La Esposa del Paralítico, no es mujer de piedra 3

Aquella situación me ponía completamente a mil, ya que por un lado, estaba con una dama casada, con una esposa completamente “fiel” para su esposo, y por el otro, estaba descubriendo a una casada que en algún momento disfrutó el sexo con otro.

LA ESPOSA DEL PARALÍTICO III (no es pecado).

Luego de haber oído tan deliciosa narración, como era de esperarse, en ese momento ya estaba a mil. Recuerdo que para ese momento ya la había desnudado completamente, observaba su piel blanca, sus muslos, su buenas y bien delineadas piernas, unas pantorrillas gruesas y macizas, sus pezones con una aureola muy grande, color marrón, unos senos muy sólidos, en fin lo más delicioso de esto era el aroma que emanaba de su cuerpo, ese aroma que despertaba los sentidos, ese aroma que incitaba a devorarla a comerla a besos empezando por sus labios y terminando en sus pies.

Que buena historia Flor, no sabes como me has puesto.

Así, pues bueno dime como,

Mejor no te digo, mejor te demuestro – Dicho esto la bese y toque sus senos y desemboqué toda esa pasión encendida por ella dentro de mi cuerpo.

Umm, sabes nunca creí que esto le contaría a alguien.

Así?, pues mira, pero no creo que le hayas sido infiel entonces esa única vez,

Si tienes razón, no fue la única vez,

Ahí esta, - diciendo esto le acariciaba su delicioso cuerpo y la besaba- a ver cuéntame porque se dio la segunda vez, si tu dices que lo amabas a tu novio – Juan-.

Bueno la segunda vez, no quise,

Como que no quise, no te creo, me imagino una vez que tu cuerpo probó el sexo, ya no podía evitarlo en esta segunda vez.

En verdad, creo que eso fue, pero yo no quise que volviera a pasar.

Como que no, entonces como cediste,

Pues bueno, como Eduardo sabía que amaba a Juan, me acosaba y me seguía insistiendo en querer estar conmigo, como novios. Yo no lo tomaba importancia, ya que pensé que no se atrevería a más, notaría que mi actitud no era de correspondencia.

Me imagino que él no pensaba así, pues luego de hacerte debutar y ver como te gustó, seguro que serías como una dulce tentación para él.

Pues la verdad, para mi también lo era, como lo es ahora que estoy contigo (mi mano recorría su depilada vagina la cual se encontraba completamente depilada a pedido mío).

Aquella situación me ponía completamente a mil, ya que por un lado, estaba con una dama casada, con una esposa completamente "fiel" para su esposo, y por el otro, estaba descubriendo a una casada viciosilla, a una casada que en algún momento disfrutó el sexo con otro, un tercero que no era su marido, era un morbo indescriptible, ya que ella, incluso para mi, parecía libre de malicia, una dama que ni a mi me sería infiel.

Me acomodé sobre ella, noté que estaba completamente húmeda, pero, más era el mío, que estaba completamente chorreando, deseoso de probar ese sexo, el sabor de aquella vagina prohibida.

Pues me imagino que Eduardo te propuso para salir o algo así (pregunté).

No, las cosas se dieron.

Como así.

Bueno, hubo un cumpleaños de uno de los Socios del Estudio Jurídico.

Así, y que pasó?

Bueno, ahí estuvimos todos tomando, y de alguna forma la mayoría de los abogados que ahí trabajaban aprobaban de algún modo la "relación que llevábamos Eduardo y Yo".

No dijiste que solo eran amigos,

Si eso éramos, pero los abogados del Estudio creían que Eduardo era mi novio.

Porque?,

Como te digo, el siempre paraba tras de mi, y casi siempre nos veían juntos, aunque no estábamos.

Bueno continua.

En dicha reunión, yo me encontraba algo mareada, y como te dije anteriormente Juan, nunca venía a recogerme de mis reuniones, y se podría decir que nunca supo que fui a muchas reuniones.

Ósea que él, pensaba que estabas en tu casa prendiendo velas y tu en una discoteca,

Aja,

Mmm mira que secretos tuyos.

Bueno, como Eduardo vio que estaba mareada, me sacaba a bailar, ahí aprovechaba para hablarme al oído, para decirme que estaba enamorado de mi, que estaba muy linda, bueno en verdad creo que si estuve muy linda, estuve con un pantalón de tela color hueso, muy ceñido por cierto, ya que remarcaba mi pronunciada cola, y bueno en esas platicas me dijo, que me deseaba, que deseaba tocar mi cuerpo, que necesitaba pasar su lengua por mi deliciosa vagina.

Y tu, no le ponías en su lugar a este tipo?.

No, no podía, pero estaba muy sería, o algo mareada. Al regresar luego de varios bailes, iba notando como a poco los amigos del Estudio se iban despidiendo, quedamos solo cuatro amigos, los otros dos eran pareja, bueno Eduardo y yo que no éramos nada. Cuando terminé de bailar la última pieza en la discoteca nos toco despedir a los últimos amigos que estaban en la fiesta.

Y tuviste que acompañarte con Eduardo.

Si.

Seguro que ahí te propuso algo.

Bueno si. Me preguntó, ¿Flor que te parece si nos retiramos?, bueno le dije. A lo que en el camino me di cuenta de mi estado de embriagues, y la verdad, en ese tiempo tenía ley a mi casa, ya que para mis padres que una señorita llegue mareada a su casa es lo peor, es falta de respeto y de moral.

Bueno que pasó entonces.

Le dije, Eduardo me voy a la casa de una amiga por aquí cerca, si me ayudas a tomar un taxi por favor. Bueno - dijo Eduardo- , pero permíteme acompañarte hasta la casa de tu amiga, no será ninguna molestia para mi. Bueno – dije yo-, esta bien vayamos.

Al llegar a casa de mi amiga, no abría nadie la puerta, insistí un par de veces más para darme por vencida que no había nadie en casa de ella. En ese momento no se me vino ninguna idea para descansar, pues en verdad me moría de sueño. Bueno, Eduardo al ver que no abrían la puerta se bajo del taxi y lo despacho, se acerco a mi y me dijo, bueno veo que no esta tu amiga, que te parece si te acompaño a un lugar para que descanses, estas muy mal y no puedes quedarte en este estado en la calle.

Esta bien le dije, donde propones que descanse – pregunté-; que te parece si nos vamos a un hotel, claro que ahí solamente descansaras, yo te dejo llevo, te instalo y me retiro ¿Qué dices?. Bueno respondí, entre media negativa que pensé que daba.

Al llegar al hotel Eduardo fue muy atento, pago la habitación y me condujo al piso en el que se ubicaba. Al llegar a la habitación me dijo que le preste el baño, al salir del baño, me encontró sentada en la cama, se acerco y sin decir palabra alguna me dio un gran beso de lengua, yo solo me quedé helada, en verdad no se como explicar, pero nuevamente me encontraba ahí entregando mis labios a un hombre que no amaba ni amaría. El muy raudamente toco mis senos y me dio besos por mi cuello, viendo que vencía todas mis resistencias bajo y bajo hasta finalmente sacarme la blusa que tenía para dejar mis senos al aire y dedicarse a succionarla.

En ese momento cambió totalmente la forma de hacerle el amor a Flor, ya no la veía como la casada fiel, sino como la chica ingenua que estaba deseosa de ser mujer, como lo es ahora, en fin eran dos situaciones distintas y semejantes a la vez, lo único que atiné a decir fue:

seguro con esas caricias volvió a encender la pequeña putita que había en tu interior no es así?.

Sí, sí,

Seguro cuando empezó acariciarte no podías evitar soltar tus gemidos de placer no esa si?

No, no podía, pero tampoco podía quitarme de la cabeza a Juan, el pobre casi nunca me tocaba, ni me besaba de esa manera.

Pero si te gustaba lo que te estaba haciendo Eduardo no es verdad?

Mmm que rico, y pensar que tu novio no te tocaba y otro ya te estaba enseñando lo rico que era el sexo, ¿ no es así?,

Sí pero me daba vergüenza admitirlo ya que no entendía como se puede amar a alguien y entregarte a otro.

Mmm que rico, sigue mi amor, luego que paso?

Al notar que era vulnerable ante sus besos empezó a descender, por mi pecho por mi estomago para finalmente detenerse en mi ombligo, me desbotono y bajo mi pantalón dejando a la vista mi bikini de encaje. Posteriormente bajo mi bikini y empezó a pasar su lengua por mi vagina, empezó a realizarme un delicioso sexo oral, mmm me volvía loca, no podía reaccionar, era delicioso sentir su lenguita introduciéndose, mmm su respiración me excitaba, se sentía el tibio aliento de su boca, mm me venía a chorros con eso, el besaba acariciaba mi pierna y luego me tendió en la cama y me quito completamente toda la ropa. Yo no tenía fuerzas para retenerlo, de todos modos quería detenerlo, quería que esto me hiciera mi Juan, mi amor, pero era este hombre, quien había conseguido hacerme suya por segunda vez. En fin, solo me dejaba hacer, en eso siento que el se desnuda y me introduce su pene, que delicioso sentirlo por segunda vez, que calientito entraba a mi mojada vagina, su pene también estuvo mojado ya que resbalaba fácilmente para introducirse por completo en mi vagina.

Mm mamacita, es decir te gustaba el sabor de la pinga tanto como te gusta ahora, no es verdad?

Si, a que mujer no le va gustar dime,

Mm mi amor, que rica eres cuando hablas así,

Bueno, sigo,, mmm

Me gusta así, metertelo mientras imagino como te cogía el tal Eduardo, que rico sería hacerte el amor por primera vez, que delicioso abría sido hacerte el amor sabiendo que tu novio ni siquiera a un buen beso de lengua había llegado, suerte de Eduardo.

Si, en eso, que me introduce, me volví como loquita, ya que empecé a moverme al ritmo de sus envestidas, quería más, me desesperaba, no sabía que hacer, quería algo más, algo me fastidiaba en mi vagina, no sé que pero no era suficiente eso.

Así, mm mi amor,

Y como Eduardo observó mi conducta empezó a moverse como un desesperado a moverse más y más, que rico se movía, no lo aguantaba más, todo mi cuerpo sentía un temblor,

Así como ahora, dime, así como ahora te ago el amor,

Si así, mmm muévete por favor, deseo sentirlo más, por favor muévete más.

Si pero sigue contando la historia.

Ahhhg, ahhhg, amorcito muévete por favor,

Si , mmm como te gustaba y te gusta el pene, eres y eras una putita como ahora,

Si creo que si, creo que siempre lo fui, ya que solo quiero sentir entrar y salir de mi eso, tan rico, mmm me gusta,

Mmm amor,

Sigue muévete,

Bueno Eduardo se movió duro y acabo dentro de mi vagina, me acarició me mordió y me decía que tonto tu novio por no hacerte el amor, debería de adivinar que tiene una pequeña puta de novia,

Sí en eso tenía razón tu amigo Eduardo (agregue), que pena que ahora Juan no pueda moverse, sino, gozaría de una casada puta como yo ahora lo hago de ti,

Mmm amor no me digas puta

Si eres una golosa,

No, solo me gusta tu pene,

Y el de Eduardo,

No tanto como el tuyo,

Y el de Juan?

Si mucho,

Mm amor, que rico me corro, me corro

Mmmmmmmmmmmm yo también.

Dicho esto nos corrimos los dos, terminamos exhaustos de tanto sexo.

Continuara.

Espero sus comentarios, si gustas platicamos sobre el relato en mi correo: leototo1@hotmail.com.

Asimismo agradecer a los que siguen la secuencia de todos mis relatos. Dedicados a tod@s ell@s.