La familia de mi padre II
Nuestro protagonista por fin recibe la prueba que buscaba de Tere y la folla a placer buscando provocarla y vengarse.
Dormí como un bebé aquella noches a pesar de la adrenalina y la emoción de que la esposa de mi papá me enseñara las tetas y me besara la verga en aquel mirador. Tal vez fue la cerveza o tal vez fue el sentimiento de control que tenía sobre aquella mujer bella pero vulnerable.
Desperté muy temprano con la duda de si Tere llegaría a mi cuarto caliente como la noche anterior o estando sobria recapacitaría y se daría cuena que todo estaba mal. Con la verga dura, como de costumbre por las mañanas, solo esperé hasta escuchar algo en los pasillos de aquella lujosa casa. La habitación de invitados no estaba cerca de las principales pero si estaba en la misma planta. De repente escuché pasos y la voz de Teresa hablando mucho más fuerte de lo normal, casi gritando y asegurándose de que todos escucharan:
-- Antonio! Dejaste tu smarthphone en la cocina! Te llamaron de la universidad!!...
Entró a mi cuarto sin tocar y de manera rápida, vestida con una bata de seda rosa con un listón largo a la cintura. Inclusive totalmente cubierta por ropa la silueta de aquella mujer te dejaba boquiabierto. Cerró la puerta y dejó caer la bata mostrando un enterizo azul rey totalmente ajustado y pegado a su cuerpo, casi como si fuese su propia piel.
La concha marcada de manera sublime y las tetas luciendo sus pezones exitados. Debo decir que me perdí ante aquella imagen cuando se dio una vuelta para lucir su espalda descubierta y su culo perfecto.
-- Con ése trajecito vas a entrenar al gym Tere?
-- Claro que no tontito! Me lo puse para ti solamente, nunca he tenido el valor de ponérmelo para ir al gimnasio, me lo compré porque me hace sentir sexy, traviesa... caliente -- se acercó a mi.
-- Te ves espectacular, la de pollas que dejarías duras en el gimnasio! Como esta... --me toqué el bulto sobre mi boxer.
-- Ya viste que estoy dispuesta papy... -- mientras estaba parada a centímetros de mi le toqué la concha sobre el traje elástico.
-- Ah si? Pues adelante, te toca desayunar antes de hacer ejercicio.
Saqué mi verga sentado en la orilla de la cama para que ella se arrodillara, apoyara sus brazos en mis muslos y tragara hasta el fondo de su garganta. Me sentí en el cielo sintiendo su saliva tibia en mi glande y su lengua húmeda saborear el tallo de mi pene desde la base hasta la cabeza. Tomé su cabeza con mis dos manos y le hundía mi verga hasta el fondo mientras ella imploraba clemencia dándome golpecitos en los muslos cuando no podía más. Seguimos así un rato hasta que recordé que no estabamos solos y la separé de mi.
-- Vámonos ya que no estamos solos. Vete con ése traje al gym y quiero fotos para ver lo puta que te ves haciendo ejercicio.
-- Ok, solo por ti, pero no me quitaré el hoodie! -- secaba la saliva que escurría de sus labios.
-- No me importa, solo enseña este culo tan hermoso -- Le dí una nalgada mientras se ponía de pie.
-- Cuando me vas a follar como se debe?? Me dejas caliente hoy y lo hiciste ayer.
-- Así me gusta tenerte: caliente. Haz los arreglos para estar solos y te haré tragar leche por todos tus hoyos mamacita.
Sonrió y salió de mi habitación para encontrarse con su familia en la cocina. Yo me quedé con la verga dura mientras tomaba un baño antes de salir a pasear por la ciudad. La mañana pasó normal y recibí un par de fotografías de Tere entrenando su hermoso culo, seguramente ayudada por su entrenador personal. Por la tarde acudí a las clases de la maestría y la hermosa esposa de mi padre me texteó diciendome que pasaría por mí a la facultad para que cumpliera mi promesa de la mañana.
Me llevó a un auto-motel donde prácticamente ningún empleado tiene contacto contigo y se paga en efectivo. Su dominio de la situación me decía que no era la primera vez que engañaba a mi padre, lo cual me pareció divertido debido a lo que ellos hicieron con mi madre y de seguro mi padre seguía haciendo en sus largos días de trabajo.
Vestida de manera deportiva y sin arreglarse fue como la desvestí y pude verla desnuda por primera vez: su cuerpo moreno claro, la tonificada silueta y su concha rasurada me dejaron babeando unos segundos; piernas y nalgas carnosas y de gimnasio; tetas firmes de cirujano plástico y una cara de puta caliente terminaron por ponérmela tan dura que dolía. Tere estaba perfumada y fresca y yo tenía 4 horas de clase encima que no me dejaban sentirme cómodo así que le pedí unos minutos para tomar un baño. La habitación era grande y elegante y el baño no era diferente, lo que me dejó saber que el motel no era uno barato, aunque era de paso. A mitad de mi regaderaso Tere entró sonriendo, me tomó la verga con una mano y me besó apasionadamente para luego arrodillarse y meterse mi pene en la boca. Yo seguí pasándome el jabón por el pecho y ella no se despegó de mí hasta que estuve limpio.
Fue una delicia poner en 4 patas a Tere sobre la cama, comerle el culo y la concha desde atrás mientras ella gemía como loca. Con la verga a punto de reventar me puse un condón y se la clavé de perrito de golpe, sin tomar ninguna precaución, a lo que ella respondió con un pequeño grito agudo y una carcajada que gradualmente se prolongó hasta volverse en un gemido ahogado.
-- Aquí si puedes gritar putita.
-- Lo sé, pero es la costumbre-- respondió con los ojos en blanco.
-- Entonces haces cosas a escondidas de tu marido?
-- Me esta follando su hijo, tu que crees papito?
-- Ok, al parecer los dos son un par de infieles-- le di una fuerte nalgada y aceleré el bombeo.
-- Por qué lo dices?-- dijo con la voz entrecortada de placer.
-- Tantas juntas nocturnas y horas extras de trabajo, no eres tan ingenua como para tragarte eso, verdad?-- Buscaba provocarla.
-- Lo sé, por eso yo aprovecho el tiempo y me follo a varios también-- quiso demostrarme seguridad.
-- Lo mismo le decía a mi madre el hijo de perra -- ella se rio y siguió gimiendo al ritmo de mi verga entrando en su concha.
-- Que rica verga tienes papy, dame más duro! Más! Me vas a hacer correrme muy rápido! Si, más!!
-- apenas iniciamos puta, mueve el culo! -- le di otra nalgada y los empellones que le daba eran hasta el fondo haciendo tronar sus nalgas contra mi pelvis.
-- me vas a coger como tu papy no lo hace? Folla a esta perra caliente!!
La tomé del cabello y jalé su cabeza hacia mi y la monté sin parar. Sentí su corrida pero no paré hasta que tuviera el segundo orgasmo. Ella gritaba insultos contra mi papá y gemia cada vez más, lo cual me exitaba más y más pero debido a mi falta de ejercicio mis piernas comenzaron a flaquear; mi verga estaba dura y no me había corrido después de 35 min. y 2 orgasmos de Tere, pero tuve que tomarme un respiro. Me acosté totalmente exhausto y la bella mujer de mi papá me quitó el condón y me mamó la verga de manera lenta y viendome a los ojos. Como casi cualquier hombre lo hubiera hecho, saqué mi smarthphone y comencé a grabar mientras ella sonrió y se tapaba el rostro con una mano y me dió un manotaso en el muslo. Yo me reía y trataba de quitar su mano mientras el video seguía.
-- No seas cabrón que si tu papá se entera nos mata -- me dijo mientras lengueteaba mis bolas razuradas.
-- Yo no tengo nada que perder querida, qué va a hacer? Abandonarme de nuevo?
-- Realmente disfrutas joder a tu padre verdad? -- Me dejó grabar su rostro mamando verga y comiendo mi leche.
-- Hablando de eso, tu culo es virgen?
-- Si papy, no me gusta por ahí.
-- Ok, ya sé lo que haremos la próxima vez putita.
Después de cogerla un rato más pude eyacular un par de veces al son de sus gritos y por último me chupó los huevos mientras me masturbaba hasta que las últimas gotas de leche salieron de mi pene y acabaron en su garganta. Después de asearnos salimos del motel para que Tere y mi papá fueran a una reunión de vecinos. Después de dejarme en un minisuper cercano a casa caminé con las piernas temblorosas pensando en la follada que acababa de darle a la esposa de mi padre y también buscando algún gimnasio para comenzar a entrenar mi cardio y mi resistencia. Llegué a casa de mi padre y todo normal, Tere se preparaba para cuando mi papá llegara por ella. Subí a mi habitación a descansar y leer algunas cosas de la maestría cuando casi me muero de un paro al ver al menor de mis medios hermanos Juan, sentado en el pequeño escritorio que había en la habitación con una actitud de serio y molesto.