La esposa ideal
El inicio de mi historia como esposa un poco fuera de lo convencional, por mas que intente dejar mi pasado atras, siempre hay situaciones que solo con mi cuerpo podre superar.
Todo parecía un sueño, al oír al juez decir que ya éramos marido y mujer, me sentía realizada a mis 20 años y con una esposo que prometía un muy buen futuro. Todo mi pasado lo había enterrado, ese día había nacido una nueva mujer.
Déjenme presentarme, soy Berenice y actualmente tengo 27 años, son muy delgada, chaparrita, muy blanca de cabello castaño a la mitad de mi espalda, nunca me e considerado una mujer bonita, desde adolescente sufrí el terrible acné y desgraciadamente eso ayudo a que siempre estuviera mi autoestima muy baja y que siempre muchas personas se aprovecharan de mi.
Antes de casarme era una chica muy rebelde, hacia lo que se me antojara ya que mi padre no me podía controlar (mi madre nos abandonó cuando yo tenía 9 para irse con otro hombre). Y si alguien me gustaba obvio que terminaba con esa persona en la cama, o teniendo alguna aventura de corto plazo, esa era mi vida, salir a los antros con mi única amiga, divertirme y disfrutar de los hombres. Pero también había un lado más obscuro, un lado donde yo me sentía totalmente indefensa, donde varios hombres habían llegado y me habían hecho mucho daño, ese lado íntimo, sentimental, en donde yo era una niña totalmente indefensa y que ya algunos sabían cómo sacar los más bajos instintos de mi.
Pero todo eso era lo que yo quería dejar atrás y lo estaba logrando, por fin estaba con un hombre, que aunque con sus defectos, me hacia sentir tranquila, amada y sobre todo respetada.
La tarde parecia genial, nuestros mejores amigos (que en realidad eran sus amigos) nos acompañaron ante el juez. De ahí nos fuimos a un restaurant bar para celebrar nuestra unión. Llegamos y éramos un grupo de unas 10 personas, comimos y disfrutamos un buen rato de tan agradables amigos y amigas. Como a las 8 pm y ya con varios Martini’s decidimos irnos a festejar nosotros dos solos. Nos despedimos y nos fuimos a un hotel muy hermoso que esta a la orilla del mar, cuando llegamos decidimos ir a tomar otros tragos al bar, entramos y estaba algo lleno, conseguimos un buen lugar, cerca de un rinconcito que estaba ocupado por un grupo de chicos que al parecer parecían deportistas celebrando algún triunfo o algo así.
La vista del bar era increíble, el mar, la luna, las estrellas, todo era súper romántico. Yo seguí tomando martini’s y mi esposo siguió con el tequila. Al saber los meseros que estábamos recién casados nos invitaron una ronda y varios de los asistentes también. De repente la mesita estaba llena de bebidas que nos habían invitado, y poco a poco nos fuimos emborrachando al calor de la música y del buen ambiente que se vivía ahí adentro.
Como unas dos horas después la verdad yo me sentía algo mareada y mi esposo ya se estaba comportando algo errático y aun teníamos algunas bebidas en la mesa. En un momento fui al baño, había algunas chicas antes de mi, y yo ya me estaba haciendo piss, en eso siento que me tocan el hombre y al voltear miro que es uno de los chicos que estaban a un lado de nosotros en el bar, se me acerca y me pregunta que si quiero me puede acompañar al lobby y buscar algún otro baño, yo en la desesperación de hacerme encima, le dije que si, me tomo de la mano y pasamos por todo el pasillo hacia una puerta lateral que da al patio del hotel, cuando salimos y al darme el frio de la brisa nocturna, sentí que todo me daba vueltas, y hasta se me nublaba la vista, el me tomo de la cintura y me ayudo a caminar, la verdad no se ni por donde me llevo, pero en unos minutos ya me estaba dejando en la entrada de un sanitario dentro del hotel.
Después de unos minutos sali, todavía bastante mareada y desubicada, el me estaba esperando y volviendo a tomarme de la cintura me ayudo a salir del lugar. Otra vez al sentir el fresco de la noche me sentí mal, el me ayudo y nos fuimos a sentar en unas bancas que están enfrente de la playa. Me estaba ayudando para que se me pasara lo mareada y poder así volver al bar.
Me presente y le dije que estaba recién casada, el me felicito y me dio un fuerte abrazo, y no se por qué pero me sentí bien al recibirlo. Platicamos unos minutos y me ofreció un porro, lo fumamos y eso me relajo muchísimo, no se cuánto estuvimos ahí, pero creo que fue más de media hora, cuando me acorde de mi esposo, me levante y le dije que ya nos fuéramos al bar, el se levantó y nos apuramos a entrar al bar. Cuando entre y llegue a la mesa donde estábamos, vi que mi esposo estaba completamente dormido recargado en la mesita, yo lo trate de despertar [pero fue inútil, tantas bebidas ya habían hecho efecto en el.
Mi nuevo amigo se acercó a mi y me dijo que los acompañara en su mesa, que acabo mi esposo no se iría a ninguna parte, yo la verdad no quise aceptar y le pedi que si me ayudaba mejor a llevarlo a nuestro cuarto. El con gusto acepto y pidiéndole a otro amigo d eel que lo ayudara entre los dos levantaron a mi esposo y nos dirigimos al hotel.
Yo con tanto alcohol y mas el porro que nos habíamos fumado me sentía muy relax, llegamos al cuarto y muy amablemente lo acostaron en la cama. Mi nuevo amigo me dice que nos devolvamos al bar, que era muy temprano y asi le daría tiempo a mi esposo de dormir y recuperarse un poco para cumplir su deber marital y se soltó riendo, yo me reí también, pero la verdad ni se por qué.
Tome mi bolso y sonriéndole nos salimos los tres del cuarto, cuando íbamos al elevador mi nuevo amigo me dice que si lo puedo esperar porque iria a su cuarto por mas dinero para el bar, que me fuera con su amigo, la verdad no conocía a ninguno de los dos, pero ya con el había un poco más de confianza, así que decidí mejor acompañarlo y que su amigo regresara solo al bar. Subimos dos pisos más y me conto que estaban ahí el y el resto de los chicos porque habían ganado un campeonato de futbol americano y como premio los habían llevado ahí. Ellos tendrían entre 17 a 21 años y eran del equipo local.
Cuando llegamos al cuarto me dijo muy amablemente que lo esperara, abrió la puerta y en eso se escucharon unos gemidos súper fuertes, el me volteo a ver con una cara de apenado y de risa a la vez, eran dos de sus compañeros de cuarto que estaba con una chica que habían conocido en el bar y estaban teniendo sexo con ella. La escena era algo grotesca, una pequeña chica en medio de dos chicos bastantes corpulentos y la pobre chica parecía estar en trance y solo gemía cada vez que el que la estaba penetrando por atrás la embestía con fuerza. En eso se dieron cuenta que estábamos ahí, los dos se separaron de la chica y pude ver que los dos tenían unas vergas algo grandes y gruesas, yo sentí escalofríos por la pobre chica. Ellos al ver que era su compañero, tomaron a la chica de nuevo y volviéndola a subir en uno de ellos el otro se acomodó atrás y la volvió a penetrar sin ningún miramiento, la pobre chica volvio a dar un fuerte grito y empezó un fuerte mete y saca que llevo a la chica a desmayarse.
Mi nuevo amigo tomo su dinero y me tomo de la mano llevando hacia afuera del cuarto, solo sonrió y me dijo que sus amigos parecían que si se la estaban pasando muy bien, yo solo sonreí nerviosa.
Bajamos al lobby y caminamos hacia el bar, el me llevaba de la mano y yo lo deje, porque todavía tenía grabada en mi mente la escena que habíamos visto en su cuarto. Me llevo al bar y empezamos a platicar, de su equipo, de donde vivía, yo le platique sobre mi, en fin tuvimos una muy buena charla mientras seguíamos tomando.
Ya era de madrugada, creo que eran las 2 am, cuando me di cuenta que ya solo estaban dos amigos de el en la mesa de un lado y el y yo en la otra mesa, le pedí que si ya me acompañaba a mi cuarto, el asintió y les aviso a sus amigos, ellos también dejaron sus bebidas y pagaron lo que habíamos consumido, salimos de la mano y el me volvió a abrazar, caminando abrazados nos dirigimos hacia las bancas de la playa, ahí el se sentó y me tomo de la cintura y me puso en sus piernas mientras que sus amigos estaban parados enfrente de nosotros. Yo no se por qué pero me quede ahí en sus piernas mientras los oia hablar del equipo.
En eso empieza a contarles sobre lo que había pasado, lo de haber encontrado a dos de sus amigos con una chica, ellos se reían y platicaban que aquellos habían tenido muy buena suerte, y el sonriendo decía que la suerte era la de la chica y asi empezamos a discutir sobre quien tenía la razón. Ellos decían que ella porque entre los dos la habían hecho disfrutar muchísimo, yo les decía que ellos porque una chica en su sano juicio no aceptaría meterse con dos hombres a la vez.
Total que estuvimos platicando y discutiendo sobre el tema, y de pronto que me pregunta que si yo ya había estado con dos para poder decir eso, yo me quede callada y les dije que no, pero que no era algo normal, ellos riéndose que solo lo sabría hasta que estuviera en esa situación, y de solo recordar el tamaño de esas vergas y como tenían a la pobre chica u fuerte escalofrió estremeció mi cuerpo. Mi amigo se dio cuanta y me abrazo, yo le correspondí el abrazo y me empezó a besar el cuello, en un principio trate de separarlo, pero su fuerza y mi poca voluntad cedieron ante el. Yo oia como sus amigos decían que yo tenía que experimentar todo eso para poder decir quien disfrutaba más, yo me empecé a perder entre las caricias que mis piernas recibían y los besos que ya mi boca correspondían.
Seguimos besándonos un buen rato, ya sus manos habían subido mi vestido ami sintura y me habia acomodado para estar enfrente de el con las piernas abiertas, sus amigos podían ver como su amigo tocaba sin ningún problema
mi culo, y como iba jugando con el hilo de mi tanga.
Yo seguía entregada a esos besos que me estaban realmente calentado, no se si fue el alcohol, o el porro o lo que vi en aquel cuarto, pero mi resistencia y el hecho de ser una recién casada no impidieron que me estuviera agasajando con un desconocido enfrente de dos de sus amigos.
Nos levantamos y nos dirigimos hacia la playa, a esas horas estaba completamente sola y obscura, solo la luz de la luna la iluminaba. El no dejaba de besarme y de tocarme y yo seguía entregada a el, a mi nuevo amigo.
Caminamos por unos minutos los 4, nos detuvimos en una zona algo alejada del hotel, el me acerco hacia el y muy hábilmente me bajo mi tanga, siguió tocando mi culo con una mano y con la otra empezó a hurgar en mi panochita que ya estaba súper mojada, no le costó nada meter uno de sus grandes dedos, yo solo gemí y cerré los ojos disfrutando esas caricias y la brisa del mar.
Entre besos y caricias el se bajó su pantalón, y tomándome una de mis manos la puso sobre su verga, al solo tacto sentí una descarga en mi vientre, más los dos dedos que ya estaban dentro de mi llego el primer orgasmo que tuve esa madrugada. El apartándose de mi, me quito mi vestido y mi bra dejándome totalmente desnuda en esa obscuridad. Me tomo de la mano y me hizo hincarme en la arena, dirigió su enorme verga hacia mi cara y yo como una posesa empecé a besarla y a mamarla como si fuera mi vida, la metía en mi boca, pero solo cabía menos de la mitad y con la ayuda de mis dos manos empecé a masturbarlo y con mi boca mamaba la punta.
Estuve unos minutos así disfrutando de esa enorme verga, cuando de pronto siento como una mano toma mi cabeza y hace que deje de mamar, y me dirige hacia otra verga, que no era igual de grande como la de mi amigo pero si era bastante ancha, y de un solo movimiento la trata de introducir en mi boca, pero era casi imposible que me entrara al ser tan ancha. Mi amigo se tiende en la arena y al que se la estaba tratando de mamar, me levanta y me dirige para que yo solita me montara en la enorme verga de mi amigo, me fui agachando y con ayuda de los otros dos me fui ensartando yo solita esa enorme verga, pero era casi imposible que me pudiera entrar toda, solo entraba un poco más de la mitad, y así empecé a montarlo, llegaba hasta donde mi vientre lo permitía y de ahí subía, era algo muy cansado mantenerme así, pero era tanta mi excitación por tener esa enorme verga dentro de mí que no me importo empezar a sudar como loca. Lo monte por varios minutos, después otro de ellos se acostó a un lado de nosotros y me ordeno que ahora lo montara a él, sin decir nada me levante y sola me acomode arriba de él, y al ser una verga de tamaño más regular me entro todita y empecé a montarlo fácilmente y fue cuando llego un segundo orgasmo que hizo que empapara de mis jugos al chico.
Me levante y me dirigí con el chico de la verga ancha, el me puso de a 4 en la arena y me empezó a penetrar desde atrás, al principio me dolió muchísimo, pero mi panochita se acoplo a lo ancho y empecé a gemir cada embate que me daba. Mi nuevo amigo se acomodó enfrente de mi y se la empecé a mamar en unos cuantos minutos empecé a sentir como se tensaba y su verga se ponía súper durísima
y en unos segundos empezó a inundar mi boca de su lechita calientita, instintivamente trague lo más posible, mientras tanto el que me penetraba empezó a acelerar la cogida y sin poder quitarme vació su leche dentro de mí, y la verdad yo no hice mucho esfuerzo por quitarme. El tercero se puso enfrente de mí y solo me levante un poco y se la empecé a mamar, y también en unos dos o tres minutos me trague casi toda su lechita
Ellos se vistieron mientras yo estaba tirada en la arena, sentía un enorme hueco en mi vagina, sentía como el aire entraba hasta lo más profundo de mi vientre, y sentía descargas eléctricas que recorrían toda mi espalda y terminaban en mis pies, estaba con los ojos en blanco, me empecé a tocar suavemente mi clítoris y en cuestión de unos minutos tuve un orgasmo increíblemente largo, ellos solo se reían y decían que realmente era una gran puta que no me había llenado con tres grandes vergas, fue lo último que escuche antes de que se marcharan y me dejaran ahí tirada y desnuda.
Había perdido la noción del tiempo, no sabía qué hora era y cuando al fin pude levantarme me temblaban mis piernas y no pude encontrar por ninguna parte mi vestido ni mucho menos mi tanga o mi bra. Como puede empecé a caminar hacia el hotel, ya casi amanecía y yo estaba desnuda, el remordimiento y la culpa se empezaron a apoderar de mí, que le iba a decir a mi esposo cuando llegara al cuarto y me viera así, como le iba explicar que mientras el dormía unos chicos me habían convertido en su puta y me les había entregado completamente en la playa.
Pude entrar por la parte de atrás del hotel, no había nadie y casi corriendo llegue al elevador, subí a mi piso y con mucha precaución camine hacia mi cuarto, pero como iba a entrar? En mi vestido había dejado la tarjeta de entrada, el corazón me palpitaba a mil por hora, cuando llegue a la puerta me pude dar cuanta que no estaba totalmente cerrada, entre con mucho cuidado y me volvió la vida cuando vi a mi esposo totalmente dormido, roncando como lo habíamos dejado, y para mi sorpresa estaba mi vestido, mi bra y mi tanga en la cama, en la barra estaba la tarjeta del cuarto. Pensé en bañarme, pero me recosté un rato y me quede perdidamente dormida, eran ya casi las 5 am.
Mi esposo me despertó como a medio día, estaba con una resaca increíble, por lo que no me dijo nada de por qué estaba desnuda y el vestido, solo me dio algunos besos y me dijo que estaba muy feliz por yo había amanecido con una sonrisa en mi cara, me levante de la cama y me di cuenta que en la cama había dejado un charco de semen que me había salido de mi vientre, tenía parte de mis muslos pegajosos y un olor a sexo súper fuerte, estaba molida por la gran cogida que me habían dado los tres chicos, me vi en el espejo y si, era verdad, tenía una sonrisita en mi cara, que difícilmente se me quitara……… y apenas era sábado a mediodía y no sabía lo que me esperaría ese mismo día en la noche, pero eso después se los cuento.