La Esposa del Coronel

Un viaje con resultados placenteros, para una mujer aventurera.

LA ESPOSA DEL CORONEL

Bueno, supongo que toda historia comienza con una presentación, verdad?, no soy exactamente un monumento de mujer, solo que les confieso tener más de cuarenta, y que trato de conservarme lo mejor posible, tiendo a ser robusta sin ser gorda, mido 1,65 cm., Piel blanca, pelo corto negro, como sea soy la esposa del coronel, con todo lo que implica, vivir en cuarteles, con años de rutinas rigurosas y demás, con jóvenes que van y vienen en uniforme.

Lo que les quiero contar, me sucedió un domingo había viajado en la mañana, casa de mis padres, para no estar sola cuando mi esposo estaba en una comisión, venia manejando una camioneta tipo ranchera, cuando me detuve a reponer gasolina, y comer algo todavía me faltaban como tres horas de viaje, llevaba puesto, una blusa ligera, una falda hasta la rodilla sin medias, y ropa interior blanca de algodón, antes de que me pregunten, sandalias, ya que era un día caluroso.

Al sentarme a comer, note que al fondo había un grupo de soldados, cuatro realmente, con sus charlas en voz alta, reconocí en seguida que eran del cuartel de mi esposo, aunque me hice la disimulada, uno de ellos me vio, y creo que se lo comento en voz baja a los demás, realmente después no les preste atención, comí, bebí, y estaba tranquila, cuando uno de ellos se me acerco, con mucha educación me pregunto si yo era realmente la esposa del coronel, al decir que si, comenzó una charla con mucha amabilidad, me pregunto si era mucha molestia, ya que íbamos al mismo sitio, si yo podría llevarlos, en un primer momento me pareció, un poco inconveniente, y así se lo hice saber, se fue con sus compañeros un poco decepcionado.

Una vez que termine de pagar la cuenta y prepararme para seguir mi viaje, sentí sus miradas como de perritos rogantes, tuve un momento de debilidad, no seria él ultimo de esa tarde, y me acerque a su mesa, me miraron con alegría, y les dije que si estaban listos y si se comportaban como era debido podían venir conmigo, así casi tropezándose recogieron sus cosas y salieron detrás de mí, al llegar a la camioneta, decidieron quien se sentaba en el asiento de adelante conmigo, y el resto al asiento de atrás, así comenzó el viaje de regreso al cuartel.

Al montarme para manejar, la falda me había quedado levantada, sin darme cuenta por un rato le estuve mostrando parte de la pierna a mi copiloto, como lo habían llamado sus compañeros, me echaba una mirada de reojo de vez en cuando, yo no entendía hasta que vi mi muslo al aire, enseguida me sonroje y lo acomode para taparlo, el chico al lado mío me miro decepcionado, bueno viéndolo bien, no era mal parecido, pero me saque ese pensamiento de cabeza, ellos al tener algo de confianza siguieron con sus conversaciones de lo que hicieron el fin de semana, con algún gesto mío si se subían de tono las conversaciones.

Así paso una hora de camino, y les confieso que ya quería que pasara algo diferente, cuando los refrescos que me había tomado hicieron efecto, necesitaba orinar urgentemente, pero estábamos en un punto de la carretera que faltaba mucho para la próxima estación, así que decidí, orillar la camioneta, donde había mas matorrales y árboles, y les dije que me esperaran y se portaran bien que enseguida regresaba, me baje y me adentre entre los matorrales cerca de un árbol, me agache y al terminar sentí un alivio mayor, a lo lejos note que no era la única con la misma idea.

Cuándo me levante y al subirme la ropa interior, y acomodarme la falda note, que mi copiloto me había seguido y se había escondido detrás del árbol, -Mira sinvergüenza sal de ahí! Le dije, me estabas espiando, él con su cara muy lavada me dijo que si, y que le había gustado lo que había visto, con eso me desarmo todo el regaño, a lo que agrego, que se sentiría fascinado con ver más, me quede de una pieza, se me acerco y le dije con un reto, así que quiere ver mas el soldadito, bueno mira me levante la falda mostrándome toda de la cintura para abajo, total tenia la ropa interior puesta, Te gusta, le pregunte, eso es todo?, Me pregunto.

Te parece poco, le dije me levante la blusa, mira bien, se me acerco suavemente, y me la termino de quitar, me abrazo y me beso, yo Estaba como en shock, con lo que estaba pasando, con sus vigorosas manos me quito el sostén, dejando mis senos a su merced, luego me quito la falda y la ropa interior dejándome desnuda en medio del monte, saco su pene, oscuro y erecto, y me dirigió mi cara hacia el, en un primer momento lo rechace, pero el me obligo a ponerme de rodillas y me lo restregó en la cara, hasta que me lo puso en la boca, lo tome con la mano y empecé a mamarcelo, con avidez, lo masturbe, y unos momentos me levanto y Me coloco de espaldas a él poniendo mis manos sobre el tronco del árbol, solo le dije apúrate antes que los otros se den cuenta, sin haber terminado mi frase, me penetro con todo sus ímpetus, me tomo por las caderas con fuerza, yo comencé moverme con su ritmo, con una penetración intensa y profunda comencé a gemir, hasta que él acabo y yo también, me soltó y yo me deje caer de medio lado junto al tronco todavía jadeante.

Fue cuando me di cuenta que los otro tres nos estaban viendo, me sonroje y me levante lo más rápido posible para recoger mi ropa y vestirme, pero dos de ellos me detuvieron, uno me atrajo hacia sí y me abrazo y sin miramientos me beso los senos mientras me tocaba el culo, luego me soltó y me tomo el otro que hizo lo mismo, hasta que uno de ellos ordeno que me dejaran, al estar desnuda en medio de ellos me dio una sensación de abandono total, todos me veían con deseo, hasta el que me acababa de coger, uno me ordeno que me diera una vuela, me quede quieta, que te muestres, me ordeno con una nalgada, así comencé a dar vueltas lentamente, con una mirada fiera me inquirió que Continuara, puedes hacerlo mejor, seguí dando vueltas, pero contoneándome y usando mis manos, para mostrar mis senos, mis nalgas, mi vagina, mientras lo hacia se estaban quitando la ropa, mostrándose desnudos de la cintura para arriba primero, y luego mostrándome sus penes erectos.

Uno de ellos me tomo por detrás, y me volvieron a colocar con la cara en el árbol, me acomodo, me tomo por las caderas y me penetro con fuerza, lo tenia todo metido, comencé a gemir mientras lo movía, Oye así no alcanza para todos, dijo uno de ellos, me tomo por los hombros y me pusieron, sin que me lo sacaran, de forma que inclinada podía mamarcelo, así estaba clavada por un lado, y chupaba por el otro, por momentos cambiaban los ritmos, hasta que el de atrás acabo, y el otro me lo sacaba de la boca para tomar su lugar, y el cuarto me lo colocaba en la boca, pero proteste, las piernas no me aguantaban y me puse de rodillas, me pusieron en cuatro patas y continuaron.

Los dos eyacularon casi al mismo tiempo, uno en mi vagina y otro en mi boca, que me sostenía la cabeza para que me tomara todo su semen, me soltaron y caí de lado sobre la hierba, me estaba recuperando, pensé que ya todos habían acabado, pero el primero ya se había recuperado, y me hizo ponerme boca arriba, se me monto encima, me abrió las piernas y me penetro, yo coloque mis talones en sus glúteos, Uno comento, Veterana la vieja No?, vieja tú madre, le conteste, a lo que todos se rieron, sin aminalarse me monto hasta que acabo, quitándoseme de encima me dejo así desnuda, sobre la hierba, mirando al cielo.

Por unos momentos estuve tendida así, hasta que uno ellos me indujo a que me volteara, le dije que estaba cómoda así, se molesto, y tomándome por los tobillos me hizo girar, sin darme tiempo para reaccionar, se me monto encima (bien entrenado que estaba, pensé), y sin tapujos estaba tratando de metermelo por el culo, proteste y grite, al tiempo que me arrastraba para evitarlo, pero otro me atajo, y me impidió seguir adelante, en ese momento se aprovecho, y me lo metió todo por mi culito, sentí como si me abrieran con ardor y dolor, grite pero enseguida me tapo la boca, yo gemía, lo dejo quieto, dejando que me acostumbrara a tenerlo dentro, luego comenzó con un mete y saca, muy lento, aunque me ardía y me dolía ya menos, todavía gemía con su mano en mi boca.

Al aumentar el ritmo, todavía trataba de mantener las piernas cerradas, pero uso las suyas para que yo separara las mías, hasta que lo logro, me hizo abrir completamente las piernas, dejando mi culo a su merced, se me salieron las lagrimas con su penetración completa, comenzó a moverlo con mas fuerza, hasta que acabo, al sacarlo me dejo un vació que no estuvo mucho tiempo sin llenar, ya que otro me tomo, lo confieso, me empezó a gustar pero ya era mucho para mí, y me desvanecí, al perder el sentido es seguro que continuaron, por momentos me despertaba a medias, con la cara en la hierba y mis manos agarradas a hojas, me habían puesto de rodillas, con mis nalgas a su merced, así, volví a desmayarme, supongo que todos me habían penetrado sin miramientos y no se cuantas veces.

Me fui despertando, lentamente, aun estaba desnuda sobre la hierba, de medio lado y ellos alredededor mío ya comenzando a vestirse, me tarde una eternidad, me arrastre para reunir mi ropa, que estaba toda desperdigada, comencé a vestirme y arreglarme como pude, regresamos a la camioneta donde uno de ellos sugirió que en mi estado mejor no manejaba, que mejor lo hacia él, la verdad yo no estaba en condiciones para hacerlo, así que acepte, me hicieron sentarme en el asiento de atrás, en medio de dos de ellos, los otros se sentaron adelante, volvimos a la carretera, yo estaba cansada, casi durmiéndome, cuando note que el de mi izquierda, ponía la mano en mí muslo, y me levantaba la falda, y ahora que? Pregunte, sin contestarme metió su mano hacia mi vagina, con la otra toco mis senos hasta llevarla debajo del sostén, me los acariciaba y apretaba, los recorrió todos, terminando en los pezones, el de la derecha, tomo mi mano, y la puso sobre su pene, que aun estaba guardado dentro de su pantalón, comenzó a ponerse duro, sacándolo me sostuvo la mano para que lo masturbara, al principio fui lento y luego aumente el ritmo para su satisfacción, el que me estaba metiendo mano, pensó que también era una buena idea, y abriéndose el pantalón, me hizo tomarle su pene, allí estaba yo, sentada entre dos hombres masturbándolos, con los senos al aire, y la falda subida.

Cuando el de la derecha sin previo aviso inclino mi cabeza y metió su pene en mi boca, yo seguía moviendo mi mano hasta que acabo y me trague todo su semen, solo por maldad seguí masturbándolo, hasta que el de la izquierda, me hizo voltearme a lo mismo, así faltando poco para llegar le dije al que conducía que se detuviera, para cambiar de lugares, así lo hizo, me baje y me arregle un poco para disimular, me monte y seguí manejando hasta el cuartel, al llegar a la entrada

Los hice que bajaran, todos se despidieron con mucha efusividad, luego tome la dirección hacia mi casa, para bañarme y arreglarme antes que mi esposo llegara, y esperando que nunca se entere lo que todo recluta sabe, que si esta un domingo por la tarde en esa estación de servicio yo puedo traerlo al cuartel, con todo mi mejor gusto.