La espada capítulo 1: Viaje hacía el pueblo
Todas las despedidas son duras, pero cuando alguien parte de viaje para cumplir su sueño; puede apoyarse en eso y serenarse, pero casi ningún camino es un camino de rosas.
Capítulo 1. Viaje hacia el pueblo
Llevo una mochila con un viejo odre, un par de raciones de comida casera; ropa de dormir, la espada y un poco de leña.
Mi padre me dio 1 moneda de oro, a cambio no tengo derecho a heredar la granja; pero cuando vuelva si todo va bien, se lo devolveré.
El pueblo está a un par de días de camino, sino ocurre nada; siguiendo el sendero, todo irá bien. Las lágrimas surcan mi cara, la despedida con mi madre ha sido dura; las palabras de mi padre más duras aun, no le culpo el vivió la guerra entre los 3 reinos en primer plano y no quiere eso para mi.
Tras una o dos horas andando a buen ritmo comienzo a serenarme, empiezo a canturrear hasta que a lo lejos; comienzo a ver la figura de un de individuos parados en medio del camino, no soy ningún experto pero parece indicar problemas.
Me paro un segundo decidiendo que hacer, es un error posiblemente; pero tengo que hacerlo, tengo que pensar. Tras una breve parada decido fingir seguridad, avanzó rápido con paso seguro; una mano en la espada, y la otra en la espalda cómo si escondiera algo.
Una vez llego a unos metros uno desenfunda un arco y otro dos cuchillos; el del arco carga una flecha y la dispara a mis pies, sino estuviera tocando la espada posiblemente te estaría temblando.
- estas bien ahí - dice el del arco, mientras saca otra flecha y me apunta a mi.
El otro se adelanta a el del arco.
suelta todo el dinero que tengas y todo irá bien.
soy un guerrero, mejor parad a otro.
Ambos me miraron de arriba a abajo y abajo a arriba, luego se miraron y se rieron a carcajadas.
- os lo aviso, si os metéis conmigo; os arrepentireis.
El del arco, tenso el arco.
- no tienes armadura, vas vestido como un pueblerino; no te pongas chulo por heredar una espadita del abuelo.
El de la daga lanzo su cuchillo mientras decía...
- vamos a darle una lección, a este pueblerino engreído.
Desenfunde la espada, repeli el cuchillo y a continuación desvíe la flecha; salgo corriendo hacia ellos, el de los cuchillos con cara de sorprendido lanza dos más y el del arco esta recargando.
Corro en zig zag, haciendo errar a un cuchillo; bloqueo el otro con la espada, justo llego hasta el y le hago un corte en el brazo más profundo de lo que pretendía a decir verdad.
Mientras este grita, el compañero; me dispara por la espalda, lo esquivo girando con la espada a la espalda; por los pelos, término el giro y parto el arco en dos...a el le hago un corte poco profundo en el pecho, gracias a su armadura.
nos rendimos. - suelta el del arco, mientras el de los cuchillos sigue gritando.
atiende a tu amigo.
Le apunto con la espada, mientras que agarro sus mochilas.
El asiente y va con su amigo.
- no me sigan o ataquen o acabaré con ambos.
El del arco asiente asustado y sigo mi camino sin dejar de mirar atrás.
- debo tener cuidado, sino quiero matarlos. - me recriminó a mi mismo.