La familia y algunos mas

Un més de vacaciones, bien aprovechado da para mucho si tienes la compañia ideal.

LA FAMILIA Y ALGUNOS MÁS

Hasta ahora era solamente lectora de relatos, y nunca pensé que llegara a protagonizar ninguno, pero esto ha cambiado después de las vacaciones disfrutadas (nunca más cierto), el pasado mes de julio.

Empezaré por presentarme, me llamo Lucia, tengo 45 años, soy morena, no demasiado alta, sobre el 1,60m. y aun conservo un buen tipo, vamos que soy una persona normal y corriente, no de las que hacen volver la cabeza pero con su aquel.

Estoy casada con Enrique que tiene mi misma edad, también es moreno aunque ya le empieza a blanquear el cabello, es asimismo normalito tirando a delgado pues practica bastante deporte.

Enrique ha sido el único hombre en mi vida (hasta julio), pues nos conocimos cuando ambos teníamos 17 y después de una temporada de noviazgo nos casamos, hace de esto ya 24 años.

Tenemos un hijo, Pablo, de 19 años, que es majete, por supuesto moreno y rondará el 1,75m., deportista y musculado aunque no gordo.

Nuestra vida sexual hasta la fecha había sido gratificante, puesto que a ambos nos gusta el sexo y hemos tenido épocas en que decíamos que había que cumplir con las tres comidas del día y así follabamos, antes del desayuno, después de la comida y después de la cena.

Luego al tener al niño, el nivel bajó, pero seguíamos manteniendo una actividad sexual bastante elevada, así como éramos bastante abiertos a todas las prácticas, (sexo oral, anal, vibradores, etc.). Como anécdota os contaré que disfrutábamos mucho duchándonos juntos y bien enjabonados follábamos y cuando estábamos a punto del orgasmo nos metíamos el dedo el uno al otro en el ano. ¡Menudos polvos!, os recomiendo lo probéis.

Con respecto a Pablo, pues le hemos tratado de manera liberal, le hemos explicado sin demasiados detalles lo que son las relaciones sexuales y no hemos hecho tampoco ostentación delante de él, aunque tampoco hemos cerrado nunca las puertas del baño cuando nos estábamos duchando, por lo que si ha llegado el caso nos ha visto desnudos, así como nosotros a él, aunque la verdad es que no han sido demasiadas veces.

Tampoco nos ha contado demasiado sobre su vida sexual, aunque a veces las sabanas han sido testigo de sus "corridas".

Después de este preámbulo, pasemos a describir el motivo de este relato.

El mes de julio, decidimos irnos de vacaciones a Gandía, pues mi hermana tiene allí un pequeño apartamento y dado que ya hacía 2 años que no nos veíamos era una buena oportunidad. Así que nos alquilamos también nosotros un apartamento y para allá marchamos los tres.

El apartamento era pequeño, con una habitación, cocina, salón y baño, en el salón había un sofá-cama donde dormiría Pablo.

Al llegar después de instalarnos lo primero que hicimos fue ir a ver a la familia. Mi hermana Lola, su marido Jorge y su hija Silvia.

Lola es mi hermana menor, tiene 41 años y aunque es más bajita que yo, tiene un cuerpo muy agradable, muy todo en su sitio como digo yo, unos pechos firmes, unas curvas insinuantes, un culo también firme, en fin muy sexi. Jorge sin embargo aunque es guapete, ha engordado mucho, pero eso si, es de un simpático que da gusto, siempre es el que ameniza las reuniones. En cuanto a Silvia, cuando la vimos nos quedamos sorprendidos, ya que en estos dos últimos años había experimentado un cambio brutal, de la chiquilla desgarbada que era se había transformado en una señorita.

Las relaciones con ellos era cordiales aunque nunca habían sido muy estrechas, porque desde hacía ya muchos años residíamos en localidades diferentes, solamente nos veíamos en algunos puentes, navidades o algo así. Sin embargo lo cierto es que Pablo y Silvia nunca habían hecho buenas migas.

Tras los saludos y contarnos un poco como nos iba la vida a unos y otros Lola me pregunta si Pablo puede ayudar a Silvia en los estudios pues le ha quedado mate para septiembre y como a Pablo siempre se le han dado bien…. Yo conociendo la falta de sintonía de los dos estaba intentando evadirme de contestar cuando oigo a Pablo decir que sin ningún problema, que todas las mañanas irá un par de horas a ver que se puede hacer. Ni que decir tiene que me llevé una gran alegría.

Los primeros días los pasamos yendo a la playa, nos enseñaron el pueblo y alrededores, etc.

El viernes estando en la playa dice Silvia a sus padres que si puede ir esa noche a la discoteca de un pueblo de al lado con unas amigas, y los padres le contestan que ya sabe que no la impiden que vaya a las fiestas o discotecas, pero siempre que sean cerca de casa y que no necesiten desplazarse en coche. Silvia se quedó un poco apesadumbrada y ¡oh! Nueva sorpresa, va Pablo y le dice a su tío que si quiere él puede acompañarla y así conoce un poco el ambiente. Y que no se preocupe Silvia que solo la estará acompañando pero que puede ir a su rollo.

Por la tarde estuvimos picando algo y sobre las 11 de la noche los jóvenes se fueron, nosotros nos tomamos una copa y nos fuimos para casa. Estuvimos viendo un poco la TV. y al irnos a la cama me dice Enrique que si no me he dado cuenta que ya llevamos 4 días sin que hayamos tenido sexo.

Claro que me he dado cuenta y te iba a pedir que me comieras el coño, que lo estoy necesitando así que me voy a dar una ducha y en cuanto salga espero que estés preparado, ja ja ja.

Al salir de la ducha me quedé totalmente desnuda y me voy para la cama, ahí estaba Enrique boca arriba, con la mano en la polla que la tenia bien tiesa, me puse rápidamente a comérsela y el me dio la media vuelta para hacernos un 69. No llevaríamos ni 5 minutos así cuando sentimos la llave en la puerta, así que apagamos la luz y diciendo que el "niño" ya nos ha chafado la noche.

No obstante yo le seguía tocando la polla y los testículos y el hacía lo mismo con mis tetas y mi coño, pero la verdad es que me apetecía mas que lo hiciera con su lengua.

De pronto oímos como unos quejidos, y dado que Pablo había vuelto tan pronto le digo a Enrique que se asome a ver si le pasa algo.

Se acerca sonriéndome y me dice que le acompañe. Por la rendija de la puerta pude ver a Pablo de rodillas haciendo rápidos movimientos hacia delante y hacía atrás (vamos follando), y a alguien que no supimos distinguir por la poca luz que entraba por la persiana pero que parecía una chica a 4 patas.

No hay de que preocuparse me dice Enrique, es más creo que deberíamos continuar nosotros con lo que estábamos haciendo. No había terminado de decir esto cuando ya tenía yo su polla en mi boca, pues aparte de lo excitada que ya estaba el ver a mi hijo jodiendo me había puesto como una moto, y algo parecido le había pasado a Enrique porque nunca había tenido una erección como la que en esos momentos padecía.

En fin que estábamos con nuestro 69 a pleno rendimiento cuando de pronto se ilumina la habitación y se oye una voz femenina decir: ¿"Así que tus padres no follan"?

No os podéis imaginar que corte, nosotros en pelota picada, yo con la polla de Enrique en la boca y el abriéndome el coño y metiéndome la lengua todo lo que podía, eso en una parte, y a la entrada en la puerta, Pablo en slip y la chica con un tanga y las tetas al aire, pero lo mejor del caso es que la chica en cuestión era Silvia.

La verdad es que nos quedamos de piedra, no sabíamos donde meternos, entonces Silvia dice que la perdonemos pero que había oído ruido en la habitación y ella la había dicho a Pablo que serían sus padres follando, y él le había dicho que como se le ocurría decir eso. Pero que ya se iban que siguiéramos con lo que estábamos haciendo, eso lo dijo con una sonrisa picarona, que por su parte ellos también tenían "trabajo pendiente". Yo no dije nada pero a mi marido se le ocurrió decir que si pensaba que después de lo que había pasado iba a ser capaz de continuar nada, esto lo dijo señalándose la polla que se había quedado flácida.

Tienes razón tío, y como ha sido culpa mía, voy a tratar de arreglarlo, así que ni corta ni perezosa se acerca, le agarra la polla con la mano y empieza a menearla y a metérsela en la boca.

Bueno tía ya le tienes otra vez a punto, nosotros nos vamos.

Oye, espera que yo también necesito volver a ponerme a tono, además después de lo que habéis visto ya podéis quedaros, se me ocurrió decir.

Pablo, vamos a ver que podemos hacer con tu madre. Se vuelve donde estaba él, le baja el slip y se mete la polla en la boca, y así con ella metida en la boca se acerca hasta nosotros y le dice, ¡hale, toda tuya! ¿Qué, tía, te vas animando? Y mientras me dice esto me pasa la mano por el coño, mete un dedo y dice: Si, ya veo que estás cachonda.

Y vale, acepto vuestra invitación, así que me quedaré mirando para aprender, ja ja ja.

La verdad es que la calentura que teníamos era tal que me monté a horcajadas encima de Enrique y empezamos a follar como animales sin importarnos que ellos estaban delante y mientras fallábamos le pregunto a Silvia que si era ella la que estaba con Pablo en el sofá.

Si, porque Pablo para las matemáticas es un genio, pero para el sexo es bastante torpe, así que hemos hecho un trato, el me enseña matemáticas y yo le enseño lo que se de sexo. Mientras me iba contando esas cosas nos estaba manoseando a nosotros, una veces cojia la polla de Enrique, otras me pasaba el dedo por el clítoris, o me tocaba las tetas. Sabia lo que se hacia porque tuve un orgasmo como hacía años que no tenía pero seguía follandome a mi marido al que se le notaba que estaba conteniendo la corrida para prolongar todo lo que pudiera el placer. Pero no tardó mucho en soltar un chorro de leche dentro de mi coño que hizo que todo su cuerpo se arqueara. Al terminar se me ocurrió mirar hacia atrás y veo a Pablo que se está masturbando, así que le digo a Silvia que si no le da pena dejarle así, entonces ella me contesta que ha pensado otra cosa. Que sea yo la que le consuele y ella va a intentar volver a ponérsela tiesa a Enrique, que le gustaría que se la follase como me ha follado a mi, vamos, si no os importa?

Enrique dice que vale, y yo al principio me quedo estupefacta, pero se conoce que tenia el día cachondo porque me voy hacia Pablo y le agarro la polla y le digo que se prepare para que le hagan una buena paja. Le acerco a la cama para estar más cómodos y le tumbo al lado de mi marido. Era genial verles a los dos el uno con la polla apuntando al techo y el otro con toda ella llena de leche. Con una mano le empiezo a pajear a Pablo y con la otra recojo la leche y me la llevo a la boca.

Oye tía que me estás quitando trabajo, dice toda cachonda Silvia mientras se baja el tanga y deja al descubierto un chocho juvenil perfectamente depilado y un poco rojo debido a los embates que habían tenido lugar momentos antes en el salón. Así que me retira la mano y empieza ella a darle chupetones por el capullo a Enrique, que no se de donde saca vigor, pero no tarda ni un minuto en tener su miembro apuntando al techo.

Al ver esto y sobre todo ver a Silvia como se monta encima de él, no puedo resistirlo y pese a que es mi hijo hago lo mismo y me lo empiezo a follar como una loca.

Así estuvimos no se el tiempo, Pablo se corrió dentro de mi. Enrique con Silvia, y cuando ya estaban exhaustos aun nos quedó tiempo a Silvia y a mi para hacernos unas pajas reciprocas.

Luego estuvimos charlando sobre como siendo tan joven practicaba sexo y nos dijo que era algo que le agradaba desde que lo descubrió y que ella estaba educada en que no era algo ni malo ni sucio, siempre que se hiciera por voluntad propia. Le dije también que si sus padres no estarían preocupados por su ausencia y dijo que les había mandado un mensaje para decirles que pasaría la noche en nuestra casa, que no me preocupara.

Después de la noche que habíamos tenido, dormí, bueno dormimos como benditos y al despertarnos les digo que si antes de irnos a la playa no les apetecería un desayuno sexual, a lo que todos contestaron que encantados.

Vale, pero lo preparo yo digo. Así que de momento voy a actuar de mirona, quiero ver a Pablo follarse a Silvia.

Pues nada tía, eso está hecho, ven acá le dice y según estaba echada boca arriba le arrima la polla a su coño y se lo mete hasta los huevos, luego levanta las piernas y le abarca la espalda con ellas, así que se podía ver perfectamente como entraba y salía la polla de mi hijo. Yo tenia a su vez cogida en mi mano la de Enrique que obvio es decirlo estaba como una estaca. Me acerco al oído y le digo: ¿Te gustaría participar?, Uf, no sabes tú cuanto.

Oye Silvia, ¿has practicado alguna vez sexo anal?

Alguna vez, pero no demasiadas, no es mi fuerte

Pues espera que Enrique te va a instruir y ya verás como luego no podrás pasar sin él.

Date la vuelta y déjate hacer.

Y ahí le tienes a Pablo tumbado boca arriba en la cama con la polla dentro del coño de Silvia y a Enrique estimulándola el ano primero y metiéndola la polla después, mientras yo observaba la cara de placer de Silvia metiéndome el dedo todo lo que podía en el coño y masturbándome y morreando con mi sobrina.

Cuando hubieron terminado les digo que ahora la que necesita leche soy yo así que quiero que me hagan lo mismo, pero cambiando los papeles, Enrique me follaría el coño y Pablo el culo. Y que Silvia ponga su raja delante de mi boca que le voy a agradecer lo que nos ha hecho disfrutar hoy.

En definitiva que durante esa mañana de sábado recibí dos buenas embestidas y encima le hice una mamada a Silvia que quedó tan agradecida que iba a decirles a sus padres que la dejaran quedarse más días en nuestro apartamento.

El domingo estando en la playa me pregunta mi hermana que que tal nos lo estamos pasando y que si nos dio mucho la lata Silvia el día anterior. Esto último lo dijo con un retintín que me extrañó. Yo la dije que nos los estábamos pasando muy bien y que por supuesto que Silvia no nos había dado nada la lata y que podía quedarse cuantas veces quisiera.

Vaya, vaya, así que os ha gustado, ja, ja, ja, no te preocupes ni seas mojigata que Silvia nos lo ha contado todo, nunca pensé que mi hermana mayor y mi cuñado fueran tan activos sexualmente, pero bien está saberlo aunque sea tarde. Te diré que todo cuanto sabe Silvia del sexo se lo enseñamos nosotros, Jorge y yo la dejábamos que entrara en nuestra habitación mientras chingabamos, yo la enseñe a masturbarse y a usar los vibradores, a que supiera como se como un coño y una polla, y ya hace un par de años Jorge la enseñó el placer que se siente de tener una polla en cada uno de los agujeros, bien sea el coño, el culo o la boca. En casa no existe la propiedad privada así que si un día Jorge prefiere follarsela a ella en vez de a mi, no hay problema. Te digo esto porque no estaría mal que algún día ahora que estamos de vacaciones nos hagamos una "fiesta familiar", se me está haciendo la boca agua pensando en tener sexo con mi hermana, hummm... que rico. Piénsatelo, se lo comentas a los demás y me dices.

No hubo nada que pensar, a mi también me apetecía tocarle las tetas a mi hermana e incluso me ponía el verme follada por mi cuñado con su michelines, así que se lo comenté a Enrique y a Pablo y no pusieron ninguna objeción.

Lo único que no conseguí fue que fuera solo algún día, fueron todos los días, vamos que para las próximas vacaciones nos sobra con un apartamento con una cama grande.

Fue un mes de julio memorable, y hemos adquirido la costumbre de ellos, es decir Pablo pasa a nuestro dormitorio siempre que quiere, incluso ya está haciendo prácticas de sexo anal con su padre y en cuanto a mi hermana y familia tenemos hecho un calendario de puentes para pasarlos juntos y estamos deseando que lleguen las Navidades para que se vengan unos días a nuestra casa.

Ya seguiré contándoos como nos va.