La esposa idela (la puta del primo)

Como me prendí del primo de mi esposo, y como me fue haciendo cada dia mas puta, y claro como me fui acostumbrando a amanecer con la cara llena de lechita y obvio con una sonrisa enorme

Ya era casi las 4 pm cuando decidí salir del cuarto e ir a la sala con mi esposo y su primo, en mi mente estaba la idea de como pudo su primo darse cuenta que estuve con otros, no se esa idea fue la que me hizo que estuviera esa tarde en el cuarto.

Salude y claro que el primo me recorrió de arriba a bajo, traía un vestido floral muy cortito y una zapatillas de plataforma, maquillaje sencillo y me habia agarrado el cabello en media cola. No traía tanga porque sentía mucha irritación tanto en mi panochita como en mi pobre culito y tampoco bra porque el vestido si alcanzaba a tapar bien mis pezones.

Estuvimos unas dos horas platicando de la infancia de los dos, de como su primo al ser mayor que el era quien lo protegía y miles de sus aventuras y travesuras de la infancia y adolescencia.

Muy rápido se paso ese tiempo, entre risas y recuerdos. En eso mi esposo recibe una llamada, era su compadre el cual acababa de llegar de Guadalajara y le traía unos tekilas, mi esposo con una gran sonrisa nos dice al colgar, que regresaba que iba a la casa del compadre a recoger unas botellas de tekila, diciéndole al primo que descanse que en un rato regresa.

Al salir mi esposo, yo la verdad me puse un poco nerviosa al quedarme sola con su primo, me disculpe y pase a retirarme a la recamara, el se me acercó y tomándome de mi mano me detuvo. Mirándome fijamente a los ojos me pregunto que con cuantos hombres estuve anoche, yo me quede helada, por mi mente volaban mil imágenes de lo de anoche pero no podía entender como el podría saberlo.

Me hizo la misma pregunta varias veces sin soltarme la mano, yo al fin le conteste que fueron 8, el puso una cara de asombro y se empezó a carcajear y me dijo que realmente era una verdadera puta, que no lo podía creer que la esposa de su primo fuera una adicta a la verga.

Con la mirada al suelo le pregunte que como era que el sabia eso, jalándome un poco me llevo al sillón y me hizo sentarme en sus piernas, me dijo que hace dos días llego a la ciudad porque el trabajo que realizaba en Estados Unidos se terminó, por lo cual decidió tomarse unas semanas de vacaciones mientras tomaba otro trabajo.

Dijo que llego a la casa de un amigo de el porque todavía no sabia donde vivíamos, y ahí se quedo esa noche. A la mañana siguiente le marco a mi esposo preguntándole por nuestra dirección  para poder visitarnos. Mas tarde en una reunión con unos amigos de su amigo platico que se iba a quedar unos días con nosotros y les dijo por donde vivíamos, uno de los chicos que estaba con ellos les dijo que por estos rumbos vivía una chica a la cual el y otros amigos se la habían cogido en un hotel de la playa y hasta les enseño una foto de la chica con la cara llena de semen de ellos.

Y cual vino a ser la sorpresa del primo que cuando estaba platicando con mi esposo en el depa y yo aparecí no podía creerlo que era la misma puta de la foto y que al igual que en la foto estaba con la cara llena de semen pero ya seco.

Que suerte la mía pensé, viene de Estados Unidos y alguien le enseña una foto de una chica puta y resulta que esa puta soy yo. Yo solo me quede callada mientras el ya tenia su mano derecha en mis muslos. Yo no decía nada seguía con la mirada al suelo.

Me pregunto quienes eran los chicos de anoche, le platique como fue que los conocí y  fue que terminamos en la playa y me cogieron todos allá, y como después los chicos que me trajeron me cogieron en la calle lateral y termine con la cara llena de semen de todos ellos.

El estaba asombrado de lo que le estaba contando, no podía creer que fuera tan puta, me pregunto que como podía aguantar tanta verga, le dije que no sabia, que simplemente me encantaba que me cogieran y no podía detenerme.

Pregunto en forma de burla que si podía sentarme bien después de la tremenda cogida de anoche con los 8 chicos, le conteste que si estaba muy irritada pero que con el solo hecho de acordarme me mojaba y eso mitigaba un poco el ardor.

Me ordeno parame y que me quitara el vestido para corroborar lo irritado de mi panocha, yo lo obedecí y en cuestión de segundos ya tenía sus manos y su cara de frente a mi panochita. Se sorprendió al verla súper abultada, ni yo me había dado cuenta que si era cierto, en cuestión de unas cuantas semanas ya estaba muy panochuda de esas que están muy saltadas.

Me puso de espaldas a el y me sobaba y apretaba mis nalguitas, me abrió las nalgas e impresionado dijo un “no mames”, estaba súper sorprendido de ver como tenía destrozado mi pobre culito. El no sabía que también me encantaba la verga por el culo.

Me metía un dedo en el culo y lo movía de adentro para afuera y circularmente, me iba diciendo que mi culito se abría muy fácilmente que no apretaba nada. Dejo de tocarme y vi que se quitó su pantalón, me di la vuelta y sin que el me dijera nada me hinque ante el y tome con una de mis manos su verga, que la verdad no era tan grande pero si tenía un muy buen tamaño, y con la otra mano comencé a sobar sus bolas.

Me acerque a la verga y de un solo movimiento me la trague casi toda, no era muy grande, pero si era muy gruesa, de esas que son con muchas venas y una muy grande punta, le daba una mamadas y el solo gemía y me jalaba de mi cabello.

Por varios minutos estuve mamandosela, la verdad estaba disfrutando esa rica mamada, sentirla dura como el acero, sentir en mi boca cada una de sus venas y el rico sabor de sus bolas, yo disfrutaba con los ojos cerrados y nada mas oía sus gemidos y como a cada rato me decía que era la mejor puta que conocía.

Sentí como se comenzó a tensar, pare de mamársela y lo mire a los ojos, el con una gran sonrisa me dijo que quería probar mi culito, entonces me pare fui a la recamara y tome el lubricante. Me pare enfrente de el tome lubricante en mi mano y llene su verga, lo masturbe un poco para que el lubricante se calentara un poco. Tome otro poco de lubricante y lo introduje con mis dedos en mi culito, cuando saque mis dedos sentí ese cosquilleo que siento cuando tengo ganas de que me cojan por el culo.

Le di la espalda y me fui bajando hasta acomodarme su verga en la entrada de mi culo, baje un poco y sentí como su gran punta entro un poco, puse las manos hacia atrás en su pecho, el tomándome de la cintura me iba bajando poco a poco.

Sentí como entro la punta y me detuve, el me volvió a levantar sacándomela, yo instintivamente baje mi cadera en busca de esa verga y el guiándome hizo que me entrara otra vez. Así estuvimos un ratito, solo me metía la puntita jajajaja.

En una de esas que me la saco pensé que volvería a meterme sola la punta, pero en vez de eso me guio y jalándome fuertemente hacia abajo me la ensarto todita, yo di un grito de sorpresa, pero el sentirme totalmente ensartada por esa gruesa verga hizo que involuntariamente tuviera un orgasmo.

Comencé a cabalgar esa rica verga, el me jalaba muy fuerte lo que hacia que me sintiera totalmente ensartada cuando sentía su pelvis que chocaban con mis nalguitas. Llego un momento que los dos estábamos sudando de la fuerte cogida que me estaba dando.

Oímos ruidos afuera y sintiendo que la sangre se me helaba me paralice, asustada tome mi vestido pero me quede parada, no era mi esposo, per tremendo susto me habían pegado.

El se empezó a reír y solo seguía masturbándose ante mi, me hinque ante el y se la volví a mamar con gran dedicación que no tardo ni 10 minutos cuando empiezo a sentir como se tensaba y gemía como animal y en segundos me lleno la boca de una riquísima lechita calientita.

Me sentó en sus piernas y podía sentir en mis nalguitas como su verga punzaba y se iba haciendo poco apoco mas pequeña, el con total libertad me empezó a masturbar, metía hasta tres dedos dentro de mi mojada panochita y apretaba ligeramente mi clítoris haciéndome dar gemidos y pequeños gritos.

Poco a poco su verga volvio a tener una rica erección, con mi mano lo comencé a masturbar de nuevo, me acomodo en el sillón que da a la ventana y en tono sarcástico me dijo que estuviera atenta para cuando llegara mi esposo, para que no me llegara a encontrar ensartada, los dos reímos y fácilmente me penetro mi empapada panochita, yo sentía riquísimo, estaba casi pegada al vidrio de la ventana y con sus fuertes embestidas desde atrás hacia que mi cabeza chocara con la ventana, eso no me importo y tan solo me dedique a disfrutar de tan rica cogida.

Me estuvo cogiendo de esa forma por bastantes minutos, después me acostó y se puso encima de mi, me pompeaba riquísimo, lo miraba como estaba concentrado en el mete y saca, yo miraba su cara y mi cuerpo se estremecía cada vez que su gruesa verga llegaba hasta lo mas adentro de mi.

El calor de su cuerpo me estaba haciendo sentir cosas que nunca sentí, su cuerpo era muy fuerte, pero no del tipo atlético, como mis amigos, si no, mas bien era un cuerpo de un hombre trabajador, sus brazos eran muy fuertes aunque no eran demasiado gruesos como los que van al gym. Su espalda era muy amplia y hacia juego con ese par de piernas gruesas, como las de un futbolista.

Estaba con un hombre de verdad, un hombre trabajador con un cuerpo esculpido por las labores diarias de alguien que busca el sustento para vivir, y eso hacia que de manera diferente disfrutara tenerlo encima de mi, sentir su calor, su sudor, su agitación.

Tuve fácilmente dos o tres orgasmos en esa posición. El estaba concentrado en darme el mayor placer posible, ya no me decía puta, ahora era su amor, lo cual me hizo entregarme en la misma sintonía que el, lo abrazaba y cada embestida gemía y pedía mas y mas.

El acelero la velocidad y sacándome un último orgasmo termino llenándome de lechita, se tumbó encima de mi y nuestros sudores se mezclaron y empezamos a besarnos, mas que besarnos nos comíamos y queríamos no dejar nada de cada uno.

Se sentó y yo todavía acostada simplemente me acomode con mi cabeza en sus piernas y con mi boca le limpie su verga que estaba llenas de una mezcla de fluidos y semen. La deja muy limpia, el solo me acariciaba mi cabello.

Se oyeron ruidos afuera y tomando mi vestido corrí rápidamente a la recamara, no se como pero el se vistió rapidísimo y para cuando entro mi esposo el ya estaba tranquilo sentado en el sillón.

Me lave la cara con agua fría, para que se me pasara la calentura un poco, me maquille ligeramente y poniéndome el vestido regrese a la sala. Estaban, mi esposo y el platicando y ya disfrutando de unos tekilas con limón. Me serví una paloma (tekila con soda de toronja) y los acompañe en su plática.

Estaba sentada a un lado de mi esposo y sentía como la lechita de el me recorría la entrepierna dejando un rastro en el sillón.

Creo que me tome unas tres o cuatro palomas, y ya me sentía un poco mareada, ellos ya llevaban mas de media botella en puros caballitos, y como ya saben, mi esposo que no sabe tomar, en cuestión de poco tiempo ya se estaba poniendo incoherente.

Yo mejor fui a la recamara y me acosté, todavía podía sentir el palpitar de mi panochita y mi culo, por la muy buena cogida que me proporciono el primo de mi esposo, y cerrando los ojos me quede suspirando.

Encendí la tv y creo que pasarían unas dos horas mas o menos, ya eran casi las 9 pm cuando el primo entro a la recamara y se acostó a mi lado, yo lo mire sorprendida y en voz bajita le pregunte por mi esposo, el ya un poco tomado solo río y me dijo que lo fuéramos a ver a la sala, nos levantamos y solo nos reímos muchísimo al ver a mi esposo totalmente inconsciente en uno de los sillones.

El primo me abrazo por detrás y me dijo al oído que era tiempo de disfrutar la vida, me volteo y nos empezamos a besar. Yo en un principio me resistí un poco pero el estar en sus brazos y sentir sus fuertes brazos mi resistencia se fue y me entregué en apasionados besos a el, si y enfrente de mi esposo.

Nos besábamos con mucha pasión, sin poderle decir que no me desnudo y con sus fuertes manos me empezó a masturbar, yo estaba en el cielo, besándome con un verdadero hombre y sintiendo como sus manos entraban a placer en mis dos agujeritos. Era una sensación que nunca había sentido, estaba totalmente excitada y entregada a un hombre y el hecho de que fuera enfrente de mi esposo eso me calentaba todavía mucho mas, y en cuestión de minutos tuve un orgasmo que hizo que le mojara toda su mano.

Se bajo su pantalón y yo automáticamente me hinque y como en signo de adoración comencé a besar, a lamber a mamar coda centímetro de esa gruesa y sabrosísima verga, mi boca apenas podía abarcar el ancho, pero aun así estaba dando mi mejor esfuerzo para satisfacer a mi nuevo macho, al nuevo dueño de mi cuerpo.

Me puso de a perrito enfrente de mi esposo, y alzando mi cortito vestido me penetro salvajemente mi adolorido culito, yo grite por la inesperada arremetida, pero poco me importo que mi esposo estuviera a escasos centímetros de mi , simplemente cerré los ojos y me entregue, como la verdadera puta que soy, a  ese hombre que en cuestión de minutos me arranco varios orgasmos y porque negarlo también me arranco bastantes pedos cuando termino de cogerme, jajajajajaja, no podíamos parar de reir, porque yo no podía parar tanto aire que me pompeo en mi pobre culito.

Estuvimos riéndonos por varios minutos, yo con el culo bien abierto, pero con una gran sonrisa en mi cara. Me senté a su lado y  nos dimos un mega agasajo, termine desnuda y montada sobre el comiéndomelo a besos, y el tocando cada centímetro de mi piel.

Era apenas las 10 pm, mi esposo inconsciente y yo desnuda montada en su primo, me sente a su lado y el me abrazo, yo me acomode en su pecho y nos quedamos un buen rato en esa posición.

Me pregunto que si no quería ir a bailar, sorprendida lo mire y le dije que si, que era muy buena hora para ir a un antro donde es de música norteña, banda y cumbias. Fui a a la recamar y me limpie con toallitas húmedas mis partes, me puse un vestidito mega cortito, unas zapatillas que le combinaban, me maquille bien y le di una cepillada a mi cabello.

Estaba lista, el me estaba esperando en la sala sentado a un lado de mi esposo, nos miramos, sonreímos y salimos del departamento. Nos dirigimos al antro, el cual estaba a reventar, tomamos algunas cervezas y nos fuimos a bailar.

La verdad que la gente que nos miraba pensaría que éramos marido y mujer, yo de la mano o abrazada a el todo el tiempo, y el besándome a cada rato. Estuvimos toda la noche bailando y tomando, y gracias a tanto baile ni sentí las 10 cervezas que me tome.

Salimos del antro igual que como entramos, abrazados y sin despegar nuestros cuerpos. Llegamos a casa y nos dimos un mega agasajo en las escaleras antes de entrar a la casa. El hacía de mi lo que se le antojaba, sus manos eran ya dueñas de mis dos agujeritos y los abrían a su antojo y ahí parada en las escaleras de mi casa el primo de mi esposo me masturbaba hasta mojar sus manos con varios orgasmos que ya no podía controlar.

Se la mame y empinándome en las escaleras me penetro tanto mi panocha como mi culito, yo totalmente entregada gemía y le pedía mas a mi nuevo macho, sin importar si mi esposo o vecinos me oían pedir mas verga como la gran puta que soy. Me ordeno hincarme y me lleno toda la cara de es rica y calientita leche, con su gruesa verga me la esparció por toda la cara y mirándome me dijo que esa seria mi mascarilla, yo riéndome le dije que sip, me ordeno que no me la limpiara, que alcabo el tonto de mi esposo no se daría cuenta, riéndonos los dos entramos al departamento.

Cuando vimos que mi esposo seguía totalmente dormido, me sentí aliviada y con calma me fui a la recamara, el primo me siguió y el fue el que escogió que batita ponerme, claro esta que era una totalmente transparente y ni siquiera me tapaba medio culo.

Le pedí que me ayudara a traer a mi esposo a la cama, y con trabajo lo llevamos a la cama y lo acomodamos. Empezó a roncar y riéndonos nos fuimos a la sala a platicar. Estuvimos un buen rato platicando abrazados, sobre nuestras vidas. Se para y me dijo que ya se ira a dormir, que en la mañana lo fuera a despertar con una buena mamada, yo me le quede viendo sorprendida y sonriendo le dije que si.

Con una gran sonrisa y pensando que en la mañana iría a despertar al primo de mi esposo con una mamada, no podía creer en lo puta que me estaba convirtiendo, y con mi cara llena de su lechita ya casi seca me quede profundamente dormida.

En la mañana me despertó el movimiento de mi esposo, se levantó a tomar unas aspirinas porque sentía que la cabeza le estallaba. Me vino a la mente la orden de la noche anterior, tenía que ir a despertar a su primo con una mamada, me reí yo sola y tenía que pensar cómo hacerlo.

Después de un ratito de estar en la cama el dolor de cabeza no se le pasaba y le recomendé que se metiera a bañar con agua fría, el diciendo que era una muy buena idea, acto seguido se levantó y se metió a bañar.

Yo rápidamente me levante y me dirigí al cuarto donde durmió el primo y el sonriéndome solo se destapo y de tan solo ver tan rica verga se me hizo agua la boca y obvio la panochita se me mojo jajajaja, hasta pensé que ya había perdido toda moral y de en ese momento en adelante no me importaría mas que disfrutar de una o las vergas que fueran, que ya no me importaría con quien fuera simplemente que mi cuerpo satisfaciera mi nueva necesidad. Y pensando eso simplemente me acerque y con gran gusto me la trague y se la mame sin descanso hasta que me trague hasta la última gotita de tan rico manjar. Con la boca todavía llena de lechita oí que salía mi esposo del baño, con prisa salí del cuarto y me regrese a la cama.

Acostada saboree el rico sabor que me dejo la lechita que le acababa de ordeñar a mi macho, mi esposo se acercó y dándome un beso se recostó a mi lado. Creo que pensó que el saborcito d emi boca se debía a que no la había lavado todavía, pobrecito, ese olorcito y sabor a lechita se fue repitiendo cada vez mas seguido y hasta creo que se acostumbro jajajajja.

Una nueva aventura acababa de empezar con el primo de mi esposo, el cual le tomo al palabra a mi esposo y decidió quedarse todas sus vacaciones en con nosotros……. Después les cuento como me convertí incondicionalmente en la puta del primo de mi esposo y de varios de sus amigos y como sin saberlo yo, me hizo ser la puta del enemigo acérrimo de mi esposo, eso se los cuento después.

Muchas gracias por sus correos y espero sus comentarios, besos.