La excusa

Esta es la carta que le escribí a una chica que me enseño del sexo y del amor, de la vida y sus consecuencias, del tiempo... y espero que deje lecciones como a mí... Y más tarde, como a ella. Es solo una perspectiva más del amor.

Querida Aylin:

Hubiera sido más sutil si no te hubiese escrito nada y me mantuviera en silencio como hasta ahorita lo había hecho, seguir como si nada hubiese pasado pero, sabes, no quiero que mi única alternativa sea correr, quiero sentirme responsable enfrentando estos líos que yo misma generé. Esta es mi excusa.

No necesito preguntarte nada para asegurarme de que ya te has dado cuenta que soy una chica soñadora o cursi, no sé cual es el concepto que tu tengas pero, en efecto, era una chica de esas.

Me gustaba ver la vida de una manera ilusa; soñaba con encontrar a esa chica... Ya sabes, una que cumpliera las prescripciones del ya estereotipado concepto del amor. El típico "amor de tu vida" o "tu alma gemela", o ridiculeces de esa índole.

Quiero decir, no soy tan ingenua como piensas, he llegado a comprobar que todos buscamos esta parte del amor. Algunos ya no porque los lastimaron, o mejor dicho, se decepcionaron, pero es casi natural que todos quieran un amor así. Creo que eso es una epidemia social, pues casi toda la vida te condicionan a depender de alguien en ese aspecto o quizá también es la consecuencia cuando uno no soporta estar solo y los amigos, la familia, uno mismo casi nunca es suficiente. Al menos de este lado de la vida. Muchos nos llaman los románticos.

Sé que has escuchado que la gente etiqueta como " amor" al conjunto de esas cosas que consisten en dar regalos, flores, chocolates, cumplir meses, tener sexo bajo premisas y compromisos exclusivos, tomarse de la mano, celebrar un 14 de febrero a manera de ritual, decirse palabras que dan lugar a algo fijo como el "siempre juntos" " te amo con todo mi corazón" o la que suena más seria "cásate conmigo", fotografiarse en posiciones románticamente exageradas y esos etcéteras que hasta hace un año yo deseaba.

Tuve novias, incluso novios, pero con ninguno funciono: Eran más mis exigencias que las ganas de hacer todo esto. Tal vez porque me empeñaba en asegurar (retener) a alguien que en disfrutar el momento y ese ha sido mi error más grande. Sé que no te interesa mi vida en lo absoluto pero creo que es necesario recurrir a contarte esto porque me es más confiable que conozcas la raíz del problema.

Cuando te vi por primera vez, a través de todas las chicas, enseguida me causaste una sensación por reflejo que me impulsó a ir hasta ti a ofrecerte un cigarro y preguntarte tu nombre, no es un cliché, no quiero convencerte de que ese reflejo fue "amor a primera vista" o algo patético por el estilo pero si vi algo más en ti que sólo una chica común revuelta en una fiesta lésbica y bueno, ya sabes como empezó todo...

No me escudare en decirte "estaba ebria, perdón" en efecto, estaba ebria pero tú estabas tan bonita y yo... Yo quería conocerte mejor.

No sé si te lo han dicho antes pero eres de esas chicas que ejercen cierto tipo de atracción en los demás, tienes una cara impredecible, indiscreta y una facha intelectual que conecta; Me refiero a que si yo no te hubiese conocido aquel día pero quizá te hubiera visto en cualquier otro lugar, caminando en el centro o en un vagón del metro, definitivamente me hubieras anclado. Sin dudas hubiera volteado a verte. Pero por fortuna, ese día coincidimos en el mismo lugar. María y Lucero besándose, tú y yo. Ah, por cierto, no es nada bonito que intenten ligar con la única chica que te llamó la atención. Lo digo por la chica de ojos azules, estuve a tres palabras de romperle la nariz. Pero ella ya no es relevante aquí. Sé que hablaban, me lo dijo un día, va en la misma facultad que yo, me tocó el hombro y sonrió, tomamos un poco de alcohol y me dijo que le gustabas... No me molestó, incluso me sentí mal por ella. Ella aseguró que la enamorada era yo. No la he vuelto a ver, pero me dejó pensando.

Respecto a esto, creo que mi manera de actuar ese día contra ella te dejó impactada, me deje llevar por la emoción del momento, soy algo celosa pero no había pretexto ni siquiera tenía más de tres horas de conocerte.

No intento justificarme pero puedo decirte que no sabía lo que estaba haciendo porque en eso se basa mi vida: Nunca sé qué estoy haciendo (un ejemplo sería esta carta) solo me atrevo y ya, es por eso que la mayor parte del día soy despistada o me meto en aprietos. Fue muy precoz dejarte conocer esa parte "intensa" de mí. Me tome a pecho lo que sucedió en esa fiesta. Aunque déjame decirte ¡Fue un buen día! No me refiero al "¿puedo besarte?" más bien, gracias a ti conocí a Lucero, pude conocerte más y fuiste toda una anécdota y toda una experiencia.

A lo largo de los días, sé que el único medio que podía usar era WhatsApp y platicar contigo era muy ameno; vivimos a dos horas y media de diferencia, y nuestras universidades están de punta a punta de esta ciudad y pues era complejo conformarme con ese medio, obviamente no puedes hacer nada detrás de una pantalla, se tornan pláticas vacías y los temas se agotan muy fácil. Por eso valoré las veces que pude tenerte cerca.

Sé que me dijiste que no me ilusionara contigo... Te juro que hice todo lo que estuvo en mis manos, pero a veces soy muy genuina y me dejo llevar más por mis impulsos que por la realidad planteada. Tal vez no era una ilusión pero había algo dentro de mi que me insistía en que era capaz de hacerte cambiar de opinión, era una avaricia deliciosa y por eso me arriesgué.

Había generado muchas hipótesis acerca de ti, sabía que tenías muchos pretendientes, incluso sé que ahora los tienes, porque eres una chica preciosa. Sabía que no era completamente capaz de llenar tus prospectos, era solo una chica que habías conocido durante una fiesta ¿qué tenía de especial eso?

El día de tu cumpleaños mencionaste a tu "novia", en definitiva me empeñe en decir "oficialmente, no le intereso" y opté por dejarlo así, pero no pude. Pienso que eres un montoncito de cosas interesantes y yo soy muy curiosa, quería descubrirlas aunque déjame aclarar que no fue precisamente de una manera amorosa. Me atreví a seguir ahí por el simple hecho de seguir mis ideales. Te digo, soy una romántica, siempre he creído que las personas llegan a mi para enseñarme algo.

Quiero confesarte que nuestra primera cita el ambiente se sentía un poco incómodo, te veías radiante pero distante, supongo que era por el contexto en el que se habían dado las cosas anteriormente o porque quizá si existía esa "novia". No me sabía otra cosa más que pensar que todo sería un desastre pero después todo fue espontáneo, te reiste de mi cara cuando aquellos chicos me podieron mi número y me diste de tu helado, de repente íbamos en el metro tomándonos fotos y riéndonos de la época, recuerdo que la gente nos miraba raro. Así como acostumbran a mirarme cuando estoy feliz o ebria.

No sé por qué razón aclaraste que esa chica no era tu novia justo cuando nos despedimos. Me confundí. Siendo honesta, en ningún momento te había idealizado como una amiga, por no ser hipócrita con mis sentimientos, pero sé que así congeniamos mejor, así somos nosotras y si he llegado a verte de esa manera fue por respeto a todo esto. Y sí me preguntas, la verdad no sé cómo llamar a "todo esto".

Tú y yo sabemos que ha pasado, es como un secreto en común, incluso quisiera deslizar una disculpa hasta este punto sí es que en algún momento expresé algunas cosas indebidas que se resbalaron por mi boca, me he sentido idiota por ello.

Pensé que María y Lucero serían algo más, por ese día que ustedes nos visitaron en nuestro departamento y ellas salieron por más cigarros, según. Nos dejaron solas...

Esa vez fue conmemorativa en mi, todo se redujo a ti. No sé qué fue exactamente pero me sacó de mis rutinas. Nunca te había imaginado desnuda, y cuando te vi pensé que eras lo más hermoso que había visto en mis 18 años de existencia. Mis labios querían surcar en los tuyos, sólo me dediqué a arrancarte todas las palabras de la boca mientras mis manos buscaban recorrerte. Quería tenerte en mis dedos y deshacerme en amor contigo. El corazón quería salirse de mi pecho, lo cual consideré como uno de los placeres de mi vida más perfectos. Mi lengua no se cansó de bailar con tus pezones, la tuya con los míos tampoco. Así nos hubiéramos quedado toda la tarde a no ser de que tenias que irte...

A pesar de que soy una torpe, de que no sabía cómo tocarte porque mis nervios se tensaban y mis átomos me electrocutaron sé que fue fantástico. Alardeé en torno a esa tarde, resucitó mi esperanza de obtener una oportunidad y muchísimas gracias por hacerme ver que estaba equivocada. En verdad te tomaste a pecho eso de irte.

Necesite muchos consejos, no te miento, era la primera vez que lidiaba con algo de este tipo. Es un congénito don femenino ser dramática. Mis amigos me decían que era muy estúpido generar tanto lío sentimental por una chica que solo había visto poquitas veces.

Y tal vez tenían razón, pero mi mamá me aconsejó que no me condicionara, ni fijara plazos, que actuara en pro al tiempo, sin darle una bitácora a las cosas, simplemente dejar que surjan.

Ellos no te habían tenido encima, no te habían sentido. Ellos no eran yo amándote. Llegué a quererte esas veces incluso más que a personas que veo diario. No estaba bajo mis planes, solo sucedió. Pero sí no era recíproco no tenía caso.

Y me di cuenta de que estaba dejándome llevar por todo, fabricando expectativas cuando ni siquiera sabía qué era lo que tú pensabas.

En medio de esos dilemas, por fin entendi que te habías ido. No supe nada de ti por algunos días, pasó justo después de nuestro debate de que yo era cursi y tu fría, una chica probablemente nociva y de esa tarde... Me siento bien diciéndote que me sentí mal en un principio, por el hecho de que me había acostumbrado a frecuentarte virtualmente y pues algunas secuelas en torno a lo sucedido, ¿sólo me querías para tener sexo? Era la cuestión más punzante, aparte de que se me juntaron otros problemas familiares y personales. Mi habitación se convirtió en un depósito de penas pero entre todo ese desorden estaba todo lo cuerdo y recuerdo de ti. Ahí te tuve.

No lloré por nadie ni nada. Solo me quede ahí, intenté tomar las cosas con calma, de vez en cuando te extrañaba pero yo no podía hacer nada para obtenerte, porque no eres un objeto, ni una condición, mucho menos algo que debía ganarme.

Lucero y yo nos hicimos más cercanas tan de repente, María la había rechazado y nos entendiaos en medio de platicas infnuas. A veces le preguntaba si estabas bien y me sentía patética pues sé que eres una chica que siempre va a estar bien, no es una conjetura, es que tú eres tan auténtica contigo misma, eres objetiva y visionaria, no te imagino triste. Ojalá nunca lo haga.

Después de muchos debates emocionales conmigo misma, le vi el lado bueno a la vida; me enamoré de mi carrera y mis amigos, de la confianza que mis papás depositaron en mi, de esa sensación de estar hecha en muchos lugares, de ese pequeño dolor al no encontrarte en ninguno de mis horarios

y de muchas mierdas más que me mantienen viva. Podría ser un cadáver andante pero no quería esa vida por eso me levanté de esas ruinas.

Pasaron dos semanas y tú apareciste otra vez...

Aún no sé por qué demonios regresaste, pero que bien...

Odié un poco que nadie me dijera nada, di un pequeño brinco al verte, pensé que Lucero era la única que estaba detrás de la puerta. María me había dicho que sólo ella iría al departamento a beber un rato, no te esperaba...

María me dijo que no desatara mis sentimientos; me aguanté las ganas de besarte. Creí que no volvería a beber vodka contigo.

Obviamente me gustas en todas las maneras posibles, pero no quiero que seas un capricho mío, ni un afán. Sé que habrá un día en que, quizá, todo terminé... Ojalá ese día se suicidé o algo, pero bueno, si llega a suceder, yo lo dejo en tus manos: no quiero ser una molestia, mucho menos un disturbio, quiero conservarme ahí sin hacer escándalos, escuchar tus temores pasajeros o las cosas que haces cuando los profesores llegan tarde a clase, los vínculos que tienes con la ingeniería y todas tus locas teorías acerca de los homofóbicos, tus sueños raros o lo qué sientes cuando estás drogada...esas cosas que parece que no le importan a nadie pero que me gusta oír.

Siempre ignoré los consejos vacíos que me daba, por ejemplo el "ya, olvídala" Es más, se me hace patético eso de olvidar a alguien.

Creo que es más práctico aprender, aprender de todo lo sucedido.

Yo quiero aprender muchas cosas: aprender a hablar inglés, a cocinar, a fumar, a despertarme temprano sin fatigas, a que nada duela.

Debo decirte que de acuerdo a mi antiguo concepto del amor, gracias a ti, he cambiado esas perspectivas:

Ya no espero nada de esas mierdas, me complico mucho la vida, me enseñaste que todo esto no depende de alguien sino de ti mismo, que la vida solo se trata de vivir el momento y eso de involucrarse en algo serio puede convertirse en un problema.

He fabricado un nuevo concepto: no idealizar a nadie. No quiero flores, ni peluches, ni nada de esas mierdas.

Quiero divertirme, beber alcohol, mucho vodka, quiero terminar mi carrera, quiero joder con mis amigos, morirme de risa, tener con quien burlarme de muchas cosas sin dañar a nadie, tener una química impresionante, quiero verte de vez en cuando para que un chico intente besarme y tu te rias todo el día de mí o encender un cigarro al revés para que le cuentes a tu mamá mis tonterías, quiero olvidar la fecha de cuando inició todo esto, solo quiero saber que aquí estás y ya porque sólo somos un instante en términos de lo que hacemos. Y yo quiero hacerte muchas cosas. En lo único que concuerdo con todo el mundo es en esas dos palabras que en breve caracterizan estas cosas que uno siente sin explicación ni móvil.

No quiero etiquetarte en mi vida como mi novia, mi amiga o una conocida, solo quiero que seas tú. No medirnos en días ni horas, no quiero poseerte, ni vincular mi pasado con mi presente. Solo quiero que todo siga fluyendo.

Sí decides irte algún día, está bien, pero no me digas adiós, me gusta más lo sencillo, solo dime: luego vengo voy por cigarros. Te esperaré con café, vodka y un encendedor.

A manera de conclusión, no vendré a decirte que quiero que encuentres a alguien que te haga feliz y esas cosas, porque sé que la felicidad es a cuenta propia y que nadie debe depender de nadie. No quiero ser igual de idiota que el resto.

Acepto que no soy una chica fantástica ni el remedio a toda locura pero yo estoy aquí. Tal vez no confíes en nadie, mucho menos en mi, pero sí me lo permites solo quiero ser yo en tu vida así como tu lo eres en la mía. Que sepas que puedes contar conmigo: números, historias, reclamos, lunares, lo que sea. Aunque suene poético el asunto.

Tal vez no sepa lo que sientas o sentiste, pienses o piensas, si te arrepientes o es neutral y no demando saberlo, pero sinceramente, muchísimas gracias, por sea lo que sea que haya sido en ambas direcciones.

Has sido de los amores más vehementes que he tenido. Te he calificado de esa manera porque no tengo otros adjetivos más claros, pero yo sólo sé qué eres en mi vida y no quiero entorpecer todo tratando de explicártelo.

Aún me gustas, es innegable pero no puedo obligarme a insistir, no necesito buscar un sitio en tu corazón sí no sé si me aspiras, no sería lo más correcto, prefiero estar bohemia y sin tanto relajo.

Además sé que es complicado iniciar un proceso de "liberación" a voluntad propia, no puedo eliminar estas cosas así de fácil, no podría pretender que no fuiste nada pero tampoco es necesario que lo haga redundante. Me siento bien con lo que siento y con lo que sucede.

La finalidad general de esta carta no es pretender que te enamores de mi, no es una estrategia para enredarte en una serie de lástimas, no es para generar algo en ti que te haga compadecerte de mi alma, nada más es la forma más sincera que he encontrado para agradecerte el hecho de que hayas entrado a mi vida, que me hayas hecho hacer un desastre muy bueno y me hayas enseñado valiosas lecciones personales.

Y acentuando un poco más esta condenada historia, quiero decirte que el principal propósito era aclarar todo lo que he sentido a lo largo de este tiempo. Me siento mejor sin reprimirme nada. No quiero esperar a que seamos una intermitente, quiero sorprenderme, no sé. No te estoy proponiendo ninguna cosa, simplemente sé tú en mí. Un acuerdo mutuo bajo ninguna orden, sólo quiero que sigamos en nuestro no sé qué, que todo sea espontáneo, despreocupado y sencillo.

No me importa quien te haya querido antes o quien lo hace ni quién lo hará, me importa estar asumiendo mi responsabilidad de quererte yo, ahora. No voy a pretender que eres todo pero por lo menos sé que eres un poquito más que el resto y es bastante.

Asumo también que la desenvoltura de esta carta suena algo potente, muy dramáticamente intensa o empalagosa de algún modo. En realidad, es súper sencillo lo que estoy tratando de decirte. En resumen, gracias por todo.

Sabes, mi manera de escribir es muy caótica, resulta que se me va la onda, me salgo de tema y utilizo palabras que la gente normal no utiliza o trato de llegar al génesis de todo y uso descripciones casi perpelejas pero espero que puedas entenderme y darme tu versión, me gustaría saberla más por intriga que por morbo pero eso lo dejo a tu criterio. Yo me conformo con saber lo que quiero.

En serio, nunca fui más sincera en mi vida. Siempre estoy lista para cualquiera de tus respuestas, ninguna verdad se toma a mal si no incluye mentiras.

No me reclames el hecho de que nunca te haya dicho te amo, era mi mecanismo de defensa tragarme esas palabras pero sólo quisiera decirte que te amo con toda seguridad aunque suene intenso, ilógico, tardado o cualquier recepción que tengas.

No quería decirte que te amo porque me habías dicho que ni siquiera te conocía... Tal vez estabas en lo correcto; No sé qué pienses del mundo ni con qué paciencia te reduces en él, no sé quien te ha enseñado mucho, de qué hablas con tu mamá cuando están a solas, ni sé cuántos años tiene tu hermano ni cuántas cervezas se toman entre los dos, ni tus fobias o tus metas claras ni muchas cosas que te construyen... pero te conozco a mi manera, y a mi manera te amo.

Nunca vuelvas a preguntar por qué alguien te ama, son cosas que ningún humano tiene planeadas ni coordinadas.

A veces no puedo evitar sonar demasiado intensa, es un pequeño detalle de mi carácter pero nada dañino, descuida.

No quiero incomodarte con esta forma catastrófica de expresar esto que siento, pero esta fue mi excusa, no me lo tomes a mal pero por sí las dudas, aquí te dejo un te amo muy certero.

Te amo y ya. No sé que va a pasar, ni cual sea tu reacción, sólo sé que afrontar las cosas como son es lo mejor que puedes hacer si estás perdido.

Y por eso te dejo aquí en mi vida, si tú no me amas , está bien, cariño. No espero nada de ti.

Te amo, por eso me voy y me quedo.

Con toda honestidad:

S.B