La exposición (3)
Dos años después Laura regresa a una exposición.. y Alejandro les hace a ella y su amiga una proposición inesperada. Prepararse para tal evento resulta más divertido de lo que parecía...
Cuando Marga se ponía pesada no había forma de eludir las propuestas. Hacía más de dos años que había ido a una exposición de Alejandro, también por culpa de Marga, y que había pasado todo lo que pasó. Durante dos meses se vieron casi a diario, con la excusa de pintarla, y acabó colgada desnuda en un bonito marco moderno. Había disfrutado del sexo como nunca con aquel hombre. Y las cosas en sus "partes bajas" no habían sido ya nunca igual. Alejandro la había enseñado a disfrutar su sexualidad. Luego continuó con la gira de la exposición y nunca más había sabido nada. Esta vez se aseguró el tiro, quedó con Marga para tomar un café y así ir a la exposición juntas. No estaba muy segura de qué pasaría al volver a verle y prefería no estar sola.
Dejaron los abrigos en el guardarropa y entraron a la sala. La temática era la misma. Laura reconoció algún cuadro de la anterior exposición, pero había bastantes nuevos sobre todo en el apartado de los desnudos femeninos ...las habría pintado a todas igual que a ella? Poco a poco fue relajándose, mirando los cuadros tranquilamente. Había perdido a Marga de vista, cuando apareció corriendo y agarrándola del brazo, tiró de ella hasta plantarla delante de dos cuadros de mujeres desnudas. "Mira!!! eres tú?????"
Laura se puso como un tomate. Sí. Era ella. Sentada en el cubo, con las piernas abiertas, la cabeza baja... Dos hombres que había cerca se giraron al grito de Marga y la miraron de arriba a abajo. Qué incómoda. Fijó la vista en los cuadros para no mirar a ningún sitio más, el cuadro que había al lado ya estaba la otra vez, y entonces se dió cuenta de algo. "Marga.... eres tú????"
Marga se puso a reir. Vaya con Alejandro.. las había pintado a las dos y las había colgado juntitas en la exposición. En el cuadro, Marga estaba tumbada desnuda en el sofá, con los brazos detrás de la nuca, como la maja de Goya, pero en rubia. Sus pechos pequeños, de grandes pezones contrastaban con los de su amiga. Y sus piernas escondían ligeramente su pubis, con vello rubio, a ella no la había pintado con las piernas abiertas y todo al aire.. Laura estaba empezando a sentir vergüenza, con esas tetas tan grandes colgando y abierta de piernas, tan expuesta, cuando llegó Alejandro. "Mis queridas musas españolas....qué alegría teneros juntitas también en persona!!" Laura estaba un poco molesta, se giró y le miró. Alejandro tomó por la cintura a Marga y la besó en los labios, y ella se agarró a él firmemente. Laura estaba seria. Alejandro la miró de arriba a abajo, intensamente, con su amplia sonrisa americana, y con su acento que tan dulce le hacía, le dijo " Laura.. estás preciosa... no has cambiado nada en dos años.." Laura notó que sus defensas caían bajo la mirada de aquel hombre. Estaba realmente atractivo. Se había cortado bastante el pelo cano, pero seguía llevando el bigote blanco, y vestía con una camisa blanca inmaculada que hacía que su piel aún resultara más deseable. Laura no pudo evitar esbozar media sonrisa y en un movimiento preciso, se vió atrapada al otro lado de Alejandro, que sonreía abiertamente con una mujer a cada lado. "Estoy feliz de que vinieran las dos.. quiero hacerles una propuesta.."
Laura no podía creer lo que estaba haciendo. Pero por otra parte se sentía excitada desde que Alejandro le explicó con su voz grave y agradable que quería pintarlas juntas. Ya sabía cómo las gastaba el pintor, así que obviamente no las pintaría vestidas.. pero al menos no la tenía paseando por la ciudad sin ropa interior como estuvo haciéndolo los dos meses que habían pasado con el otro cuadro. A lo mejor por eso al final había accedido. También le molestaba que Marga estuviera tan emocionada, se había pasado un poco con las bromas, había llegado a decir que quería que las pintara con sus manos en las "supertetas" de Laura, con los dedos abiertos para que se vieran bien "los pezoncillos"... realmente con dos copitas de más se ponía muy tonta su amiga.
Al salir de la ducha empezó a untarse en aceite. Siempre hacía lo mismo. Vertía el aceite sobre su cuerpo y luego acariciaba su piel que resbalaba con el líquido. Sus brazos, su cuello, su espalda, sus senos, su abdomen, su trasero, sus piernas y siempre, no sabía muy bien por qué, dejaba para el final su pubis. Era consciente de que le excitaba lo que iba a pasar.. y le hizo gracia notar con sus dedos cuánto, así que abrió un poquito las piernas y se metió el dedo medio despacito, hasta el fondo. Movió sus caderas acompañándolo. Pues sí.. lo estaba y bastante. Lo tenía muy húmedo. Dejó su sexo en paz y se fue a su habitación a vestirse. Ropa interior "especial". No tenía nada especial, así que había quedado con Marga aquella tarde para ir juntas a comprarlo, porque además había pedido que fueran, aunque no iguales, porque tenían unos cuerpos muy diferentes, sí "de la misma colección"
Laura se acabó de vestir, y fue a buscar a Marga al centro comercial. Marga apareció con un vestido bastante cortito. Sus largas piernas lucían fantásticas. Con razón el pintor la había puesto en aquella postura.. parecía que no se acababan nunca. Y además taconazos. Laura era más menudita, así que no le pegarían unas pedazo de piernas así, se decía a menudo para conformarse. "Laurita, vamos a ir a un sitio a buscar la ropa, que ya verás qué chulo!" Laura pensaba que habían quedado para ir al centro comercial, pero no. La llevó a unos metros de allí. Y decidió que no quería entrar. Era una tienda de artículos eróticos.
"Anda tontita.. que no vamos a comprar nada raro, sólo la ropa interior, pero he estado mirando otras veces y tienen cosas muy chulas" Otras veces? Laura miró sorprendida a su amiga, pero bueno.. siempre había sido muy lanzada, bien mirado, tampoco le extrañaba tanto, aunque estaba casi segura de que no deseaba más información.
Entraron a la tienda, había un chico y una chica tras el mostrador y Marga se abalanzó sobre la dependienta, desde luego no era la primera vez que se veían, se la presentó, se llamaba Maika y le explicó qué era lo que necesitaban. La dependienta sonrió y las dirigió hacia una zona repleta de prendas íntimas de todos los tipos, tamaños y colores... "Copa D?" Dijo dirigiéndose a Laura. Vaya.. tenía buen ojo. Marga una copa B y algo sobrada. Empezó a buscar e hizo varios grupos de prendas. Todas a conjunto para que se cumpliera la norma. Y empezó el juego. Marga estaba encantada de probarse y quitarse ropa. Cada una se probaba una pieza y salían a mirarse. Al principio a Laura le dió algo de vergüenza, aunque se habían visto con su amiga mil veces en ropa interior, en el gimnasio, incluso desnudas, pero era diferente. Además estaba la dependienta, que tenía las manos un poco largas, todo había que decirlo...
No acababa de convencerlas nada. Cuando no se le veía a Marga el trasero demasiado caído para ella, era Laura la que pensaba que se le escaparían las tetas. Maika, la chica de la tienda las miró y dijo "esperad un momento, iré a por más". Y allí se quedaron las dos esperando. Marga llevaba puesto un tanga que dejaba sus nalgas al aire, muy pequeñito, de hecho demasiado pequeño, porque justo acababa la tela donde acababa su rajita... De color blanco, a juego con el sujetador que tenía bastante relleno para hacer un buen escote donde no lo había. No le convencía porque sabía que tenía que quitárselo para la pintura y claro.. se iba a notar demasiado la diferencia. Laura tambien llevaba el mismo conjunto blanco, pero con un culotte que tapaba sus grandes nalgas, porque así lo prefería. Su sujetador no llevaba relleno, pero era bastante transparente. Se entreveían los pezones. Si se hubiera puesto Marga ese sujetador con lo oscuritos y grandes que los tenía hubiera quedado un poquito guarrillo...
Maika vino con más cosas. A medida que iba sacando cosas cada vez más extremadas, más se reían. Llegó un momento en que se olvidaron de Alejandro y se probaban cosas para ver cómo quedaban. No era fácil que Laura se hubiera puesto toda aquella ropa de no haber sido por las risas y la complicidad que se formó entre las tres mujeres. Marga era realmente divertida. "Mira!!! un sujetador con borlitas, como en las pelis!!!" y sin pensárselo se puso de espaldas, se puso el sujetador y se giró. Y empezó a mover sus pechos para que las borlas se movieran. Se morían de la risa, no había manera de que girasen cómo en las películas. La dependienta la agarró por los hombros y le indicó la manera de hacerlo. " Anda.. tú lo sabes hacer!!! hazlo, que me hace gracia!!!" y la dependienta se dirigió hacia el montón de ropa que tenía elegida, se quitó la camiseta, y las sorprendió con una especie de pegatinas que se pegó sobre los pezones, eso sí, con borlas. Tenía unos pechos muy redonditos y tiesitos.. se notaban los más de diez años menos. Y con un arte que no se esperaban, empezó a mover sus tetitas y las borlitas empezaron a girar. Marga y Laura se reían sin parar, porque Marga seguía empeñada en imitarla, pero no había manera. En la tienda entraban y salían hombres, pero ya hacía un ratito que no salía ni uno. Era una gozada verlas en una esquinita de la tienda pasándolo tan bien. "Ahora tú, Laurita!!" y le pasó un sujetador con las borlitas. Laura estaba excitadilla.. y, sin apartarse ni girarse, se quitó el sujetador que llevaba y se puso el que le pasaron. Pufff.. empezó a mover las tetas.. y vaya si giraban las borlas!!! es que las movía con una fuerza tremenda!! Pero si no era así, no se movían las puñeteras, tan grandecillas.. "wowwwwwwww!!! pero cómo mueves así las tetas, tiaaaaaaa" Marga de repente se las agarró fuerte con las dos manos "vaya pedazo de tetas, anda que no tenía ganas de meterte mano!! jajajajajaja" Laura se rió y se apartó dirigiéndose al montón de la ropa. "Anda, guarrilla.. ponte esto si te atreves!! jajajajajaja" . Y se lo puso, lo cual era casi como si no se lo hubiera puesto, porque Laura le había dado un sujetador sin tela. Con los pechos al aire y los pezones absolutamente erectos y duros Marga dió un paseillo delante de las chicas, y de paso delante de los demás clientes. El tanga blanco ínfimo, y el sujetador sin tela, los taconazos y sus piernas de vértigo cruzándose cada vez que avanzaba un paso. Estaba espectacular. Y visiblemente excitada. Riéndose sin parar se paraba en el paseillo como si estuviera al final de una pasarela, y ponía su trasero en pompa, sacando pecho, y en una de esas "paradas técnicas" se quedó mirando a Laura y Maika y sin cortarse un pelo y entreabriendo la boca.. se dió una palmadita en la nalga derecha. Sus pechitos rebotaron y sus pezones saltaron provocadores. Maika se acercó a ella y poniendose muy erguida, atizó una palmadita en la otra nalga de Marga. Laura se estaba riendo muchísimo, pero sobre todo estaba como una moto. Nunca se había sentido así de excitada con mujeres, pero es que era tan divertido y había tanta complicidad...
"Listilla, ahora tú te pones lo que yo te diga!! jajajajajaj" y Laura se dió cuenta de que debía hacerlo, y lo más importante, se moría de ganas de hacerlo, delante de ellas y delante de los hombres que se habían quedado descaradamente mirandolas. Marga le entregó una pieza larga. Y Laura tuvo serias dificultades para saber cómo se ponía. Necesitó ayuda. Maika le dijo que tendría que quitarse también el culotte porque era un mono. Y Laura se quitó el sujetador y el culotte quedó momentáneamente desnuda. Su pubis esta vez estaba completamente depilado, porque no quería volver a salir igual si Alejandro le pedía que abriera las piernas.. vaya cosas había pensado.. Allí desnuda, en medio de la tienda, con aquellos desconocidos ahora ya mirando sin ningún pudor, se mojó. Y notó que le chorreaba hacia la entrepierna. Maika le pasó el mono. Era una malla muy finita transparente y cuando llegó a sus caderas, Maika deslizó la mano sobre la tela para ajustarla a su cuerpo. Estaba abierto y alrededor de su coñito y su rajita del culo, había un agujero. La dependienta siguió subiendo la pieza, y Laura se dejó hacer. Maika acariciaba y ajustaba la tela a medida que subía, hasta que llegó a sus pechos. Tomó uno y lo metió por un agujero y Marga se acercó, tocándose el coñito a través de la tela del tanga, y cogió el otro pecho de su amiga y lo colocó cuidadosamente en su sitio. Acabaron entre las dos de subir la ropa. Laura introdujo sus brazos por las mangas y se abrochó en la parte posterior del cuello los automáticos. Esa postura puso sus pechos firmes. Y su excitación puso sus pezones apuntando a sus compañeras de juego. Marga no pudo resistirse y agarrando firmemente el pecho que tenía en las manos, acercó su boca al pezón y empezó a chupárselo. Succionaba como si mamase. Laura suspiró profundamente. Nunca había imaginado que una mujer... Para colmo, enseguida Maika siguió el camino de Marga y empezó a acariciarse a través del pantaloncito que llevaba. Con las dos mujeres chupándole las tetas, cerró los ojos... y cuando los abrió vio que había varios hombres masturbándose mirando...
Laura decidió relajarse y disfrutar. Lo hacía desde que conoció al pintor. Sabía que aquel hombre la había liberado. Y bajó sus manos de la nuca en la que había abrochado la pieza de ropa que llevaba y dirigió sus manos a los pechos de sus compañeras. Cada mano para una. Hacía ya un ratito que tenía ganas de tocar los pezones de Marga. Siempre le habían llamado la atención, tan oscuros, tan salidos, tan gorditos, en unas tetas tan pequeñas para ella. Pero nunca se había atrevido a invadir la intimidad de su amiga. Ahora, por fin, agarró un pezón entre sus dedos y lo estrujó. Estaba durito, pero menos que los suyos, seguramente por el gran tamaño que tenían. Y decidió agarrar la teta entera. Le cabía en su pequeña mano. La tetita sí que estaba dura. Se miraron lascivamente. Marga no dejaba de succionarle el pezón. Pero se apartó un momento y subió a besarle la boca. Fue un beso lento e intenso. Y volvió a bajar hasta su pezón. Lauro vio que había crecido mucho en la boca de su amiga. Maika llamó su atención, le mordió el pezón que tenía para ella. Laura sonrió.. "no tengas celos.. dame tu tetita.. " Y alargó su mano izquierda hasta el pecho de la chica. Era un pecho redondito, blanquito y duro. Y le quitó el cubrepezones que llevaba y Marga y ella admiraron los pezones de la joven. Maika se dejó los dos pezones al aire y se desabrochó el pantalón. Laura apretaba aquellas bolitas perfectas mientras Maika empezó a tocarse el coño y a respirar cada vez más rápido.
Marga no se cortó un pelo. Dejó de mamar del pecho de Laura y se empezó a bajar el tanga, quedándose con él a mitad del muslo. Y empezó a masturbarse. Laura estaba un poco liada con las dos mujeres.. no se podía tocar ella. Pero entonces la dependiente invadió su coñito húmedo sin miramientos y la empezó a masturbar. La tienda se convirtió en un verdadero espectáculo. Laura dejó las tetas de las chicas y se dedicó a masturbar su clítoris como había aprendido. Y las otras dos, no dejaron de mamarle las tetas que en aquel momento parecían ubres colgando porque se había incorporado un poquito hacie adelante. Maika y Marga se masturbaban a dos manos chupando. Y Laura se masturbaba a dos manos también, con las mujeres colgando de sus mamas. Hasta que se una a una, se corrieron. Y Laura lo hizo como más le gustaba. Entreabrió las piernas, y sacó un chorrito de líquido detrás de otro. Parecía que la muy guarra se estaba meando en el suelo. Marga y Maika estaban chorreando, les caía fluido por los muslos. Y cuando se corrieron. Se miraron y se empezaron a reir. Maika dijo entre risas: "pues así no estaría mal.. una de blanco y otra de negro" Las modelos ocasionales del pintor se miraron. No era mala idea. Pero por si acaso elegirían alguna otra cosita más para la ocasión...