La familia de mi novio
Me bajaron el pantalón, y vieron mi tanga
Un día mi novio me invitó a su casa, para que conociera a su familia, me pareció muy rápido, ya que apenas llevábamos 3 meses de novios, pero el insistió demasiado. Era una fiesta familiar, así que me vestí de una forma muy sencilla, me puse un pantalón de mezclilla, una blusa negra y botas negras, me peine y me vi al espejo, me veía muy bien
Llegamos a casa de mi novio, y él me presentó con mucho orgullo, demasiado diría yo, ya que dijo que yo era la mujer con la que quería compartir su vida. Conocí a todos, sus abuelos, sus primos, sus tíos y tías, sus padres y su hermana.
Todos me cayeron muy bien, en especial sus tíos Joaquín de 39 años y su tío Gregorio de 46 años, ellos eran muy graciosos, y me hicieron reír todo el tiempo. En algún momento de la fiesta mi suegro le pidió a Lalo que fuera por algunas cosas al súper, me aviso, y me dijo que siguiera conociendo a su familia, que quería que me llevara muy bien con ellos.
Mi novio se fue, y seguí platicando con Joaquín y Gregorio. Ellos me dijeron que ya iba a empezar el futbol que si lo veía un rato con ellos, acepte con gusto, fuimos al cuarto de televisión, y cerraron la puerta para que no entrara la música de la fiesta, se sentaron en un sillón que estaba enfrente de la televisión, y a mí me sentaron en medio.
Empezó el juego y su equipo casi mete gol, los 2 brincaron y cuando cayeron Gregorio puso una mano sobre mi pierna, pensé que había sido un accidente y que no vería con deseo a la novia de su sobrino. Pero no quitaba la mano, y de repente la empezó a mover, lentamente acariciando mi pierna, voltee a verlo, y en eso Joaquín empezó a acariciar mi otra pierna.
Y-Que les pasa?
G-Nada, solo que a los 2 nos gustaste mucho.
Y-Pero soy la novia de Lalo.
J-No te preocupes, solo te queremos tocar un poquito.
Me pusieron de pie, y me hicieron darles la espalda, los dos tocaron y pellizcaron mis nalgas.
Y-Aaaahhhh, por favor, esto no está bien.
G-Lo que no está bien es que estés tan culona.
Y-Por favor, que diría Lalo si nos viera.
Me bajaron el pantalón, y vieron mi tanga.
G-No hay nada más rico que un buen culo en tanga.
Joaquín se chupo el dedo y me lo metió en el ano, yo ya estaba muy caliente, no aguantaba más necesitaba ser cogida, tome de la mano a Gregorio y lo jale hacía mí, le acaricie la polla por encima del pantalón, él se la saco y me la puso enfrente, la tome con las 2 manos y me la pase por la cara, le di unos lengüetazos y me la metí entera a la boca, se la chupaba de la mejor forma que podía, estaba grande y caliente, mediría unos 18 cm, una verga bien hecha, mientras tanto Joaquín seguía metiendo y sacando su dedo de mi culo, después paso su lengua por mi ano, mordía y chupaba mis nalgas. Mientras estábamos en eso se escuchó la voz de la esposa de Joaquín que le hablaba, fue a verla, y Gregorio saco su verga de mi boca, y me levanto la blusa, me mamo las tetas, succionaba mis pezones, temblaba de excitación al chuparme las tetas, me las dejo llenas de saliva, de repente escuche la voz de Lalo que me hablaba desde la fiesta, nos acomodamos la ropa y yo baje a verlo.
L-Donde estabas mi amor?
Y-Conviviendo con tus tíos, estábamos viendo el futbol y conociéndonos más.
Necesitaba ser cogida por esos 2 maduros, pero como me deshacía de mi novio, en un momento de distracción de Lalo me acerque a Gregorio y le dije que emborracharía a Lalo para que él se ofreciera a llevarme a mi casa, junto a Joaquín.
Le di a Lalo tequila, lo estuve retando a que se lo tomara rápido, el por verse muy hombre ante mí, aceptaba mis retos, sin darse cuenta de cuales eran mis verdaderas intenciones, llego un momento en que Lalo ya no podía ni hablar, su papá subió a acostarlo, su mamá se disculpó conmigo por el comportamiento de Lalo, y me dijo que cuando yo quisiera ellos me llevaban a casa, no quise verme mal y espere 1 hora más donde platique con las primas de Lalo, cuando se cumplió la hora, le dije a mi suegra que ya deseaba irme, inmediatamente Gregorio dijo que él con gusto me llevaba.
No contaba con que su esposa le dijera que lo acompañaba, Gregorio me vio con desesperación, se hizo un silencio incomodo cuando el abuelo de Lalo interrumpió aquella situación diciendo que él me llevaba, yo le dije que no se molestara, pero él y su esposa insistieron, pensé ahora si me quede sin nada de sexo.
El señor que se llamaba Mateo, se puso de pie y me dijo cuando tú quieras, su esposa le pidió que no corriera en el carro. Por lo visto solo él me iba a llevar. Salimos hacia su carro, era un BMW muy bonito, muy educadamente me abrió la puerta, se dio la vuelta, abrió la cajuela, algo saco pero no vi que, se subió al carro y empezó a manejar, me pregunto que como nos conocimos Lalo y yo, le fui platicando hasta que me di cuenta, que jamás le dije donde vivía, y ya estábamos por Cuautitlán Izcalli, completamente al otro lado de donde yo quería ir.
Y-A dónde vamos don Mateo?
M-Aquí adelante.
Mateo tendría como 70 años, muy delgado de pelo completamente blanco, siguió manejando y de repente se estaciono, se bajó del carro y al ver donde estábamos, vi que era un hotel.
Y-Que hacemos aquí?
M-Me imagino que te quedaste con ganas de verga, te vi con Joaquín y Gregorio, y yo voy a acabar lo que empezaste con ellos.
Por lo visto nos vio, no había forma de defenderme, iba tener que hacerlo con él, pues no quería que Lalo se enterara de que su novia era una puta. Mateo me miró y me dijo:
M-No te voy a obligar, si quieres que nos vayamos solo dilo.
Y-Don Mateo, pida un cuarto que esta noche cogemos.
Pidió el cuarto, y fue por mí al carro, le pregunte que que había sacado de la cajuela y me contesto que un frasco con pastillas de viagra. Caminamos al cuarto, en el pasillo, escuchamos a una mujer gritar y gemir, mire a Mateo y me toque la vagina, seguimos caminando hacía el cuarto, cuando llegamos y abrió me cargo, me llevo en brazos hasta la cama. Me beso la mano y acaricio mi cara.
Lo mire y le dije:
Y-Si me vas a coger, entonces creo que te puedo tutear.
M-Claro Pamela, háblame como quieras, que hermosa eres.
Se tomó su pastilla, y yo me quite la ropa, le pedí que hiciera lo mismo, se quitó la ropa, su pene era de lo más normal, unos 16 cm, y como 6 cm de grosor, pero me daba mucho morbo que una persona de tan avanzada edad, deseara cogerme. Lo jale de su verga hacia la cama, y poniendo cara de niña buena le dije:
Y-Quieres que te la chupe.
M-Sí, quiero sentir sus dulces labios sobre mi pene.
Mientras decía esto, me vio de una forma tan bonita, su mirada era llena de ilusión más que lujuria, solo pude pensar en darle un excelente rato. Bese la punta de su pene, y el suspiro, me sentí feliz por ese suspiro, le estaba dando alegría a un anciano. Le dí algunos besos a su punta, y después, pase mi lengua por sus testículos dándole un masaje, después pase mi lengua por todo su tronco varias veces, eso lo hacía lentamente, no quería que se viniera antes de penetrarme.
El me veía y sonreía, acaricio mi cabeza y me jalo hacia su verga, quería que ya me la metiera en la boca, así lo hice, la metí pero no use mi lengua solo lo masturbe con la boca, unas cuantas veces, después sin sacarme aquella verga, pase mi lengua por su cabeza, empezó a gemir muy fuerte, su pene palpitaba rapidísimo, así que la saque de mi boca, para que el descansara. Se sentó en la cama, tome su cabeza y la acerque a mis tetas.
Y-Chúpamelas.
Paso su lengua áspera, y después me las mordió, mientras chupaba un pezón me jalaba el otro. Me excita que me hagan eso y empecé a gemir. Metió un dedo en mi vagina y busco mi clítoris, lo acaricio con suavidad, me gustaba la sensación pero hubiera sido mejor si el dedo lo moviera rápido, pero no, todo lo hacía con mucha ternura, a lo mejor por su edad, ya no era tan fácil que pensara en como volver loca a una mujer.
Y-Te quiero adentro.
Me acosté, y abrí mis piernas, él se acercó y me apunto a la vagina con su pene, le dije que espera me acomode y puse mis pies en su pecho, así la penetración sería mejor, me la metía lentamente, cuando estuvo adentro por completo me sonrío, solo me veía pero no se movía, yo empecé a moverme, de atrás hacia adelante, cada vez más rápido, el seguí sin moverse, era yo la que lo estaba cogiendo, me encantaba ver que no reaccionaba ante una vagina joven.
Y-¿Te gusta cómo cojo?
Me seguí moviendo hasta que el gimió fuerte, le costaba respirar, empezó a temblar y a eyacular, recobro el aliento sin sacármela, espero a que su pene saliera solo, se agacho me beso tiernamente y se fue a bañar.