La Esposa Masoquista (capítulos 03 y 04)

Una mujer descubre su deseo masoquista y terminará sometida su marido, ansiando ser castigada y degradada hasta más allá de lo posible (Serie de 16 capítulos) - Los siguientes capítulos estarán en la sección de Sadomaso

03 - LA ESPOSA MASOQUISTA (LA PREPARACIÓN)

Ambos salieron de allí dejándome sola, permanecí sin moverme mientras les escuchaba charlar camino a la puerta, el hombre volvió al momento de escuchar como se cerraba la puerta, se sentó en un sillón, me observó y comenzó a hablarme.

"

Bueno, pues tu marido tenía razón, estas buenísima y tienes una cara preciosa, es una pena que solo vayamos a usar y mostrar tu culo, pero confío en que repitas en poco tiempo.

Te explicaré cual va a ser tu actividad durante el tiempo que estés aquí y para que te he alquilado, lo hago tan solo por deferencia a la buena disposición que has mostrado al confiar en tu marido y tu comportamiento desde que has llegado.

Cuando terminemos nuestra charla te llevaré al sótano para que te preparen, lo primero será ponerte una capucha que cubrirá tu cabeza, además de ocultar tu rostro, servirá para anular tu visión y no se te retirará hasta que llegue tu marido. Esta capucha tiene incorporados unos tubos que estarán introducidos en tu nariz, servirán para que respires ya que tu cabeza estará metida en un recipiente donde se recogerán las meadas de todas las personas que vengan a la fiesta, incluida la tuya, esa mezcla de meados será tu único alimento hasta que vuelvas a tu casa, de todos modos añadiremos ciertos nutrientes a la mezcla para evitar tu desfallecimiento, evidentemente, tener la cabeza sumergida te impedirá hablar y ahogará tus gritos, si es que no puedes contenerte. Una vez bien ajustada la capucha comenzará la grabación y retransmisión en directo vía Internet.

Como te he dicho solo usaremos tu culo, para evitar que algún invitado se aproveche, coseremos los labios de tu coño, de ese modo nadie podrá acceder a el, por supuesto sin anestesia, ya nos ha informado tu marido que también disfrutas con el dolor, aunque esto será nuevo para ti.

Con tu coño cosido y la cabeza sumergida en la orina, tan solo será posible usar tu culo, así que, para facilitar la penetración, serás inmovilizada sobre un potro que dejará tu culo a la altura perfecta para que cualquiera de los asistentes podamos follártele, al igual que con la capucha, no se te soltará hasta que venga tu marido.

Estarás en el potro permanentemente, por lo tanto podrás mear siempre que lo desees y no deberías aguantarte por ningún motivo, a nadie le molestará sentir que te meas mientras te follan el culo.

¿Has entendido todo?

"

Aunque a lo que me pensaban someter era realmente extremo, contesté con un simple si, creo que eso era lo que esperaban de mi, respecto a lo de que usasen mi boca como urinario no sería la primera vez, no era muy habitual, pero tampoco me importaba, lo que si me causaba cierto temor era que hasta el domingo sería mi único alimento. En cuanto a lo de ser sodomizada constantemente, me preocupaba terminar hastiada y con mi ano dolorido durante días, pero que me cosiesen el coño, eso si que me causaba sentimientos contradictorios, por un lado, pensar que me anulaban sexualmente de ese modo me resultaba muy excitante y al mismo tiempo temía lo doloroso que pudiese ser.

El hombre me dijo que podía preguntar lo que quisiese si tenía alguna duda, pero una vez aclaradas mis dudas empezaría mi preparación. Tenía muchas cosas en la cabeza, pero fui incapaz de ordenarlas y preguntar algo coherente, además, tampoco creo que hubiese servido de mucho, así que me callé. El hombre me miró durante unos segundos a la espera de que dijese algo y en vista de mi silencio me llevó al sótano.

Allí había dos chicas, bueno, sería más justo decir dos esclavas, ambas tenían la cabeza afeitada, varios piercings en sus pezones y su sexo y vestían, por decir algo, un ceñidor que les llegaba desde debajo del pecho hasta por debajo de la cintura, zapatos de tacón muy alto, con unas piezas en los tobillos que, además de sujetar los zapatos, incorporaban unas argollas que debían servir para encadenarlas, las que llevaban en sus muñecas y el collar de sus cuellos tenían el mismo diseño.

El hombre les dijo que yo era el agujero para la fiesta y que me preparasen mientras llamaba al cirujano. No dijeron ni una palabra, me aplicaron una crema en el rostro, me colocaron la capucha y metieron los tubos por mi nariz, también metieron algo en mi boca que me impedía hablar y dificultaba incluso la emisión de casi cualquier sonido, a partir de ese momento no pude guiarme más que de lo que oía y sentía. Una vez ajustada la capucha, una de las chicas dio una voz indicando a alguien que podían empezar a grabar.

Las chicas me guiaron hasta sentarme en, supongo, una silla ginecológica que había visto al entrar, me ataron a ella con mis piernas muy abiertas y lo siguiente que escuché, cuando el hombre volvió con el cirujano, fueron las instrucciones de como quería que me cosiesen el coño:

"

Bien, quiero que el cosido llegue lo más cerca del culo posible, con una puntada cada centímetro como mínimo, pero si es posible ponerlas más juntas mejor y bien apretadas, tiene que aguantar un par de días y tal vez hasta una semana.

"

Escuchar eso me descolocó, ¿como que una semana?, ¿el domingo me recogería mi marido y daba por supuesto que me le descoserían?, no entendía nada, intenté llamar la atención, de eso no me había dicho nada, pero lo único que conseguí fue recibir un par de azotes bien fuertes en mis tetas y la orden de que me callase, cosa que hice de inmediato.

Lo siguiente, tras unos momentos escuchando a la gente moverse a mi alrededor, fue sentir como alguien me tocaba el coño, estiraba mis labios, los juntaba, los palpaba, pero de una manera fría, supuse que estaba calculando donde y como coserle, se tomó su tiempo, en un momento dado sentí que me limpiaba el coño con algo que escocía bastante y cuando menos me lo esperaba sentí la primera punzada, grité más por la sorpresa que por el dolor, aunque lo que llevaba en mi boca hizo que no se oyese en exceso, lo siguiente fue sentir como el hilo pasaba a través de mi carne, a continuación lo mismo en el otro labio, en esta ocasión pude retener el grito, emitiendo tan solo un gemido por el dolor y noté como anudaba el hilo juntando los labios de mi coño por la parte superior.

Esta operación la repitió muchas veces, intenté contarlas, pero perdí la cuenta y empecé a llorar sin poderlo evitar al llegar a la dieciséis, creo que al final debió de dar más de veinticinco puntadas, lo cual significaba veinticinco pinchazos a lo largo de cada uno de mis labios. Al terminar de coserme escuché al hombre mostrar su satisfacción por el resultado, felicitar al cirujano é indicar que sacasen un buen primer plano de mi coño cosido. Me soltaron y me ayudaron a levantarme, yo aún estaba sollozando y me costaba caminar, a pesar de ello me hicieron dar varios pasos hasta no se donde, supongo que la sala de la fiesta ya que lo siguiente, tras dejar mi boca libre, fue colocarme sobre algo, supongo que el potro mencionado por el hombre durante su explicación, donde me fueron sujetando por varias zonas de mi cuerpo, estaba de rodillas, con las piernas muy abiertas, mi cuerpo, doblado hacia adelante, reposaba sobre una superficie mullida y mi cabeza debía de estar a la altura de mis rodillas.

Me fueron sujetando con lo que supuse serían cinchas ó algo así, una en cada tobillo, bajo mis rodillas, y en mis muslos, otras tres en mi tronco, una justo en mis riñones, la segunda por encima de la cintura y la última por debajo de mis axilas. Mis brazos los situaron cruzados a mi espalda y unidos entre ellos por los antebrazos. Finalmente sujetaron mi cabeza con varios enganches que incorporaba mi capucha. El hombre me ordenó que intentase moverme, pero fue imposible, estaba perfectamente sujeta é inmovilizada, nunca me había sentido tan ofrecida. Escuche al hombre dar la orden de que lubricasen y dilatasen "

al agujero

", nadie se refirió a mi de otro modo durante el fin de semana., sentí algo que caía sobre mi ano, luego alguien lo extendió penetrándome con varios dedos, finalmente el hombre anunció que en cinco minutos empezarían a llegar los invitados y aún debían llenar el recipiente para cubrir mi cabeza, escuché caer líquido, rápidamente sentí en los labios de mi boca un líquido cálido que por el sabor estaba claro que era orina, no deseaba beber la orina de nadie, pero sabía que tarde ó temprano debería hacerlo, así que abrí mi boca y empecé a tragármela, empezó a sonar música y me dio la impresión de que me habían dejado sola.

No pasó demasiado tiempo hasta que escuché voces de gente acercándose, en poco tiempo aquello sonaba como una fiesta, alguien pidió silencio, cuando la gente se calló escuche al hombre presentarme y explicar lo que podían hacer conmigo.

"

Gracias, gracias. Os avisé que estaba negociando algo realmente diferente para ofreceros en esta fiesta y aquí esta, un agujero, así es como tenéis que verlo y usarlo, no hay más reglas y este será el urinario, común.

Espero que disfrutéis y muchas gracias por venir.

"

04 - LA ESPOSA MASOQUISTA (SOY UN SIMPLE AGUJERO)

Al poco de estar preparada para ser usada como un agujero escuché voces de gente entrando en la sala, lo que escuchaba era el ambiente de una fiesta hasta que alguien pidió silencio, cuando la gente se calló escuche al hombre presentarme y explicar lo que podían hacer conmigo.

"

Gracias, gracias. Os avisé que estaba negociando algo realmente diferente para ofreceros en esta fiesta y aquí esta, un agujero, así es como tenéis que verlo y usarlo, no hay más reglas y este será el urinario, común.

Espero que disfrutéis y muchas gracias por venir.

"

Lo siguiente fueron los aplausos y gritos de apoyo a la presentación que había hecho ese hombre de mi, mejor dicho, "del agujero",

al tiempo que

hacían comentarios sobre lo bueno que sería poder disponer de uno así permanentemente y antes de lo que me esperaba sentí como alguien me sodomizaba por primera vez, lo hizo de un golpe, sin miramientos, metía y sacaba la polla con dureza, mientras sentía como follaban mi culo me vi obligada a beber la meada de alguien y por supuesto no se cortaban a la hora de azotar mis nalgas a su antojo.

A partir de entonces me follaron sin parar, no se cuantas personas habría, pero por las voces quedo claro que no solo había hombres, aunque lo único que podía sentir era como follaban mi culo y azotaban mis nalgas, por lo que me dolían estaba segura de que tendría algunos moratones, lo cual estaba claro que no le importaba a nadie, por suerte no solo me follaban, de vez en cuando alguien era obligado a lamer mi agujero limpiándole de las corridas, tampoco dejaban de lubricarlo, a mi parecer más para evitar que sus pollas pudiesen herirse, eso al menos era bueno para mi.

En cuanto a las meadas, si bien al principio no fueron más que algunas aisladas y con poca cantidad de orina, según avanzaba la fiesta terminé siendo incapaz de beber todo lo que meaban, mi estomago estaba hinchado de tanto líquido y sentía que toda mi cabeza estaba sumergida en orina, di por supuesto que a nadie le importaba ya que no era más que un agujero para follar, que por cierto ya

tenía

dolorido y el poco placer que pudiese sentir al ser sodomizada había desaparecido para dar paso a un dolor constante en todo mi ano provocando que me echase a llorar de nuevo, cosa de la que dudo se pudiese enterar nadie si tenía mi cabeza sumergida en las meadas.

Yo ya había perdido totalmente la noción del tiempo, tenía todo mi cuerpo adormecido, excepto mi culo que era una fuente de dolor permanente, sentía ganas de vomitar por haber bebido demasiada orina, una buena parte sería mía ya que no dejé de mear cada poco tiempo y mi cabeza estaba dando vueltas, cuando sentí que el nivel de la orina bajaba hasta dejar mi boca al aire, la música había parado, tampoco escuchaba el murmullo de la gente, no podía ser ya el domingo, pero no me importaría que la fiesta hubiese terminado y mi estancia ó al menos mi uso, hubiesen llegado a su fin, pero no era así, cuando escuché a una mujer dar ciertas órdenes, no se muy bien a quien, supe que todavía me quedaba mucho por aguantar.

"

Bien, vigilar que el agujero esté bien, nosotros vamos a dormir unas horas y luego seguiremos con la fiesta. Untar bien las nalgas del agujero con crema, todavía les queda mucho por recibir y no queremos estropearlas. Por cierto, no sería extraño que vomitase, masajear su estómago para que se mueva su contenido y si vomita será lo primero que beba cuando retomemos la fiesta

"

Quien fuese, quise pensar que eran las dos esclavas que vi al bajar al sótano, aplicaron una crema a mis nalgas que me causo un gran alivio al tiempo que masajeaban mi estomago y, como suponía esa mujer, vomité gran parte de lo ingerido, evidentemente sería orina y jugos gástricos, lo cual me dejó bastante aliviada físicamente, pero sufriendo por que, según dijo esa mujer, me tocaría bebérmelo dentro de una horas y eso si que me resultaba asqueroso solo de pensarlo. Preferí no pensar en nada é intentar descansar un poco, si es que era posible descansar en esa postura, el caso es que me relajé, dejé mi mente en blanco y no tardé en sentir que un sopor me invadía hasta que me dormí.

Me desperté al sentir que alguien penetraba mi culo, tardé unos segundos en saber donde estaba y para cuando me di cuenta, ya tenía mi boca llena de la orina vomitada por mi antes de dormirme, sufrí varias arcadas al notar su sabor, pero termine tragando una buena cantidad, quien me estuviese follando se corrió y se fue, entonces reparé en que la sala seguía en silencio, mi boca volvió a quedar al aire, supongo que el recipiente podía subir y bajar de altura, mi ano me dolía muchísimo, la penetración había sido a lo bestia y volví a llorar pensando en que aún me quedaba mucho por soportar, mi marido tenía razón, esto era lo más extremo a lo que nunca me había enfrentado y estaba empezando a dudar de que pudiese soportarlo sin que me afectase durante el resto de mi vida. Tardé un rato en calmarme, pero cuando lo hice volví a dormirme.

No sabía la hora que sería cuando me desperté de nuevo, escuchaba voces, no serían más de tres personas y parece que estaban comentando algo sobre la fiesta y las grabaciones de la misma, creí entender que habían superado las previsiones, los ingresos eran muy superiores a lo esperado, las críticas de quienes estaban viendo la retransmisión vía Internet eran buenísimas, al igual que las de las personas que habían venido, pero lo mejor fue cuando hablaron sobre mi y lo hicieron de mi como una mujer, no como un agujero:

Hombre 1 - "

La que me ha sorprendido es nuestra novata, su marido tenía razón, es espectacular

"

Mujer - "

Desde luego, muchas mujeres, tras años de adiestramiento, habrían sido incapaces de llegar hasta aquí. ¿Habéis visto cuando el Sr. Wild ha bajado a follársela? Estoy segura que la ha pillado dormida y ni siquiera ha protestado.

"

Hombre 2 - "

Si, si que lo he visto, tal y como la ha penetrado tiene que haberla destrozado y ni se ha quejado, además de beberse la mitad de su propio vómito aguantando las arcadas.

"

Hombre 1 - "

Lo que os he dicho, espectacular. La única pena es no poder mostrar su cara, os aseguro que es bellísima, aunque confío en que ella misma le de permiso a su marido para que la muestre.

"

Mujer - "

Bueno, eso estaría muy bien, pero ya sabes que casi nadie quiere ser reconocido, salvo que se dedique profesionalmente a ello.

"

Hombre 1 - "

Si, tienes razón, pero ella trabaja de prostituta en el burdel de Roberto un fin de semana al mes.

"

Hombre 2 - "

Joder, eso se avisa antes, tienes que llevarme y decirme quien es para catarla.

"

Hombre 1 - "

De eso nada, le di mi palabra a su marido que nadie más que yo podría reconocerla y ya os he contado demasiado, olvidar lo que os he dicho.

"

Hombre 2 - "

Está bien, olvidado queda, pero intenta que vuelva, una hembra así no la podemos dejar escapar.

"

Hombre 1 - "

Descuida, haré todo lo posible por que su marido nos la alquile más veces y con menos condiciones.

"

Mujer - "

Ya nos irás informando, ahora tenemos que prepararnos que están a punto de llegar los invitados para hoy. ¿Mucha gente?

"

Hombre 1 - "

Si, más que ayer, aunque no vienen tantos hombres solos, viene el grupo de Carlo y esos cinco valen por quince, esperemos que aguante.

"

Mujer - "

Seguro que si, si aguantó ayer lo aguantará todo. Mi duda es si al salir de aquí seguirá avanzando ó no, pero bueno, eso ya es problema de su marido.

"

Les escuché levantarse y llamar a las sirvientas, les indicaron lo que debían hacer y se fueron. Noté que me limpiaban, a excepción de mi cabeza, como si fuese un mueble, en especial el interior de mi culo con varias lavativas, luego volvieron a mear en el recipiente de mi cabeza dejando la parte frontal de mi cabeza sumergida, no se si para que bebiese, el caso es que tenía sed y agradecí poder saciarla. Olí a productos de limpieza, luego ambientador y de nuevo me quedé en silencio y supongo que sola. Tardé un buen rato en volver a escuchar ningún sonido, en ese tiempo pensé en lo sucedido, todo mi cuerpo estaba anquilosado, en las nalgas sentía un ligero dolor, mi ano estaba bastante dolorido y sentía mi coño acartonado, pensé en mi marido, hoy hacía cinco años de nuestra boda, para celebrarlo me había alquilado como si fuese un cacho de carne ó incluso menos ya que me habían convertido en un agujero para que cualquiera me follase y además les servía de urinario, mientras que él se iba a un hotel de lujo con dos mujeres a follar y divertirse, tenía claro que me había degradado, humillado y castigado más que nunca, incluso dudaba que fuese posible superar lo de este fin de semana. A pesar de todo esto, a pesar de lo mucho que había sufrido el día anterior, me sorprendí al sentir que me excitaba y una parte de mi quería que empezase la fiesta de nuevo, quería sentir el dolor en mi ano al ser penetrada una y otra vez durante horas, quería que siguiesen azotando mis nalgas hasta hacerme llorar de dolor, quería beber las meadas de todas esa personas hasta vomitar de nuevo y beberme lo vomitado, me gustaba no ser más una cosa que usar y no saber quienes me usaban, pero sobre todo, me sorprendí al desear estar toda la semana con el coño cosido y usada por mi marido, de manera similar a como lo estaban haciendo aquí. Con esos pensamientos empecé a sentir la necesidad de correrme, pero no podía hacer nada y sabía que nadie tocaría mi coño.

(Los siguientes capítulos serán publicados en la sección de Sadomaso por la evolución de la historia.)