La Extraña Chica Nueva (3)

Subí a la habitación de Sharon y ahí estaba Awilda, sentada en la cama, respirando profundo y mirando hacia el techo.

Trataba de no mostrarme tan débil y frágil frente a Awilda, pero en realidad me sentía triste.

Llegue a mi parada y antes de bajar del auto Awilda me detuvo, al parecer buscaba algo en su cartera, era una fotografía,

Awilda: mira esta es mi familia. (Me dijo mostrándome la fotografía)

Yo: umm, ok.

En la fotografía habían tres personas, estaba ella, un hombre buen mozo y un niño muy lindo y adorable.

Baje del auto y me despedí de Awilda con un “hasta mañana”, ella respondió de la misma manera.

Esa tarde-noche me sentí como zombi y como una estúpida por permitirme sentir esto que me atravesaba el pecho.

Los días siguientes transcurrieron normales, no vi ningún cambio de actitud de Awilda hacia mi, había cumplido su promesa o simplemente no le había tomado importancia a lo que le había dicho, en cuanto a mi, trataba de actuar lo mas natural posible para no incomodarla, aunque sé que se dio cuenta que esa luz que iluminaba mis ojos se había apagado.

Unos días después, estando concentrada en mi trabajo, unas risas provenientes de la oficina de Awilda me distrajeron, Sharon y ella tenían una conversación muy amena, al parecer Sharon intentaba persuadirla con respecto a algo.

Awilda: niña ¡ soy una mujer casada no puedo andar en esos kanes.

Sharon: ay ¡porfa ,, porfa es mi cumple no me hagas eso, Olga y Alexandra no podrán venir, no me plantes tu también.

Awilda: umm,, umm, bueenoo, esta bien...

Sharon: que linda eres amiga ¡ te quiero. Jejjejejje.

Awilda: siiii como nooo, solo para lo que te combiene jejeje.

Sharon salió de la oficina de Awilda y se dirigió hacia mí,

Sharon: Mariela ¡ el sábado es mi cumple y daré una fiesta , me gustaría que fueras si es posible? Puedes llevar a tu novio si quieres...

Yo: amm, jejej, amm, no me gustan mucho las salidas, no tengo novio y amm , no se si quiera ir.

Sharon: mi hija! Y en que mundo es que vives, jejejjeje como asi que no tienes novio? Y no te gusta salir, Una chica tan linda y joven, que extraña eres, jejjeje, vamos por favor, no seas anti-chévere.

Yo: amm, no soy muy buena para hacer amigos, y tu estarás atendiendo a los invitados, asi que me dejaras solita.

Sharon: jejeje, eso es lo que te preocupa? Mira, tengo un amigo que es perfecto para ti, te lo presentare y veras que te caerá súper bien, además Awilda estara ahí.

No hizo falta mas ruegos, desde que escuche ese nombre acepte, estaba convencida de que no pasaría nada entre nosotras, pero la idea de estar cerca de ella me  motivo a ir a la dichosa fiesta.

La semana paso volando y llego el sábado, no tenía ropa adecuada para ir a la fiesta, así que ese mismo día temprano fui a la tienda para comprarme algo bonito.

Cuando voy a las tiendas nunca me decido a que comprar y pierdo mucho tiempo, ya cansada de dar vueltas por todos lo pasillo mirando lo mismo, encontré un vestido de rayas horizontales grandes blancas y azul era muy lindo en tela de lycra, muy corto por cierto y cuando me lo probé me quedo muy ajustado y perfecto, no seré muy alta, pero mi cuerpo es mortal. Junto con el vestido compre unos zapatos y un bolso de mano, ambos plateados y con un diseño azul que hacían juego con el vestido, también compre unos cuantos accesorios, algo sencillos, pero lindos. También compre el regalo de Sharon, una cadena, una pulsera y un anillo de plata.

Estaba algo nerviosa, hacia mucho que no salía, pero bueno, fui al salón de belleza y me arregle el pelo, me hice las uñas y los pies, quería verme muy linda porque mi nena iba a estar ahí, y quería mostrarle el pedazo de mujer que se perdía... Jajjaja.

Aquí en dominicana las fiestas se empiezan a poner buenas en eso de las nueve de la noche así que empecé a cambiarme a las 7 para salir en camino a las 8.

Uff estaba toda muñeca con ese vestido, me maquille un poco, algo sencillo, no me gusta mucho el maquillaje y además a mi cara no le hace mucha falta, tome algo de dinero y llamé un taxi para que me llevara a la casa de Sharon.

Llegue como en eso de las ocho y cuarenta y cinco, había ya muchas personas divirtiéndose, tomando y bailando, cuando en eso Sharon me vio llegar y se dirigió hacia mi,

Sharon: pero niiiiiiiiñaaaaaa ¡ quien te viera y quien te ve, jejejjeje waaooo, estas bella amiga.

Sharon tenía un vestido negro muy corto y unas zapatillas de taco alto.

Yo: gracias amiga ¡ (le dije entregándole el regalo y felicitándola, le di un abrazo y un beso).

Sharon: mira Mariela ¡allí esta Awilda. Awildaaaaa ¡! (le grito, haciéndole señal para que se acercara).

Awilda: mmm, Mariela pareces salida de una revista (me dijo y me saludo con un beso en la mejilla).

Awilda me miro de arriba a bajo, haciendo énfasis en mis piernas. Me sonroje un poco cuando me beso. Ella no estaba nada mal, tenía un pantalón blanco muy ajustado y una blusa de las que solo cubren un solo hombro, se veía muy linda.

Awilda: quieres algo de tomar Mariela?

Yo: claro ¡un whisky con cramberry por favor. (No me gusta mucho la cerveza).

Awilda: claro, en un momento señorita. (Me dijo, guiñándome un ojo y dándome una sonrisa).

No entendí mucho de que se trataba ese gesto, pero me encanto, estaba que me reía sola, esta noche promete mucho, me dije.

Sharon me tomo del brazo y me dirigió hacia un grupo de chicos que se encontraban sentados conversando muy alegremente.

Sharon: Mariela, él es Leurys, el chico del que te hable. Leurys, ella es Mariela, la chica de la que te hable.

Leurys se levanto de la silla me extendió la mano, se acercó y me dio un beso en la mejilla,

Leurys: mucho gusto.

Yo: el gusto es mio ¡ (le dije sonriendo).

Y valla que era mio, wao que pedazo de hombre, estaba buenísimo, trigueño, alto y atlético, creo que Sharon me conto que jugaba baseball y además era ingeniero en sistemas, definitivamente me encanto.

Me senté junto a Leurys y empezamos a conocernos, en eso llego Awilda con le bebida que le había pedido,

Awilda: disculpen! Aquí esta tu bebida, perdón por tardar.

Yo: no te preocupes, y gracias.

Cuando me entrego el vaso, roce un poco sus dedos a propósito y la mire muy fijamente a los ojos, ella no resistió mi mirada y se dio vuelta y se fue a reunir con un grupo de  chicas que estaban cantando a gritos la canción que estaba sonando.

Yo me quede conversado con Leurys conociéndonos y compartiendo experiencias de nuestras vidas, era un chico muy adorable, y me encantaba, era muy divertido y me hacia reír, de vez en cuando volteaba a mirar a Awilda, al parecer yo no era la única que tenia mucho que no iba a una fiesta, pues ella estaba un poco desenfrenada y tomaba alcohol sin control.

Eran las doce, muchas personas bailando, mucho alcohol, muchas chuleaderas, la fiesta era todo un éxito, yo aun permanecía con Leurys, pues me tenia muy entretenida, en eso llego Sharon,

Sharon: disculpen, Mariela por favor ven conmigo.

Yo: porque? Que pasa?

Sharon: es Awilda, al parecer esta un poco mareada, no puedo quedarme con ella porque tengo que atender a los invitados, puedes atenderla hasta que se mejore?

Yo: amm , claro que si, donde esta?

Sharon: sube a mi habitación y ahí la encontraras.

Subí a la habitación de Sharon y ahí estaba Awilda, sentada en la cama, respirando profundo y mirando hacia el techo.

Awilda: no es necesario que estés aquí. (Me dijo con frialdad).

Yo: umm, ok.

Me disponía a salir de la habitación cuando en ese mismo instante Sharon entro y me paso un plato con comida y una botella de agua.

Sharon: toma, dáselo, que se lo coma todo, así se va a mejorar, no la dejes salir hasta que termine. (Dijo esto dándose vuelta y marchándose cerrando la puerta tras si).

Awilda: coño! Sharon, yo no soy una niña. (Grito).

Yo: Sharon tiene razón, (le dije acercándome y entregándole el plato y la botella de agua). Te mejoraras y podrás seguir la rumba.

Me miro con cara de guacala, y se puso a comer, yo me senté en un sillón que estaba al lado de la cama, y la observaba comer, me fije en cada silueta de su cara, en cada gesto que hacia al masticar.

Luego de un rato termino de comer, yo, jugando con mi pelo, le pregunte,

Yo: ya te sientes mejor chica?

Awilda: si, (estaba sonriendo y extendió su mano para tocar mi pelo). Que lindo pelo tienes, es tan largo, siéntate aquí. Me dijo, tocando con su mano la cama,

Yo: ¿?

Fui y me senté a su lado, ella tomo mi cabeza y la puso sobre su pecho izquierdo, mmm, que rico, pude sentir su calor, su olor.

Estaba confundida y nerviosa, pero me encantaba lo que pasaba, no se si era por el efecto del alcohol que Awilda estaba haciendo eso, mi corazón latía muy fuerte.

Ella me acariciaba el pelo y de vez en cuando el lóbulo de mi oreja,

Awilda: no se por qué te fijaste en mi, siendo yo tan poca agraciada y tu tan bella, me encanta como hueles, provocas una sensación en mi, que no se como explicar.

Dijo esto mientras me acariciaba, mmm que ricas sus caricias, quería comerme esa boca tan chula que tenia, pero quizás todo lo que hacia era por efecto del alcohol y  no quería aprovecharme, pero amm, no resistí.

Levante mi cabeza hasta su cuello y lo roce con mi nariz, absorbí todo su olor, mientras ella continuaba con sus caricias, me voltee un poco y me senté sobre ella con mis pernas separadas, quedamos cara a cara, me acerque a su boca, pero no la bese,

Awilda: muero porque lo hagas. (Me susurro).

No tuvo que pedirlo dos veces, acerque mis labios a los de ella y la bese, era como probar un pedazo de cielo, un manjar de los dioses, retrocedí un poco para que ella me siguiera y lo hizo, busco mis labios me tomo por la cintura y me acerco a ella, yo puse mis manos en su cuello, nos perdimos en un rico beso, su lengua mojada y caliente entro a mi boca, mmm la acaricie con la mía, la mordí un poquito y jugueteamos un poco, nuestros labios al separarse para cambiar de posición hacían un sonido bien rico y excitante. Mmm.

Nuestras respiraciones se hacían cada vez mas sobresaltadas, eran incontrolables los jadeos, Awilda deslizo su mano hasta mi muslo, que por mi posición estaba completamente al descubierto, y lo acariciaba, yo por mi parte me disponía a deslizar mi mano hacia uno de sus pechos, cuando de repente se escucharon unos pasos…