarto de baño que está junto a la cocina y terminaba la faena, con un orgasmo rápido, pero gratificante...
Últimamente, también, cuando estábamos por la noche viendo la tele en el salon, sentados los tres en el sofa, mi hijo introducia una mano por debajo de la mantita con la que me arropaba las piernas y la metia entre mis muslos...
Yo se la agarraba para que no siguiera avanzando y le miraba con cara de reproche, indicandole con los ojos a su padre, como diciendole que nos podia pillar...
Pero, aunque sujetaba su mano con la mia, no se la retiraba, me encantaba sentirla allí, se la apretaba contra mi muslo, muy cerca de mis bragas y sentia una sensación muy agradable...
Mi hijo, como se dio cuenta de lo que habia, en vez de pararse en los muslos, comenzó a meter su mano hasta el fondo, dejandola colocada directamente sobre mi sexo, por encima de las bragas...
Yo abria un poco mis muslos para facilitarle el acceso y después los volvía a cerrar, aprisionando su mano, con lo que el apenas la podia mover, pero a mi aquello me ponia como una moto, en parte por el placer de sentir su mano rozando mi sexo y en parte por el morbo de hacerlo con mi marido al lado...
Claro que al final, mi marido también tenia su recompensa, porque cuando nos íbamos a la cama, con la calentura que yo llevaba, echabamos unos polvos como hacia mucho tiempo que no hechabamos...
Los "jueguecitos" de mi hijo habian reactivado nuestra vida sexual...
El por su parte, como vio que no solo no le ponía pegas a que tocará mi sexo por fuera de las bragas, sino que me gustaba, porque era más que evidente, pues... ¡Decidió tocarme el coño directamente!...
Así es que, una mañana cuando entró en la cocina y me pilló por detrás como era su costumbre, en vez de llevar sus manos a mis tetas, como siempre, me sujeto con la mano derecha por la cintura, mientras metía la izquierda por dentro de mis bragas, llevandola directamente a mi sexo que la recibió encantado...
Mi reacción al principio fue lógicamente de sorpresa, pero inmediatamente reaccioné de forma totalmente inversa a como se supone que debería haber reaccionado, puesto que en vez de cerrar las piernas para dificultarle el acceso a mi parte más íntima, las abrí un poco, de forma inconsciente, porque era lo que me pedía mi cuerpo, cosa que el aprovechó para meter sus dedos dentro de mi chorreante coño... Buffffff
Entre la tensión de la situación, el morbo de sentir por primera vez algo de mi hijo dentro de mi y el gustazo que me estaba dando moviendo sus dedos dentro de mi coño, estalle en un indisimulable orgasmo, acompañado de inevitables gemidos de placer... Ahahaha...
Mi hijo por su parte restrego su polla de forma tan brusca contra mi culo, que se le salió de los calzoncillos y comenzó a correrse directamente sobre mi espalda y mi trasero, poniendolo todo perdido con su abundantisima corrida, llegando a manchar hasta el suelo...
En cuanto termino de correrse salió disparado hacia su baño y yo hacía el mío, con mis piernas temblando y todo mi cuerpo agitado aún por los últimos estertores del increíble orgasmo que había tenido...
Me limpie como pude y volví inmediatamente a la cocina para limpiar el suelo de los charquitos que había formado el semen de mi hijo al escurrir por mi cuerpo...
Bufffff... Que pasada... aquello había sido increíble, pero también muy peligroso porque perdimos la noción del tiempo y mi marido nos podía haber pillado...
Esto me hizo reflexionar y por primera vez me di cuenta que aquello ya no era ningún juego, que se había convertido en algo muy serio y que tenía que tomármelo de forma muy distinta a como me lo había tomado hasta ahora...
A mi me gustaba mucho y a mi hijo, no digamos, pero no podíamos seguir así...
CONTINUARÁ.... /....