La Familia

Una joven es violada por su suegro y da a una hermosa hija... pero eso no es todo.

LA FAMILIA.

Maria Antonieta preparaba la cena de mala gana. Por la mañana había sostenido una fuerte discusión con su esposo Andrés, quien le comunico que su padre vendrá de visita por el fin de semana. La joven lleva 4 años casada con Andrés y aún no tenían hijos, pese a su juventud, contaba con 26 años, era frecuentemente presionada por la familia de su esposo a causa de su negativa de embarazarse por privilegiar su carrera de decoradora de interiores. Su suegro Armando era un acaudalado empresario y su fortuna se contaba entre las mayores del país, él consideraba que su joven nuera estaba perdiendo el tiempo trabajando y su función era tener hijos para asegurar el linaje de la familia, toda vez que Andrés era hijo único y por influencia de Maria Antonieta no trabaja en la empresas de la familia ya que había montado su propio negocio de representación automotriz, el cual atravesaba por dificultades, esto molestaba a su padre.

Maria Antonieta no se llevaba bien con su suegro, quien tenia fama de acosar a mujeres jóvenes. Había escuchado muchas historias al respecto y ella misma había sufrido en carne propia el acoso de su suegro. Al preparar la cena recordaba la vez en que estando de novia con Andrés, asistió a una recepción que la familia de su novio ofreció a unos socios extranjeros, durante la cena y mientras conversaba animadamente con uno de los invitados, sintió como una mano recoge su vestido y recorre la cara interna de sus muslos desnudos en dirección a su tanga, ella sorprendida se da cuenta que es Armando, su suegro, quien la acaricia mientras conversa con uno de sus socios en forma despreocupada. Maria Antonieta trata de cerrar sus piernas pero la mano se lo impide, al tiempo que logra correr la tanga y comienza a introducir sus dedos en la abertura de su nuera, la joven se siente incomoda mientras los dedos del que va a ser su suegro se introducen una y otra vez en su vagina y ella no puede hacer nada para evitarlo ya que el escándalo seria de proporciones, al cabo de unos minutos de "trabajo", Armando retira su mano y Maria Antonieta turbada pide permiso para retirarse de la mesa y se dirige al baño sorprendida por lo que le acaba de ocurrir y decide no contarle nada a Andrés.

Mientras espera la llegada de Andrés y su padre, no deja de recordar la ocasión en que se encontraba tomando sol junto a la piscina en la casa de verano de la familia de su esposo, ella sostenia una entretenida intercambio de bromas con su suegro, cuando Armando la insta a que se desprenda del top de su bikini al tiempo que deposita sobre la mesa un cheque por una considerable cantidad de dinero, Maria Antonieta cree en principio que se trata de una broma pero Armando sonriente le dice que el dinero le ayudará para cancelar deudas que tienen ya que el negocio de automóviles no marchaba bien. Ella se incorpora, no puede creer que fuera verdad lo que él le propone, sin embargo, sabe que el dinero les hace mucha falta y muy a su pesar se queda, mientras Armando aprovecha la oportunidad, se acerca a ella y suelta los breteles del top, dejando sus pechos al descubierto, Armando contempla aquellos senos juveniles, firmes y lozanos, coronados por pezones rozados que se elevan desafiantes y de aspecto turgente, y con una expresión de triunfo en su cara, extiende sus grandes manos y cubre los pechos de Maria Antonieta, los aprieta a la vez que alaba su belleza y lozanía, la joven deja a su suegro magrear sus pechos a voluntad y jugar con sus pezones, hasta que la llegada de Andrés interrumpe la acción, ella rápidamente recoge del suelo el top y cubre su torso desnudo con una toalla, instante en que aprovecha para ingresar a la casa mientras su esposo conversa con su padre.

Maria Antonieta se encuentra realizando los últimos arreglos a la mesa cuando llega Andrés con su padre, quien saluda efusivamente a la dueña de casa y le hace entrega de un ramo de flores. Armando alaba la belleza de la joven y bromea lamentándose no tener nietos aún mientras la mira con picardía, Maria Antonieta devuelve los cumplidos y comenta que los nietos llegaran a su tiempo.

La cena transcurre de forma animada y Armando interroga a su hijo por la marcha de sus negocios, los cuales atraviesan por un periodo difícil pero Andrés confía en poder superar los problemas, Armando le recrimina que tiene un puesto para él en sus empresas cuando lo desee y le pide a Maria Antonieta que lo convenza de dejar aquella tontería y vuelva a trabajar con la familia. La joven le responde que esta orgullosa de su marido y lo apoya en su decisión. Armando deja de insistir y se levanta de la mesa argumentando que el viaje lo dejo cansado, y se retira a su habitación a dormir.

Maria Antonieta ha estado inquieta durante toda la cena, ha sentido el deseo de su suegro como si la desnudara con la mirada, en más de una oportunidad ha percibido la mirada de él en su generoso escote. Esa noche ella necesita hacer el amor con Andrés, pero tal como ha sucedido últimamente, él se niega protestando el cansancio producto de las tensiones a que ha estado sometido en las semanas precedentes.

A la mañana siguiente Andrés se levanta temprano y le avisa a su esposa que debe ir a la oficina por trabajo pendiente, ella insiste en que no la deje a solas con su padre, a lo cual Andrés responde molesto que tiene que trabajar y que volverá al mediodía para ir a almorzar. Después de dormir un hora la joven se levanta y decide tomar una ducha, cubre su esbelto cuerpo con una toalla y al salir del baño encuentra a Armando, su suegro, de pie, desnudo en el medio de la habitación, él se abalanza sobre Maria Antonieta y le da una fuerte bofetada en su rostro al tiempo que le quita la toalla y dejándola desnuda la arroja sobre la cama, se precipita sobre ella y forcejea hasta inmovilizarla mientras le ordena que se abra de piernas para poseerla, quiere preñarla ya que si su hijo no es capaz de darle un nieto entonces tendrá un hermano.

Maria Antonieta, trata de evitar la penetración ya que se encuentra en su periodo fértil y no esta tomando anticonceptivos, pero el peso del cuerpo de Armado se lo impide, él coloca su polla que ya esta erecta a la entrada de la vagina de su nuera y de un golpe la clava hasta que sus huevos hacen contacto con sus nalgas, ella lanza un grito de dolor debido a que no esta lubricada, grito que se repite después que Armando se retira y la vuelve a penetrar nuevamente, cada vez con más fuerza, una y otra vez. Después de unos instantes se retira y cambia de posición ordenándole a la joven que lo monte a horcajadas mientras él le magrea los pechos y aprieta con fuerza sus pezones. Armando tiene una vitalidad increíble aún no se ha corrido y su polla continua dura, ella resignada, lo monta mientras ruedan lagrimas en sus ojos Armado le ordena en forma ruda y soez que cabalgue sobre su verga, a lo cual ella obedece a la par que el golpea fuertemente sus nalgas con la mano, los gritos de Maria Antonieta aumentan, pero nadie puede oírlos, el hombre toma a su nuera por las caderas y la coloca a cuatro patas mientras la penetra como si fuera una perra, los movimientos son acelerados y él estruja los pechos de la joven, mientras la posee en forma frenética, le golpea las nalgas y le ordena que levante su culo para y abra aún más sus piernas para facilitar la penetración, Armando quiere dejarla preñada. Maria Antonieta llora en forma silenciosa mientras su suegro la viola una y otra vez, siente los dedos de él acariciando su clítoris mientras su miembro se hunde en busca de su matriz para depositar su simiente. El hombre anuncia con un grito la eyaculación de un abundante chorro de semen en el interior de su nuera y se retira aún con la gruesa verga semierecta.

Está sonriente y en su cara se refleja la sensación de triunfo que lo embarga, desde hacia tiempo que quería someter a su nuera, poseerla, gozar de su esbelto cuerpo para castigar su arrogancia. Se deja a caer al costado de la joven quien vierte sus lagrimas en silencio, tras unos minutos se incorpora y mientras le acaricia los pechos la obliga a que le limpie la polla con su lengua. Maria Antonieta no puede creer lo que su suegro le ordena, pero tras un fuerte apretón de uno de sus pezones, se da cuenta que no tiene la voluntad para oponerse, la violación ha sido brutal y las amenazas de penetrarla por el culo la obligan a mamar aquella polla. Con resignación toma entre sus manos el miembro y desliza la piel hasta dejar al descubierto el glande, acerca su lengua y comienza a lamerlo hasta que éste recupera su erección, poco a poco y con dificultad introduce el miembro en su boca y comienza a follarlo, la polla ha recobrado su dureza y comienza a secretar liquido seminal que cae por las comisuras de los labios de la joven, quien continua con su labor a pesar las arcadas que le produce. Armado emite gemidos de placer, le agrada la faena que cumple su nuera y la estimula a que siga, pellizcando sus pezones hasta que finalmente se corre en su cara, gruesos chorros de semen se estrellan sobre las mejillas, y bañan el cuello y los senos de la joven. Armando se retira de la habitación, triunfante y deja a la joven quien en posición fetal da rienda suelta a su llanto.

Armando llama a su hijo y le comunica que debe volver a la capital pues ha ocurrido un accidente en una de las fabricas y le pide que lo disculpe con Maria Antonieta, pues para él fue un gran placer disfrutar de su compañía.

Maria Antonieta trata de olvidar lo sucedido ya que el gran amor que siente por su marido le motiva a ocultar la violación a manos de su suegro, sabe que esto lo destruiría, y por eso prefiere callar. Retoma su vida normal dedicada a su esposo y su trabajo, sin embargo, presiente que una nueva vida se gestando en su interior.

A los dos meses de ocurrida su violación sus temores se confirman, esta embarazada y esto es motivo de alegría para Andrés ya que por fín tendrán un hijo y sus padres el nieto que con tanto ahínco esperan. Sin embargo, no todo es felicidad para el joven matrimonio ya que el negocio de automóviles se va a la ruina y Andrés se ve en la obligación de tener que trabajar con su padre pese a la oposición de Maria Antonieta, pero la insistencia de la familia es más fuerte y se ve obligada a aceptar la invitación de vivir con sus suegros quienes desean, especialmente Armando, cuidar a la futura mama.

Es así como los jóvenes esposos se instalan en un ala de la mansión familiar. Por disposición de su padre, Andrés ocupa un alto puesto en la dirección de las empresas, situación que lo obliga a ausentarse frecuentemente por viajes dentro y fuera del país. A causa de esto, Maria Antonieta pasa gran parte de la semana sola, situación que aprovecha Armado para continuar violando a la joven cuando se quedan solos ya que la madre de Andrés se dedica a labores sociales .

A medida que avanza el embarazo, Armando va disfrutando de la joven, no solo la penetra por la vagina, sino que también lo ha hecho por la boca, ha magreado sus pechos, los cuales han aumentado de tamaño hasta el punto de no poder usar sujetador, situación que celebra Armando ya que este le permite tenerlos a su disposición cuando él lo desee. No ha tocado el culo virgen de la joven ya que espera hacerlo después que de a luz el hijo que espera.

Maria Antonieta, no puede oponerse a los requerimientos de su suegro y se ve sometida a satisfacer sus caprichos. En una oportunidad, de vuelta de un control médico de rutina y con siete meses de embarazo, y después de dejar a su suegra en un evento de caridad, Armando la conduce hasta un complejo de oficinas en construcción y la introduce en la habitación del capataz de la obra, donde la sienta en una silla y llama a un grupo de trabajadores de su confianza a los cuales les ordena que saquen sus pollas por que su nuera tiene "antojo de chupar verga" y así obliga a Maria Antonieta a mamar las pollas de esos hombres y tragar su leche, las cuales son de diferentes tamaños y grosores, pronto acaba con una y es reemplazada por otra hasta que su cara, su cuello y su vestido queda manchado de restos de semen. Armando en el intertanto goza de la humillación de su nuera.

Estos eventos se repiten después de cada visita al medico, dado que casualmente ni Andrés ni su madre pueden acompañarla, solo Armando esta disponible. En otra ocasión ha debido masturbar a los mismos hombres con sus abultados pechos, fueron varias "cubanas" que debió realizar Maria Antonieta, obviamente empezando por su suegro, hasta que sus pechos quedaron enrojecidos por el trabajo realizado.

Una tarde Maria Antonieta siente que el momento ha llegado y es trasladada hasta la clínica donde da a luz a una hermosa niña a quien llaman Milagros, Andrés esta radiante de felicidad, por fin tiene una hija. Tanto la niña como la madre están bien de salud y tras algunos días son dadas de alta y llevadas hasta la mansión familiar donde la esperan los padres de Maria Antonieta, sus hermanas, los padres de Andrés y toda la familia.

Después de unos días y cuando los padres de la joven han vuelto a su ciudad de residencia, Maria Antonieta le plantea a su marido su deseo de vivir los tres solos, Andrés protesta ya que se encuentra con mucho trabajo y debe viajar constantemente por lo que ella y su hija pasarían mucho tiempo sola, además que no puede abandonar a sus padres, quienes están muy felices con la llegada de Milagros y resentirían su partida, Maria Antonieta insiste pero Andrés es inflexible en este punto.

Los felices abuelos visitan a su nieta y a la joven madre todos los días, contratan una enfermera para que ayude a los cuidados de Milagros de forma que María Antonieta pueda restablecerse rápidamente, Andrés trata de compartir con su familia cada minuto de tiempo que dispone, pero éste es escaso y debe dejar a su joven familia al cuidado de sus padres, Armando lo tranquiliza diciéndole que él se preocupara personalmente de que nada les hará falta.

Mientras Maria Antonieta se encontraba conversando con sus suegros, la enfermera lleva a Milagros para que la joven le de mamar, la madre de Andrés se levanta para dejar a la joven tranquila e insta a su esposo para que la acompañe, sin embargo, Armando desea quedarse y le pregunta a la joven si le molesta, Maria Antonieta algo turbada por la petición de su suegro no se atreve a negarse y asiente con la cabeza. La enfermera le pasa a la niña y luego se retira mientras la joven desabotona su blusa lentamente y se descubre un pecho, acerca a Milagros quien instintivamente comienza a succionar el pezón. Armando observa con satisfacción como la joven amamanta a "su hija".

Han transcurrido tres meses desde el nacimiento de Milagros y Maria Antonieta comienza lentamente a recuperar su figura. Armando ha hecho instalar un gimnasio en dependencias de la mansión para que la joven lo utilice y no tenga que dejar a la niña mucho tiempo sola.

Los ejercicios y una dieta alimenticia permiten modelar aún más la figura de Maria Antonieta, pronto su vientre no muestra indicios de haber estado embarazada y recupera su textura anterior, sus pechos de mayor tamaño realzan la sensualidad de la joven, ha recuperado la vivacidad y la alegría que había perdido ya que Andrés le comenta sus planes de irse a vivir a un departamento ubicado en lujoso condominio al otro extremo de la ciudad.

Un sábado por la mañana, Armando se dirige a las habitaciones del joven matrimonio y con sorpresa descubre a la pareja haciendo el amor, puede oír los gemidos de placer de su nuera mientras monta a horcajadas la polla de su hijo y el ritmo acompasado que Maria Antonieta imprime a su cuerpo a medida que la verga de su marido se introduce en su vagina, sus voluptuosos pechos se mueven al unísono, ella acerca su cuerpo y las manos de Andrés respondiendo al estimulo se dirigen a los pechos y los acarician hasta que sus pezones endurecidos secretan gotas de leche maternal que él bebe con avidez, Maria Antonieta responde a estas caricias con un gemido profundo que da cuenta el placer que siente, cierra sus ojos y ladea su cabeza de un extremo a otro, señal del orgasmo que ha de venir. Andrés toca cada centímetro de piel de su mujer, siente que la pasión de ella se mezcla con su propia pasión, apoya una mano a la entrada del culo de Maria Antonieta, quien separa aún más las nalgas para facilitarle las caricias, el joven hunde sus dedos en aquella raja buscando el anillo del ano y lentamente los introduce, en forma suave, siguiendo el ritmo que imprime Maria Antonieta al clavar la verga en su vagina, ella grita de placer, está poseída, gozando como nunca antes y estimula a su marido a que siga... el ritmo de las cometidas se acelera hasta que Andrés se corre en el interior de su mujer y ambos explotan en un orgasmo total.

La visión de los amantes desata la ira de Armando, se siente traicionado por su hijo que disfruta del cuerpo de la que considera su mujer y madre de su hija, y también por ella que se permite gozar y dejar que otro hombre la posea. Esto es más de lo que Armando puede soportar y decide castigar a la joven por lo que él considera un adulterio y concibe un plan para vengar la afrenta.

Al cabo de unos días Andrés le comenta a sus padres que ha comprado un departamento donde vivirán él, su esposa y su hija, noticia que ellos reciben con sorpresa ya que se sienten muy encariñados con Milagros y sin la niña las cosas no serán lo mismo, tratan de disuadirlo pero Andrés en esta ocasión es inflexible al respecto. Maria Antonieta se siente profundamente dichosa y feliz en su nueva casa, la cual arregla a su gusto, su hija crece, se desarrolla en forma normal y con ayuda de una niñera puede retomar su trabajo en una de las más exclusivas tiendas de la ciudad. Se siente liberada de Armando y la pesadilla que rodeo la concepción y el embarazo de Milagros ha quedado atrás, para ella Andrés es su padre y no hay nada más que agregar.

Las visitas a los padres de Andrés se han espaciado, ya que ellos se encuentran continuamente de viaje. Andrés ha dejado de viajar y dirige las empresas de la familia desde la sede corporativa. El joven matrimonio disfruta de una vida feliz y ya planean tener un segundo hijo.

Sin embargo, Armando no ha olvidado que tiene cuentas que cobrarle a su nuera, primero fue el adulterio, luego la decisión de mudarse de casa con esto lo aparto de su hija. Es así que planea su venganza. Para llevar a cabo su plan se pone en contacto con un grupo de delincuentes que en otras ocasiones han realizado algunos trabajos para él y tras cancelar una cuantiosa suma de dinero acuerdan el secuestro de la joven y conducirla hasta una fabrica abandonada de su propiedad.

Maria Antonieta abandona la tienda al mediodía y se dirige a su casa para almorzar en compañía de su hija, cuando su automóvil es interceptado por tres desconocidos a la salida del garage, quienes a punta de pistola la introducen en una van, le colocan una venda en los ojos y se dirigen con rumbo desconocido, dejan una nota pidiendo una suma de dinero por el rescate y que no informen a la policía si quieren verla nuevamente con vida. Andrés al recibir la noticia cae en la desesperación y su primer impulso es notificar a la autoridades del rapto, sin embargo, Armando lo convence de esperar el llamado de los secuestradores para realizar en intercambio de dinero y se ofrece el mismo para encabezar las negociaciones. Pronto la familia recibe las instrucciones sobre donde deben dejar el dinero solicitado por la joven y reiteran su amenaza de no dar cuenta a la policía.

Debido a la venda que tiene en su cara, Maria Antonieta no sabe a donde la conducen, trata de articular algunas palabras, pero sus secuestradores amenazan con matarla si habla. Al cabo de varios minutos de viaje, el vehículo se detiene y bajan a la joven conduciéndola hasta un cuarto donde la obligan a levantar sus manos, las cuales amarran a unas cadenas que penden del techo. Los hombres discuten entre sí sobre si podrán probar aquel manjar antes de ir por el dinero, esto la asusta aún más y tiembla de miedo al escuchar lo que harán con ella.

De pronto la conversación de los hombres cesa, al parecer se encuentra sola, trata de moverse pero las cadenas que la sujetan al techo se lo impiden, siente los músculos de sus brazos agarrotados por la posición en que se encuentra y ruega a Dios que pueda volver a ver a su hija.

Tras algunas horas de silencio, percibe la presencia de un grupo de hombres en la habitación, quienes la rodean y comentan en murmullos sobre la belleza de la joven y lo que harán con ese cuerpo. Maria Antonieta se estremece al oírlos y suplica que no le hagan daño, tiene una hija pequeña que la necesita y si es dinero lo que quieren, su familia pagará lo que pidan, pero que no le hagan daño por favor. Uno de los hombres que hace de líder la toma por los cabellos y tira la cabeza de la joven hacia atrás al tiempo que le ordena que se calle, no tiene escapatoria y deberá satisfacerlos a todos y a cada uno de ellos. Maria Antonieta se estremece al escuchar la voz e instintivamente siente un temblor en su cuerpo, uno de sus raptores baja el cierre de sus botas y se las quita, a la vez que unas manos se posan en su culo y lo acaricia por sobre la falda, al cabo de unos momentos le baja el cierre y ésta cae a sus pies, dejando al descubierto el liguero que sujeta las medias tipo red que lleva puestas, y el pequeño calzón de encaje transparente que apenas cubre el monte de venus y el bien depilado coño.

Los hombres lanzan gritos de jubilo al ver la ropa interior que luce, es fina y delicada; otro le desgarra la blusa con una navaja y se la arranca en forma violenta dejando al descubierto el sujetador que contiene sus voluminosos pechos, los cuales a causa de la posición en que se encuentra la joven aumentan su tamaño.

La visión del cuerpo de la mujer en ropa interior, estimula a los hombres quienes rápidamente se acercan y la manosean a su antojo, los breteles del sujetador son cortados y los pechos liberados de la presión en que éste los mantiene y se bambolean libremente, cada seno es amasado y sus pezones estrujados, mientras las medias y el liguero son arrancadas con violencia, lo mismo que el calzón, y así cada centímetro de piel de la joven es sobado y besado, le separan las piernas y hunden sus dedos callosos en la vagina, estimulando su clítoris hasta que comienza a humedecerse, su culo también es objeto de su deseo e introducen sus dedos en él... así transcurre el tiempo mientras ellos "examinan" a la joven mujer a su antojo hasta que una voz les ordenan que se detengan.... Maria Antonieta la reconoce... ¡es Armando, su suegro!.

Armando se acerca y ordena a los hombres que se desnuden, podrán disfrutar de aquella puta a su antojo, sin embargo, no podrán penetrarla por la vagina, los hombres se ríen y agradecen a su patrón el regalo recibido, le quitan la venda de los ojos para que los vea y ella observa con pavor el tamaño de sus vergas que ya están erectas al tiempo que uno de ellos se acerca a Maria Antonieta con una cánula con untada en vaselina, le podrán un enema para limpiar sus intestinos, la joven se retuerce para evitarlo pero la sujetan por las caderas y le dan un fuerte golpe en las nalgas para que dilate los músculos, se las separan y untan el agujero del culo con abundante vaselina para facilitar la penetración y así, lentamente le introducen la cánula.. La penetración es dolorosa y Maria Antonieta grita al sentir como aquel instrumento se abre paso por su esfínter virgen, una vez que ha entrado en su totalidad conectan la manguera y sueltan el agua que inunda los intestinos de la joven. Maria Antonieta siente como sus entrañas se llenan de liquido y esto aumenta el intenso dolor que ya sufre, siente como su vientre se infla y suplica que le retiren la cánula, sin embargo, los hombres no hacen caso de sus suplicas y se ríen.

Mientras dejan la cánula ensartada en el culo de Maria Antonieta, prestan atención a sus pechos, los cuales magrean con violencia estirando al máximo sus pezones, se los succionan, los muerden y los golpean con las palmas de las manos, toda esta tortura arranca más gritos de la joven mientras ellos gozan con la escena. Al cabo de unos minutos le retiran la cánula del culo y un liquido mal oliente escurre por sus piernas.

Con una manguera a presión bañan el cuerpo desnudo de la cabeza a los pies, a continuación prosiguen con los manoseos, Maria Antonieta ha dejado de protestar, han vencido su voluntad... uno de los esbirros se arrodilla frente a ella y le ordena que abra las piernas, ella, sumisa, las separa mientras el hombre acerca la boca a su coño y comienza a comérselo, con los dedos aparta los labios vaginales en busca del clítoris el cual lo succiona como su fuera un manjar, hasta que producto de los estímulos recibidos su vagina responde y comienza a humedecerse, el hombre continua con su labor y Maria Antonieta siente como sus pezones ya adoloridos por el castigo recibido se endurecen transformándose en una punta, el esbirro sigue chupando aquel coño, mordiendo suavemente el clítoris y la joven a siente una sensación desconocida, un oculto placer producto del "trabajo" que aquel desconocido esta realizando. Armando indica a otro de sus esbirros quien esta dotado de una verga gruesa y de 30 cm de largo, que la empale por el culo, el hombre se acerca a la mujer y separa sus nalgas, coloca un dedo a la entrada y lo hunde lo suficiente para dilatarlo, cuando lo consigue lo reemplaza por su verga y colocando su manos en las caderas de Maria Antonieta, lo introduce y lo retira lentamente, la joven grita a causa de la penetración pero pronto sus gritos se mezclan con gemidos de placer, instintivamente separa aun más las nalgas para facilitar la enculada, el hombre sube sus manos por el vientre liso hacia los pechos y aprieta los endurecidos pezones, mientras el que esta al frente comienza a beber los jugos que salen de la vagina, Maria Antonieta gime a causa del placer que siente y pronto comienza a pedir más, mientras quien la esta empalando arremete con fuerza... el cuadro es intenso, Maria Antonieta esta siendo violada y ya no opone resistencia, al contrario pide mas, quieren que len mas, los hombres enardecidos por los gemidos, la satisfacen hasta que la joven madre estalla en un orgasmo.

La mujer esta rendida, le sueltan las cadenas y la tienden en el piso húmedo, amarrando sus manos a unas argollas en el suelo, tiene el cuerpo adolorido a causa de las torturas y a la violación anal a que fue sometida, pero Armando aún no esta satisfecho y ordena que le coloquen en vibrador en la vagina, el más joven del grupo se acerca con el instrumento, le separa la piernas y abre los labios vaginales, los cuales lubricados por los jugos de la mujer facilitan la entrada del vibrador, lo conectan y se apartan, Maria Antonieta suplica que la dejen descansar, esto es mas de lo que puede soportar pero los hombres no le hacen caso.

A causa del vibrador, Maria Antonieta comienza nuevamente a excitarse y pese que intenta lo contrario, no puede impedir alcanzar un nuevo orgasmo, intenta deshacerse de aquel infernal aparato pero le es imposible, su cuerpo no responde y otro orgasmo estalla a continuación. Llorando suplica que los desconecten, esta dispuesta a hacer lo que quieran con ella, pero que le retiren de su vagina aquel engendro maldito.

Armando se acerca a la joven y goza con el sufrimiento de su nuera, se inclina y de golpe hunde aun más el vibrador en las entrañas de la mujer, quien lanza un descomunal aullido, al tiempo que él la insulta y la trata de puta, le dice con rabia que Milagros no merece tener una madre guarra, mientras retira e introduce una y otra vez el vibrador en el cuerpo de la joven, quien pierde el conocimiento causa del tormento sufrido.

Armando ordena que la desaten y la tiendan sobre una camilla, el mismo la cubre con una manta y la deja dormir... por ahora es suficiente.

A la mañana siguiente le dan de comer y curan sus heridas, le entregan un vestido para que cubra su cuerpo y la trasladan a otra habitación donde la depositan sobre una cama. Las horas transcurren en forma lenta y Maria Antonieta duerme... cuando ya ha anochecido es despertada y nuevamente conducida a la sala anterior, le ordenan que se desnude y ella obedece, esta vez deberá chuparles la verga a cada uno y tragarse el semen, so pena de recibir mas castigos si una gota se derrama por sus labios. Maria Antonieta como una sumisa se acerca al primero de los hombres y coge la polla fláccida entre sus manos, la masturba hasta que queda erecta y comienza a follarla hasta que el hombre se corre en el interior de su boca, ella traga el semen y repite la misma operación con el siguiente y así con cada uno hasta terminar.

Los hombres están calientes, quieren más sexo, sus vergas han recobrado la vitalidad y Armando decide que antes de deshacerse de ella, deben preñarla, Maria Antonieta se niega, protesta pero es en vano, la decisión ya esta tomada. Para ello la colocan sobre una mesa y la afirman por los hombros, sus piernas son separadas al máximo y Armando es el primero en rendir los honores en el templo de su predilección, introduce su verga y comienza a taladrar a la joven hasta que derrama su semen en el interior, a continuación cede el lugar a otro de sus esbirros, quien ejecuta la misma faena y pronto es reemplazado por otro quien se tarda varios minutos en acabar, el último se precipita sobre ella y mientras la penetra muerde los senos de la joven, quien tiene la vista perdida y se deja hacer.

Antes retirarse Armando ordena que estimulen sus pezones y le coloquen una argolla a cada uno de ellos como recuerdo de aquella noche. Los hombres cumplen lo ordenado por el patrón y en cada pezón es colocada un argolla de plata y con una cadena del mismo metal los unen.

Armando vuelve a casa e informa a Andrés que los secuestradores han desaparecido y no hay rastros de Maria Antonieta, tal vez este muerta. El joven sufre una fuerte depresión por la perdida de su querida esposa y termina suicidándose... Milagros queda al cuidado de sus abuelos paternos quienes son...su única familia...

Epilogo:

Maria Antonieta fue vendida a una organización oriental de trata de blancas y fue sodomizada continuamente durante su embarazo, dio a luz gemelas las cuales fueron vendidas para adopción y ella termino en un burdel en un país del Asia...