La Extraña Chica Nueva (6) Ultima parte.

No he vuelto a enamorarme de ninguna mujer, y no sé que sucederá conmigo si vuelvo a verla, solo me quedan los bellos momentos que juntas pasamos y ellos son los que me alimentan el alma día tras día. siento admitirlo, pero aun la amo.

Cada vez se hacían más frecuentes nuestros encuentros clandestinos, no perdíamos oportunidad de estar juntas, nos hicimos muy cercanas, incluso, me hice muy amiga de su esposo y siempre recibía invitaciones a cenar y pasar fines de semana en su casa, también conocí su niño y le agrade mucho.

Iba a dormir a su casa cuando por alguna razón su esposo estaba fuera y por supuesto ella también me visitaba mucho, nos volvimos las “súper amigas” a los ojos de todos.

Mis sentimientos por Awilda se hacían cada vez mas fuertes, se volvió mi razón de vivir, mi aire, mi todo.

Salíamos a pasear los cuatro, yo no perdí contacto con Leurys, así que le dije al esposo de Awilda que él era mi novio, Leurys, pues ni idea, solo lo invitaba a salir y el encantado porque estaba enamorado de mi. (Si lo se, quizás fui cruel al utilizarlo, pero no quería perder oportunidad de estar con Awilda).

En el trabajo las cosas iban muy bien, demasiado diría yo, tanto que a raíz de eso las chicas se pusieron celosas por las preferencias que Awilda tenia conmigo. Me dejaba salir temprano, mis bonificaciones eran mayores, me daba a manejar los clientes más importantes y recibía muchas invitaciones de estos a reuniones y cocteles donde me mezcle con personajes importantes del área de los negocios.

De las chicas la única que noto algo raro entre Awilda y yo fue Sharon, aunque nunca me pregunto, ni hizo alguna referencia del tema, solo recibía miradas de su parte.

Yo estaba ciega por esa mujer, pero, ¿Qué sentía ella por mi? Muchas veces quise preguntarle, nunca tuve valor, quizás porque desde el principio en mi interior sabia la respuesta y solo quise ignorar la verdad y prolongar algo de lo que ya conocía el final. Dice un refrán que “Guerra avisada no mata soldado”, mas sin embargo, a mi me esperaba una lluvia de proyectiles que desgarrarían mi cuerpo y mi sangre seria derramada por todas partes.

Las asperezas entre las chicas y yo fueron disminuyendo, se acercaba el día de mi primer aniversario en la oficina, así que las chicas en combinación con Awilda me prepararon una pequeña celebración en la oficina.

Hubo globos, guirnaldas, confeti, fotografías y por supuesto un rico pastel, ese día solo trabajamos por la mañana, en la tarde no la pasamos haciendo chistes y tomando vino, hasta la jefa estaba allí incluida, aproveche para darle las gracias por la confianza puesta en mi y bueno, también pedí disculpas generales si alguna se había sentido ofendida por mi y me puse a disposición de todas por si me necesitaban, pasamos un buen rato.

Ese día saldríamos temprano, así que, Awilda me pidió que fuéramos a nuestro escondite favorito a pasar una rica tarde de pasión, su esposo se había ido a visitar a sus padres que vivían en una finca del interior y se había llevado con el al niño, no iban a regresar sino hasta mañana en la tarde. Yo por supuesto acepte.

Llegamos e inmediatamente comenzamos a amarnos, lo nuestro era algo muy fogoso y apasionante eso me gustaba, pero en todos los meses que nos llevábamos viendo nunca sentí que me hizo el amor.

Estábamos ahí las dos tumbadas en la cama, ella recostada de mi pecho y yo acariciaba su pelo y también su espalda, no se porque, pero vi el momento preciso para expresarle todo mi amor, así que, sin titubear ni mediar palabras lo dije;

Yo: TE AMO ¡!

No escuche respuesta, no hubo sorpresa ni susto, solo un silencio inmenso se apodero de la habitación.

En eso el celular de Awilda comenzó a timbrar;

Awilda: hola mi amor ¡ como estas? (era su esposo). Y tus padres como los encontraste? Y mi bebe precioso como esta? Hola mi rey tan bello.. Mami te ama mucho corazón, pórtate bien ehh... me le das saludo a tus padres amor y cuida mucho a mi bebe sí?.. Tú también pórtate bien, TE AMO MI VIDA...

Entonces ahí recibí la respuesta que esperaba, vi sus expresiones cuando hablaba, podía ver la ilusión en su rostro al hablar con su esposo y con su pequeño hijo.

Me quede petrificada sobre la cama, respire profundo, trague en seco e hice la gran pregunta;

Yo: ¿puedo saber que es lo que sientes por mi? (con voz quebrada).

Awilda: ¿Qué?

Yo: ahh, ¿no escuchaste? Ok lo repetiré, ¿Qué diablos es lo que sientes por mi?

Mis ojos estaban aguados, sentía una gran tristeza combinada con un gran enojo.

Awilda: nena tú sabes que yo siento un gran cariño por ti.

Una risa sarcástica se formo en mi rostro;

Yo: ¿cariño? (recorría la habitación y movía mi cabeza en forma negativa). Ok, por favor explícame que han significado estos meses para ti.

Awilda: Mariela yo...

Yo: ¿tu que? (interrumpí). ¿Dime que diablos han significado estos meses para ti? (alzando la voz).

Entonces esa fue la primera vez que la vi asustada, se puso pálida, nerviosa y no sabia que contestar.

Awilda: contigo sentí nuevas sensaciones, me sacaste de la monotonía de mi matrimonio, le pusiste emoción a mi vida.

Yo: ¿emoción? (estaba a punto de llorar, pero me contuve, de nuevo reí sarcásticamente), ok ok, a ver si entiendo, tratare de traducir, fui tu conejillo de indias? Tu experimento? Tu amante, una simple aventura? Verdad? A ver, elije una opción?

Awilda: Mariela no así, no...

Yo: ahh noo?? Y como se supone que sea? Por favor ya no des mas explicaciones, me quedo bastante claro.

Entonces ahí fue que no me contuve y las lagrimas comenzaron a mojar mis mejillas, tome mi ropa y comencé a cambiarme, mis manos temblaban, los proyectiles ya habían echo su trabajo, mis pedazos estaban regados por toda la habitación, eran las “crónicas de una muerte anunciada”.

Awilda: ¿y que pensabas? Que destruiría mi familia y me escaparía contigo a vivir un tórrido romance de lesbianas? Por favor Mariela, no seas tonta, eso jamás, jamás sucederá.

Yo: no tienes que restregármelo en la cara, sí, fui una tonta, pero bueno, aquí no importa lo que yo siento, sino que tú pudiste satisfacer tus caprichos y llenar tu vida de” emoción”. (Con sarcasmo). Espero que todo te vaya bien en tu familia y sigan tan felices como hasta ahora, especialmente con tu esposo, todo va tan bien entre ustedes que fuiste capaz de meterme en tu cama para satisfacer tus deseos mas bajos.

Tome mi cartera y me dirigí hacia la puerta, me detuve y voltee hacia ella, le hice el saludo que hacen los militares a sus superiores y me fui. Estaba destruida, cuando Salí ya todo estaba obscuro, me sentía perdida y sin rumbo, al caminar mis lagrimas dejaban huellas  tras de mi, no podía contener el llanto.

Me recosté de una pared a expresarle mi dolor, en eso una señora se me acerco a preguntarme si me encontraba bien, a lo que yo le respondí que si, que estaba bien, que solo me habían pisoteado el corazón hasta volverlo papilla.

Le dio lastima dejarme así, entonces me tomo del brazo y me llevo a la parada de autobús mas cercana. Llego el autobús y me senté en la parte de atrás, baje mi cabeza, quise controlar el llanto pero no pude,  mis alaridos llamaron la atención de muchos de los presentes.

Un chico cristiano se sentó a mi lado y puso su mano en mi espalda y me dijo: “nadie que te haga sufrir merece tus lágrimas”, no vale la pena joven.

Hice caso a sus palabras por un momento, me calme, al menos un poco. El viaje se me hizo eterno, cuando llegue a casa trate de subir lo mas pronto posible a mi habitación sin que mi mama me viera para que no empiece un interrogatorio de porqué lloraba.

Tome una ducha y me acosté, entre vueltas y lagrimas la madrugada paso rápido, tenia que levantarme pero me sentía horrible y no lo hice, mi mama fue a mi habitación a ver porque no me levantaba, me hice la enferma y le dije que hablara a mi trabajo y les explicara que no podría ir.

Sharon me llamo más tarde al celular para saber de mí, le dije que estaba muy enferma, que tenía mucha fiebre y dolor en los huesos. Hable también con la jefa y me dijo que debía llevar un certificado medico para darme la licencia, por suerte mi vecina era doctora y ella me lleno uno describiendo un tipo de fiebre que necesitaba mucho reposo y bueno lo mande a la oficina con mi hermano.

Me dieron licencia por 15 días, los cuales los ocupe en hacer ejercicio, me encantaba el deporte así que iba al gimnasio y a caminar al parque, a veces lo hacia con mi hermano y otras veces llamaba a Leurys, me divertía mucho con el y por momentos me hacia salir de la tristeza en que me encontraba.

En esos días recibí llamadas y mensajes de texto de Awilda, los cuales no respondí, muy lejos de eso, la bloquee de mis contactos.

Mi licencia pasó y regrese al trabajo, las chicas me encontraron muy linda y diferente, y es que ya me había propuesto no sufrir por nadie y olvidar. Trate de mantenerme lo mas lejos posible de Awilda, no la miraba a los ojos y no le hablaba a menos que fueran cosas meramente de trabajo.

Por unos días me funciono, pero unas semanas después los días en el trabajo se me hacían muy pesados, no soportaba tenerla cerca, por tal razón vi la posibilidad de empezar a buscar otro trabajo.

Me volví muy fría e insensible, perdí el miedo y la timidez, yo diría que demasiado, empecé a salir a discotecas con chicos y chicas de mi salón de clases, no respetaba los días, si encontraba a alguien con quien juntarme me iba a parrandear después de clases.

Si alguna chica me gustaba me acercaba sin miedo, sin importar si fueran o no lesbianas las convencía de acostarse conmigo, me convertí algo promiscua, tuve muchas relaciones fugaces (solo con chicas).

Leurys noto mi cambio, estaba preocupado, me pregunto en que podía ayudarme y le dije que necesitaba cambiar de trabajo. Él era sub-director del departamento de informática en una compañía de telecomunicaciones y podía mover influencias.

Unos días después me hablo de un trabajo en una empresa importadora muy importante, me dijo que un amigo era director de recursos humanos así que, no habría problemas para meterme al departamento de contabilidad, ya tenía experiencia, así que seria fácil.

Le avise a la jefa que renunciaba, se asombro y me pregunto las razones de porque lo hacia, le dije que había encontrado una oferta que no podría rechazar y acepto un poco triste.

Fui a mi escritorio y comencé a recoger mis cosas y a meterlas en una caja;

Sharon: Mariela, pero... pero...

Yo: me voy Sharon...

Todas las chicas se pusieron tristes y recodaban las cosas que habíamos vivido juntas, en eso Awilda salió de su oficina y con rostro muy triste se paro a mi lado.

Awilda: ¿entonces es cierto?

Yo: si, lo es. (Ni la mire, solo seguía recogiendo mis cosas).

Awilda: me dan un segundo con Mariela chicas por favor?

Las chicas regresaron a sus cubículos y nos dejaron asolas;

Awilda: Mariela yo…

Yo: tú... no tienes que decir nada (dije fríamente).

Awilda: Mariela por favor perdóname. (Tomando mi mano y mirándome a los ojos), espero que no sea por mí que tomas esta decisión.

Yo: no linda, no te creas tan importante, tengo una oferta de trabajo muy buena y no quiero desaprovecharla. (Mentira, si era por ella, no soportaba el echo de tenerla tan cerca y que no fuera mía, me odiaba por eso).

Awilda: te he extrañado estos días, me haces mucha falta. (Con cara de tristeza).

Yo: ahh sii? (sin darle importancia).

Awilda: sii, me he sentido muy mal en estos días, las cosas en mi casa no van bien, me he sentido muy sola, me duele tu rechazo, Mariela yo te quiero, si te quiero, por favor.

Yo: amm, mira te diré algo, tu oportunidad paso y para mi no es suficiente que me quieras. (Me moría por abrazarla y decirle que la amaba, pero no estaba dispuesta a sufrir una vez más).

Lagrimas como cañones recorrieron su mejilla y estallo en llanto, se abrazó a mí y comenzó a pedirme perdón y a suplicarme una oportunidad, todas las chicas observaban extrañadas y sorprendidas aquel espectáculo, hasta la jefa salió de su oficina al escuchar los gritos.

Awilda: por favor, yo sé que me amas, por favor, Mariela.

Dos lágrimas salieron de mis ojos.

Yo: ya debo irme. (La  abrace y disponía a marcharme).

Awilda: no por favor, Mariela te lo suplico.

Se aferro a mi cintura y no quería dejarme ir, lloraba desconsoladamente. Logre que me soltara y quedo allí, sentada en el piso con la cabeza entre sus piernas. Tuve que hacer un esfuerzo sobre humano para dejarla e irme, pero lo logre.

Lo mio no era orgullo, simplemente me di cuenta que me merezco mucho mas. Decidí que era tiempo de valorarme y entregarme a una persona que también lo haga. No estaba dispuesta a vivir mi vida a escondidas y a negarme la oportunidad de tener una familia por el simple echo de ser amante de una persona que solo buscaba una chispa de picardía en su vida.

Entre a mi nuevo empleo y como tenia experiencia me fue muy fácil adaptarme.

Unos meses después Leurys me pidió que fuera su novia, al principio no quería aceptar por el estilo de vida que llevaba del cual desistí muy pronto, pero luego me di cuenta que se merecía una oportunidad, estaba enamorado de mí y me lo demostraba.

Aprendí que no se debe jugar con los sentimientos de nadie y me propuse nunca hacerlo, me encantaba estar con Leurys no sabia si nuestra relación tendría futuro, pero si tenia presente y día a día fui aprendiendo a quererlo.

En cuanto a Awilda, ni idea, desde que cambie de trabajo no supe más de ella, en una ocasión hable con Sharon y me dijo que se había separado de su esposo y vivía sola con su niño en un apartamento, me dijo que siempre pregunta por mi.

No he vuelto a enamorarme de ninguna mujer, y no sé que sucederá conmigo si vuelvo a verla, solo me quedan los bellos momentos que juntas pasamos y ellos son los que me alimentan el alma día tras día. siento admitirlo, pero aun la amo.

Espero que les haya gustado la historia y a todos los chic@s que desde un principio la siguieron doy gracias por sus comentarios y valoraciones.

Saludos desde Republica dominicana… kisses.