La estancia de mi amigo en Málaga II
Ernesto tras marchar Salomé con su novio, por casualidades de la vida, se queda a solas con la mujer de su amigo, y comienzas varios escarceos sin saber que consecuencia podría tener.
Al rato, Ernesto hizo descabalgar a la joven, pero dejando su pene blandiendo al aire, todo ello con finalidad claramente morbosa para que Melisa pudiera contemplar sus genitales. Pese haberse corrido, mi amigo aún blandía tiesa su herramienta.
La joven Salome comprobó que la polla de Ernesto estaba otra vez erecta, y le dice:
- Pero, ¿Cómo puede estar otra vez empalmado?. ¿Como puede ser?, ¡si te acabas de correr!.
- Tú me pone así preciosa . (aunque el sabía que también estaba empalmado por el morbo de ver a su hermana en la puerta contemplándolos). El no cesaba de blandir su daga para que Melisa pudiera tener una buena visión de la magnitud de su herramienta y de sus testículos.
La situación, puso de tal forma a Ernesto, que las dimensiones de su daga crecieron, demorándose lo suficiente para que la mujer de su amigo pudiera tener ocasión de contemplarla. Luego se incorporó y colocó a Salome a cuatro patas mirando hacia la cabecera de la cama.
La joven, miró el espejo de la habitación, donde se reflejaban sus cuerpos desnudos, y le dijo:
- ¿ Me la vas a meter otra vez?
- -completita preciosa. Te voy a dar caña toda la noche. Has visto como tengo la daga. Está a punto de nuevo.
- Joder que semental estas hecho. ¡Quién lo diría!... como envidio a tu mujer. Pero me vas a dejar muy abierta.
El se colocó tras ella, le separó un poco sus piernas, y tomando el nabo en su mano, masturbándolo un poco para que Melisa tuviera ocasión de contemplar la enorme tranca, descapullando la misma. Luego la acercó al chochito recién desvirgado de Salomé, y se la envainó de una sola vez.
- ohh joder como estas otra vez oooo despacio oooo
Su coño desvirgado hacía breves momentos se había cerrado un poquito lo que provoco que le costara entrar, pero ya una vez dentro, volvió a follarla con buen ritmo. La tomo por la cintura y la empujaba hacia él, viendo como su polla entraba y salía de ella de una forma brutal, constatando el nuevo orgasmo: Ohhh otra vez otra vez…..
Entonces se dio cuenta de que estaba a punto para explotar nuevamente y sin más, con la tremenda excitación volvió a descargar copiosamente dentro de la joven. La verdad es que aquella chavala estaba cañón.
Se dejó caer sobre la espalda de la joven tomando sus pechos con las manos, los cuales aunque pequeños le colgaban, los acarició suavemente, especialmente sus pezones duros como piedras, mientras su leche caliente no paraba de brotar dentro del coño de la chica. Esto fue suficiente para que ésta volviera nuevamente a convulsionarse .
Luego, ya cansados, el retira su polla y se deja caer en la cama, haciendo lo mismo Salome. Mi amigo comprobó claramente que el coño de Salome estaba totalmente enrojecido e inflamado, y discurría una hilera de semen desde su raja.
- Que tal preciosa.
- Uff ha sido fenomenal. Nunca pensé que hacer el amor fuera tan placentero. Pero, …..es que tienes una gran polla ¿sabes?. Ahora sé que tenías razón cuando me decías de tu necesidad de correrte todas las noches. He visto como seguías como si nada tras haberte corrido. ¡Eres todo un semental! . Se mira su coño y añade: pero joder… me lo has dejado todo dolorido.
Había comprobado que Melisa se había retirado. El le sonríe, pero ella vuelve a insistir: - ¡ Joder Ernesto…me has dejado todo mi coñito inflamado…no me voy a poder moverme en varios días!. Al tiempo que le seguía mostrando su conejito con restos aún de sangre mezclado con semen que discurría por el mismo. Ernesto se dio cuenta y pudo comprobar que los labios de aquel chochito estaban enrojecidos e inflamados producto de su penetración.
-“ con un par de folladas más te quedará a punto” . Le dijo sonriendo.
-¡ eres un sádico!.Pero me gustas - le contesto ella riendo y tirándole la almohada arriba.
Estuvo unas horas más con Salome, y luego regreso a su cama para no levantar mas sospechas, especialmente con Manuel.
Luego Ernesto, en su cama, recordó el cuadro de Melisa en la puerta. Había podido ver como se metía las manos en sus bragas. Aquella escena le dejó muy pensativo. Había visto el precioso cuerpo de aquella hembra y pensó que sería también verdadero sueño follarse a la misma. La realidad es que es Melisa aparentaba ser una mujer que cualquier hombre “ desearía coger”.
Mi amigo me señaló que Melisa a pesar de ser mayor que Salomé, era una hembra con mejor tipo, con una silueta preciosa que le hacia enloquecer , por lo que se puso nuevamente al palo con solo pensar en su cuerpo. Sin embargo, luego se dijo “ es la mujer de mi amigo” además “ será una mujer inalcanzable ”.
Por la mañana se levantó y bajo a la cocina. Saluda a Melisa que estaba cocinando, y tras darle los buenos días con un beso en su cachete, “ percibe un cierto estremecimiento” al sentir el contacto de su piel con la misma . Era evidente que sin lugar a dudas recordaba la escena de la noche anterior.
- ¡ Ah! no te había visto. Buenos días. ¿Has dormido bien? . Ernesto, verificó que lo decía con un cierto rin tintín, y con doble sentido.
- ¡ De maravilla!. En el ático se duerme muy bien . Le contestó con una cara de farsante total.
- Vaya me alegro que así sea . le dijo sonriendo ella.
- Deberás probar a dormir en el ático, ¡verías que bien se duerme!. Le volvió a responder Ernesto con doble sentido, también.
- Ya veo que te ha gustado, lo celebro.
- ¿Y Manuel?. Le pregunta para cambiar de tema.
- - Ese cogió una buena anoche y creo que tardará aún un buen rato en levantarse.
Al momento hizo su aparición Salomé, la cual al ver a Ernesto le afloraron los colores, mostrando luego alegría en su cara, que no ocultó ante la mirada atónita de su hermana.
- Hola Salome, ¿has dormido bien?.- le pregunto lacónicamente su hermana
- ¡ De maravilla hermanita!. Creo que es la noche que mejor he dormido desde hacía mucho tiempo .- le contesto sonriendo y mirando hacia mi amigo.
- Vaya, parece que todos mis invitados han dormido de maravilla esta noche. ¿Por qué será?- indico Melisa con evidente doble intención.
- Y tu Melisa, ¿cómo has dormido?- se atrevió a preguntarle Ernesto.
- Ah yo. Bueno, esto…., muy bien, muy bien.
De pronto para cambiar de conversación, Salome pregunta: ¿Donde vamos hoy?
- Bueno espero que decidan los anfitriones .- le contestó Ernesto.
- Esperaremos que se levante Manuel, ¡si es que se levanta!. Tenía pensado marchar a la playa, si les parece bien .
- Por mi encantado - le contesto mi amigo.
Algo más tarde, tras levantarse Manuel con una resaca que se notaba en su cara, marcharon a la playa. Durante la estancia en la misma, Ernesto de percató de cómo le miraba Melisa, y las mirabas que de reojo dirigía al bulto del bañador.
Manuel aún estaba resacado, por lo que se pasó gran parte del tiempo acostado en la arena. En varias ocasiones en que nadaron mar adentro, Salomé buscaba el acercamiento a Ernesto, pegándose al mismo como jugando, logrando que al final Melisa se uniera a los juegos. En varias ocasiones Ernesto, algo osado, se atrevió a coger a la mujer de su amigo por los brazos y la pegaba a su cuerpo, e intencionadamente le acercaba su tranca al trasero de aquella, lo que la dejaba un poco excitada.
Y así estuvieron hasta casi las cuatro de la tarde, hora en que marcharon a comer. Tras la siesta, volvieron a salir esa noche de juerga, al centro de Málaga, donde nuevamente las copas hicieron mella en todos. Al regresar a la casa, tras irse a dormir todos, Ernesto bajó hasta la alcoba de Salome, y e stuvo follando varias veces en la noche con la misma.
Y, para su sorpresa, volvió a comprobar que, una vez más, M elisa se había acercado hasta la habitación de su hermana y les estuvo observando durante bastante rato . El, a propósito había dejado entreabierta la puerta, con la esperanza de que aquella apareciera por allí, como así resultó.
El domingo, ocurrió que, “ todo se trastoco ”. El novio de Salome junto con un hermano habían venido a buscarla, y ella, muy a su pesar, tuvo que marcharse con ellos.
Ernesto se quedó decepcionado, ya que se había encariñado con la compañía de Salomé. Sin embargo, algo igualmente extraordinario ocurrió esa misma noche, que cambio la situación de forma drástica, y su relación con aquellos amigos. En la madrugada su amigo Manuel, le despierta para indicarle que salía urgente para Portugal, ya que tenía que solucionar unos problemas de su empresa, y que esperaba volver al término de dos días . Este le recalcó que, no había excusa, que se tenía que quedar en su casa, y que si no lo consideraría una ofensa .
A Ernesto, no le quedo otra que quedarse en la casa, pese a saber que quedaba a solar con Melisa. La verdad es que no se esperaba aquello. Aunque, le agradaba la idea, quedo preocupado de lo que pudiera pasar, ya que era la mujer de su amigo.
Tras marcharse, cuando estuvieron solos, le dijo:
- Bueno Melisa, ¿te apetece salir? ¿Dónde me vas a llevar hoy?
- Y ¿dónde apetece ir? – le pregunto intrigada ella.
- Bueno había pensado ir a la playa, pero, “a ser posible una playa más solitaria”. Ayer había demasiada gente.. Me han dicho que hay unas playas preciosas en C…de M…. ¿Las conoces?- Ernesto había leído que eran solitarias y que habían bañistas haciendo desnudos integrales. No sabía cómo iba a reaccionar ella.
- Y ¿quién te ha hablado de esa playa? le dijo algo extrañada. Añadiendo: Es una zona preciosa, con muchas calas y acantilados, pero, ¡existe un problema !- le dijo ella con cierta preocupación.
- Cual ¿si puede saberse?
- Allí la gente. Bueno… ¡suele practicar nudismo!. Dijo ella algo sorprendida de que quisiera ir aquella playa.
- Ah, pues ¡no lo sabía!. Bueno, pero ¡me supongo que se desnuda el que quiere!. Además todo el mundo suele ir a lo suyo. Pero, si para ti eso es un problema, podemos ir a cualquier otra. Solo lo decía porque me la habían recomendado- le contesto el.
- No, no. No ha problema…. Vale déjame que prepare unos bocatas, ya que es un lugar bastante apartado, y tenemos que ir en coche.
Se prepararon, y esta vez Ernesto se había puesto un bañador tipo bóxer que dejaba comprobar claramente el bulto de su nabo. Por su parte, Melisa iba también más atrevida que cuando estaba ante su marido. Ella se había sentido excitada con la visión de las noches anteriores, y eso la llevó a intentar provocar un poco a Ernesto. Su ego personal quería demostrarle que ella era tan mujer o más que su hermana. Tras mucho pensarlo, se colocó un pareo muy sensual, y una blusa blanca, con una Pamela y unas gafas de sol.
Al comprobar la muestra de sorpresa de mi amigo, ella se le queda mirando, y le pregunta:
- ¿ qué ocurre Ernesto?. ¿Porque me miras así?. ¿Tan mal me encuentras?
- No….¡todo lo contrario Melisa!. ¡Estás preciosa!. Nunca te había visto tan sensual y tan elegante. Me va a ser difícil resistirme .- le dijo con una sonrisa.
- Ja ja….No creo que te atrevas a propasarte con una mujer casada. Además, no debes olvidar que soy la mujer de tu amigo. - le contesto con una sonrisa en los labios pero, con un cierto tintes desafiante.
- No sé yo. Con una mujer como tú, cualquier hombre se olvida de que estés casada, e incluso que seas la esposa de mi amigo, ja ja. ¡Espero poder resistirme! - volvió a sonreírle mientras tomaba los bultos que debíamos llevar.
Llegaron en coche, y tras un recorrido, buscaron el lugar más cercano donde había unas rocas que se adentraba un poco en el mar y además existía hasta un manantial de agua dulce, que discurría desde las rocas hasta diluirse en el mar. En dicho lugar encontraron alguna que otra pareja, pero en realidad, la playa se encontraba muy solitaria. Decidieron quedarse cerca de donde estaban las rocas, donde también existían algunas dunas de arena.
Cuando se desprendió del pantalón y la camisa, Melisa se quedó algo sorprendida al comprobar que hoy Ernesto calzaba un bóxer casi tipo slip, lo que la hizo ponerse algo nerviosa y hasta le afloraron un poco los colores a su rostro.
Pero, mayor sorpresa se llevó mi amigo al comprobar el bikini que ella portaba. Se trataba de un dos piezas, donde el sujetador, apenas podía amparar los generosos pechos de la mujer, ya que parte de los mismos quedaban al descubierto de forma insinuadora. Y, mayor excitación le produjo el constatar que la parte baja, ¡no era para menos!. Se trataba de una especie de tanga, con un pequeño hilo en su parte trasera, que mostraba totalmente las nalgas y el precioso trasero de aquella hembra. ¡Nada que ver con el bikinis de días anteriores!.
Ernesto se quedo algo boquiabierto, hasta el punto de que al verle mirándola fijamente, ella le preguntó:
- Bueno y ¿ahora qué miras?. Me tienes sorprendida hoy con tu actitud.
- Perdona Melisa… pero no puedo evitarlo ….¡Es que estas un verdadero bombón!. ¡Realmente preciosa!….. ¡Como envido a mi amigo . Le contesto sonriendo
Melisa, se ruborizo, pero por toda contestación se limito a esbozar una leve sonrisa. Era una mujer coqueta, y le encantaba aquel tipo de halagos.
Se metimos en el agua y nadaron durante un buen trecho, hasta que algo cansados decidieron salir del agua para terminar echándose sobre la arena a secarse. Al rato hicieron su aparición delante de ellos unas parejas totalmente desnudas. Una de las jóvenes, llevaba unos buenos pechos y verifican que su coño estaba cubierto con una buena mata de vello. Al observar como Ernesto las miraba, Melisa le dice:
- Veo que se te van los ojos. ¡Creo que como sigas aquí te vas a enfermar!, ja aja ja.-.
- Es que una mujer bonita, y al estar desnuda, alegra mucho la vista. Aunque…. Se le queda mirando y prosigue: Tú, a pesar de no estar desnuda, estás mucho más bonita y hermosa que esas nenas . Ella volvió a sonrojarse pero no le contestó.
- Y Ernesto se atrevió a preguntarle - Oye Melisa ¿nuca has hecho toples?.
Ella le mira sorprendida, y le contesta: ¿Toples…..?...bueno, alguna vez, pero …….nunca delante de Manuel. Ya sabes el es bastante conservador y no lo vería bien. ¿Porque lo comentas? Le pregunto intrigada.
- Pues, estaba pensando que ¡en toples debes de estar cañón !. … Aquí no hay nadie que te conozca, ni esta Manuel, ¿ por qué no aprovechas? . Le dijo con un atrevimiento total, aunque pensó que podía llevarse una buena reprimenda de la mujer de su amigo.
- Joder Ernesto. ¿Cómo te atreves a pedirme eso?. ¡Tú lo que quieres de verdad es “verme las tetas”!.- le contesto entre sorprendida por su atrevimiento, pero en el fondo halagaba por aquella seducción. ¡ Serás cara dura! No pese que fueras tan…atrevido. ¡Si Manuel se entera…!.
Guardo silencio un momento y continúo: La verdad, no conocía esa faceta tuya.
- Melisa no te lo niego. La verdad es que me apetecería verte en toples . Por otro lado, sinceramente creo que ambos desentonamos más en la forma en que estamos. Sin lugar a dudas los nudistas nos ven como tipos raros ¿no crees?. Le dijo de forma tentadora y algo justificativa.
- Ya lo sé, pero… ¡no por eso voy a hacer toples!. ¡Sé que lo que tú deseas es verme desnuda!. Le contesto sonriendo de nuevo.
- Bueno, como quieras. Te aseguro que seré una tumba si te atreves. Y acto seguido se fue al agua diciéndole ¿vienes?
El entro en el agua y nadó un trecho y al regresar noto que Melisa había entrado en el agua y venia nadando. Al principio no se percató, pero al llegar cerca de donde estaba, quedo gratamente sorprendido al comprobar que ella “ se había desprendido de la pieza superior del bikini”. “ Melisa se ha decidido ”.
Mientras Ernesto se dirigía al agua, Melisa se sintió sumamente excitada, y con cierto ego y coquetería, decidió demostrarle al amigo de su marido que tenía mejores pechos que su hermana Salome. Por ello, sin apenas meditarlo se desprendió de la parte superior del bikinis y se dirigió al agua.
Ernesto estaba anonadado contemplando los suculentos pechos de la mujer de su amigo, constatando que era más grandes que los de su hermana, firmes y bastante desafiantes. A además tenía unas aureolas rodeando el pezón que los hacían sumamente sensual. Dado que sus senos no estaban quemados por el sol, aparecía esa parte blanca que los hacía más apetitosos. ¡ Esta para comérsela ! Pensó para sí.
- ¡Vaya te has atrevido !. Le dijo no obstante.
- Ya . Pero tengo mucha vergüenza. Y,… ¡por favor no me mires!, que me sonrojo.
- Pues…No tienes porque sentir vergüenza. De verdad Melisa, ¡eres toda una preciosidad!. Tus senos .. son muy hermosos. Manuel tiene que tener mucho cuidado. ¡Estás muy ….pero que muy apetecible!. ¡De veras!.
- Por favor Ernesto no me mires así, ¡o me voy a la orilla y me pongo la parte alta de nuevo!. Le contesta ella sonrojada
- ¡Por nada de mundo!. Vamos a nadar un rato.
Comenzaron a nadar y las olas chocaban contra los senos de la mujer, notando como botaban a su paso. Al salir, antes de llegar a la arena, le pregunta: - dime la verdad Ernesto. ¿No te parecen muy grandes?.
- ¿te refieres a tus senos?. Todo lo contrario. A mí me encantan. ¡Te aseguro que están como a mí me gustan!**
- No se…Manuel dice que los tengo demasiado grandes ¡quizás deba operármelos !. Le dijo ella.
-¡que tontería!. De veras Melisa. No tienes por qué avergonzarte. Cualquier hombre disfrutaría con unos senos como esos. Y además, a “ti te quedan de escándalo”.
Ella se ruborizo de nuevo, y al momento llegaron a la arena. Ella tampoco dejaba de mirar el bulto que se me había formado en el bañador de mi amigo. Ya en la arena, vieron pasar a un grupo de hombres desnudos, constatando que uno de ellos mostraba una buena tranca.
- Ahora a la que se le van los ojos es a ti. Te estás dando todo un festín. ¡No lo niegues!. - le dije, mientras ella sonreía.
- Bueno es verdad, algunos tienen….. ja ja un buen instrumento .- me dijo sonriendo.
- Bueno está bien, aunque ¡los hay mucho mejores !. Le dijo algo desafiante mi amigo.
- ¡Oh! …….¡ ya salto el típico machista!. ¡Ya te has picado!.
- Pero, ¡es que es verdad!. Esos hombres lo tienen del tamaño mediano, pero “las hay mayores *”
.
Ernesto sabía que se estaba propasando,* pero como ella le seguía el rollo, y hasta creo que le gustaba, por ello continuo.
En ese momento ella le dice casi en plan retador¿ Llamas mediano al que tío que va al centro de todos? No creo que existan mucho mayores que la de ese tipo?
- Bueno, te sigo asegurando que los hay muchos mayores.
- ¡No creo lo que dices!... exclamo ella, algo enardecida. En todo caso será la de los negros. Pero, ¡eso solo aparecen en las pelis porno!.
- Pues, creo que te confundes. Yo te aseguro que los hay reales y, no precisamente tiene porque ser negra.
- ¿Qué me estás diciendo? Volvió ella a mirarle diciendo ¿me estás insinuando que…. ohhh Dios mío… que me digo…… vale… Es eso lo que pretendes decirme -.
Entonces Ernesto fue más directo: Vamos Melisa. No hace falta que este con rodeos, se que nos has visto estas dos noches cuando estaba en la habitación con tu hermana.
- Queeeee ¡Eso no es cierto !.- dijo ella sorprendida al comprobar que había sido descubierta. Se reboto y casi se levanta de la arena.
- Te vi en la puerta, y además se que te estabas masturbando. Ernesto se dio cuenta de que quizás se había propasado, ya que puso a la mujer contra la espada y la pared.
- Ya… como…... ¡Eres un cabron!... ¡desvirgaste a mi hermana!. Exclamo ella por toda respuesta.
- Salome es una mujer adulta, y puede decidir con quien se acuesta o no. ¿No crees?. Además comprobaste que lo disfrutó. Se lo dijo en autentico plan machista.
- ¿Cómo puedes decirme esas cosas?. Joder respétame ¡Soy una mujer casada. La esposa de tu amigo!. ¡Respétame por favor!. Lo dijo nerviosa y sumamente enfadada, levantándose y separándose de donde estaba.
Ella recogió su toalla y se dirigió al coche. Entonces el hizo lo propio siguiéndola. Durante el camino de regreso no se dirigieron palabra alguna. Y así regresaron a la casa sobre las cinco de la tarde. Se ducharon, y al ver que ella seguía en su habitación, optó por salir a la calle, y ya tarde, regreso tras haber cenado fuera.
Continuara.