La Ex-Novia Desesperada

Me Llamo Muy Temprano Por La Mañana, Dijo que le urgía Verme y por su tono de voz sonaba desesperada. Hacía más de 6 Meses que No sabía nada de ella; Me había botado por teléfono y yo se lo agradecí, la única razón por la que había regresado con ella era para desvirgarla

La Ex-Novia Desesperada

Me Llamo Muy Temprano Por La Mañana, Dijo que le urgía Verme  y por su tono de voz sonaba desesperada.

Hacía más de 6 Meses que No sabía nada de ella; Me había botado por teléfono y yo se lo agradecí, la única razón por la que había regresado con ella era para desvirgarla y así vengarme por todo lo que me había hecho en la Preparatoria, como siempre he dicho “Yo Cuando Me Vengo, Me Vengó!”

La corteje por más de 3 meses para regresar con ella Y cuando lo logre la  lleve a un hotel fuera de la ciudad, le quite la ropa sin pudor alguno y la hice mía y después de eso la relación se fue a pique, no me interesaba ella, solo me interesaba vengarme y lo había hecho, Ahora solo la llamaba cada vez que tenía ganas de sexo y ella me profesaba el amor de una chica que siempre recuerda su primera vez y yo me iba a quedar grabado en su mente junto con el desdén y desprecio  que ahora tenía reservado solo para ella.  Pero Eso Se Los contare Después.

Yo no contaba con una primicia muy cierta, una primicia que mi padre me había transmitido cuando quiso hablar de sexo conmigo: “Para las mujeres el sexo es como una droga, una vez que lo prueban quieren seguirlo teniendo cada vez más”, Por supuesto que pensé que la hipótesis de mi padre era mentira, Pero no contaba con que las mujeres son mentirosas, piensan tanto en el sexo como los hombres pero no lo admiten… hasta que no son forzadas a hacerlo.

Cuando colgué el teléfono, me lance a la regadera, debía estar limpio pues aunque ella no me interesaba había una parte de su cuerpo que aun me encendía, sus pechos, otra falla en mi plan, durante la preparatoria  solo los había tocado sobre su blusa pero cuando por fin pude verlos eran perfectos, tan redondos y firmes que parecían falsos, a sus 21 años de edad, sus pezones aun señalaban al frente y al tacto eran como un par de orgasmos en tus manos, ni blandos ni duros, suaves y con un sabor a gloria, en eso pensaba mientras me enjabonaba, en sus pechos que hacía 6 meses que no había podido tocar y que esta tarde tendría la posibilidad de volver a lamer. Tuve un orgasmo en la regadera, “un rapidito”, me había masturbado mientras pensaba en sus duros pezones y me había venido en cuestión de minutos, pensando que derramaba mi semen en sus maravillosos pechos.

Me vestí lo más ligero posible, unos bóxer holgados, una camisa de botones a presión, para fácil acceso, unas bermudas y sandalias, la había citado para el medio día en mi casa, me había dicho que quería hablar  y a mí eso de los cafés no se me daba, así que decidí que charlaríamos en mi casa, además un lugar solo sería perfecto para mis planes. Yo había “madurado” desde la prepa y ella aun tenia la misma personalidad de niña santa que me había atraído en ese entonces y que yo no había sabido explotar, pero ahora las cosas eran diferentes sabia como manipular la situación para que ella hiciera lo que yo quisiera.

A las 11:57 sonó el timbre de mi casa, seguramente era ella, así que abrí la puerta y ahí estaba de pie frente a mi casa, No era fea pero no me interesaba para una relación, como alguna vez había escuchado en una película “si tu y yo fuéramos un poco más honestos, ya nos estaríamos revolcando”, Y ahí estaba el ejemplo perfecto.

Se llamaba Karina en ese entonces teníamos 21 años, habíamos estado juntos en la prepa, éramos la pareja perfecta, ella tenía el tipo de porrista, delgada, buen cuerpo, deliciosos pechos, tez blanca pero de cabello oscuro y yo el jugador de la selección de futbol de la escuela que tenia la suerte de estar con ella, pero como en toda historia se mete alguien y lo arruina todo, esta vez un “Cristiano” (de religión) llego a la escuela con su discurso de bondad, amor y respeto pero no dudo un segundo en meterse en mi relación y ella tan tonta como era, cayó en el juego de él y me torturo por más de un año con sus juegos, por eso busque venganza y ahora años después ahí estábamos en mi Casa para hablar sobre “Nosotros”.

Llevaba un vestido de esos de “tubo” una sola pieza de tela ajustada que marcan perfectamente el cuerpo de la mujer, el vestido era rojo como sus labios, llevaba Suelto su cabello, negro y ondulado que la hacían parecer una Amazona,  y me miraba con su mirada penetrante pero inocente.

Estuvo cerca de una hora hablando sobre no se qué y yo solo me la comía con la mirada, había accedido a verla porque pensé que habría sexo pero ahora comenzaba a dudarlo, estaba a nada de decirle que no regresaría con ella cuando escuche unas palabras que me regresaron a la realidad, “TE DESEO”, Que? Dije yo, y lo repitió, “David, Te deseo” por fin había llegado el momento que esperaba, Comenzó a acariciar mi pierna a la par que me decía palabras que encendían mi miembro, hablaba de cuanto me extrañaba y que ganas tenia de volver a sentir mi cuerpo desnudo, metió mi mano dentro de mi bermuda y alcanzo mi bulto y comenzó a acariciarlo, de su boca salía un discurso sobre lo caliente que estaba y de las noches que se había masturbado pensando que era yo quien la penetraba.

Lentamente me empujo al alfombrado piso de la sala donde quede recostado, tomo mi camisa y la abrió de un solo jalón, justo el efecto esperado, se recostó sobre mi y comenzó a besar mi cuello, mientras yo estrujaba su trasero, siguió besando mi cuerpo mientras bajaba por mi pecho, lamiendo mi abdomen y llegando a la fina línea de pelos que se dirigían a su gloria, mi pene, abrió la bermuda y comenzó a lamer sobre mi bóxer, había despertado a la bestia y ahora tendría que calmarla, así que yo mismo baje mi bóxer y como si fuera un resorte mi verga se dirigió hacia su cara dándole en una mejilla.

Tomo mi pene con sus manos y lentamente comenzó a darle lametazos por todas partes, yo estaba que me desesperaba por sentir  su mamada, así que tome su cabeza y dirigí mi verga al interior de su boca, el placer de sentir los labios carnosos de Karina alrededor de mi pene era indescriptible, su labios recorrían todo el tronco de mi verga y su lengua acariciaba mi glande, Sus mamadas eran maravillosas, mi pene llegaba hasta su garganta y su lengua jugueteaba por todos lados, de vez en cuando chupaba mis huevos, los lamia y los metía en su boca de uno en uno o el par al mismo tiempo.

Después de un rato de estar recibiendo una mamada fenomenal, decidí seguir disfrutando pero ahora con su cuerpo, así que fui yo quien ahora la recostaba sobre la alfombra y comenzaba a juguetear con sus pechos, al parecer no fui el único que se vistió “de fácil acceso” pues cuando baje la parte superior de su vestido descubrí que no llevaba brasier y únicamente unas florecitas auto-adheribles cubrían sus pezones, esto me calentó demasiado y me lance a devorar sus pechos, me zambullí entre ellos y después retire cada una de las florecitas con los dientes, descubriendo sus rosados pezones que me “miraban” pidiéndome a gritos que los chupara, lamiera y mordiera, y así lo hice, mientras mi boca se ocupaba de uno con una mano estimulaba el otro, cuando mi boca mordía un pezón, mi mano pellizcaba el otro, tenía unos pechos deliciosos, mi cara cabía entre ellos, mi lengua los recorría completamente y mi boca los mordía como si se tratara de un pastel, un par de deliciosos pasteles firmes y deliciosos.

Y mientras lamia sus pechos con concentración  retire su vestido completamente dejándolo tirado a un lado,  trate de retirar sus bragas pero al buscarlas no pude sentir nada más que el contacto de su piel tibia, retire mi atención de sus pechos por un momento y vi que no traía bragas, eso me calentó aun más de lo que ya estaba, Por Fin la tenia totalmente desnuda en mi alfombra, húmeda y lista,  únicamente con sus zapatillas negras y una mueca de lujuria que calentaría al mismo diablo y me lance a su vagina, lamí sus rosados labios, lamí lo más profundo que pude, acaricie con mi lengua cada parte de su anatomía mientras ella se retorcía y gemía cada vez más fuerte, la estaba llevando al orgasmo así que me detuve y metí un par de dedos y toque su punto “G”, había visto en una porno como estimularlo y cada vez que lo hacía parecía resultar en éxito y ahora Karina estaba gritando de placer, menee mis dedos con fuerza y unos segundos después sus gritos se redujeron y mi mano y la alfombra quedaron totalmente húmedas.

Ella había tenido su orgasmo ahora era mi turno, la tenia ahí lista, me coloque entre sus piernas y puse mi Verga en la entrada de su vagina y empuje, la metí hasta el fondo. Se la empuje para que la sintiera toda por un momento, con la verga adentro le acaricie sus pechos, acaricie sus piernas, acaricie todo su cuerpo, y finalmente metí el dedo índice en su vagina lo remoje muy bien del delicioso néctar que salía de su vagina y lo lleve a su boca, le dije “prueba tu coño” y lo lamio, lamio mi dedo como si se tratara de un pene, y comencé a follarla, comencé lentamente, sacando casi todo mi pene y empujándolo todo dentro, cada vez que le empujaba mi verga sus pechos temblaban al compas de la follada.

Me senté en el piso y la hice sentarse en mi pene, la folle viéndola a los ojos, me perdí en sus ojos color miel, sentí el roce de sus pechos contra mi pecho, acaricie su cintura y la tome firmemente para atraerla hacia mí, clave mi verga aun más profundo, la penetre tan duro que estaba a punto de venirse nuevamente, la hice clavarse mi pene rápidamente, sentí sus nalgas chocar contra mis muslos, aplaudiendo por el espectáculo sexual que estaba aconteciendo en mi sala, y de repente se arqueo para atrás , estaba teniendo un orgasmo, comenzó a gritar y a jalarme el cabello yo tome sus pechos y mordí sus pezones a la vez que la penetraba con ferocidad, gimió fuerte por varios minutos hasta que se calmo y  me abrazo.

La recosté en el piso, saque mi verga de su vagina y la lleve a sus pechos, los presione contra mi verga y la moví como si los estuviera follando, dure unos minutos así hasta que me vine, chorros de leche fueron a parar a su cara y cabello, liberando toda mi tensión sexual.

Una vez que termine, miramos alrededor, la tensión sexual había desaparecido y notamos el desastre que habíamos hecho en la sala y en nosotros mismos, y de repente nos reímos, hasta que ella dijo, “Mira David, No quiero que volvamos, Solo quiero que sigamos Cogiendo de vez en cuando”, Una sonrisa apareció en mi rostro y pensé que la tenia donde queria, me necesitaba y yo no a ella, la invite a limpiarnos y me dijo “ Claro!, Pero antes… Una mamadita?”

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