La espera
Una sumisa siempre esta esperando.
Son la una de esta soleada tarde de junio y sin embargo hace frío. Sin ser excesivo hace frío. El suelo de mármol pulido, casi como un espejo, al mismo tiempo que me devuelve mi imagen va traspasando a mi cuerpo su frialdad. Me entra por las palmas de las manos, las rodillas y los dedos de los pies y va subiendo lentamente, haciendo que de vez en cuando no pueda contener un ligero escalofrío que me recorre entera y noto como se me eriza todo el vello. A no más de un metro delante de mi brilla el rayo de luz que consigue penetrar por el espacio de la contraventana entornada y que hace que no este a oscuras en la sala. Tan cerca como para notar el calor que transporta, tan lejos como si estuviese en el fin del mundo. Nada me ata que me impida aproximarme y todo me ata para que no pueda aproximarme. Y yo sigo esperando
Los pensamientos no dejan de dar vueltas en mi cabeza. Cuanto puede pensar alguien mientras espera. Cuanto se puede recordar. Cuanto puede mirarse una misma mientras espera
No han pasado mas de cuatro horas desde que entre en la casa una vez mas. No han pasado cuatro horas desde que mi Amo me ha recibido. No han pasado cuatro horas desde que me desnude ante él con la lentitud que le gusta. No han pasado cuatro horas desde que me puse mi collar, coloque su correa y le tendí la punta diciéndole:
¡Amo, soy tuya!... soy tuya..., soy tuya , como se repiten incansables en mi cabeza esas dos palabras
Aun no hace cuatro horas que mi Amo me dejo aquí, sin mas prenda que mi collar, de rodillas con las manos en el suelo, las rodillas separadas, la cintura arqueada forzando a mi cuerpo para mostrar a quien entre por la puerta mi sexo, no, mi sexo no, mi coño , como le gusta a mi Amo que lo llame. Si me miro a través del espejo de mármol sobre el que estoy me veo. Y no dejo de mirarme. Veo mis pechos , no, mis pechos no, mis tetas..., como mi Amo quiere que las llame..., mis tetas, colgantes, moviéndose lentamente al ritmo de mi respiración, con los pezones endurecidos por el frío. Todavía me miento..., no están endurecidos por solo por el frío..., es la excitación, esa excitación que me corre por las venas y que me inflama y que se me escapa de vez en cuando en casi inaudibles gemidos Es la excitación que hace vibrar mi coño como si fuera un ente independiente de mi. Que lo humedece hasta tener la sensación que estoy empapada y chorreando ,
Y así estoy. Como las hembras de todos los animales que en el celo esperan al macho. Como la hembra en celo que mi Amo quiere que sea esperando al macho
Y sigo esperando
He necesitado 28 años para descubrirme a mi misma. He necesitado unas relaciones que no me convencían. He necesitado hacer el Amor. No , follar, he necesitado follar con jóvenes y no tan jóvenes que no me satisfacían. He necesitado un novio del agrado de mis padres y que yo soportaba. He necesitado que ese novio fuera un marido que ni quise de verdad ni me quiso de verdad. He necesitado el inevitable dolor de la ruptura y del divorcio. He necesitado que la casualidad me llevara por estos derroteros para descubrirme sumisa y descubrir a mi Amo. Y ahora, desde entonces gozada y gozosa, espero. ¡Y que difícil es esperar!
Y sigo esperando...
De repente todo cambia. Mi espera acaba. La puerta se esta abriendo. El macho que espero esta entrando en la sala. El macho que ha de montarme.
Noto como un quejido intenta salir por mi boca que rápidamente reprimo, mi corazón y respiración se aceleran y noto como mi coño palpita intensamente. Un nudo de excitación sube lentamente de él hacia mi estomago para irradiarse luego hacia mis pechos.
Agacho más la cabeza, mi cabello castaño forma una cascada alrededor de ella que me impide ver hacia delante, miro entre mis piernas hacia la puerta y veo como entra. Más que verlo lo intuyo. El olor de una colonia desconocida y sus zapatos y algo de sus pantalones oscuros mientras se acerca a mi.
Sus pasos se detienen entre mis piernas. Se agacha y se arrodilla. El tejido de su pantalón roza mis muslos.
De repente sus manos, enguantadas, se apoyan en mi espalda, la recorren con lentitud subiendo hasta mis hombros y bajando lentamente hasta mis nalgas... hasta mi culo que lo abre... ¡como me abre el culo!
Ni una palabra a salido de su boca, nada, solo el contacto de sus pantalones y de sus manos. Se separan de mi. Oigo como se suelta el cinturón y como baja la cremallera del pantalón que se desliza rozándome los muslos y quedando apoyado en mis piernas.
Su mano se apoya en el interior de mi muslo izquierdo, tan arriba que roza lo labios de mi coño, y de repente estira hacia fuera mientras noto como algo se apoya en la entrada de mi coño distendido y abierto... ¿Algo?.. Algo no.. Se apoya la punta de su pene , de su polla, que se mete un poco en mi coño... Ahí la deja mientras sus manos se agarran como garfios a mis caderas y de golpe me penetra. Me la mete Me la clava Se me escapa un quejido al notar como me clava en el coño su polla Esa polla que parece no tener fin, que parece que me llega al estomago, Que me llena. Sus caderas se apartan y de nuevo vuelve de golpe a mi, a penetrarme, a empezar a follarme... Primero despacio pero a golpes, mientras mis quejidos acompañan sus acometidas. Después más rápido y continuado. Mientras me voy acomodando a su ritmo noto como mi excitación, cada vez mayor, me lleva a un orgasmo imparable, sus manos se deslizan mientras me folla para alcanzar mis tetas y estrujarlas y retorcer mis pezones y vuelven atrás, para seguir agarradas a mis caderas y mantener mi ritmo a su gusto, y yo me siento tan caliente tan hembra aquí montada como un animal,.. como una perra en celo dejando que el macho me cubra solo porque desea cubrirme y respondiendo a su deseo
¡Soy tan puta !. ¡Tan puta !
Noto los espasmos del macho a punto de correrse. Noto como se contrae y como de un golpe de caderas me clava su polla hasta el fondo de nuevo. Noto como empieza a correrse en el fondo de mi coño, como su semen , no, su leche , como su leche me inunda y me llena el coño hasta la matriz. Estoy a punto voy a correrme también
Y de repente se retira..., boqueo..., No... ¡Noooo...! el grito casi se me escapa y lo retengo con un quejido en mi garganta... La leche acumulada en mi coño va chorreando y la veo caer a goterones al suelo Mi coño tiembla Mi cuerpo tiembla... Tiemblo de pura excitación no culminada.
Se levanta y se va... Ya no esta.. Ya no hay nada Y sin embargo mi cuerpo esta aquí.... Sigue aquí Sigue palpitando de deseo no alcanzado Estoy loca de la excitación y quieta y esperando
No se cuando ha entrado no se cuando no se Pero esta a delante de mi. He notado su presencia por su colonia. Es su olor. Es mi Amo. Levanto la cara y lo miro. Deposita un consolador junto a mi mano y su voz profunda solo dice una palabra termina
Cojo lentamente el consolador. Apoyo la cara en el suelo, mis tetas se endurecen si cabe más al contacto con el mármol. Con mis dos manos busco mi coño y me introduzco el consolador, volviendo a meter la leche que aun estaba saliéndose del coño, y me lanzo a masturbarme con desesperación. Hasta que mi cuerpo no puede mas y me lanza a un orgasmo violento y sin final que me hace gritar desesperada mientras deseo que no termine nunca y que acabe ya esa sensación tan violenta e intensa
Me derrumbo en el suelo porque no me sostienen las piernas. Quedo extendida en el suelo intentando recuperarme, extenuada. Oigo la risa baja de mi Amo y le escucho
¿Has disfrutado sumi?...
Si Amo, se me escapa entre los labios.
¿Has disfrutado sumi?, repite.
Contesto como he aprendido
Tu puta sumisa ha disfrutado con locura Amo, gracias Amo
Te has portado muy bien sumi, cuando te recuperes te levantas y vienes al salón. Y sale por la puerta mi Amo.
Sonrío... No se quien me ha follado... No se si mi Amo u otro... Solo se que lo único importante es que mi Amo, detrás de esa puerta, esta contento conmigo y deseo que eso siempre sea así.
Mañana será otro día. Mañana temprano volveré al trabajo. Volveré a ser una mujer fría, autoritaria y capaz. Pero seguiré esperando. Seguiré esperando cada segundo de cada minuto de cada hora que me reste antes de volver a esperar a que la puerta de la casa de mi Amo se abra y yo le vuelva a decir soy tuya, te pertenezco Amo.