La esposa de Ramírez II
Tras haber sido seducido por Alicia, los acontecimientos se van sucediendo. Marcos ahora había puesto los ojos en la mujer de su amigo Ramírez. Esther por su parte, pese a saber que le estaba vedado y prohibido yacer con el amigo de su marido, al final terminó cayendo en sus propias redes. Sin poder evitarlo, acaba siendo penetrada y ensartada en su propia cama de matrimonio.
Esther, tras abandonar Marcos la casa, se quedó pensando en todo lo ocurrido. Había contemplado la corpulencia del amigo de su marido, y en el fondo, se dijo: ¡ seguro que si ese me echa un polvo me preña!. ¡Estoy loca!,.. ¡En qué coño estoy pensando !, se dijo de pronto.
En la noche, Esther no pudo dormir pensando en lo ocurrido. Se notaba caliente y morbosa. En varias ocasiones se toco el coño notando como manaban sus jugos al pensamiento de los hechos contemplados en la tarde.
Ya en la mañana Marcos hizo de nuevo su aparición, y se dirigió rápidamente al taller. Ese día hacia un calor espantoso, y notaba como sudaba mientras realizaba el trabajo. En un momento dado, le dieron ganas de orinar, por lo que se vio obligado a subir a baño de la casa. Llamó pero nadie le contesto, por lo que entró en el baño. Al salir, escucho como unos pequeños gemidos. No sabía que podía ocurrir, pero se dio cuenta que la habitación de su amigo tenía la puerta semiabierta. La curiosidad pudo con él, y se acercó a mirar por la rendija. Su sorpresa fue mayúscula: Esther estaba echada en la cama y tenía subida un poco su falda, al tiempo que se metía los dedos entre sus piernas. ¡Aquella mujer se estaba masturbando! Tenía subida la blusa y se acariciaba sus pechos, pequeños, pero bien puestos, que acababan en unos pezones puntiagudos.
Ante aquella situación, su tranca emergió. No quería propasarse, por lo que retirándose un poco volvió a llamar con vez algo tronera: - Esther…¿Esther estas ahí?…. ¿Hay alguien …?
- sí, si…. estoy en el dormitorio…ya voy . Escucho decir a la misma desde la habitación
Al momento salió Esther, arreglándose la ropa, verificando su cara totalmente roja, y acalorada. Con cierto morbo el hombre le pregunta:- ¿ Te pasa algo Esther?, te veo acalorada… ¿te encuentras mal…?
- ejem no ..no… “no tengo nada”. Me había echado en la cama a descansar** - le contesto para intentar salir de la situación.
- solo venía a pedirte un vaso de agua. ¡Hace un calor tremendo! . – le dijo el.
-Claro …. Pasa a la cocina. Le contesto ella reponiéndose.
Tras beber un vaso de agua, el se retiro y continuo a lo suyo.
Al rato tuvo que quitarse la camisa, ante el intenso calor y quedó solo en pantalones. Esther, sabiendo el calor que estaba haciendo, decidió acercarle un refresco al amigo de su esposo. Al verlo con todo el torso desnudo y las gotas de sudor bajándole, se quedó sorprendida, notando como se estremecía su cuerpo. Marcos al ver la cara de sorpresa de ella, le dijo:
- Lo siento Esther, el calor es intenso, y me tuve que quitar la camisa.
- No pasa nada. Es verdad. Hoy parece que hiciera una ola de calor. Creo que lo dijeron en las noticias.
A la hora del almuerzo, ella le llamó y Marcos entró en la casa. Esther se había puesto una falda más bien corta, y una blusa que se adhería a su cuerpo. En el fondo, la misma deseaba excitar un poco al hombre. Pero solo eso. Al verse en el espejo con aquella indumentaria se excito, y decidió no colocarse sostén lo que hacía que sus pezones emergieran punzantes bajo la tela. Eran pequeños, pero cuando se empitonaban alteraban a más de un hombre.
La polla de Marcos emergió como un resorte ante la visión de la mujer de su amigo con aquellas prendas. De estatura algo más baja que Alicia, parecía una muchacha.
- ¡Qué guapa estas Esther!. No pudo por menos que exclamar al verla.
Ella se sonrojó, pero el añadió : Lo digo en serio. Nunca te había visto tan bonita. Esa ropa que llevas puesta “te hace parecer una muchacha”.**
Ella le miro, y le pregunto: ¿ De verdad tegusta?..Hacia tanto calor, que no he tenido más remedio…. Si Ramírez me ve con ella seguro que me reprende. El cree que no debo ponérmela.
- Pues no sabe apreciarlo. Creo que debías usar con más frecuencia esas ropas. Resaltan tu belleza y tu hermosura. De verdad ha sido un acierto esa ropa.
Ella le miraba sonrojada y encendida. Sabía que aquella ropa era sumamente provocativa. Mientras comían, Marcos no dejaba de mirar de los pezones de la mujer que destacaban claramente, como si quisieran traspasar la blusa que llevaba. Ella comprobó cual era el centro de sus miradas, y se puso nerviosa. Pero en lugar de tranquilizar al hombre, aumento su fijación, ya que los pezones de la mujer se pusieran más rígidos, emergiendo hasta casi romperse bajo la tela de su estrecha blusa.
- Creo,… creo “que mejor me vay a cambiar”. – e intentó levantarse.
- Tranquila Esther. Siento mis miradas, pero no he podido evitarlo. De verdad eres muy bella y tienes un cuerpo muy deseable - se lo dijo sujetándola por una mano con delicadeza, instándola que no se fuera.
- Pero soy la mujer de tu amigo. “Soy una mujer decente,” no soy una cualquiera como…”
-Ya, lo sé … ¿Cómo Alicia querías decir?
- no.. bueno.. no se…¡ella es diferente…!
- Ya lo sé Esther. Pero yo no te he comparado con ella. Sé que eres una mujer decente y muy recatada. ¡Pero eso no evita que como hombre pueda desearte!**
- Pero eso no está bien. ¡Soy la mujer de tu amigo! Contesta ella agitada. Y, no pienses que va a ocurrir como con Alicia- añadió ella.
-¿Y qué paso con Alicia? Se hizo el desentendido.
Ella le mira, y enrojecida, le comenta: - se que lo estuvieron haciendo en el taller. No te hagas el tonto.
-¿acaso te lo dijo ella?- le pregunto Marcos.
-¿cómo.?. no, bueno… lo sé …me supongo que lo hicieron , intento ella salir de la situación en que se había metido.
Marcos quedó intrigado. Si Alicia no le había dicho nada, como es que sabía que lo habían hecho. ¿Se lo habrá imaginado como indicaba o les había estaba espiando?. No obstante no dijo nada y continúo con el trabajo. Por la tarde aunque el calor apremiaba, ella no se acercó.
Pasaron varias semanas y Esther se comportaba normal delante de su esposo y amigos, y evitaba estar a solas con Marcos. Alicia venia poco por la casa, ya que Esther se había enfadado algo con ella. Sin embargo, una tarde, Alicia saco a relucir de nuevo sus expectativas de embarazo, y al comentarle Esther que lo seguían intentando, aquella le dice sin pelos en la lengua: - Mira Esther, creo que estas esperando demasiado. Lo más probable es que tu marido sea estéril o tenga los espermatozoides bajos. ¡Lo mejor será que de decidas y te folles a Marcos de una vez!. Seguro que ese te haría un buen chico.
-Pero que dices Alicia. ¡Estás loca!. Como se te ocurre decirme tal cosa. Le contesto alterada Esther.
-No te hagas la remolona. He visto como lo miras. ¡Se que también lo deseas!. Olvídate de una vez de tus prejuicios. Le dice aquella sin más.
- Alicia será mejor que cambiemos de tema. Sabes que eso nunca ocurrirá .- le contesta ella nerviosa.
- Como tú quieras. Pero al final si quieres ser madre, quizás tengas que buscarte un donante. ¡Qué mejor semental que Marcos!.
- Ya basta Alicia no hablemos más del tema - le contesto ella casi con enfado.
Cuando Alicia se marcho ella quedó pensativa meditando sobre lo que le había comentado la mujer de Pepe. Sabía que era una locura, pero en el fondo conocía por los resultados del ginecólogo que las posibilidades de que Ramirez la fecundara eran bastante bajas. Aquel pensamiento le estuvo torturando noche y día, y en ocasiones se masturbaba pensando en la tranca de Marcos. Era una locura, pero tampoco podía evitarlo.
Durante algunos meses apenas tuvieron algún encuentro a solas. Pero ocurrió que la empresa donde trabajaban decidió enviar a Ramírez a instalar una maquina algo compleja en Portugal, y con la advertencia de que quizás estaría más de una semana fuera. Ramírez tenía bastante trabajo pendiente de compromisos particulares. Y ahora, estar fuera una semana, lo puso desesperado y sin saber qué hacer. Tenía que cumplir con la empresa, pero tampoco quería dejar de entregar los trabajos comprometidos a tiempo. Ante ello le comentó a Marcos que hiciera un esfuerzo y viniera por las tardes al salir del trabajo, y si era necesario todo el fin de semana para adelantarlo. Delante de su esposa le recalcó que era muy importante, o perdería unos buenos clientes.
Así las cosas, Ramírez marchó el jueves, en la conciencia de que no regresaría hasta al menos el próximo jueves, más o menos, según las previsiones de la empresa.
Ese mismo Marcos llegó a la casa, toco, serian eso de las 5 de la tarde y le salió al encuentro Esther. Tras franquearle la puerta el accedió al taller y se puso a trabajar. Durante ese día ella no apareció por el taller, ni tampoco al día siguiente.
En la noche, Esther estuvo pensando en Marcos. Se notaba agitada y acalorada. Sabía que estaba cerca de sus días fértiles, y por aquellas fechas se encendía. Además el ginecólogo le había recentado una pastilla para aumentar el lívido sexual, la cual ella se tomaba a espaldas de su esposo, y ese mes, ante la marcha de su esposo estuvo dudando si tomarla o no, pero al final se decidió por tomarla. Evidentemente su excitación estaba a flor de piel.
El sábado a primera hora ya estaba Marcos en la casa. Era bastante temprano, tanto, que cogió a Esther en bata de levantar. Al salir es esa lid ella se puso algo colorada al verlo.
A media mañana, el calor volvió arreciar. Esther estuvo pensando si bajar o no, pero al final decidió llevarle un refrigerio. Estaba excitada, nerviosa, no sabía cómo actuar . Se probó varios trajes antes de bajar, al final se decidió por un traje de una sola costura, algo corto, por encima de las rodillas que le quedaba como un guante. Se miró en el espejo y estaba preciosa. Se giró y observó cómo podía apreciarse perfectamente su trasero. Estaba en su casa, pero en el fondo quería sorprender al amigo de su marido. También era bastante coqueta y como cualquier otra mujer le gustaba que la piropearan.
Cuando Marcos la vio aparecer con aquella vestimenta, admiró el cuerpo de la mujer de su amigo. ¡ Qué buena hembra !. Se dijo.
Esther le entregó el refresco y le saludo normalmente, aunque no pudo evitar fijarse en el bulto del pantalón de Marcos. Enrojeció al contemplar que se había forado un bulto, pero no dijo nada.
Mientras se dirigía al interior de la casa, se gira, y contempla como era observada por al amigo de su marido. Se detiene y le pregunta:
-¿ te quedaras almorzar?
- Si no te importa, y me invistas, lo haré con gusto. Le contestó el.
Marcos siguió con el trabajo.
Cuando llegó la hora del almuerzo, comprobó que Esther tenía puesta la misma ropa. Notaba lo tremenda hembra que era aquella mujer. El veía que Esther estaba muy nerviosa, como si le costara buscar la posición adecuada.
En un momento dado Esther se dirige a sacar algo del horno, y, al agacharse se le subió el vestido, quedando a la vista sus buenas pantorrillas y parte de sus bragas. Marcos se percató de ello pero no le dijo nada. Durante la comida, se miraban y apenas se hablaban. Al finalizar el le indica:
- Ha sido una comida deliciosa. Cocinas muy bien.
- Te ha gustado. Gracias. ¿Deseas postre?
- Depende de lo que tengas, aunque sabiendo que lo has hecho tu, ¡estará para chuparse los dedos!.
Ella le sonrió, y volvió a agacharse para sacar el poste de la nevera, volviendo a dejar a la vista aquellas preciosas nalgas y sus bragas nuevamente. Después de almorzar se sentó un rato el sofá hasta que ella sirviera el café. Ella se sentía agitada, nerviosa, deseaba aquel hombre, ¡ pero sabía que era algo prohibido !. Su nerviosismo fue tal que al llegar a servirle el café, se le volcó la taza y todo el contenido fue a parar sobre el pantalón de Marcos, precisamente en la zona donde se localizaba sus genitales.
- oh…¡lo siento. Lo siento Marcos …!- le dijo ella bastante nerviosa.
- No pasa nada. Pero me permites que vaya al baño, es que…el café estaba tan caliente que me está quemando ahí… .- le dijo señalando sus partes. Se levantó aprisa para dirigirse al baño. Se bajo el pantalón, verificó que había manchado hasta su slip. Su pene había quedado algo enrojecido, pero nada sin importancia.
Cuando salió, ella nerviosa la dijo:- lo siento de veras… que tonta soy…¿te he hecho daño?
El aprovecha y le dice:- bueno. Es que precisamente fue a caer … ya sabes … y como estaba cliente…pues..
Ella enrojeció. Y le preguntó: - pero… necesitas alguna pomada…no quiero que por mi culpa …
- Bueno. La verdad Esther. Me quedó un poco de escozor en el pene. Espero que no se me forme ninguna bolsa. Le contesto el.
El marchó para el taller. Y en la tarde, ella acude donde el estaba trabajando nuevamente, llevándole algo para merendar. Ella se quedo un momento allí mientras observaba cómo terminaba de comerse lo que le llevó. Luego le pregunta:
-¿ Cómo sigue lo de la quemadura ?-
- Me arde un poco. Tampoco he mirado si se ha formado alguna bolsa.
Ella se sonríe, aunque enrojeciendo sus cachetes. Y tras unos momentos le pregunta : ¿has vuelto a hacerlo con Alicia?
-¡cómo?... Con Alicia, ¡pues hace tiempo que no la veo!. Pero además si lo hiciera, eso es privado, íntimo.
- ya. Pero ¿lo has vuelto hacer con ella?. Le volvió a interrogar agitada Esther. Y antes de que aquel le respondiera, ella le dice: - ¿ No entiendo cómo pudisteis hacerlo aquí, entre tanta basura?**
- Marcos, la mira y le dice: ¿quieres saber como lo hicimos?
- ¿Qué? …¿Cómo te atreves? ¿Qué me importa a mí como los hicisteis? Contesta ella nerviosa y sin saber que hacer al verse sorprendida por la respuesta del amigo de su marido.
Marcos entonces tomo una decisión, y tomándola de la mano, la lleva hasta el interior del taller, y al llegar al lugar donde lo hizo con Alicia, la acaricia por primera vez la cara con su mano, y luego sin que ella se los esperara, la aprieta contra el tomándola por la cintura, de tal forma que Esther sintió claramente el paquete que se había formado en sus pantalones . A pesar de que se resistió un poco, el fue más osado y la beso en los labios. Ella intento revolverse y al acabar le aflojó un tortazo .
Pero el la sujeta con decisión. Su cuerpo era el de un gigante al lado del cuerpo casi de muñeca que parecía Esther. Y sin darle tregua se abre la cremallera del pantalón y extrae por primera vez su pene, mistándoselo a la misma: ¡Se que andas queriendo verlo!. ¿No?... Pues ¡aquí lo tienes!.
Esther miraba la polla del hombre, sin poder soltarse, con los ojos como platos y aterrada. Le decía que la dejara, pero seguía mirando el pene. El le toma una mano y la coloca sobre su tranca: -¿ has visto que dura está?. ¿No deseas darle una buena mamada como Alicia?.
-yo no soy de esas. Le contesta ella, intentando soltarse, y mirándolo a la cara.
- Te haces la recatada. Pero “en el fondo llevas tiempo deseando meterla en tu boca”. …¡Jamás tendrás una polla como esta en tus manos!. Seguro que estas mojada solo de pensar como entrará en tu chochito.
-que…estás loco…suéltame. Me quiero ir… le contesto alterada, al ver el sentido que tomaba la conversación.
- Ahora te haces la remolona. Me has quemado la polla.. Bueno es que me compenses, y me alivies el dolor con esa boquita.**
-¡estás loco…llama Alicia y que te lo haga- le contesta ella.
-Vaya. … veo que estas celosita. Te puso celosa que me follara a tu amiga.
-Yo ..¿celosa…?... . Le contesto ella.
-Déjame ver si estas mojada .- cambio de tema el, sin atender a sus protestas, Marcos logró meter una mano bajo su falda y apartando la braga, su dedos llegaron a la raja de la mujer, antes de que ella pudiera evitarlo. - joder Esther, estas empapada. Tienes el coño muy mojado, y además muy caliente**
La realidad es que coño de Esther se encontraba humedecido, encharcado más bien, y con una tremenda calentura. Quizás debido al medicamento que tomaba para favorecer el lívido sexual.
- suéltame por favor. No quiero…ogggg noogggg- La mano del hombre había alcanzado ya su vagina, y al momento varios dedos la masturbaban haciéndola gemir .
Marcos estaba con una excitación tremenda, y sin pensarlo más, la obligo agacharse, hasta colocar su cara a la altura de su nabo. Luego de forma autoritaria le dice:
-Vamos putita. abre esa boquita y chúpala…… Es lo que estas deseando.
No…no seas cochino, nunca lo he hecho…. Le contesta ella, algo atemorizada al ver la enorme tranca del amigo de su esposo.
-¿No me digas que nunca le has hecho una mamada a su marido?. Mucho mejor, ¡hoy te desvirgaré esa boquita!. Abre la boca, vamos…..
Esther abrió un poco la boca ante forma autoritaria y amenazadora del amigo de su esposo, y al abrirla aquel le introduce parte de su nabo en ella.- Vamos putita chúpala con ganas…. Ya verás cómo te gustará. Vamos saboréala.
El hombre presionó la cabeza de la mujer para que tragara más polla, y pronto se vio entrando y saliendo de aquella boca. A pesar de no haberlo hecho antes, pronto Esther cogió el ritmo con entusiasmo.
-¡ joder Esther que bien la chupas!. Sigue preciosa, así …sigue así….ufff que boca tienes. ¿Nunca pensaste en comerte una polla como ésta verdad?. Vamos sigue putita,…
Esther, pese a todos sus prejuicios, pronto comenzó a chupar suavemente la enorme tranca que tenía delante, recorriendo, con la punta de su lengua toda la verga. Las mamadas cada vez eran más exageradas, y pronto la sacaba rítmicamente para volver a engullirla entera. El placer del hombre iba en aumento.
Marcos notó que de continuar así pronto se correría. Pero ¡ él quería follarla !. No se iba a conformar con una simple mamada. Por ello apartó varios enseres que estaba sobre la mesa de trabajo, y agarrando a la mujer por sus caderas como si fuera una muñeca, la sienta sobre la mesa. Ella se quedó sorprendida. Pero no le dio tiempo ni a respirar, ya que el hombre bastante diligente, al momento tiró de sus bragas sacándolas por sus piernas, dejando completamente a la vista el coño chorreante de aquella casada.
-oh cabron me vas a desnudar… no joder … oooo
Sin responderle Marcos se agachó y pronto el chumino de la hembra estaba siendo saboreado por la boca y lengua del semental. – ooo noo, que me haces oooo
Esther nunca había saboreado el placer de una comida de coño . Ahora el amigo de su marido le estaba succionado la vagina de tal forma, que parecía que estaba en la gloria. Ahora, era ella la que se inclinaba la cabeza hacia atrás dominada por el placer que le proporcionaba la lengua y dedos del hombre. Estaba tan excitada que se agarraba sus pechos y gemía de satisfacción. El trabajo del macho fue tan fructífero que pronto la mujer alcanzó su primer orgasmo, convulsionándose con ganas y llenando la boca del hombre con sus jugos.
- ooo cabron…. Me vengo oooo siiiii
El hombre, con tremenda excitación, se incorpora y enfila su polla hacia el coño de la mujer. ¡ Quería follarla de inmediato!.
Pero Esther, al verificar que pretendía follarla, se asustó y en un despiste de Marcos, logró escaparse, corriendo hacia el interior de la casa, dejando las bragas detrás. Pese a que el hombre tras ella la misma se negó abrir la puerta de su habitación. ¡La gatita lo había dejado con la miel en los labios!.
Ante ello, volvió al trabajo. Tras terminar salió de la vivienda, ya que ella se negaba a verlo. Esa noche tanto uno como el otro estuvieron pensando en lo ocurrido. Esther se sentía tremendamente excitada y acalorada, y sus manos se encontraron pronto masturbando su coñito.
Al día siguiente, domingo, ella le abrió la puerta a través del portero eléctrico, ya que no quería encontrarse con el de frente. No sabía cómo iba a reaccionar.
A media mañana, Marco comenzó a tocar en la puerta de acceso al interior de la vivienda, ya que le apremiaba orinar. Ella se hizo la remolona, pero ante su insistencia, abrió la puerta. Marcos se dio cuenta de que esta solo con la bata de levantar, y notaba que había salido casi de la ducha.
- por favor, tengo el baño algo sucio. ¡ Me acabo de duchar!. Le dijo ella al ver que entraba de inmediato al baño.
-Ya, pero tengo que orinar.
Una vez en el baño, tras descargar, observa unas braguitas que seguramente había dejado tiradas la mujer de su amigo. Con morbosidad las toma en sus manos y las acerca a su nariz, y aspira el olor: ¡ Olía a hembra en celo !.
Ante ello su polla volvió a endurecerse. Salió del baño y la llamó, pero aquella no le respondió. Sin pensarlo mucho se acercó hasta el dormitorio de la misma. No sabía si tenía la puerta abierta o cerrada. Decidido, y con una indudable erección en camino, abre la puerta y encuentra a la mujer en “cueros” totalmente desnuda , la cual se estaba observando en el espejo. Ella al verlo llevó sus manos a sus pechos exclamando:
-¿ pero qué haces aquí?.... ¡estás loco! ¿Cómo te atreves a meterte en mi habitación?... Sal inmediatamente de aquí o grito..
Sin responderle, Marcos como un depredador, se abalanzó hacia ella. Ella lo intento evitar, pero el la sujetó haciéndola caer sobre la cama. Le atenazó sus manos con las suyas, colocándola boca arriba, y observo el cuerpo de aquella hembra: - joder Esther, ¡qué buena hembra estas hecha!..¡Te voy a echar un polvo que nunca olvidarás!
-Ni lo sueñes. Gritaré… casi grito ella.
-Grita si quieres. Nadie va a escucharte. ¿Cómo explicarías esto a tu marido?
El sin responder más puso su boca sobre los pezones puntiagudos de la mujer y los succionó. Aquello era algo que encelaba a la mujer. Marco lo noto viendo como ella aflojó su presión. Pero no paró ahí, pronto fue bajando su mano hacia su raja, notando como pese a que inicialmente se revolvía, la mujer cedía a sus caricias.
Ella le miro a la cara, constatando en ese momento que Esther escenificaba la cara de una “ autentica salida” “una loba en celo”.
- Eres un cabron. ¿No pretendes forzarme ?- le pregunto ella.
- No hace falta que te fuerce. ¡¡Eres tú la que me está suplicando que le clave de una vez!!. …..Y si no, ¿Cómo es que tienes ese coño tan caliente y chorreando?
- Yo ¿suplicando?... ¡estás loco! Contesto ella…
-Te resistes pero estas necesitada de una buena polla. Le responde el hombre. Añadiendo, ¡ Anda toca mi verga para que veas como la tengo! . Comprueba como tengo los huevos. Están repletos. ¡¡Te voy a llenar ese coñito como Dios manda!!.
La mujer pese a todo, llevada por su morbosa curiosidad, alcanzó con su mano el nabo del hombre verificando que estaba duro como un mástil. Más osada hecho la mano más atrás y atrapó los testículos del mismo. Se quedó perpleja: ¡se dio cuenta de que los tenía repletos!
- Te has dado cuenta putita de que no te miento. ¡¡Los tengo bien cargados!! .
El hizo presión colocándose entre las piernas de ella, y avanzando rozó el prepucio con los labios vaginales de la misma. Ella intento detenerlo, diciendo: - Marcos. ¡Detente.. no estoy protegida!. Además, ¡creo que estoy ovulando!... ¡me dejaría embarazada!
Marcos se quedó sorprendido ante la respuesta de la mujer de su amigo. No sabía si era cierto que estaba ovulando o lo estaba diciendo para que cesara en su empeño de penetrarla. Si estaba en lo cierto, podría quedar embarazada. Sabía que llevaba unos días sin correrse y tenía sus testículos con una buena carga seminal. Pero, por encima de todo, ¡ necesitaba clavar aquella hembra !. Era la mujer de su amigo, pero llevaba días provocándolo y estaba dispuesto a clavar aquella casada como fuera: -¿De verdad estas ovulando?... ¿lo dices para evitar que te clave putita?. Pero ese juego conmigo no te va a valer. Te voy a clavar de todos modos. ¡Puedes darlo por hecho!.
-Lo digo en serio. ¡Me encuentro muy caliente, sé que estoy en mi mejor momento. No debes hacerlo- le contesto ella agitada.
El observó el coño de la hembra, y sin otra palabrería más, presionó viendo como su tranca ingresaba dentro del coño de la mujer más de la mitad de ella :
- oh nooo lo estás haciendo ooooooooo…. me duele oooo ¡por favor sácala…!
Esther aún no había sido madre, y su vagina solo estaba abierta en función de las dimensiones del pene de su marido. Pero la tranca que ahora tenía dentro de ella, era de unas proporciones gigantescas. Las paredes de su vagina se estiraron al máximo para permitir el paso de semejante tranca. Se notaba como si la estuvieran desvirgando de nuevo.
- oh cabron me revientas nooo…ooooo
-Estas bien estrechita putita. Sé que Ramírez la tiene bien pequeña. ¡Parece que estuvieras sin desvirgar!.. Pero yo te voy hacer una mujer en toda regla. ¡Hoy te vas a comer una polla como Dios manda!.
Y mirándola a la cara, de un golpe de riñones, le clavó casi totalmente su nabo en toda aquella raja. –oooo que daño oooooo
Le había ensartado sus 24 cm de nabo en su integridad. Los testículos quedaron a apoyados contra el colchón.
-" Agrhhhhhh, ochhhhhhhhhhh. Retírala, retírala por favor que me duele. Es demasiado gruesa! Agggrrrrrrhhhhhh!!!!!!".
Marcos no estaba ahora para súplicas, sin retroceder un centímetro la afirmó más aún y comenzó a perforar aquella vagina con ímpetu hasta llegar cerca del útero de la mujer. Esther estaba clavada totalmente y se quejada ahogadamente, sin aliento.
El enorme pene arrastraba las paredes internas de la vulva y los vellos públicos de ella entraban y salían junto al garrote. Marcos estaba encelado con el coño de aquella mujer. No solo era bastante estrecho, sino que además desprendía un calor que le instaba a follarla con mayor esmero. Los huevos del macho comenzaron a golpear en las blancas nalgas de Esther y en el colchón. El sonido del saco escrotal contra ella era similar al de una bolsa de arena golpeando contra una pared.
- " Oh Marcos de vas a desgraciar… o como me llenas…..pero…no me acabes a dentro Marcos. Retírala ya por favor. Recuerda que estoy ovulando
El énfasis que puso el hombre, entrando y sacando aquel poderoso nabo en la cuquita ahora súper-abierta de la mujer, la llevo a alcanzar el primer orgasmo. Pero el semental no paraba. Tras el primer orgasmo de la fémina, siguió con el mismo impulso, hasta que breves momentos después ella volvió alcanzar de nuevo el éxtasis: - oh Marcos me vengo otra vez oooo siiii
Cuando acabó se dio cuenta que la tranca del amigo de su esposo estaba totalmente alojada en su panocha, y esta vez, muy cerca de su útero. Igualmente se percató que el hombre estaba por venirse. Morbosamente Esther tiró su mano izquierda hacia atrás para acariciar una vez más los testículos del semental. Era como si quiera comprobar nuevamente que aquel semental tenía testículos bien llenos. Excitada, le miró a la cara y le dijo: -" Que testículos tan enormes Marcos”. No acabes dentro de mí por favor. .. “Si lo haces me dejaras embarazada ".
Pero ella sabía que no iba a cesar en su intento de hacerlo dentro. En el fondo se negaba de palabra, pero por dentro deseaba sentir la lecha de aquel semental en su desprotegía cuquita. Al verlo, se percató de que iba hacerlo dentro. Su cara era todo un poema. Intento moverse pero el hombre la afirmó contra el colchón y empujó mortalmente con el peso de su cuerpo hacia abajo y adelante, sepultando toda la verga en la vulva de Esther, dejando la cabeza de su lanza cerca del útero . ¡El momento y la penetración eran óptimas para que el semen llegará bien adentro!.
-oh por favor no lo hasgas….
-calla putita. Vas a recibir mi leche…¡te voy a llenar ese coño completamente!
El la volvió afirmar del culo y del cuello, para comenzar a bombearla fuertemente. ´El saco escrotal ahora golpeaba contra el pubis de Esther y también llegaba a golpear contra parte de la pancita de ella. La mujer notaba como rebotaban los huevos del macho contra ella.
La clavaba con violencia . La bombeo varias veces y Esther dio un lastimero y ahogado grito cada vez que era penetrada. Luego tomo impulso hasta que los testículos del mismo se expandieron al máximo en su saco escrotal y comenzó a gruñir con cada embestida. Esther intuía lo que se avecinaba y rogó una vez más entre gemido y gemido.
- " No me acabes a dentro Marcos. Te lo ruego. Ooo ….. Me vas a embarazar!!!!!".**
- " Si Esther – le grito con su voz de trueno el semental - voy llenarte con mi semilla. Hoy vas a sentir lo que es la corrida de un autentico macho".**
- " No, por favor. No,..¿qué va a decir mi familia?, ….Retírala por favor. No lo hagas.".
Pero al momento el cuerpo de Marco se tensó y sus testículos comenzaron a disparar potentes chorros de semen espeso y altamente fértil en la vagina de aquella casada. Esther abría los ojos y gritaba con cada descarga. Sentía como las lechadas alcanzaban las paredes de su vagina muy adentro. Su vulva fértil estaba recibiendo la potente eyaculación del amigo de su marido.
- oh lo estás haciendo oooo….cabron…. como te siento oooo
Fueron al menos ocho enormes descargas a lo largo de un minuto, lanzadas con gran fuerza, que al momento llenó el útero de la mujer. por fin cuando acabó, tras permanecer unos instantes con toda la tranca dentro de la vagina de la mujer, al final comenzó a retirarse del interior de ella. La cabeza estaba más incrustada en su vulva que las veces anteriores y ella chillaba a medida que tiraba hacia fuera.
Cuando sacó finalmente la cabeza, una hilera de semen comenzó a chorrear desde la raja de Esther, descendían por su arbusto de pelos y caían hasta las sábanas formando un charco.
Ella observó su vagina, y miró la verga del macho, la cual seguía afamadísima, como si no se hubiera corrido. Esther se reincorporó lentamente y realizaba gestos de dolor y preocupación por la cantidad semen que su útero había recibido. Aquel hombre la había llenado como nunca nadie lo había hecho. Sabía perfectamente que las posibilidades de que quedara embarazada con aquella cogida eran más que probables.
-Lo has hecho. ¿Y si me has dejado embarazada? Le pregunto ella.
-“Pues tendrás al hijo que tanto has deseado”. Pero no te creas que será la última vez. Te seguiré cogiendo, porque sé que desde ahora no podrás vivir sin mi polla.
-eres un sinvergüenza. Le contesto ella.
Marcos, se limito a sonreír y se retiró. Tras asearse un poco bajo al taller, ella se quedó en la cama aún. Notaba su vagina bastante inflamada por las tremendas penetraciones del amigo de su esposo, y se notaba hasta dolorida. Comprobó además, que aún seguía bajando resto de semen por su vagina. Realmente aquel hombre de había vaciado dentro de ella . Retiró las sábanas que estaban repletas de manchas del potente esperma y las llevo para lavar.
Luego higienizó su vulva, que estaba muy dolorida y untó una crema cicatrizante porque los labios y el interior de la vagina estaban irritados. No obstante reconoció que la polla de aquel macho la tenía encandilada.
Durante los días posteriores evitó el contacto con Marcos. Y tras la venida de su esposo, Marcos siguió acudiendo a la casa, pero no hubo ninguno encuentro entre ellos, ya que tampoco se dio lugar. Tras varias semanas, se enteró a través de su amigo, que Esther estaba encita . Ramírez no cabía dentro de su gran felicidad por tener un hijo.
Marcos en el fondo se estremeció. Las posibilidades de que fuera hijo suyo eran más que evidentes. Pero calló y no hizo comentario alguno con nadie.
Lo que ocurrirá posteriormente…..