La estancia de un amigo en Málaga

Un hombre acude a realizar una obra cerca del domicilio de un antiguo amigo. Invitado por este a su casa, conoce a la cuñada del amigo, una joven virgen, y tras varios acontecimientos consigue yacer con la misma en la propia habitación de la joven.

En estos días un amigo me confesó una historia que me relató de algo que le había ocurrido hacia unos cuantos años. No sé si será cierta o no, pero al menos trataré de exponerla con el máximo rigor y precisión, manteniendo siempre los hechos tal y como mi amigo me indicó que acontecieron.

Mi amigo, cuyo nombre designaré como Ernesto (aunque no es su verdadero nombre), me relató que a la fecha en que ocurrieron los hechos el contaba con cincuenta y ocho años de edad. El es ingeniero de profesión, aunque actualmente se encuentra jubilado. Pese a su trabajo, el mismo siempre ha buscado tiempo para la práctica del algún deporte, y asistencia al gimnasio, lo que le hacía mantener una buena forma física. Extremo que siempre pude constatar durante las veces que lo veía, maravillándome de lo bien que se conservaba. Ernesto se encontraba casado y residiendo en  Asturias.

El mismo tenía unos buenos amigos en Málaga, concretamente un matrimonio, que llamaremos  Manuel de 50 años y Melisa, de 36 años de edad. Estos habían contraído matrimonio hacia aproximadamente unos cinco años, aunque Ernesto llevaba tiempo sin visitar a su amigo.

Como consecuencia de su trabajo de ingeniero, tenía que viajar con relativa frecuencia, supervisando los trabajos de la empresa y especialmente cuando se tenía que realizar alguna obra de ingeniería importante. En aquella fecha la empresa le envió a supervisar unos trabajos de una 0bra de ingeniería en Almería. Cuando su amigo lo supo, le indicó que tenía que pasar por casa o se lo tomaría a mal. La vivienda de estos amigos estaba relativamente a unos cien kilómetros de donde se ejecutaba la obra donde fue destinado. Debido a la intensidad de los trabajos se vio obligado a permanecer casi un mes en Almería para supervisar la ejecución de la obra.

Cuando tuvo unos días de descanso, por fin aprovecho para acercarse y visitar a sus amigos. Una vez en la casa, Ernesto se vio sorprendido al comprobar que quien abría la puerta  de la casa de su amigo era una chica joven, no más de veinte y cinco o veintiséis años, bastante bella, algo gruesa, pero de muy buen ver. No la conocía de nada.

Al preguntar por Manuel y Melisa, la chica le manifestó que ellos habían salido al mercado pero que pronto vendrían. Ella se presentó como Salomé, y le hizo saber que era la hermana de Melisa. Por lo que Ernesto llegó a conocer después, la misma se encontraba soltera, aunque tenía novio, y había venido para pasar unos días con su hermana en la playa.

Tras hacerle pasar, le acomodó en un cuarto de invitados, que se encontraba ubicado en la parte más alta de la vivienda, esto es, en un ático. El cuarto normal de invitados estaba en la planta baja, pero en aquellos momentos aquella habitación la venia ocupando Salome, por lo que él tuvo que quedar en el citado ático. Tampoco le importó, ya que comprobó que las vistas eran magníficas.

Cuando llegaron los amigos, tras los saludos y charla de rigor sobre diversas cosas, cenaron, y todos se fueron a dormir. A la mañana siguiente le indicaron que tenían previsto acudir a la playa, incorporándose Ernesto como uno más. Había bastante gente ya que era viernes. Cuando se desprendieron de la indumentaria que llevaban, Ernesto pudo contemplar la esplendida figura de Melisa , quien pese a tener más años que Salomé, llegaría a decir que estaba más espléndida que ésta última. Ambas  calzaban un bikini de dos piezas, pero bastante cortos, por lo que podía apreciarse claramente la dureza de los pechos de ambas, así como sus buenos traseros. La realidad es que las dos hermanas estaban de muy buen ver en la opinión de Ernesto.

Ell por su parte llevaba un bañador tipo pantalón, lo que conllevo que  gracias a ello no se le notó el bulto enorme que se había formado en su bañador al contemplar aquellos dos monumentos. Nadaron, bebieron, y se divirtieron durante la toda tarde. Por la noche, se fueron a tomar unas copas a un lugar bastante turístico. Incluso había baile, por lo que Ernesto aprovechó para hacerlo con Salomé, ya que su novio no estaba, y eran los dos únicos sin pareja.

Salomé se mostro como una excelente bailarina, aunque Ernesto tampoco se quedó atrás, señalándole ella que le sorprendía que pese a su edad bailara tan bien, y que resistiera tanto. Habían tomado algunas copas de más, sobre todo Manuel, el cual apenas podía bailar con Melisa, que más bien parecía que lo tenía que sujetar para que no cayera. Comenzaron las canciones lentas, y Ernesto se puso algo tenso, ya que Salomé llevaba una blusa bastante descotada, lo que motivo que en varias ocasiones pudiera contemplar sus hermosos pechos. Momentos antes se había percatado de que no llevaba sostén.

La daga de mi amigo se había puesto en acción y sin poder evitarlo comenzó a puyar con fuerza contra el pubis de Salomé. Cuando ella se percató de esta circunstancia, se mostro algo incomoda, pero luego aceptó la presión y hasta parecía que era ella la luego se pegaba con fuerza contra Ernesto. Era evidente que la joven tenía que sentir claramente la presión de la enorme estaca de mi amigo. Debo indicar que ya desde joven conocía las dimensiones de la tranca de Ernesto, especialmente en nuestra época de deportistas, donde pude constatar en los vestuarios los genitales del mismo. Nunca supe con claridad cuando podía medir, pero eran de unas dimensiones bastante superiores a las normales de los mortales. El me confesó un día medio en broma que su longitud podía llegar los 22 cm.

Salomé, según fue avanzando el baile comenzó apoyar su cabeza en el hombro de Ernesto, demostrando que se encontraba muy a gusto con él.

Al rato Melisa se acerca y les indica que tenían que irse, puesto que su esposo no se mantenía más en pie. Todos decidieron marcharse (muy a pesar de Salomé que no estaba por la labor, y como joven quería seguir un poco más).  Llegados a casa, tuvieron que ayudar a Melisa con su esposo para dejarlo en la cama.

Salomé, había tomado alguna copa y se encontraba bastante alegre y desde los primeros momentos demostró que no estaba por la labor de terminar la noche tan pronto. En un momento dado le propuso a Ernesto salir a la terraza, verificando mi amigo que era una buena idea, ya que la noche era propicia, y se estaba mejor que dentro de la casa, dado el calor bochornoso en el interior. Tras ducharse ambos salieron a la terraza. Ernesto bajo vistiendo unos pantalones cortos y una camiseta, y encontró a Salome, que portaba una camiseta de tirantes y un short verde con un lacito rosa y volante en las piernas. Aquella vestimenta le pareció bastante provocadora . Tomó unas copas nuevamente con ella, y como estaban solos, decidieron ir a la terraza. Tanto Melisa como su marido se habían ido a dormir.

Salomé se seguía mostrando bastante alegre, y sumamente excitada. Al tiempo que hablaba se pegaba tanto a su cuerpo que mi amigo pensó “que aquella mujer se le estaba insinuando” . No le paso desapercibido las miradas hacia el bulto de su pantalón, quizás porque la chica recordaba la presión del pene del hombre que tenía enfrente puyando contra su pubis durante el baile. Pese a la diferencia de edad con aquella chica, Ernesto percibía que se estaba excitando igualmente. No en vano llevaba casi un mes sin estar con su esposa, y su hormonas se encontraba en ebullición. Y, obviamente, la presencia de una joven como aquella levantó al momento su libido sexual.

Ella le confesó que tenía novio, pero que era bastante “modosito”, dándole a entender a mi amigo que era poco lanzado. Lo más sorprendente es que, entre copa y copa, llego a confesarle “que aún era virgen”. Aquello sorprendió a Ernesto, al tiempo que sin poder evitarlo le puso al palo, y por su cabeza comenzaron a pasar pensamientos morbosos, tales como, lo maravilloso que debía ser desflorar a una hembra como aquella. Era obvio que a cualquier hombre le encantaría estrenar a una nena como Salome. Aunque sabía que sus posibilidades eran escasas, ya que ella nunca se lo permitiría, comprendiendo que solo sería pura fantasía de su mente. No obstante le siguió el juego.

Mientras dialogaban, el tema fue derivando hacia el plano sexual, comprobando como ella comenzó a realizar preguntas algo comprometidas, especialmente sobre la práctica del sexo con la esposa de mi amigo, cuantas veces los hacían, etc. Ese tipo de conversación, le fue poniendo cada vez envalentado.

No quería comprometerse por temor a enfadar a sus amigos, y sobre todo dada su diferencia de edad con Salome. Y así surgió una conversación animada, y entre las que sobresalió:

- No creo que le hagas el amor a tu esposa tres veces a la semana, como aseguras. ¡Seguro que te quieres quedar conmigo!. Ja ja…¡Sé que estas mintiendo!. Le comentaba sonriendo Salome a mi amigo. Mi cuñado lo hace con mi hermana Melisa una vez a la semana e incluso me atrevería a decir que miente. Lo que supone que “te estás echando un farol”.

Salomé se lo decía lacónicamente, y de forma algo picante, al tiempo que con un cierto aire claramente “desafiante”.

- De veras Salome, no te miento. ¿que conseguiría yo con mentirte? Le contesto mi amigo.

- Ya, ¡pero eres mucho mayor que Manuel!, ¿cómo vas hacerlo como dices? ¡Eso es un farol!. le volvió a retar.

- Que sea mayor, no quiere decir que haya perdido mi virilidad. Además te confieso que cuando no hago el amor, me tengo necesariamente que masturbar, ya que es la única forma de conseguir conciliar el sueño.

- Ja ja ja, ¡sigues de cachondeo!. ¡Sé que te quieres quedar conmigo!. ¿Acaso te crees que voy a creer que eres el típico macho ibérico? Ja ja. Lo decía riéndose ante sus propias narices.

- Vaya, ¡veo que no te crees nada de lo que te digo!. A ver dime: ¿cuántas veces te masturbas tú a la semana? Le susurró igualmente Ernesto en plan desafiante para poner nerviosa a la chica.

-      ¿ Quéeee..? ¿Qué preguntas son esas para una señorita? ¡Vaya lanzado que eres!. Creo que su forma de actuar,  le sorprendió, y por eso le contesto como contrariada.

- Vamos Salome de que te asustas. Tú has querido conocer mis intimidades, y lo lógico es que yo quiera conocer las tuyas. ¿no crees? Por lo que estoy viendo, creo que ¡ni tan siquiera sabes lo que es masturbarse** !

Aquella contestación dio en la yaga de Salomé que al momento se reveló diciendo: Pero, ¡que te has creído. ¿Acaso crees que soy una cría…?¡ ¡claro que lo sé!. Vaya imbécil … le dijo bastante dolida y violenta.

- Vale. Pues respóndeme a lo que te pregunté ¿cuántas veces lo haces?. Si puedes contestarme.

- No tengo por qué contestarte….. ¡coño, mira éste…!. luego se calla, lo piensa y termina por decirle: vale que, más da. Me estas sacando de mis casillas. Pues… algunas veces a la semana. - dijo muy nerviosa y notando que le subían los colores a su cara.

- ¿Y, has llegado a masturbar a tu novio?

- ¿Qué..? pero …joder tío ¿es que haces unas preguntas?

- No me dirás que nunca lo has hecho con tu novio. Le dijo totalmente retador.

- ¿Te refieres hacer el amor?. ¡Pues claro que no!, …¡te has creído que soy una cualquiera!- le contesto sorprendida, corroborando que aún seguía siendo virgen .

- Ya veo, por lo que me indicas, veo ni tan siquiera lo has masturbado?

- Bueno… veo que te quieres enterar de todo.. hemos hecho algo, pero ….¡él es muy conservador!. Le reconoció al verse sorprendida.

- Bueno, pero al menos ¿se la has tenido que ver? ¿Cierto?. Le insistió

-      ¿ quee…..e? ¿Pero..? ¡habrase visto este tío!. Creo que estaba sorprendida por continuas preguntas de mi amigo, y que le formulaba de modo tan directo.

- Que pasa Salome, ¿de verdad nunca le has tocado el pene a tu novio?. ¿entonces tampoco has hecho sexo oral?

-      ¡ Coño tío, que lanzado eres, ..!.- contestaba mientras ingería un gran cantidad del vaso de bebida que tenía delante. Aquella conversación le tenía muy nerviosa, pero al tiempo notaba que le gustaba y se encontraba excitada. Nunca nadie le había hablado de esa forma.

- Vamos Salome, eres una mujer muy bella y muy hermosa, ¿no me digas que tu novio no se pone a tono solo con verte?. ¡No me lo puede creer!.

Ella se ruborizó al escuchar sus palabras, y le contesto:

- Ya veo. “Te cachondeas de mí . Luego se para un momento y con cierta coquetería le pregunta:- ¿ de verdad me consideras bella?

- Lo digo en serio Salome. Desde que te vi en la puerta de la casa me quedé prendado de tu cuerpo. ¡Cualquier hombre que se volvería loco por tener una mujer como tú!.

- ¡No te pases!. ¿Lo estás diciendo solo por adularme? . Le pegunto intrigada.

- De ningún modo, preciosa. Te juro que si no estuviera en casa de tu hermana, intentaría ahora mismo hacer locuras contigo. Le dijo Ernesto muy osadamente.

-      ¿ queee…? De verdad estás loco, ja ja - le contesto riendo, y bastante azorada. Ella se detiene, mira para los lados por si alguien estaba escuchando, y le dice: Bueno, en todo caso, el que esté en casa de mi hermana no te debe importar. Soy mayor de edad, y pudo estar con quien me plazca.

Era evidente su carácter rebelde y joven. Con su respuesta quería demostrar que era una mujer adulta.

-      ¡ En eso tienes razón!. Pero, estoy seguro que si no estuviéramos en casa de tu hermana, ¡te haría mía ahora mismo!. le espetó mi amigo sin mucho pensarlo.

Salomé, se atragantó con la bebida, y se puso muy nerviosa con sus palabras, llegando a verter al suelo parte de la bebida. Y luego mirándole a los ojos le pregunta:

-      ¿ Es cierto lo que he escuchado? ¿Me estás diciendo que serías capaz de hacerme el amor en la propia casa de mi hermana? ¡Joder no pensé que fueras tan lanzado! .

Ernesto notaba lo rubores de su cara, y constataba que la excitación de la chica iba en aumento.

- ¿No te vas azorar por eso?. Eres una mujer, y me supongo que también tendrás tus deseos sexuales.

- ¡ Pues claro que lo tengo!. pero, ¿cómo puedes pensar que quiera  hacerlo contigo? Le preguntó ella.

- Que ocurre, ¿te parezco muy mayor para hacerte el amor? Te aseguro que nadie mejor que un hombre experimentado como yo para iniciarte en el mundo del amor. Te haría disfrutar como no lo haría ningún joven. ¡De eso puedes estar completamente segura!. Se lo dijo tan tajantemente que la mujer se quedo azorada nuevamente.

- Joder, si ya veo que sigues lanzado. No es que me importe que seas mayor. La verdad no creo que eso sea problema. Pero es que eres… se detuvo y… Además creo que tienes una buena… ….- y, al momento se dio cuenta de lo que había sido bastante imprudente.

- A que te refieres, con lo que dé tengo una buena…. ¿Te refieres a mi pene? Le dijo Ernesto sin más rodeos.

- Bueno, no…. Ella se dio cuenta que sin querer había entrado en una callejón de difícil salida. Es decir… si. Durante el baile note algo muy duro y pensé que debía ser…..no sé, ..¡debes tenerla  muy grande!.

- ¡¡¡ Y es bastante grande!!!. ¿Estás interesada en verla ? Le conteste con total descaro.

-      ¿ queee..? j aja…. ¡De verdad estás loco! Dios no puedo estar escuchando esto ¿Cómo puedes pensar que quiero verla? ¿De donde has sacado tú esas conclusiones?

Mientras lo decía los colores afloraban a su cara, al mismo tiempo miraba el bulto que formaban los pantalones de mi amigo.

- Bueno he visto que en varias ocasiones, me mirabas el paquete. Por lo tanto he deducido que tienes necesidad de verla . Creo que en lugar de enfadarse, la  forma de hablar de Ernesto estaba haciendo mella en Salomé y la mantenía excitaba.

-      ¡ No es cierto!. Tampoco te he mirado el paquete. Son suposición tuyas. Le dijo sumamente alterada, agitada… acalorada….

- Bueno si tú lo dices. A lo mejor me he equivocado. Entonces ¿de verdad no quieres verla?

Ella volvió atragantarse con la bebida, Pero… - y mirándole a la cara. No dijo nada más.

- Mira Salome, sabes lo que pienso. Que estas deseando verla, aunque no te atreves a reconocerlo. Se detuvo y continuo: Es más, sé que en este momento “estas toda mojada”. Solo de pensar en mi pene, ¡se te han humedecido las bragas!. le manifestó Ernesto con mucho morro.

- ¿queee?¡ Eso es mentira… ¡claro que no estoy mojada!. ¿cómo se te ocurre pensar que estoy mojada? Ja ja.. pero que te has creído. Salome estaba fuera de sí, aquello había levantado más su excitación. Creo que nunca nadie le había hablando tan directamente.

- ¿ Qué apostamos que estas mojada ?- le pregunto desafiante, y retándola de forma abierta. Ernesto, conscientemente, estaba llevando a Salome a un trampa en la que ella misma estaba colaborando.

- ¿Apuesta?. ¡Yo no apuesto nada! , se produjo un silencio durante breves momentos y luego continúo: solo te digo que eres un mentiroso.

- Lo que tu digas Salome!. Pero yo sé perfectamente que ahora mismo “tienes el coño totalmente mojado¨ .- Sabía que estaba tomada en copas, que estaba bastante excitada, por ello se atrevió hablarle de esa manera.

Ernesto percibía que cuanto más agresivo era con ella, más excitaba a la muchacha. Como siguió insistiendo, ella algo enojada y desafiante le mira para decirle:

-      ¡ No es cierto!.

- Lo que tu digas Salome. Pero yo estoy completamente seguro de que “tienes las bragas mojadas”. ¡Me juego lo que tú quieras!.

Ella se puso tan nerviosa, que terminó por decirle: Joder tío. ¿Cómo quieres que te demuestre que no estoy mojada?- Salomé había caído en la trampa fraguada cautelosamente por Ernesto. La chica sin querer había cedido a las pretensiones del hombre.

- Creo que solo hay una forma. ¿No crees.?. quería retarla para llevarla a su terreno.

- ¿Qué …? … no estarás insinuando….. ¿no pretenderás que te deje tocarme ahí abajo?- se lo dijo señalando su entrepierna.

- Y, ¿cómo crees que puedo comprobarlo entonces?- le contestó Ernesto totalmente salido.

- Joder tío. De verdad te estás pasando. No me lo pude creer. Si lo llega a saber mi hermana contesto tenuemente.

- Y ¿se los vas a decir a tu hermana? Yo creía que ya eras una mujer hecha y derecha. Pero si te vas a refugiar en tu hermana, me demostrarás que sigues siendo una adolescente.

- y claro que soy una mujer!-** le dijo desafiante.

- Ya, ¡pues no lo parece!. Creo que todavía sigues siendo una cría. Yo pensaba que hablaba con una verdadera mujer. ¡Me he equivocado!. Mejor será que dejemos esta conversación y nos acostemos .- le dijo Ernesto como queriendo cortar la conversación y con cara de enfado, mostrando intención de marcharse.

-      ¡ No soy ninguna cría!. Vale… joder, Salome se calla un momento, y responde: te permito que me toques para que veas que no estoy mojada. Pero,… “no te pases” . Lo dijo la chica, excitada mirando para comprobar que estaban realmente solos.

Aquella nena había caído en la trampa, y había aceptado que le tocara mi amigo su braga para ver si realmente estaba mojada.

Ernesto tenía su tranca en plena ebullición ante aquella situación. En esos momentos abrigó la posibilidad de follarse aquella nena. Aquella mujer iba a dejar que el le tocara las bragas. ¡ Era una situación alucinante !. ¡Nunca le había ocurrido una situación semejante!.

Entonces le dijo que mejor fueran a un lugar donde no pudieran verlos . Asintiendo ella. Ernesto la tomó de la mano y la llevó a la parte de la terraza que estaba más alejada de la puerta de la casa, lejos de miradas exteriores, donde existía algo de penumbra. El lugar parecía excelente. Cuando llegaron le dijo ella bastante nerviosa: Bueno ¡¡que esperas!!

Como llevaba un short, le dijo que era necesario que se bajara un poco el mismo para poder pasar la mano . Ella se estremeció, pero ante su insistencia, se bajo poco a poco el short, quedando ante la vista de mi amigo los hermosos muslos de aquella nena, y su triangulo solo cubierto con una minúscula tanga.

Ernesto percibió claramente, y así se apreciaba a simple vista, pese a la poca luz, que la tanga “ tenía una mancha muy visible en el lugar que tapaba la raja de su vagina”. Aun sin tocarla sabía que Salome tenía que estar muy mojada. Sin embargo, no le dijo nada, ¡Ernesto quería palpar su cuquita y estaba dispuesto hacerlo!.

Ante el asombro de la chica mi amigo se arrodilló, para luego continuar con sus dedos tocando por encima de su tanga concretamente por donde sabía que ubicaban los labios del coño . Al momento noto un suspiro. Al mirarla, observa que Salomé cierra los ojos. “ Había dado en el punto clave ”. ¡Aquella hembra estaba en celo!. De eso no le cabía la menor duda.

Ante la reacción de la misma, Ernesto fue más osado y optó con total atrevimiento, por separar con sus dedos la tanga hacia un lado, y, al hacerlo, apareció un chochito con muchos pelos negros, rodeados por unos labios carnosos y muy brillantes que bordeaban su cavidad vaginal. ¡Maravilloso !

Sin darle tiempo a reflexionar, pasó sus dedos por aquella ranura, logrando meter con mucha suavidad dos dedos dentro de la cavidad. Al momento constató que aquella “nena estaba encharcada ”. Escuchó un ronroneó, pero no paró. Al contrario, más osado fue abriendo los labios de su cuquita. Ni corto ni perezoso echo saliva en sus dedos y acaricio aquella cuquita una y otra vez, verificando los suspiros de Salomé.

- Te das cuenta Salome. Tienes el coño muy mojado. Y además preciosa: ¡¡ estás muy caliente!!.

- Oh por favor no sigas…ohgggg le contesto ella agitada, pero sin hacer nada por evitar las manos de aquel hombre que estaba hurgando en su intimidad.

- ¿Por qué no quieres que siga?. Sé que lo estas deseando. Creo que necesitas ¡que te follen ahora mismo!. Le dijo de repente Ernesto.

- No, eso no, no follar no podemos. ¡Soy virgen !. – contesto al momento. Sin embargo, permitió que le siguiera tocando abiertamente el coño, ya que incluso notaba que se abría cada vez más para que sus varoniles dedos hurgaran mejor su rajita .

Sin pedirle permiso, más atrevido mi amigo acerco su boca aquella preciosa raja, para luego pasar su áspera lengua por su vagina, verificando el gustazo que aquello ocasionó a la hembra.

-ohhhh nooooooo siiiiiiiiogggggg, pero que me haces. Ooogggg ooonoooo por favor no oooo

Salome se quedo casi sin fuerzas, lo que motivo que se sentara como pudo, recostándose sobre un banco amplio que estaba en la terraza, echándose sobre él y abriéndose de piernas, para que Ernesto pudiera comerle mejor su conejito. Era obvio que estaba tan caliente que aquello la sobrepaso. La curiosidad y el placer de recibir la lengua del hombre en su coñito fueron superiores a sus fuerzas y pensamientos encontrados, por lo que se dejó hacer.

- oh que vas hacerme ogggg o Dios ….

Ernesto estaba haciendo un buen trabajo, y al rato percibe como la chica entró en convulsiones consiguiendo un orgasmo, que según comentaría luego, fue el primero producido por la boca de un hombre. Mi amigo saboreo los jugos de la hembra en su boca.

- Oggggg. Ooohhhhhhhh que bueno, sigue cabron,…ogggg que gusto. Me voy a correr.ooo siiiii. Le decía mientras   restregaba su coño contra la boca de Ernesto, colocando sus manos en su cabeza para empujarle hacia su triangulo, consiguiendo con ello aumentar la intensidad de su orgasmo.

Ahhh siiiiii ooooooooooooo

Tras correrse con locura, mi amigo se incorporo y sin contemplaciones la beso en los labios . Ella estaba tan caliente que no opuso resistencia y le recibió, logrando meterle la lengua dentro de su boca, saboreándola. Ella saboreo igualmente el néctar de su propio coño. El olor y sabor de su propio coño, trastornaron aquella hembra, y la encelaron aún más.

Ernesto veía que “Salome estaba entregada” , y mientras, sus dedos seguían hurgando su conejito una y otra vez, hasta el punto de que nuevamente estaba por  entrar en un nuevo orgasmo. Pero, Ernesto no estaba dispuesto a que se corriera sin más. ¡ El tenía el firme propósito de entrar en ella!. ¡Quería follar y desvirgar aquella nena!

Consciente de ello, y aprovechándome de la situación, sin que ella se percatara, se bajó el pantalón corto, y el slip, dejando a la vista de su enorme pene que ya blandía una buena erección. ¡ La tenía tiesa como un mástil !. Logró atraer una de las manos de la chica hacia ella y al notarla entre sus manos, la joven se asusto como si hubiera visto un demonio:

-ohhh pero…que haces ohhhh Dios miooo te has desnudado ooo

El insistió y ella, ante la presión de Ernesto tomo en sus manos aquel vástago por primera vez. Miró hacia la misma y al verla se asustó:

-      ¡ Dios es enorme. No puede ser….no puede ser verdad.

- Te gusta ¿verdad Salome? ¡Sé que te gusta!.Le pregunto morbosamente.

- Pero…. ¡Es enorme. Nunca había visto nada igual!. A Ernesto le sorprendió la forma en que lo dijo

- ¿Se parece a la de tu novio?.

Ella le mira a los ojos, con cara de perra en celo, al que le acaban de mostrar un polo maravilloso, y con mucho morbo le contesta: ¡ qué dices. ¡Esta es dos veces la de mi novio!. Es enorme…que bárbaro. ¡Qué venas tiene!.. pero.. joder ¿parece que se te vaya a reventar.?.

- Tócala bien mi amor, mira como me tienes. Le dijo totalmente lanzado.

Salomé totalmente excitada siguió tocando aquel enorme rabo, verificando que no paraba de manipularlo.  Notaba la dureza de la tranca de mi amigo, las enormes venas que la circundaban, y eso la excitaba aún  mas.

Inconscientemente comenzó a jugar con ella, subiendo y bajando su mano a lo largo de todo el pene, produciéndose los mismos efectos de una masturbación. Ernesto comprobaba que ella estaba excitada y le miraba morbosamente, mientras veía como se balanceaba aquella enorme tranca entre sus manos.  En un momento dado, “ el pene se descapullo ” quedando el glande todo fuera. Parecía una lanza.

  • ¡ Has visto como me has puesto!.  ¿No quieres probarla?, venga Salome… ¿no te apetece tenerla en tu coñito? continuando: “ sé que deseas tenerla dentro”. Sé que necesitas que te abra tu chochito con ella. ¡¡Vamos quiero perforártelo!!.

- ¿Estás loco? Te dije que soy virgen. Le contesto, pero sin mucha convicción. Creo que estaba tan salida. Ernesto verificó que a poco que se esforzara, era casi seguro que se entregaría.

- ¡ Eres virgen hasta hoy!. Le dijo excitado y lanzado: ¡Esta noche tu virgo pasara a la historia!. Hoy te hare mujer, preciosa. Hoy te comerás esta buena verga. ….¿Verdad que la deseas bonita? Sé que lo estas deseando. Comprendió que esa forma de hablar excitaba sobremanera a Salome.

- Pero, Ernesto, de verdad…. ¡joder estás loco!…..No. no se sé, - le dijo dudando.

Ello evidencio que estaba decidida a dejarse follar, aunque en el fondo se intentaba resistir, y dudaba- además….es que…¡la tienes tan grande!. Me harás mucho daño. Le dijo mirándole a los ojos, sin dejar de tocar y maniobrar una y otra vez el manubrio varonil.

- Sabes que soy un hombre experimentado. Veras que apenas te va a doler cuando te la meta. ……Además, preciosa alguna vez tiene que ser. Una vez que la pruebes… ¡verás la gloria! ….. Ven, creo que mejor será que vayamos dentro. Mejor a tu cuarto. ¿Te parece?.

Salomé estaba tan caliente, que apenas puso reparos cuando el la tomo de la mano, y casi de forma autómata le siguió hasta su habitación. Atranco la puerta, pero sin llave, y la depositó suavemente sobre la cama. La comenzó a desnudar, y comprobó lo preciosa que era. Ella se dejaba hacer. Sus tetas juveniles, se mostraban muy duras y muy bien puestas. Aquella hembra estaba muy bien, y así se lo manifestó Ernesto:

- Salomé, eres una mujer muy hermosa. Que tetas tienes preciosa, mira como me has puesto la polla nada más verte . Ella miró su tranca que ya estaba otra vez tiesa

Ernesto se había quedado desnudo de medio abajo sin pantalones ni slip. Se ruborizó nuevamente, y al momento dirigió sus manitas hacia la tranca tomándola nuevamente y masajeándola, como si fuera su juguete más preciado.

- Oh, Ernesto, te ha crecido más. Esta cada vez mayor, y además… la tienes muy gruesa. No creo que sea buen idea ¡seguro que me vas hacer daño!. Le dijo como si estuviera arrepentida, al verificar a la luz de la habitación las verdaderas dimensiones de aquel vástago.

- Cálmate preciosa, lo hare con dulzura .

La recostó en la cama y comenzó a besarla y acariciarle el pelo. Su piel suave desprendía un aroma a colonia muy agradable, y poco a poco mi amigo comenzó a  bajar hasta sus pechos los cual comenzó a chupar; los tocaba suavemente y notaba como la piel de la chica se erizaba, ante sus lamidas.

En ese momento ella también tomo la iniciativa y le desnudo completamente. Se notaba su inexperiencia y solo buscaba tocar la  polla del hombre, algo que la tenia seducida. Exploraba cada centímetro de ella, e incluso fue más osada y logró palpar por vez primera los testículos del hombre los cuales apretó demasiado y un dolor invadió a Ernesto, viendo que ella ante su reacción retiro rápido la mano:

-¿ te gustas mis testículos?

-son también bastante grandes. Parece como si los tuvieras repletos. ¿Los tienes llenos ¿verdad?le pregunto morbosamente.

- llevo unos días sin masturbarme y es verdad, están repletos de mucha leche. ¡Necesito descargarlos !

Acabo de quitarle la ropa y, ya desnudos los dos, la recostó sobre la cama percibiendo su nerviosismo, mientras la fuerza abrir suavemente las piernas, quedando su virginal coño a la vista.

Mi amigo notaba la cara de excitación de ella. Procedió con suma dulzura a abrir lentamente los labios de su cuquita y comprobó su himen aun intacto . Con su lengua Ernesto recorrió su vagina y ella soltaba unos gemidos de placer que pusieron al hombre aun más dura su polla. Lamia sus labios de arriba abajo y buscaba su clítoris, y cuando lo alcanzó ella se convulsiono de una forma brutal, entrando nuevamente en éxtasis. Al momento se volvió a correr otra vez.

- ogggg siiiiiiiiiiiiioggggggggggggggggg - gritaba sin contemplaciones, mientras apretaba sus muslos atrapando la cara del hombre entre ellos para evitar que saliera, buscando con ello intensificar su orgasmo.

Salome estaba cansada por el orgasmo. Pero, Ernesto no quería dejarla pensar mucho. Por ello le abrió las piernas, y colocándose encima de ella acercó su verga a la entrada de aquel virginal coño , y fui entrando muy lentamente hasta que pronto topo con el himen: el cual le ofreció resistencia .

Notó que ella se queja, pero entonces la mira y mientras distraía su atención preguntándole si estaba nerviosa, con un dulce golpe de cadera la penetra metiéndole más de la mitad su enorme cipote, rompiendo himen de la joven . Al momento Ernesto comprobó como la chica se retorció de dolor. Había entrado en ella. “Había roto su virgo, ahora era suya”.

- ooooo nooooo sacala…. Oggggg me duele…..sacala oooo…”

Salomé emitió un pequeño grito que en la opinión de mi amigo se oyó en una parte de la casa. Pero pronto se recompuso y dejó de gritar.

- tranquila preciosa. Ahora eres mía. Relájate ya la tienes dentro.

Se dejo un rato para que se acostumbrara a las dimensiones de su nabo, mientras ella presionada con la paredes de su vagina la verga para evitar que fuera entrando más. La dejo que se relajara y luego empezó a entrar y salir de ella con mucha parsimonia, hasta que pronto notó que más de las dos terceras parte de su nabo estaban alojadas dentro la cuquita recién desvirgada . Notaba claramente la presión que ejercían las paredes de la vagina de Salome sobre su daga, como si estuviera impidiendo que prosiguiera su marcha hacia el fondo, hasta el mismo útero.

- oh tienes que sacarla… ohhh es muy grande.. oggg

- vamos Salome. Relájate, déjame entrar totalmente en ti. Sabes que la quieres toda dentro… “hazme lugar”.**

Durante esas maniobras ella soltaba algunos gemidos no muy fuertes, cosa que le satisfizo mucho ya que evidenciaba que no le había hecho mucho daño.

- oh Ernesto ¡me has roto por dentro!. Me estas abriendo mucho. ohhhhh. le decía, mientras se mantenía excitada y agitada.

No querrás que la saque, ahora. Ya la tienes toda dentro !- le dijo.

- Oh..Ernesto y le miró a la cara, para luego decirle .. por favor más despacio… me duele. Es que la tienes enorme. Trátame bien por favor.**

El hombre que ahora estaba en la gloria. Comenzó a penetrarla con más energía si cabe, dentro fuera, dentro fuera, sin permitir que el dolor superara al placer. Enseguida la chica empezó a gemir, y el continuó con su ritmo a la vez que chupaba sus pezones y manoseaba sus tetas . Al tiempo que la penetraba se movía arriba y abajo, hasta que noto que Salome estaba a punto de tener un nuevo orgasmo, el primero con una polla dentro de su coño.

En ese momento, aprovechando su orgasmo, clavó su daga hasta el fondo mismo de su cueva , dándose cuenta de que sus testículos toparon contra sus nalgas, signo manifiesto que de se la había “ clavado hasta la empuñadura ”. Aquello lo enceló y continuó bombeándola  mientras ella se convulsionaba con su orgasmo.

Cuando terminó, ella le mira, y procede a besarla en la boca, y le pregunto:

- que tal preciosa. ¿Te ha gustado ?

Ella le mira complacida, con cara de lujuria, al tiempo que le contesta- uhhh…¡me encanta!. Tienes una polla fenomenal. Me has dado mucho gusto. Joder,….. Pero, por lo que veo, aún sigues al palo.

-contigo será difícil que mi tranca se baje .- le dijo mi amigo sonriendo.

Salió de ella y noto como el pene tenía unas manchas de sangre junto con los jugos de la tremenda corrida de la chica, signo evidente del desvirgamiento de aquella. Ernesto se recuesta en la cama a su lado. Luego se puso boca arriba y la instó a que “lo montara” . Ella con una cara de morbo tremenda, se subió sobre el, colocándose a horcajadas, notando que aquella polla tenía los restos de sangre de su desvirgamiento, y le dijo: ..” Me has roto por dentro”.

- vamos preciosa. Era tu virgo. Ahora ya eres toda una mujer para gozar de los placeres de la vida.

Rápidamente ella se subió sobre el, y se fue sentando poco a poco sobre su inmenso nabo, mirando con ojos como platos las dimensiones de aquella daga, para dejarse caer poco a poco, enterrándose la misma de nuevo. Ernesto de un fuerte golpe de caderas, la terminó de calvar completamente, haciendo que ella se echara sobre su pecho para aguantar los puyazos que le daba a su recién desvirgado chochito.

- uffff ohhh que dolor. Me la has clavado toda. uuuuf

-que buenas estas Salome. Pero… nena, que pedazo de hembra esta hecha. Te voy a dar mucha caña nena.

-lo dices en serio. ¿Te gusto?- le pregunto.

- totalmente. Creo que si sigo mucho tiempo por aquí me voy a terminar enamorando de ti. Pero te aseguro que todo el tiempo que pueda “te voy a estar follando” . ¡Lo prometo!.

-eres un loco.. j aja…pero me gusta. Me estoy enamorando de tu polla.

En ese momento, casi como un relámpago, Ernesto, me comentó, como sorpresivamente observó que la puerta del cuarto estaba semiabierta. . Estaba seguro que la había cerrada. En ese momento pudo ver la sombra de una figura humana tras ella . Pensó inicialmente que quizás alguien habría escuchado los gritos de Salome durante su desvirgamiento, y por eso se había acercado. ¡ Se quedo preocupado !.

Ello fue un instante, ya que al momento reconoció que “ se trataba de Melisa, la hermana de Salome” . Al fijarse mejor, comprueba que Melisa, lejos de estar preocupada, ante su asombro, se estaba tocando sus partes . Ello le hizo suponer que había contemplado el desvirgamiento de su hermana y se había calentado por el morbo de la escena que estaba observando.

Aquello le terminó de encabritar aún más, y comenzó a penetrar a Salomé con gran fuerza y maestría, estrépito metiendo y sacando el nabo de su cuquita con mucho vigor.

- ohhh me matas ogggggg

Ella además acompañaba con intensas cabalgadas, notando como subía y bajaba sobre su tranca, como si la estuviera engrasando . Sus gemidos eran manifiestos, signo evidente de que lo estaba disfrutando de verdad.

-ohhhh siii sigue…. Ogggg que gusto…. Ogggg me voy a correr otra vez…oggg siiiiiiiiiii o cabron que bien ooooo sii ooo me vengo otra vez,…

Le pregunto a Salome: “ preciosa ¿cuándo te vino la regla ”?, y al oír su respuesta: “ hace unas dos semanas” ¿por qué ?

Comprobó pues que no estaba en sus días fértiles por lo que sin más miramientos, le dijo: v oy a correrme dentro de tu coñito. ¡No hay peligro!. Y sin más. Sin esperar respuesta de la joven, comenzó a descargar dentro de ella gran cantidad de semen que tenía acumulado. Como llevaba días sin correrse, su lefa fue lanzada a borbotones con gran potencia contra las paredes de la recién desvirgada vagina de Salome .

- Oh te siento … ohhhh que calentita, siento como te estás corriendo oggggg  ohhhhh, pero… oh no terminas oggggggg… me vas a llenar… cabron me llenas ooooo .- lo decía con muchas ganas y con satisfacción.

- Si preciosa, te voy a llenar con toda con mi leche…ufff nena que buena que estas. siiiii tómala…tómala ….

Salomé quedó sobre el cuerpo de mi amigo, empalada en su polla durante un buen rato. Ernesto comprobó mientras tanto, que la hermana todavía seguía en la puerta.

Continuara…