La exhibición de Nuria

Una pareja parte a unas vacaciones con la intención de disfrutar plenamente del sexo en cada ocasión.

Esta vez queremos contar la movida que preparé yo para gozar todo lo que podemos. Como la vez anterior fue durante un fin de semana y lo que yo pretendía era poder exhibir a Nuria y que ella fuera lo más provocativa posible para ir calentando pollas a su paso y cuando yo quisiera, que me follara. Le dije que ella tendría que hacer todo, absolutamente todo, lo que yo le dijera y mandara. Al igual que yo la otra vez, no podría negarse a nada y por supuesto no podría correrse sin que yo se lo dijera. Ella aceptó y según me dijo durante la semana previa al fin de semana, cada vez que pensaba en lo que podía pasar se le mojaba el coño.

Al llegar el viernes, preparé en una pequeña maleta, todo lo que iba a necesitar y cuando ella llegó del trabajo le dije:

  • Ahora empieza la diversión. Date una ducha rápida y vístete, te espero en el coche.

    • A los quince minutos ella se montaba en el coche, y cuando salimos del pueblo, le dije que se quitara toda la ropa. Así lo hizo, quedándose en pelotas en el coche, yo paré en una zona de descanso de la carretera donde había árboles y bastante sombra y le dije que saliera del coche. Al salir le estuve haciendo fotos, aunque ella estaba bastante cortada, pues desde la carretera le podían ver perfectamente si se fijaban en el área de servicio.
    • Ella me preguntó:
      • ¿Que pretendes? - Hacerte fotos, ¿Vale?
    • Acto seguido le di para que se pusiera unos pantalones extremadamente cortos, que dejaban parte del culo al aire e incluso se le metían por la raja del coño, y una camiseta muy corta que con cualquier movimiento se le levantaba y dejaba ver sus tetas por debajo, y al no llevar mangas, se le podían ver las tetas enteras por el hueco de los brazos. Nada más terminar de ponérselo, un coche entró en la pequeña área de servicio y salieron dos parejas. Ellos se fijaron en lo provocativa que iba Nuria y cuando las chicas se fueron por detrás de los árboles, ellos no le quitaban ojo. Entonces la cogí por la cintura y apoyándome en el coche me la acerqué a mí, dándole un buen morreo. De ésta forma los chicos podían verle perfectamente el culo a Nuria. Paré y le dije que me ayudara a amarrar bien un bulto que llevábamos en la baca. Yo me puse por el otro lado del coche y le eché la cuerda. Ella tuvo que alzar las manos y mantener la cuerda tensa, por lo que la camiseta se quedó por encima de sus tetas y por consiguiente los chicos que la veían en un ángulo casi de perfil, admiraban tanto su culo como sus tetas que veían al aire libre. Ella al darse cuenta de que era observada, se le erizaron los pezones. Al acabar de atarlo, le dije que se subiera al coche y nos fuimos.
    • Nos dirigíamos a casa de unos familiares, que nos habían invitado a pasar un fin de semana en la costa, pero yo no le dije nada a Nuria. Estos familiares son mayores, y tienen un hijo que tenía en ese momento 19 años. Mi plan consistía en que seguramente saldríamos con él por la noche y haría que Nuria lo excitara hasta límites insospechados.
    • Cuando llegamos Nuria reconoció el lugar y me dijo:
      • ¿Qué van a pensar cuando me vean así vestida?
    • Y en ese momento salían del chalet ellos a recibirnos. Ángela, que así se llama ella nos dio un sonoro beso a cada uno y le dijo a Nuria:
      • Qué gusto tener tu edad para vestir así, porque tú tienes un cuerpo bonito y te lo puedes permitir. - Sí, la verdad es que en el coche tanto tiempo hace mucho calor. - Tú no eres celoso. ¿Verdad?
    • Me dijo a mí en el momento que Andrés y su padre salían a recibirnos. Nuria le dio dos besos a Andrés, el cual estaba muy cortado por verla tan sugerente. Entramos los cinco a la casa y nos sentamos en el salón mientras Ángela nos decía que habían sufrido un contratiempo, pues ella y su marido tenían que salir esta misma noche y no volverían hasta el domingo por la tarde, ya que un familiar de ella se había puesto enfermo. Pero que nosotros nos quedáramos en casa con Andrés y que saliésemos y entrásemos como si estuviéramos en nuestra propia casa. Subimos a nuestra habitación y soltamos las cosas. Antes de diez minutos ya se estaban marchando y quedamos con Andrés que iríamos a cenar a una pizzería, por lo que fuimos a cambiarnos, pero le dije a Nuria que ella se duchara en el baño del piso bajo, mientras yo lo hacía en el superior. Andrés la acompañó al baño y le dio toallas. Yo, que pensaba que de esta forma si Nuria dejaba la ventana abierta se le podría ver desde el jardín, así que me asomé desde el dormitorio de arriba y vi como Andrés pasaba en varias ocasiones por delante de la pequeña ventana del baño. Bajé y entré en el baño donde estaba Nuria duchándose. La ventana estaba entornada y era imposible ver nada desde el exterior, pero le dije a Nuria que la esperaba arriba.
    • Ella al salir del baño, se enrolló al cuerpo una toalla, pero debido a que eran muy pequeñas, se le quedaba un lateral del cuerpo sin cubrir. Cuando pasó por el salón estábamos Andrés y yo hablando y a Nuria se le soltó un lateral y mostró una buena parte de la teta derecha, pero ella con naturalidad y dándonos la espalda, se volvió y se puso bien la toalla. Al subir a la habitación, se encontró encima de la cama la ropa que tenía que ponerse. Llegó al salón y vestía un pantalón de malla que se le ajustaba como una segunda piel y encima un pequeño top que realzaba sus tetas. Fuimos a cenar, durante la cena ella estaba muy cariñosa con Andrés, y al estar ambos sentados uno al lado del otro, ella le rozaba con la pierna y le cogía una mano acariciándosela. Nuria bebió bastante vino y la notaba contenta. Al salir fuimos paseando por la calle y ella nos llevaba a los dos cogidos por la cintura, pero notaba que iba muy caliente ya que el alcohol la pone a cien. Se pegaba mucho a Andrés y le restregaba una teta contra su brazo. - - Nos dirigimos a una discoteca. Entramos los tres y Nuria se fue a bailar. Alrededor de la pista de baile había un montón de tíos mirando. Cerca de ella había una tía que bailaba con casi todas las tetas fuera así que aprovechando que Andrés había ido por las copas llamé a Nuria y le dije al oído: - - - ¿A ti no se te pueden salir las tetas? - Ahora vuelvo - Me respondió y se dirigió a los servicios. Al rato estaba de nuevo en la pista y Andrés y yo veíamos como bailaba. Andrés la miraba con ojos de deseo y le pregunté si tenía novia.
      • No, no tengo.
    • Pero seguí insistiendo y llevé la conversación por el tema del sexo. Y a una pregunta mía me respondió: - - - No... en verdad no, sólo he salido con una chica, pero no me dejó hacerle casi nada. Sólo llegué a verle las tetas un día en la playa.
    • En ese momento a Nuria en la pista se le soltó él top, cayendo al suelo y quedando ella sin nada que la tapara en la parte superior de su cuerpo. Los silbidos y los piropos sobresalían por encima de la música. Ella se agachó y cogió el top poniéndoselo por encima, se volvió a dirigir a los servicios.
    • Andrés se quedó boquiabierto y yo le dije:
      • Bueno pues a Nuria también se las has visto.
    • Y él poniéndose colorado como un tomate, intentó disculpar a Nuria. Pero yo le dije que no me importaba que se le vieran las tetas, incluso en la playa ella no lleva nunca la parte superior del bikini. En esto llegó Nuria de los servicios. Me di cuenta que venía demasiado alegre, el alcohol le había hecho efecto. Se sentó entre nosotros dos y nos preguntó qué nos había parecido la escena. - - Andrés se limitó a decir que estaba muy guapa y ella correspondiéndole le dio un beso en los labios mientras que con una mano le acariciaba los muslos cerca de la entrepierna. Cuando se separó él no sabía qué decir, pero yo dije de ir a dar una vuelta por la playa. Accedieron y nos dirigimos allí. Nuria seguía igual de contenta y debido a que era de noche dijo:
      • ¿Os apetece bañaros de noche?
    • Andrés, inocente, dijo:
      • No hemos traído los bañado...
    • Nuria ya se había quitado el top y se bajaba los pantalones, mostrando su perfecto culo a la luz de la luna. Se quedó desnuda y salió corriendo al agua. Ni Andrés ni yo la acompañamos. A los cinco minutos salía y como no teníamos ninguna toalla, se puso el pantalón y el top mojados, por lo que le costó mucho trabajo ponerse el pantalón y en cuanto al top al estar mojado, parecía que no llevaba nada. Nos metimos en el coche y nos fuimos para casa. Nos despedimos y nos fuimos cada uno para su habitación. - - Ya en la habitación, le dije a Nuria que debería al día siguiente poner caliente a Andrés, y que nos iríamos los tres a la playa. Cuando amaneció, nos levantamos Nuria y yo, bajamos a la cocina a prepararnos el desayuno, pero le teníamos preparado una sorpresa a Andrés, pues Nuria llevaba puesto unas braguitas que apenas le tapaban el coño y por detrás tenían una pequeña tira que se le metía por los cachetes del culo, dejándolo totalmente desnudo. El sujetador era pequeño, de tal manera que le sobresalían las tetas por todos sitios y se transparentaba, dejando ver unos duros y tiesos pezones desafiando el encaje del sujetador. Cuando Andrés bajó a la cocina, se encontró a Nuria de espaldas a él recogiendo la cocina mientras yo había ido a comprar el pan. Nuria a pesar de haberlo escuchado, se hizo la tonta y él se quedó un rato mirándola y en el momento de yo entrar a la casa, él se dio media vuelta y se dirigía para su cuarto, pero yo le llamé y sentándonos los dos en el salón le comenté de ir a la playa, a lo que él accedió. En esto estábamos cuando Nuria saliendo de la cocina se unió a nosotros y Andrés se puso rojo al verla. Nuria se paseaba con toda naturalidad por delante nuestra para ir de una habitación a otra hasta que fue a cambiarse para irnos a la playa. Estábamos los dos en el coche esperándola, cuando apareció Nuria llevando puesta una camiseta de baloncesto como única prenda, por lo que se le veían todas las tetas por los laterales, e incluso se le veía ligeramente el culo, pues le quedaba muy ancha pero corta y llevaba a la playa un tanga de las mismas dimensiones de las braguitas que antes tenía. Cuando se montó en el coche nos dijo que acababa de llamar por teléfono un tal José preguntando por Andrés y le había dicho que nos íbamos a la playa por lo que este tal José dijo que le recogiéramos en su casa. Andrés nos explicó que era su mejor amigo, pero que si nos importaba él le diría que no fuera, a lo que yo le respondí que se viniera con nosotros. Al llegar a la dirección, nos bajamos los tres para saludarlo, y al llegar José, Andrés nos presentó, pero se quedó de una piedra al ver a Nuria, pues parecía que iba más desnuda que vestida. Fue entonces cuando pensé que este era el momento de darle a Nuria con tres pollas a la vez. Llamé a Andrés aparte y le pregunté si sabía de alguna playa o cala que fuera bastante solitaria, a lo que me respondió que sí, pero que estaba un poco lejos. Me explicó cómo ir y nos pusimos en dirección a esa playa. - - Para llegar a la orilla tuvimos que dejar el coche bastante lejos, e incluso después de acceder a la arena, para llegar a la orilla por lo menos había un kilómetro de arena y dunas. Nos pusimos relativamente cerca de la orilla entre unas dunas, era un sitio apropiado para estar ajeno a miradas indiscretas. Nuria no se cortó un ápice, y quedándose sólo con el tanga se dirigió al agua; mientras yo me quedaba en bañador puede ver cómo ellos dos hacían lo mismo pero sin quitarle el ojo al culo de Nuria que iba contorneándose en dirección al agua, cuando ella se zambulló, ellos terminaron de quitarse los pantalones y las camisetas. Nos tendimos en las toallas, dejando la de Nuria entre Andrés y la mía, cuando ella llegó empezó a untarse crema solar por el cuerpo, prestando especial atención a las tetas. José se puso boca abajo y Andrés se levantó para ir al agua, pero Nuria parándolo le dijo que le pusiera él crema por detrás, ya que a mí no me gustaba. Él se puso de rodillas, se le notaba un gran bulto en la entrepierna, y empezó por los hombros, bajando por la espalda hasta que llegó al culo, donde se detuvo, pero Nuria que me miraba a mí de lado, me guiñó un ojo y le dijo que siguiera. Él obedeció y ella se abrió de piernas para que le pudiera poner crema por la parte interior de los muslos. Andrés acabó y con un grandísimo bulto entre las piernas fue corriendo al agua de la que regresó a los cinco minutos. Estábamos los tres sentados en las toallas cuando propuse jugar a algo para pasar el rato. José dijo que hubiera sido interesante jugar al strip-poker, pero que dadas las circunstancias, no tenía morbo, a lo que yo le respondí que podríamos jugar nosotros tres y el que perdiera diría lo que tenía que hacer el que ganara con Nuria. Ésta puso cara de incrédula, pero le dije que tenía mucha suerte de tener a tres machos para ella sola y que se quitara el tanga. Con cara de contenta ahora, se lo quitó, quedándose totalmente desnuda.
    • Repartimos las cartas y en la primera mano perdí yo y ganó Andrés, por lo que le dije que se quitara el bañador y fuera al agua con Nuria, pero llevándola cogida del culo. Él me respondió que había gente y que estaba empalmado, pero le dije que eso era lo que tenía que hacer. Iba camino de la orilla con una mano en el culo de ella y otra tapándose ligeramente, pero al volver Nuria le cogió de las dos manos y le besó en la boca, por lo que llegaron a las toallas ella con las manos de él y él con la polla que parecía un mástil. La segunda mano volvió a ganar Andrés y perdió José, a lo que éste le mandó que le comiera las tetas a Nuria, que se recostó un poco y se abrió de piernas, por lo que cuando Andrés se acercó de rodillas a ella y empezó a chuparle los pezones, la punta de la polla le rozaba el clítoris. En la siguiente tanda ganó José y volví a perder yo. Les mandé que hicieran un 69 pero sin que se corrieran ninguno de los dos. José se puso debajo y ella se colocó encima, comiéndole la polla a con una cara de gusto tremenda. El posible hielo estaba roto, por lo que me tendí boca arriba y le dije a Nuria que se montara encima de mí, ella caliente como estaba no lo dudó, se subió metiéndose mi polla lentamente en el coño, mientras ellos sin perder detalle se la cascaban. Cuando la tuvo toda dentro, pregunté quién quería metérsela por el culo, a lo que Andrés sin responder se situó por detrás y se la enchufó. A José le quedó la boca. Nos corrimos los cuatro casi a la vez. Pero Nuria quería más, así que se tumbó ahora ella boca arriba y fue José quien se la metió, mientras Andrés se la metía en la boca. Nos turnamos todos en todos sus agujeros, y aquel fin de semana se quedó José en casa de Andrés y nos follamos a Nuria tantas veces como quisimos, pues ella iba siempre desnuda por la casa y cualquiera la cogía en cualquier sitio.

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