La Familia de Mi Mejor Amigo: Capítulo 4 Tía Sole

Claudio pese a tener como amante a Coni, no se resigna a compartirla con Tony. En ese "amargo tránsito", el azar lo lleva a profundizar su amistad con tía Sole.

Capítulo 4.- Tía Sole

El tiempo pasaba y mis deseos por Coni no menguaban, todos los días que la veía trataba de avanzar un poco más, incluso cuando la saludaba me tomaba más de alguna libertad, un día un beso muy cerca de sus labios, otro día una mano en su culo, otro un abrazo apretado, pero ella, con la excepción de los martes, que me dejaba follarla en el breve lapso en que estábamos a solas en su casa, los otros días me mantenía a raya, en especial si había alguno de sus parientes en casa. El único día en que ella se entregaba totalmente a mí eran los jueves, a los que yo acudía, tuviese o no tuviese alguna obligación importante al otro día.

La rutina que les narro se mantuvo sin cambio pese a mis ruegos, pero un día martes, que llegué a casa de Coni como de costumbre, entré en silencio con la intención de darle una sorpresa… asomé mi cabeza a la cocina donde usualmente ella se encontraba cocinando o lo que fuese, vi un glorioso culo asomado mientras su dueña estaba buscando una cacerola en un gabinete bajo, por lo que sin casi pensarlo me planté detrás y tomándole de las caderas, le di un feroz apoyo con toda mi hombría ya endurecida, obviamente la reacción fue casi instantánea… su dueña se irguió y gritó:

  • ¿¡Pero que mierda!?
  • Yo: Pe.. perdón tía creí que era Coni.
  • Tía Sole: Claudio, suéltame… me dijo, porque yo ante su reacción me paralicé y no la soltaba.
  • Yo: Perdón tía Sole, dije soltándola
  • Tía Sole: ¿¡Cómo que le haces eso a Coni!?... desde cuando tanta confianza…
  • Yo: Eh, es solo una jugarreta, perdón, la verdad es que no era mi intención…
  • Tía Sole: Debes tener cuidado con este tipo de jugarretas… además ¿cómo te confundiste tanto?
  • Yo: Perdón tía Sole, es que nos llevamos bien y casi desde siempre nos hacemos bromas, perdón, la verdad es que ustedes por detrás se parecen mucho y las confundí… además es martes…
  • Tía Sole: Soy bastante más vieja que Coni, además que tiene que ver que sea martes…
  • Yo: Usted no es vieja y desde atrás se ven iguales, perdón… bueno los martes usted llega a las seis o seis y media, nunca a esta hora, solo Coni llega a esta hora.
  • Tía Sole: Entiendo, ten cuidado con las jugarretas y Coni llegará en unos minutos pues me acompañará al médico para unos exámenes.
  • Yo: Perdón tía Sole, tendré cuidado
  • Tía Sole: Ve a esperarla a la salita, le diré que estás cuando llegue.

Fui a esperarla a la salita, la verdad es que mi error de identidad me dejó más que preocupado, mientras pensaba las consecuencias de mi error de identidad, llegó Coni la que saludó a su madre, la cual sorprendentemente, solo le indicó que yo estaba en la salita esperándola, sin decir nada acerca de mi error de identidad.

Coni apareció a los segundos con su alegría casi infantil de siempre, como también su belleza cautivante, dejó su cartera en uno de los silloncitos y me saludó con cara de disculpas diciéndome:

  • Hola Claudito, no te conté, pero acompañaré a mamá a un examen médico, pues después ella no podrá conducir… lo siento
  • Yo: Yo también lo siento y no hay nada que perdonar, las mamás son las mamás, jejeje
  • Coni: El jueves te lo compenso, jejeje
  • Yo: Te lo cobraré, jejeje

Antes de regresar a donde su madre, la tomé por detrás y le apoyé mi hombría en su culo, ella intentó separase, pero la abracé dándole un beso en el cuello…

  • Coni: Vamos, que mamá nos puede ver…
  • Yo: Sí, es solo para despedirme, adiós corazón
  • Coni: Adiós amorcito, jejeje

Coni me dejó claro que tenía sentimientos por mí, pero no estaba dispuesta a dar ese paso que podría salvar la barrera que se interpone entre nosotros, que es la diferencia de edad…. Luego me despedí de tía Sole, la cual actuó con total naturalidad y no hizo ningún comentario, por lo que al quedar solo regresé a mi casa y me dediqué a estudiar hasta que Feli apareció y nos pusimos a jugar en la “play”.

El jueves siguiente estaba nervioso, pues no había visto a Coni desde el martes, como tampoco había ido a la casa de Feli el miércoles, por lo que no sabía si tía Sole le comentó algo, terminadas las clases la esperé en la escalinata de acceso, hasta que apareció su inconfundible coche amarillo, al verla le sonreí, cosa que ella me correspondió.

  • Coni: Hola corazón, ¿me extrañaste?
  • Yo: Hola Coni, por supuesto.
  • Coni: Yo también, para compensarte vamos a ir a un lugar especial…
  • Yo: Sí, de todas formas

No fuimos al motel que solíamos ir, fuimos a uno que lo encontré alucinante, pues tenía cuartos con diferentes ambientaciones, ella sabía a lo que iba, pues pidió una habitación de la selva, o sea yo sería su Tarzán y ella mi Jane… entramos y mis manos instintivamente se fueron a su cintura, para apoyar mi verga ya dura en su culo, pero me detuvo.

  • Coni: Espera un poco, espérame solo en bóxer…
  • Yo: Bueno….

Entró al baño con su bolso, mientras yo me desnudaba miraba la habitación que simulaba ser una cabaña en la selva, la verdad es que parecía un set de Hollywood. Estaba ya en bóxer, aún mirando la escenografía cuando apareció… ¿¡Jane!?… quedé asombrado pues Coni venía con un conjunto de sujetador y tanga con motivos de leopardo… ¡Guauuu!, se veía genial

  • Coni: ¿Te gusta mi sorpresa?
  • Yo: Te ves genial, casi no te reconozco con esta luz.
  • Coni: Es mi compensación por el martes y tu paciencia…

Coni se acercó y colgándose de mi cuello me besó, sentí su calidez rozando mi cuerpo y bastó eso para encenderme, por lo que yo también la abracé llenándola de caricias desde su espalda a su culo, apenas cubierto por la diminuta tanga de leopardo.

  • Coni: Te amo… me dijo sorprendiéndome por su sinceridad.
  • Yo: Yo también, pero ¿por qué estás con Tony?
  • Coni: Sabes que lo nuestro no puede ser… no funcionaría… soy muy mayor para ti, debes seguir con tu chica
  • Yo: No veo que sea una gran diferencia y nos llevamos solo por 10 años.
  • Coni: Diez años, tres meses y quince días…

Sentí que, si seguíamos en ese tipo de diálogo, me iba a dar otra lista de argumentos, y yo no quería escuchar todas esas estupideces… ahora solo quería sus carnosos labios, su prieto culo y sus mágicos pezones más propios de una adolescente, por lo que dejé de oírla, como mis manos seguían en su cintura la apreté contra mi cuerpo, mientras ella me miraba con sus manos en mi pecho.

La besé nuevamente, por lo que dejó de hablar, fue un tierno beso, mis labios repasando los suyos, luego tímidamente busqué su lengua con la mía, apenas respirábamos, fueron unos momentos mágicos.

Sus manos pasaron de mi pecho a mi cuello, mis manos se posaron con fuerza en su generoso culo, atrayéndola a mí, como queriendo demostrar que ese culo era solo mío. El calor de nuestros cuerpos, la libido creciendo en nuestras mentes, hizo que nuestros besos fueran cada vez más apasionados… los jadeos y gemidos surgieron del roce de mi verga con su coñito, aumentando de intensidad en la medida que nuestras caricias adquirían una inusitada fogosidad, ya no solo nos comíamos a besos, también nos acariciábamos con desesperación.

Coni me comenzó a arrastrar hacia un tronco de árbol, donde un estático mono nos observaba asido a una rama. Coni se subió a una de las “raíces del árbol que sostenía la “choza”, ahora estábamos casi a la misma altura, una de mis manos se apartó de su culo y comenzó a deslizarse por sus asedadas piernas, llegando a solo escasos centímetros de su coñito, pero sin llegar a tocarlo o invadirlo… solo se paseaba por sus muslos.

  • Coni: ¿No me vas a tocar ahí?
  • Yo: ¿Te gustaría que te tocara ahí?
  • Coni: Sí, recuerda que soy tu putita

Reconociendo que Coni estaba así de caliente y deseosa, comencé a pasar mis dedos por el contorno de su tanga de leopardo, instintivamente ella cerró las piernas, pero luego las abrió como indicándome cual era el camino que deseaba que yo recorriera. Pero yo tenía intenciones de prolongar la apuesta, acariciando con una de mis manos sus piernas y con la otra apretar su culo.

  • Ahhh… Claudio síii… métemela en el coñoo...

No sé cuánto rato la torturé, pero ella deseosa de más tomó mi bóxer bajándolo hasta mitad de muslo, tomando mi verga para apuntarla a su coño… una vez ahí se trató de empalar corriendo sus leopardadas bragas, pero no lo logró, yo por otra parte tratando de incrementar su deseo de ser penetrada, solo le restregaba mi verga por la rajita de su monte de Venus

Pero Coni no estaba para más sufrimiento, por lo que me tomó de la mano y me llevó directamente al interior de la “choza”, donde había un mullido colchón sobre una cama de maderas parecidas a las cañas de bambú, la verdad es que la ambientación era extraordinaria, más encima estaba con la mejor de todas las Janes… Me sentó en la cama y sacó el bóxer, se arrodilló y se metió media verga en su boca de un solo golpe, la chupó, lamió y besó, para luego decirme:

  • ¿Ahora me la vas a meter?

No tuvo que insistirme mucho… pues apenas ella se montó a horcajadas se la metí y comencé a estrujar sus turgentes cachetes del culo, mientras ella resoplaba de placer. Coni estaba que deliraba en busca del placer que yo le había mezquinado, por lo que rápidamente tomó mi cabeza con sus manos clavándola en una de sus tetas.

  • Coni: Cómemela… dijo casi al unísono que me comenzaba a “follar” con unos movimientos circulares de sus caderas que me enloquecían

Dad las circunstancias solo me entregué al placer que me daba y yo le daba, la verdad es que me estaba compensando el martes pasado y todos los martes del futuro, Coni era la mejor amante del mundo o eso pensé yo en el momento

  • Coni: ¡Ahhhh… sí mi amor… que bueno eres… ahhh… síii!
  • Yo: Sí mi amor, soy bueno para ti y lo seré siempre.
  • Coni: Y yo seré tu putita para siempre corazón

El que me volviera a llamar amor, me revelaba que efectivamente eso o algo parecido sentía por mí, no solo era la excitación del momento, estaba que trascendía más aún, ella aceptaba que le expresara mi amor…. ¿Amor?, no estaba seguro, nunca antes lo había experimentado, en eso Coni me aventajaba, pues estoy seguro que de Esteban estaba enamorada, como estoy seguro de que Tony es un buen sujeto con el que puede estar, pero del que no está enamorado. … En cualquier caso nuestro diálogo la hizo soltarse más.

La follaba con un rítmico mete y saca, pero a la vez profundizaba mis acometidas, cada vez con mayor fuerza, mi verga se deslizaba en su húmeda vagina haciéndola retorcerse de placer, mientras, mis manos acariciaban todo lo que tenía a mi alcance y mi boca disfrutaba de su boca y de los preciosos pezones que coronaban sus amasadas tetas…

  • Coni: Ahhh… seré tu putita para siempre corazón… ahhh… nooo…. ahmmm….

De pronto Coni comenzó con movimientos convulsivos, luego se contrajo abruptamente, mientras parecía ahogarse, gritó mi nombre a los cuatro vientos, para finalmente enterrar sus uñas en mi pecho. Sentí como sus uñas se clavaban en mis pectorales y hombros, al tiempo que su coñito apretaba mi verga, como también su estertor llamándome, todo ello arrastrado por su violento orgasmo…

  • Coni: ¡¡Claudio!!!... ¡Ahh!... ¡me matas!...

Después cayó derrengada sobre mí, mientras mi verga seguía metida en ella, por un momento pensé que se había desmayado o simplemente muerto, llegué a sentir temor por ella. Puse atención en Coni… ¡Uff aún respiraba!, su ahogo se fue calmando, ahora “ronroneaba”, aún parecía disfrutar de su reciente orgasmo… Lo recientemente vivido hacia parecer que los otros encuentros habían sido buenos, pero que éste, había superado todo lo vivido anteriormente… todo fue puro y sublime placer, a lo que yo sumaría una entrega por amor que ya no era negado, Coni se había entregado por completo… estaba seguro que con Coni estábamos haciendo el amor.

  • Yo: ¿Estás bien corazón?
  • Coni: Sí mi amor, estoy más que bien, jejeje

Tras unos minutos que le tomó recuperarse me besó con apasionada ternura, yo estaba feliz, podría estar toda la vida besando a Coni, en retribución yo la seguía acariciando desde sus piernas, pasando por su culo hasta terminar en su espalda, mi verga que en algún momento se había calmado volvió a estar erguida, metiéndose en el triangulito que comprende su coñito y las piernas… Comencé a pensar en partirle el culo o simplemente follarla con fuerza… creo que Coni intuyó mis pensamientos…

  • Coni: ¿En serio me amas? ....
  • Yo: Sí, y nunca dejaré de amarte….

Entonces ella tomó una de mis manos y me dijo con coquetería:

  • Ya que me amas… ponlo aquí….

Si bien su puntería por la posición en que estábamos no fue precisa, yo sabía dónde lo quería, pero me hice el que “no sabía”… dejé que se levantara de encima de mí y se pusiera en cuatro… bajó su cabeza apoyándola en la almohada, yo corrí a mi pantalón, de donde saqué de un bolsillo un condón extra-lubricado, que me puse presuroso. Luego me instalé detrás mirando como Coni empinaba su trasero, agarre mi verga para apuntarla a su precioso orto… Coni quería demostrar su amor con lo único de ella que siempre sería “solo mío”, para mí esa muestra de amor y entrega hacía imposible negarme

  • Coni: Se suave corazón…

La acomodé lo mejor posible mientras aprovechaba de mirar su perfecto culo y sus delicadas espaldas. Acto seguido le fui metiendo mi verga en sus entrañas, lenta pero inexorablemente… ella tomó sus cachetes del culo para facilitar mi penetración, obviamente ya no había dolor en su culo, solo placer. Para mí el irrumpir su perfecto anito me llevó a las nubes del placer, comencé a darle un suave mete saca que ella acompañaba con ronroneos y suaves quejidos, se notaba que le encantaba que le “rompiera el orto”

  • Coni: Aahmmm… uff que deliciaaa… como me rompes el culooo… dale amorcito dale a tu putita por el culo
  • Yo: Me gusta partirte el culito putita mía, ¿de quién es este culo?
  • Coni: Tuyo mi amor, tuyo, ahhhmmm

Después de un buen rato de suave proceder, me acomode mejor y le clave mi verga hasta la empuñadura, mi profunda estocada hizo que abriera sus ojos y casi se salieran de sus orbitas, pero no fue una reacción de dolor, es más comenzó a acelerar el ritmo de la culeada… sin dudas lo estaba disfrutando.

  • Yo: ¿Te gusta mi amor? …
  • Coni: Síiii, me encanta, dale más fuerte…

La seguía culeando, el choque de mi pubis contra su culo sonaba por toda la choza, “Tarzán” estaba partiéndole el orto a “Jane”, hasta el mono tomado de la liana se remecía, jajaja, mi deseo por darle placer a Con isa había desbocado.

  • Coni: Así duro, no pares por favorrr… sigue… sigue… ahmmm…
  • Yo: Sí mi amor, tu Tarzán te partirá el culo…
  • Coni: Síii… ahh nooo… no paresz… ahhh… Auug... ahmm… gritaba gozando la enculada.

De pronto en esta frenética enculada a ambos nos sobrevino un tremendo orgasmo, tan bueno, que su cuerpo nuevamente convulsionaba y se contraía deliciosamente, lo que me arrastró a llenarle sus entrañas de leche para mi propio placer… mi verga escupía y escupía mi leche en el condón extra lubricado…

  • Yo: ¡Ufff!… también me vine mi amor
  • Coni: Eres un demonio culeador, casi me matas, jajaja, nunca creí que un orgasmo pudiese ser provocado por una poronga en el culo, jajaja
  • Yo: Yo tampoco…

Retrocedí un poco para sacar mi verga que menguaba, noté que gran cantidad de semen se acumulaba en la punta del condón, por lo que lo retiré con cuidado… Coni se tendió en la cama y me miraba atenta a lo que yo hacía y de pronto me dijo:

  • Ven pásame el condón.
  • Yo: No te preocupes lo boto en el baño
  • Coni: Aún no, pásamelo.
  • Yo: bueno; toma

Intrigado se lo pasé, ella me miró de una extraña manera, diría que, de forma lujuriosa con aires de niña mala… tomó el condón lleno de mi leche y vació su contenido en su boca, luego tomó mi menguada verga y la langüeteó hasta limpiarla de restos de semen, Coni estaba de lo más morbosa y salida, no lo podía creer.

Después de que Coni se tragó todo mi semen y limpió mi verga, se irguió de rodillas en la cama, puso el condón en mi mano y me besó pasando con su lengua el sabor ocre de mi propia simiente, por un momento, recordé cuando mi madre me decía ante alguna “guarrada”, o mal comportamiento… “¡He creado un monstruo!”, por lo que después solo me reí de las ocurrencias de “mi chica”

Coni no contenta con lo que habíamos ya hecho, me atrajo hacia ella y comenzó a chupar mi verga con la “sana intención” de que la follara nuevamente, mientras me la comía, me tenía muy sujeto del culo, como queriendo que yo no me fuera, por lo que me entregué a ella y mientras hacía sus guarradas, yo le acariciaba las tetas a mi regalado gusto, las amasaba, sobaba, piñizcaba, juntaba y tiraba, sin queja alguna por parte de ella.

Como era de esperarse una vez más me entusiasmó y logró levantar mi verga, la que ya sin ningún empacho se ensartó ella solita en su coño, comenzando una febril cabalgata solo destinada a su placer, yo la miraba rebotar sobre mí, casi embobado por la erótica acción que Coni emprendió. Lo hizo hasta que logró que yo le diera, hasta la última gota de leche que me quedaba, momento en que ella metió unos dedos en su clítoris y se corrió como burra.

Miré la hora, eran casi las nueve de la noche, por lo que le dije que debíamos volver a casa, pues mis padres de otra forma me regañarían, ella me miró y algo triste me dijo;

  • ¡Ves por qué no podemos estar de novios!…
  • Yo: Yo podría superar todos los obstáculos…
  • Coni: Solo lo podrías hacer si fueras independiente y con lo joven que eres no lo serás hasta terminar tu carrera.
  • Yo: Podría dejar la uni y trabajar…
  • Coni: No seas infantil, sin estudios después de la secundaria no tendríamos futuro y no quiero ser la mujer de un mantenido, si me quieres, estudia y ya veremos

Por suerte Coni es madura en esos aspectos y no cree en los cuentos de hadas… nos limpiamos y vestimos rápidamente, yo no podía dejar de mirarla y pensar de lo que habíamos hablado, en eso se dio vuelta lentamente mientras yo la comía con la vista y me sonrió tiernamente diciendo

  • Te deberías alegrar, te estoy dando una oportunidad para que seamos novios en cinco años más, jejeje
  • Yo: No la desperdiciaré, jejeje

Coni sabiendo el efecto que causó en mí su declaración me sonrió y tomándome de la mano me llevó a casa, donde una vez más tuve que inventar algo con respecto a mi coche y una vez más mi padre me regañó, pero igual después de cenar me fui a dormir feliz… ¡en cinco años más Coni sería completamente mía!, por lo que algo se abultaba bajo mi pantalón de pijama.

El siguiente mes siguió igual por completo. En todo caso, mis ¿sentimientos? o ¿deseos? Por Coni no menguaban, todos los días que la veía, trataba de acariciarla, besarla o lo que pudiese, es así, que cada vez que la saludaba me tomaba más de alguna libertad… un día un beso muy cerca de sus labios, otro día una mano en su culo, otro un abrazo apretado, en fin cualquier contacto con ella me reconfortaba, pero ella en su casa se comportaba igual que de costumbre… en su casa solo los martes me dejaba follarla, acto que podíamos realizar en el breve lapso en que estábamos a solas.

En su casa, los otros días me mantenía a raya, en especial si había alguno de sus parientes o Tony de visita. Para aumentar más mi pesar, Tony era un buen sujeto y nos caía a todos muy bien, pues yo también me incluyo, no lo podía detestar, nadie puede detestar a alguien bueno. Como les dije, pese a mis ruegos Coni seguía inflexible en su postura, tanto como yo en aprovechar cada posibilidad en demostrar mis deseos por ella.

Como todos los martes, llegué a casa de Coni, y entré a la cocina donde pensaba que estaba Coni… solo pensaba darle lo suyo, estaba tan obsesionado por ella, que cada martes tan solo con entrar a su casa, mi amiguito se entusiasmaba… asomé mi cabeza a la cocina donde usualmente ella se encontraba cocinando o lo que fuese, me acerqué saludándola y sin esperar su respuesta, la tomé de las caderas, y le di un feroz apoyo con toda mi hombría, tomándole las tetas, pero su reacción, a diferencia de todos los otros martes, fue violenta… nuevamente me había confundido de chica… la instantánea reacción me empujó hacia atrás, acompañada de un grito:

  • ¡Claudio!, ¡se puede saber que cojones te pasa!, eres un degenerado, ¡suéltame!
  • Yo: ¡Perdón tía!
  • Tía Sole: Nada de perdón, eres un salido y si así saludas a Coni, ustedes dos están teniendo algo más que amistad…
  • Yo: Perdón tía Sole…
  • Tía Sole: ¿Es lo único que sabes decir?…

En ese momento entró Coni con su cara demacrada y pálida como un papel, yo aún con las manos en las tetas de su madre, la miré tan desconcertado como asustado, nuevamente me había equivocado…

  • Yo: ¡Coni!
  • Coni: ¡Claudio, suelta a mi mamá!

Solté a tía Sole, mientras mi cerebro era una vorágine de pensamientos intentando encontrar una excusa, pero no la había, todo estaba perdido…

  • Tía Sole: ¡Coni!, explícame que sucede…
  • Coni: Ehh, es que…

Coni se dio vuelta y salió corriendo en dirección a las escaleras que conducen a los cuartos, yo aún paralizado permanecí en la cocina, por lo que tía Coni se giró hacia a mí y me dijo:

  • Ya que ella se escapó, dímelo tú y no intentes escapar…
  • Yo: Eh, es que… bueno, ella me gusta y siempre que puedo intento tocarla…
  • Tía Sole: ¿Y ella se deja?
  • Yo: No, ella usualmente se escapa y me dice que me va a acusar con Feli…
  • Tía Sole: O sea que los juegos que descubrí la otra vez continuaron…
  • Yo: Sí tía, pero todo es mi culpa, ella es bellísima y yo con la presión de los estudios…
  • Tía Sole: La buscas para aplacar tus bajos instintos…
  • Yo: Sí tía Sole, la verdad es que Coni es preciosa y yo…
  • Tía Sole: ¿Tanto te gusta?
  • Yo: ¡Sí!
  • Tía Sole: Pero ella es muy mayor como para ti
  • Yo: Diez años, cuatro meses y veinte días
  • Tía Sole: ¡Te sabes eso!, jajaja… eres increíble, jajaja… también te sabes los horarios de todos en esta casa
  • Yo: Sí y usted no debería estar aquí, jajaja
  • Tía Sole: Es cierto, Coni me llevará al médico…
  • Yo: ¿Algo de que preocuparse?, pregunté sincero.
  • Tía Sole: Espero que no, el problema es que me dilatan las pupilas y después no puedo conducir
  • Yo: Si alguna vez necesita que yo la lleve, me dice…
  • Tía Sole: Lo tendré en cuenta, aun cuando eres muy mano larga…
  • Yo. Perdón…
  • Tía Sole: Basta ya de perdón, no debes andar por ahí dando agarrones por tus confusiones…. Mejor voy por Coni

Me dejó en la cocina… no me había matado ni echado de la casa, estaba de suerte o tía Sole es demasiado buena… de carácter digo… de lo otro, después de “la sorpresa”, sin duda lo es, jajaja. Pasaron dos minutos y volvió… mirándome seria, me dijo:

  • Llévame, pues está llorando como “María Magdalena” y no me abre la puerta, de otra forma llegaré atrasada a mi hora.
  • Yo: Sí tía, vamos

Como vieron, tácitamente estaba perdonado, pues en mi coche tía Sole iba de lo más relajada, conversamos de todo y nada, me preguntó de mi universidad, también sobre Simona, sobre las cosas que pensaba Feli, el cual vivía en un continuo ostracismo con ella y muchas otras cosas.

Entramos a la consulta del médico, la verdad es que a sus 46 años se veía espectacular, tanto que el médico al verla sonrió feliz y se deshizo en elogios, esperé un rato leyendo revistas “Hola” viejas hasta que tía Sole salió con unas gafas oscuras pero muy feliz, afortunadamente lo que tenía era un poco de miopía con algo de astigmatismo y nada más, las gafas oscuras solo eran para que no tuviese problemas con la dilatación de sus pupilas.

Por un momento pensé que el retorno sería en los mismos términos, pero estaba equivocado

  • Tía Sole: Bueno, ahora cuéntame la verdad, ¿qué pasa entre tú y Coni?
  • Yo: Como le dije, ella me gusta…
  • Tía Sole: Eso lo sé, pero no me trago eso de las jugarretas, ya no, dime que pasa
  • Yo: Bueno tía, ella me vuelve loco y acepta mis jugarretas, eso es todo.
  • Tía Sole: “Es más fácil pillar a un mentiroso que un cojo”, no me mientas…
  • Yo: Tía Sole, ambos nos gustamos y hemos tenidos nuestros morreos, pero Coni insiste que la brecha de edades es un abismo y que no puede ser…
  • Tía Sole: Sí, es cierto, ella es mucho mayor que tú y ya vive una vida de casi adulta, aún cuando siempre ha sido algo infantil… por mi parte no puedo evitar que sientas lo que sientes o ella sienta lo que sienta, pero no andes haciéndolo en casa, pues si alguien menos comprensivo como Feliciano los sorprende, “arderá Troya”
  • Yo: Sí tía trataré…
  • Tía Sole: Jajaja, eres un sinvergüenza, jajaja, tu respuesta no es ni un sí ni un no, jajaja
  • Yo: Es que lo que pide es mucho…
  • Tía Sole: Bueno, con un trataré es suficiente por lo pronto, pero no te equivoques muy seguido, jajaja

Regresamos a casa, finalmente tía Sole logró hablar con Coni, la cual tenía los ojos rojos de tanto llorar y cara de arrepentida, pero todo afortunadamente se calmó.

La semana siguió pasando en forma normal, tan normal como que el jueves Coni me pasó a buscar a la uni y fuimos a follar, pero antes me dio una “lata recomendación sobre comportamiento”. También me contó, que, si bien tía Sole la había regañado por meterse con un chaval, no la condenó ni la echó de la casa.

Mi vida continuaba como siempre, incluso los viernes y sábados salíamos con Feli y las chicas Juli y Simona, pese a que no volvimos a repetir la “mini-orgía” de tiempo atrás, los días pasaban y la “rutina se mantenía casi inalterable”, hasta el día del cumpleaños de Feli, el que todos celebramos en casa de sus padres, incluyendo a Javi y su marido.

Ese día viernes víspera del natalicio de Feli, se decidió festejarlo primero con la “familia” y después él lo celebraría el sábado con sus amigos. Para el “magno evento”, todos cooperamos, me incluyo, ya que soy casi familia y gustoso participé. En fin, todos nos juntamos en la cocina preparando lo necesario antes de que llegaran las visitas de Feli, que no eran otros que sus tíos y primos, como también Belén y su cuñado, el marido de Javi.

Como les relataba, en ese momento en la cocina estábamos Belén, Coni, Javi y yo, pues obviamente el festejado Feli, aún no llegaba de la universidad, pues sus compañeros lo estaban reteniendo un poco, el pesado del marido de Javi aún estaba trabajando, y don Feli, descansaba en su cuarto.

En un momento de la vorágine de los preparativos, yo tenía que llevar algunas cosas a la sala donde nos reuniríamos inicialmente, por lo que al mirar el camino de salida, me di cuenta que el pasillo estaba siendo bloqueado por tía Sole y Javi… por un momento dudé que hacer, pero señalando que debía pasar por en medio de ellas, inicié el paso. Entonces al momento de pasar apunté hacia tía Sole, pues en mi pensamiento simplista, me dije que a ella no le molestaría un raspón más en el culo…

Como soy más alto me acomodé y pasé por detrás de ella, haciéndome el “delgado” y al hacerlo cargué toda mi verga sobre su culo, en ese instante, mi libido junto con mi morbo se despertó, y como si mi movimiento fuera parte de una de las fallidas jugarretas que había tenido con tía Sole, al haberla confundido con Coni, aproveché la instancia de apoyarla, no deben haber sido más de 5 segundos, pero la apoyé bien apoyada, sin duda tía Sole debió de darse cuenta. Fue algo leve, algo así como un roce entre coches en un estacionamiento, diría una rayada de pintura… nunca lo había hecho antes, pero me calenté y perdí un poco el recato y en los tres últimos segundos me cargué más de la cuenta.

  • Yo: Permiso Javi, permiso tía Sole.
  • Javi: Pasa…
  • Tía Sole:  …. me miró con un gesto de “regaño” pero no dijo nada

Al contactar el magnífico culo de tía Sole, ¡sentí un latigazo eléctrico!, el que me recorrió el espinazo… el culo de tía Sole es un sueño… sumado a eso, con mi culo “raspé” el de Javi, la que solo atinó a apegarse a su mesón. Como les dije, no fue más que unos segundos, pero me pareció casi una eternidad, mis pensamientos libidinosos se agolparon de pronto, fueron lo suficientes como para quedar caliente, y mi verga se entusiasmara más allá de lo razonable.

Después no sé como continué mi viaje con destino la sala. Apenas dejé la bandeja en una de las mesitas, retorné a la cocina con solo una idea fija, que no era otra que repasar el culo de tía Sole. Ella como sus hijas estaban en sus menesteres y todas seguían ubicadas en las mismas posiciones, parecía que el único que había sentido todo, había sido yo, pues ellas seguían trabajando impertérritas, cada cual en lo suyo.

  • Yo: Permiso de nuevo
  • Javi: Pasa
  • Tía Sole: Que niñito más molestoso

Con mi verga semi erecta, reanudé mi tránsito a través de los dos culos en dirección al lugar donde estaba trabajando, y ahora premeditadamente volví a pasar por el culo de tía Sole, apoyándola casi los mismos cinco segundos… repasando el soberbio culo de tía Sole una vez más… esos casi eternos cinco segundos, hicieron que mi verga se volviera loca de dura, por lo que, una vez traspasado el maravilloso obstáculo, la tuve que cubrir con el mesón que tenía en frente. En eso Coni me miró con cara agria y tía Sole con cara de reproche. No me di por aludido y seguí preparando otras bandejas para llevar y nuevamente pedí permiso y pasé raspando el culo de tía Sole, en esta oportunidad con mayor descaro aún, ahora no fueron esos largos cinco segundos, fue un poco más, pero una vez más tía Sole no se movió ni dijo algo.

Dejé las bandejas en los lugares apropiados y con el corazón aún agitado y mi verga endurecida volví a la cocina, pero ahora apenas entré en ella, Coni me llamó para que la ayudara, sin duda algo había notado, pero yo estaba totalmente salido y sin meditar nada, pasé por detrás de ella, acto seguido y casi sin pensar, hice lo mismo que le hice a su madre, le apoyé mi erecta verga en su precioso culo, ella dio un respingo, lo sé porque lo sentí, en eso miré al otro lado del mesón y vi a tía Sole que con cara de reproche me observaba, pero nuevamente me hice el desentendido...

Reconociendo que había tentado mucho a mi suerte, el resto de la velada me comporté como un caballero y el buen amigo que soy de Feli, incluso ante la presencia de Tony del cual me sorprendió su llegada. La verdad es que lo pasamos muy bien, todo fue alegría, por un buen rato olvidé los dos mágicos culos que había “raspado”.

A eso de la media noche, la fiesta se acabó, por lo que solo nos quedamos tía Sole y yo ordenando todo, cosa que en esta oportunidad no incluía al festejado. Coni con Tony había ido a dejar a Belén a su casa para que luego él la regresase, si es que no la follaba ¡Aghh que rabia!... también cabe señalar que don Feli se había ido a acostar porque estaba agotado.

Comenzamos llevando todo a la cocina, donde después de limpiar lo necesario poníamos con tía Sole la vajilla en la lavadora, después guardamos otras cosas, entre ellas objetos de poco uso que eran guardados en lugares altos, tal como era el caso de una cubetera, que se guardaba en un aparador alto tras el lavavajilla.

Todo iba bien, pero tía Sole estaba delante de la lavavajilla, por un momento traté de ser cuerdo, pero no lo logré… al estirarme tras ella, para dejar la cubetera, rocé una vez más su culo, a duras penas dejé el bendito artefacto en lo alto… tía Sole se apegó al lavavajilla con otros utensilios que se guardaban un poco más abajo, pero no fue suficiente, el roce se acentuó hasta convertirse en una tremenda apoyada, ella no dijo nada y yo en un acto totalmente fuera de toda racionalidad, acentué mi apoyada en forma descarada, sintiendo como mi endurecida verga entraba en contacto con su culo, en específico con su cachete izquierdo casi llegando a su raja…. En ese minuto de locura, exprofeso acomodé mi verga en medio de su culo y la apreté aún más… debo confesar que ese instante lo disfruté muchísimo.

  • Tía Sole: Oye, cuidado que me estas apretando
  • Yo: Perdón tía Sole, respondí por automático

Pese a disculparme no me moví ni un centímetro, dejé la cubetera, pero seguí ahí, entonces tía Sole me dijo:

  • ¿¡Me escuchaste!?
  • Yo: Eh.. sí.
  • Tía Sole: Pero me sigues apretando el culo con tu cosa… esas son jugarretas para Coni, yo soy su madre y podría ser la tuya.
  • Yo: Gracias a Dios no lo es.

Le dije con total descaro y sinceridad, al tiempo que bajaba mis manos a sus caderas, ya no había dudas de que tía Sole estaba sintiendo mi bulto, el cual estaba totalmente erecto y presionando para ajustarse a la raja de su culo.

  • Tía Sole: ¿No vas a salir de mi culo?
  • Yo: Perdón tía Sole, pero no puedo
  • Tía Sole: Oye te estas pasando de la raya, ¿Qué pasa si Coni regresa?
  • Yo: Bueno en ese caso saldría, dije totalmente salido
  • Tía Sole: ¿Por qué no ahora?, eres un descarado…
  • Yo: Su culo es maravilloso, ahora sé de donde salió el de Coni…
  • Tía Sole: ¡Sal de ahí te lo ordeno!
  • Yo: No puedo, tía lo siento

“Ya quemadas todas las naves”, no había pie atrás, por lo que me acomodé aún más tras su raja y la embestí un poco más fuerte y le digo: “perdón tía Sole”. Ella giró su cabeza como para decir algo, pero no dijo nada… ahora solo me miraba… ¿sin enfado?, no lo tenía muy claro, su mirada más bien era de extrañeza y tal vez algo de incomodidad. Pero tía Sole no hacía nada por salir de su encierro contra el mostrador… Subí mis manos por su cintura hasta llegar a los melones que se gasta por tetas y los amasé por sobre la ropa mientras simulaba culearla

  • Tía Sole: Te pasaste de la raya, debes salir antes de que llegue Coni
  • Yo: Apenas llegue salgo tía

Descaradamente la follaba vestida y le masajeaba las tetas, ella se dejaba hacer y pronto comenzó a gemir quedamente, por supuesto que yo estaba igual de caliente que ella, lo digo porque sin dudas tía Sole estaba gozando al máximo ese momento. En eso, noté que ella estaba tan entusiasmada como yo, pues estaba cargando su culo contra mi verga, seguimos varios minutos así, hasta que sentimos la puerta de entrada abrirse, los dos nos detuvimos y separamos casi como resortes liberados y seguimos guardando cosas, como si nada hubiese pasado.

  • Coni: ¡Volví!, ¿Cómo están, necesitan ayuda?
  • Tía Sole: Muy bien, para nada, estamos terminando.
  • Yo: Sí, estamos terminando.
  • Coni: Mamá ve a acostarte yo termino aquí con Claudito.
  • Tía Sole: ¿Segura?
  • Coni: Segurísima, ve a acostarte.

No era mucho lo que faltaba, por lo que lo terminamos en unos instantes y encendimos el lavavajilla, tan pronto realizado esto, abracé a Coni y tomándola de su portento de culo la subí al mesón donde nos fundimos en un apasionado beso… que les puedo decir, yo verdaderamente estaba caliente.

  • Coni: Terminé con Tony.
  • Yo. ¡En serio, que bueno!
  • Coni: ¿Te alegras?
  • Yo: Sí, porque te quiero solo para mí.
  • Coni: Pero no podemos…
  • Yo: Yo creo que sí, pero si no estás convencida, te convenceré.

Mientras la besaba, le saqué sus tetas y comencé a amasarlas y darles unos cuantas lamidas y chupadas, ella ya se entregaba sin chistar y demostraba que era completamente mía, sacando mi verga de su encierro para comenzar a pajearla. Estábamos en eso cuando entró tía Sole a la cocina, los dos quedamos paralizados… ¿qué podíamos decir?

  • Tía Sole: Salgo de inmediato, tu padre quiere un vaso de Leche pues tiene acides.
  • Coni: Sí mamá, buenas noches
  • Tía Sole: Buenas noches chicos, no se demoren en su despedida
  • Yo: Buenas noches tía Sole

Apenas salió tía Sole de la cocina Coni me dio un golpe en el hombre y me regañó diciéndome:

  • ¡Ves lo que me haces hacer!
  • Yo: Sí y sé que te gusta… es muy morboso.
  • ConI: Eres un pardillo degenerado y salido, deja de comerme las tetas mientas te llamo la atención
  • Yo: No puedo, jajaja

Seguí haciendo lo que quería y ella pajeándome hasta que con tanta calentura yo estaba por correrme y se lo dije a Coni, la cual muy diligente se bajó de mesón y se metió mi verga a la boca, donde recibió toda mi leche que después de tantos calentones salió con fuerza. Afortunadamente nadie volvió a la cocina, por lo que mi cuasi novia se lo tragó toda muy sonriente y después de limpiar lo que quedaba en mi verga, la guardó y tomándome de la mano me llevó a la salida de su casa, me besó y echo afuera.

Me extrañó que de su madre no dijera nada de nada, como si ella no se hubiese enterado de que yo le di más de un “raspón” al culo de su madre y por otro lado, tía Sole no nos dijo nada cuando nos sorprendió casi follando en la cocina, era extraño, pero no me seguí cuestionando y regresé a casa a dormir.

Al día siguiente que era un domingo muy soleado, pasé a la casa de enfrente para ver si Feli se animaba a salir a un partido de futbol de la liga cercana, pero lo encontré aun pasando la fiesta del día anterior y del resto de la familia nada se sabía, por lo que subrepticiamente pasé a mirar si Coni estaba. La encontré durmiendo plácida, por lo que me acerqué con cuidado y la llamé por su nombre, cosa que la sorprendió

  • Coni: ¿Qué haces aquí?
  • YO: Te vine a ver
  • Coni: ¿Y el resto?
  • Yo: Tu hermano durmiendo y tus padres no están.
  • Coni: Y me viniste a visitar, dijo melosa
  • Yo: Sí dejamos algo pendiente ayer, jejeje.
  • Coni: ¿Cómo lo dejaste con mamá?
  • Yo: ¿Qué?
  • Coni: No te hagas el desentendido… Le diste unas tremendas apoyadas en el culo
  • Yo: Fueron accidentales, la cocina es chica.
  • Coni: No fueron accidentes ni errores de identidad como las otras veces… yo te vi
  • Yo: ¿Qué otras veces?... solo fue una.
  • Coni: Vamos que con mamá hablé de eso y ya pasé el mal rato… ¿qué pretendes?
  • Yo: Es que tía Sole se parece a ti, perdón tu te pareces a ella y la tentación es muy grande…
  • Coni: Entonces si hay otras culonas también las puntearas en forma descarada
  • Yo: No, no es eso, es que ustedes dos tienen el culo perfecto y yo estaba muy caliente y algo molesto por la presencia de Tony.
  • Coni: Terminé con él…
  • Yo: En ese momento no lo sabía… y fue un momento de calentura…
  • Coni: Okey, espero que no tengas muchos momentos de calentura con mamá.
  • Yo: Nooo, trataré con todas mis fuerzas…
  • Coni: Bueno yo estoy… caliente… ¿me follarías?, dijo nuevamente muy melosa

La follé a lo perrito en su cama, ella fue de lo más cooperadora, pues mientras me bajaba el chandal y los pantaloncillos deportivos, ella se bajó su pijama y se puso en cuatro… para “castigarla”, no se la metí de inmediato, me puse por detrás a comerle el coño en esa posición, era algo incómodo pero después de un rato, Coni se corrió como burra, acto seguido con ella a mi merced, producto de su corrida, se la metí hasta el tope, ella gimió pese a estar con su cabecita metida en la almohada. Le di duro sin miramientos mientras ella lanzaba gemidos delirantes, solo aplacados por su almohada, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero en un momento nos corrimos los dos, por lo que le llené el coño de mi leche.

Terminado el “polvo rápido”, me incorporé guardando mi verga para marcharme sin que Feli me descubriera en el cuarto de Coni y antes de que sus padres regresaran, pero antes de marchar, le hice una pregunta que tenía en mi mente desde que supe que había terminado con Tony:

  • Yo: ¿Por qué terminaste con Tony?
  • Coni: Por ti, es una locura, pero no podía estar con él y solo pensar en ti.
  • Yo: ¿Entonces somos novios?
  • Coni: No, ya te dije que solo lo seremos cuando tu termines tu carrera, solo entonces veremos.
  • Yo: ¡Pero falta mucho!
  • Coni: Lo sé, y créeme que lo lamento, en todo caso podemos seguir como amantes.
  • Yo: Pero solo si no sales con otros, dije en “modo celoso”
  • Coni: Sabes que no es posible…
  • Yo: Entonces no te molestará que folle a otras incluida a tía Sole.
  • Coni: No, fue su lacónica respuesta
  • Yo: Pero Coni…
  • Coni: Solo te faltan cinco años… si realmente me quieres estudiarás y te graduaras

Pese que Coni había terminado con Tony, me fui algo desilusionado, éramos amantes, pero yo la quería solo para mí, lo único “bueno”, es que dentro de lo conversado, es que a cualquier mujer en el mundo la podía follar.

Pasado el mediodía, almorzamos todos en casa de tía Sole (incluidos mis padres), hablamos de todo y nada, obviamente papá y don Feli hablaron temas de contingencia política, el marido de Javi nos interrogó a Feli y a mí de los exámenes de fin de año, Coni y Javi hablaban de otras trivialidades de las que no presté atención y mamá con tía Sole de tantas cosas, que por el interrogatorio del bobo del marido de Javi no pude captar bien. Así me era difícil entablar una conversación coherente en ese momento, en especial con Coni o Feli, menos con tía Sole.

Lo único realmente bueno… bueno no lo único, pero casi… era el escote de tía Sole, si bien no estaba sentada frente a mí, estaba lo suficientemente cerca para tener una perfecta vista de su canalillo y de cómo se movían sus tetas, cada vez que se levantaba para ir o venir de la cocina, pues sus tetas son tan grandes que, pese al sujetador, estas no pueden quedarse totalmente quietas, jajaja, tanto que papá también las miraba. Tía Sole cada vez que se sentaba inconscientemente acomodaba sus tetas, aun cuando sus movimientos eran disimulados. ¡Uff, que par de tetas!", pensaba. Mi mayor esfuerzo en ese momento era no mirarla con “deseo”, o que Coni o mi padre que también la miraba, notaran a donde apuntaban mis ojos, del resto no creía que realmente se diesen cuenta del objeto de mis miradas

Una vez terminado el almuerzo todo el mundo fue a la sala para tomar un café y ver una película en data show y telón, lo que habíamos preparado para tal efecto, era casi como ir al cine a ver una peli. Todos siempre acostumbrábamos a hacerlo después de este tipo de reuniones, claro que algunos al sentarse en el sofá, después de tan opípara comida, realmente se sentaban a dormir la siesta. Cada comensal tomó su taza de café y se acomodó lo mejor que pudo, incluso Coni se arrellanó en un sillón a uno de los lados del sofá.

Mientras eso acontecía tía Sole empezó a poner los platos en el lava vajillas y el único que continuó en esa tarea para ayudarla fui yo…  y casi sin pensarlo quedamos los dos en la cocina. En un comienzo todo era normal, pero al agacharse tía Sole para poner los platos en la parte baja del lavavajilla, miré el portento de culo que se gasta y de pronto pensé ¡esta es mi oportunidad!, me aproximé a su culo y tomándola de las caderas la apoyé con total descaro, ella dio un respingo y se incorporó diciéndome en voz baja pero dura:

  • ¿Qué haces?... todo el mundo está en la sala
  • Yo: Lo sé, solo le agradezco lo linda que es…
  • Tía Sole: No debes hacer eso… no, Claudio, no, no debemos hacerlo… Coni…

La escena del sábado por la noche se repitió; ella se afirmó al mesón del lavamanos y yo apoyándome en su culo, su falda primaveral hacía que pudiese sentir claramente la raja del culo en mi verga, solo cubierta por mi chándal y un bóxer. Obnubilado por el morbo de la sensación de tener lo prohibido, ya no solo empecé a apoyar mi verga en su culo, si no que la embestía como si la follara. Tía Sole solo decía no en forma casi imperceptible, pero se dejaba presionar sus nalgas con mi pelvis, al ver su poca resistencia, le tomé las tetas que había estado mirando durante el almuerzo y comencé a masajearlas por sobre la ropa... de no ser que en la sala estaban todos nuestros familiares, la hubiese follado ahí mismo, pero me contuve, y a los pocos minutos la solté y tratando de calmarme, tomé un vaso de agua, mientras ella me decía:

  • Eres un desvergonzado, vicioso, me querías follar a pasos de tu chica que más encima es mi hija, como puedes ser tan pervertido, no debes hacerme esto
  • Yo: Lo soy, pero a usted le gustó y se lo haré el lunes cuando llegue, por lo que cuando venga la quiero sin sujetador.
  • Tía Sole: Pero ¡qué dices!!
  • Yo: Lo que escuchó, así que ya sabe, vendré el lunes a eso de las cinco, dije y me fui a ver la película

Me senté al lado de Feli bastante lejos de Coni, a los minutos llegó tía Sole la que se sentó al lado de su marido que dormía al igual que papá, me miraba de vez en cuando en forma inquisitiva, pero nada más, luego por la tarde todos jugamos a las cartas, comimos una pizza y nos fuimos a casa y los anfitriones a lo suyo

El lunes inicié la semana como siempre, llegué a la facultad a eso de las 08:00 horas para las primeras clases, luego devoré mi lunch a eso de las 13:00 horas y llegaron las clases de la tarde, las cuales terminaron un poco pasado las cuatro. Pensando solo en tía Sole salí raudo a casa, a la que llegué un poco antes de la hora señalada, me cambié de ropa y me puse un chándal sin mis acostumbrados bóxer, me iba a jugar por entero.

Debo confesar que crucé la calle nervioso, pues no sabía si mi “jugarreta” resultaría, entré como de costumbre y saludé al “espacio”, una voz conocida me contestó desde la salita de la Tv, por lo que fui en esa dirección, al entrar vi como tía Sole estaba sentada en el sofá principal y tenía la Tv en un programa que no supe identificar…. Volvía a saludarla:

  • Hola tía Sole
  • Tía Sole: Hola Claudio, me contestó algo seco.
  • Yo: Como ve, me vine a la hora señalada
  • Tiía Sole: Me di cuenta… sabes que esto no está bien
  • Yo: Sí tía Sole, lo sé, pero estamos aquí, respondí sentándome a su lado

Me acerqué a ella como para darle los típicos besos de saludo, pero solo el primero cayo en su mejilla, pues el segundo fue a sus labios, mientras una de mis manos alcanzaba su generoso pecho… lo primero que noté es que no tenía sujetador, por lo que mi lengua rápidamente incursionó en su boca, la que primero estaba cerrada a fuego, pero cedió rápidamente, no sé si fue por las arremetidas de mi lengua o porque comencé a amasar y apretar sus endurecidos pezones, sea cual sea el caso, ella había acatado mi orden.

  • Yo: Muy bien
  • Tía Sole: ¿Muy bien qué?
  • Yo. Que esté sin sujetador
  • Tía Sole: ¿¡No es lo que querías!?
  • Yo: Sí…

Metí mi mano bajo su blusa, para amasar directamente en su piel, esas tetas que me volvían loco… eran suaves e inmensas, pude palpar un poco las rugosidades de sus pezones, los que eran grandes y algo abultados… levanté la blusa y después de admirarlas, me engullí una ¡como si fuese posible abarcarla!, que delicia de tetas. Me llamó la atención que los pezones se parecían en algo a los de Coni, por lo que mi curiosidad pudo más que mis deseos de libar tal manjar y le dije

  • Yo: Se parecen un poco a los de Coni
  • Tiía Sole: Mis tetas eran como las de Coni cuando me casé, después del embarazo de ella crecieron, y comprenderás que con tres hijos ya quedaron así, ¿te molesta?
  • Yo: No al contrario, me fascinan, espero que las de Coni crezcan igual…
  • Tía Sole: Eres un cerdo pervertido… quieres a la madre después de tener a la hija.
  • Yo: Es cierto, no lo puedo negar, contesté y le pasé mi lengua al pezón más próximo

Seguí libando las tetas como si quisiera alimentarme de ellas, sentí como la respiración de tía Sole se aceleraba, por lo que luego subiendo lentamente mi mano por una de sus piernas llegué hasta tocarle la rajita del coño, momento en que ella la afirmó con una mano, pero su resistencia era muy débil, tanto que comencé a acariciar ese coñito con dos de mis dedos, mientras no dejaba de comerle las tetas a tía Sole

Como me estaba jugando el todo por el todo, tomé esa mano que me “impedía avanzar” y la puse directamente sobre mi verga, la cual saltaba endurecida por bajo de mi chándal, ella entendió el mensaje y comenzó a amasarla mientras yo hacía lo mismo con su monte de Venus, ¡mi jugarreta estaba resultando!

No sé cuánto tiempo transcurrió, pero ambos estábamos desatados, por lo que para continuar mi avance la tomé de la mano y la hice levantarse, ella al principio no entendió mis propósitos, pero al llevarla a la cocina, creo que por fin los comprendió, pues miró hacia el lavaplatos y se afirmó en él, luego separó un poco las piernas y levantó su trasero. Me puse detrás de ella y deslicé mis manos por sus muslos hasta llegar al borde del vestido, ella cerró los ojos y levantó la cabeza, luego continué subiendo mis manos por la suave piel de su culo, sin dudas tía Sole estaba tan caliente como yo. Tomé la falda y la levanté para descubrir que vestía una tanga que se le metía por la raja del culo, la verdad es que el espectáculo era increíble, su culo conservaba la tersura del de Coni y era aún más grande que el de su hija… le tomé la tanguita y se la bajé hasta las rodillas, tía Sole no dijo nada.

Bajé mi pantalón que cubría mi verga y empecé a presionar con mi glande su culo, ella gimió casi en silencio, tomé sus cachetes del culo y los separé un poco, su orto era perfecto y lo que veía de su coñito era más que tentador, luego le pasé la afiebrada cabeza de mi verga por entrada de su orto, pasando por su perineo y el comienzo de la rajita del coño, ahora tía Sole suspiraba y gemía casi como un ronroneo, el que increíblemente era casi calcado al de Coni.

Con mi amiguito a buen recaudo en los cachetes de tía Sole, desabotoné su blusa y de a poco empecé a subir mis manos desde su cintura en dirección a sus tetas, lo hacía lento y suave, la quería hacer sentir cada poro de su piel, pasé por su barriguita que solo tenía una ligera tripita, toda una hazaña a su edad y después de tres hijos. Como les mencioné, su piel era como la seda, pese a que con mis caricias se le erizaron unos tenues bellitos al paso de mis manos… hasta que por fin llegué a tomar sus melones, de ahí en adelante la comencé a puntear con fogosidad

La sensación al sentir en mis manos las hermosas tetas, suaves y calientes de tía Sole casi fue un clímax para mí y creo que para ella también. Las aprisioné con pasión, sus duros pezones quedaron atrapados entre mis dedos, la verdad es que sus tetas me volvían loco. Mientras mi verga producto de los “feroces embates” que le daba a mi tía Sole se alojó entre sus piernas y la rajita de su coño, yo masajeaba las benditas tetas que habían sido objeto de más de una de mis fantasías.

Como dijo “un romano antiguo”, la suerte estaba echada, por lo que doblé mis rodillas hasta encajar mi glande en su coño, ella quiso decir algo, pero yo se la clavé hasta la empuñadura, ya no había vuelta atrás. Tía Sole al sentirse empalada, libero un gemido profundo casi como un estertor, iniciando por automático un vaivén tremendo, acentuando mis estocadas.

Creo que los dos perdimos la noción del tiempo, pues fue una de las folladas más largas que he tenido con alguien, incluyendo a mi fogosa Coni, la follé con delirante morbo, ella se afirmaba del mesón para no caer ante mis estocadas, sus tetas bailaban en mis manos, su culo se estremecía ante cada embate, hasta que en otro grito “estertóreo” ella comenzó a correrse y yo tras ella, creo que por segunda vez en mi vida quedaba seco corriéndome,

Con nuestros pechos aún agitados, ambos miramos el reloj de la cocina que indicaba que eran pasada la seis de la tarde. Tía Sole enderezo su postura, bajo su falda, cerró su blusa y se dio vuelta para decirme: ¡pon a hervir agua!, que tenemos que hacer la cena, luego con una sonrisa dijo:

  • Voy a ponerme un sujetador, o si no notarán que estoy sin él, jajaja
  • Yo: Sí tía

Antes de ir a su cuarto, me miró a los ojos y con una tierna sonrisa, me tomó de la cara y me dio un piquito para agregar:

  • Pon el extractor para que el olor a sexo se vaya.
  • Yo: Sí tía

Continuará