La espera merecio la pena

Un deseo incontenible en el tiempo que al final tuvo su fruto

Hola me llamo Luis, la historia que os voy a contar sucedió después de mucho tiempo de espera, pero os aseguro que mereció la pena.

Tengo 40 años y estoy felizmente casado, aunque de momento no tengo hijos, vivo en Madrid, mi esposa se llama Ana y es 8 años menor que yo, pero en este caso quien nos ocupa es mi cuñada, Teresa que tiene 28 años. Desde el primer día que la conozco me atrajo mucho, fue lo vamos a llamar, morbo a primera vista, tenía un buen cuerpo, morena, ojos claros, figura moldeada por el deporte, culito prieto y tamaño de pecho justo una 85, pero bien formado.

Teresa, era muy cariñosa conmigo, de muchos abrazos y besos, que aunque ella consideraba castos y puros..., mi mente calenturienta cada roce que me hacía, cada beso y abrazo, me hacía temblar pensando en ese cuerpo que escondía y que había visto más de una vez con poca ropa en la playa que solíamos visitar toda la familia junta en vacaciones.

A Teresa no le faltaban parejas, de las cuales me daba envidia que pudiesen disfrutar de ese cuerpazo, aunque el hecho de que ella la tuviera, a mi me venía genial, dado que ella vivía a 50 km de Madrid, los días que salía de fiesta o quedaba con su chico, finalmente se venía a dormir a nuestra casa donde tenemos varias habitaciones libres, para no volver tan tarde hasta su pueblo, eso me propiciaba verla en pijama, a veces muy cortitos por el verano, y sobre todo cuando dormía sin sujetador y notaba como se la marcaban los pezones sobre el mismo, o salir de la ducha por las mañanas, lo que hacía aumentar mi deseo por ella...y que se convirtió en obsesión en mis pensamientos cuando me tocaba en mis momentos de intimidad.

Estas situaciones, lo único que hacían era aumentar mi deseo por tenerla entre mis brazos, y empezar a realizar cosas que parecen locura, que iba planificando poco a poco, pero que al final fueron las detonantes de lo que paso...

Los días que se quedaba a dormir, Teresa y yo nos levantábamos casi a la misma hora, ella unos 20 minutos más tarde que yo, por que se duchaba en la ducha grande de la casa, mientras que Ana mi esposa lo hacía casi una hora después que nosotros, yo siempre me levantaba pensando que disfrutaría de la visión de los pechos de Teresa bajo sus pijamas casi transparentes, o sus diminutos tangas bajo las grandes camisetas que a veces utilizaba para dormir y que a cualquier movimiento enseñaban más de lo que ella quería, ya que solíamos desayunar los dos juntos, yo ya duchado y ella recién levantada... Me levantaba tan caliente pensando en lo que me iba a encontrar, que me acababa masturbando en la ducha, pensando en ella, y más sabiendo que al otro lado de la pared estaba ella durmiendo...

Pero como os decía la situación me volvía loco, cada vez daba pasos más grandes, ya no me conformaba con masturbarme en la ducha, sino que a veces lo hacía incluso en el baño con la puerta abierta, o delante de la puerta de su habitación, corriendo el riesgo que ella se levantase antes de lo previsto y me pillase en plena faena...

Era un locura, pero al final me decidí arriesgar y ver qué pasaba, un día intencionadamente me quede dormido y me levanté mas tarde de lo habitual, un poquito antes de Teresa, me metí en la ducha, e intencionadamente no encendí el calentador del agua caliente por lo que tuve que salir a encenderlo una vez ya desnudo, fui hacia la cocina totalmente desnudo y una toalla por delante de mi cuerpo pero como intentando tapar, lo que yo realmente quería enseñar y sucedió tal y como esperaba Teresa estaba en la cocina, preparando el desayuno con su diminuto pijama,pero esta vez llevaba menos ropa yo que ella y por primera vez vi como me miro ella, como recorrió con su mirada mi cuerpo hasta ver todo lo que yo la quería enseñar, lo cual debió sorprenderla y excitarla porque vi como sus pezones se pusieron duros al instante, mientras que yo intentaba hacerla creer que lo sentía que me viera así, que me había quedado dormidoy que iba con mucha prisa.

Me volví hacia el baño, con la sonrisa de oreja a oreja, viendo que mi plan había funcionado, que había excitado a Teresa, y que esta vez la paja de la ducha iba a ser por el logro obtenido, pero no acababa ahí mi plan, por lo que al meterme en la ducha deje la puerta del baño un dedito abierto, para que pudiera mirar quien yo quería que mirara.

y así fue, me metí en la ducha, me empecé a tocar como de costumbre pero imaginándome que hoy tenía de espectadora quien yo quería y así fue, ya que pude observar al salir de la ducha que la puerta del baño estaba abierta un poco más de lo que yo la había dejado.

Ese día todo termino ahí, pero ya sabía que podía dar un paso más,y más cuando comprobé que Teresa empezaba a levantarse un poquito antes todos los días, justo para sacar la entrada de primera fila a mis duchas, las cuales yo acompañaba con una rica paja pensando en ella y procurándole darle el mejor espectáculo posible, el cual ella disfrutaba todos los días porque la puerta siempre estaba más abierta de lo que yo la dejaba antes de meterme en la ducha y como comprobaba que al salir del baño siempre me la encontraba con los pezones bien duritos bajo su pijama, con cara de deseo, pero a la vez cara de muy satisfecha por lo que me hizo pensar que tras la puerta ella se tocaba igual que yo, disfrutando del espectáculo.

Era una locura pero los dos estábamos disfrutando del otro, sin vernos cara a cara, sin tocarnos, pero los dos sabiendo que tras la puerta estaba el otro deseando lo mismo pero sin poder hacer mas.

Cierto día mi esposa tuvo que viajar por trabajo, Teresa me aviso que iría a dormir aún sabiendo que su hermana no estaba, y me puse más contento que de costumbre pensando en lo que pasaría a la mañana siguiente, pero la sorpresa fue mayor cuando aun siendo pronto se presento Teresa en casa, mucho antes de que la esperara, con la escusa de que había discutido con su pareja. Tras una charla normal, aunque mi mente no pensaba en lo que me decía sino en ya imaginarme lo que pasaría el día siguiente y más aún cuando ella tampoco dejaba de fijarse en mi cada vez abultado paquete, que actuaba solo y que notaba como también sus pezones empezaban a endurecerse, y su respiración se agitaba, la situación se estaba convirtiendo en incómoda, y para evitar dar un paso que los dos deseábamos pero que no debíamos, decidí irme a dormir, pero esta vez fue ella la que dio el paso mas y me dijo literalmente.Necesito que esperes a que termine de ducharme para que apagues el calentador que no sé y así te hago esperar como me haces tú todas las mañanas.... esta última frase sonó a invitación, a la primera fila del cine donde esta vez yo era el espectador.

y así fue, me devolvió la moneda de todos los días, se fue a la ducha, dejo la puerta abierta como hacía yo, no pude resistir, y cuando oí caer el agua fui a tomar mi asiento de primera fila, allí estaba ella aún desnudándose poco a poco, dándome el mismo espectáculo que le daba yo cada mañana, desnuda ante mí... empezó a tocarse, a excitarse, a recorrer cada centímetro de su piel,con sus dedos que mojaba en su boca,  ver como se pellizcaba los pezones, abriendo sus piernas para darme toda la visión de su culo, de su coñito arregladito cuyos labios abrió mirando hacia la puerta donde a bien seguro que ella sabía que yo estaba... y a susurrar cosas....entre la que creí oír mi nombre, por lo que me volví loco, me desnudé tras la puerta y empecé a tocarme, iba a ser la mejor paja de mi vida y más cuando la vi coger mi colonia a la que beso como si fuese yo, empezó a recorrer su cuerpo con ella, el frío del cristal hizo que sus pezones se pusieran tan duros que casi lo rompieran, hasta que llegó con ella a su coñito y empezó a metérselo poco a poco...os podéis imaginar como estábamos los dos, tan locos, que los dos susurrábamos el nombre del otro, cada vez mas alto, a decir frases de deseo, a expresar en alto lo que los dos queríamos que pasara, tan alto que ya nos podíamos oír claramente, los dos sabíamos lo que estaba pasando, nos estábamos contando los deseos sin atrevernos a dar un paso más, hasta que al llegar a su orgasmo y saber que yo estaba a punto de estallar...abrió la puerta, y me dijo, no pares, la quiero toda para mi...se arrodillo...abrió la boca y llene su boca con mi semen...

como os podeis imaginar....continuará