La espada 14. La misión de Ricki
Cumplo mi palabra con Ricki y acepto su misión, ahora tengo un grupo con el que compartir misiones; no es que sea su líder ni nada parecido, pero siento que el centro del grupo soy yo y es que todos han venido a mí y aunque la misión se complica más de lo que esperamos
La espada
La misión de Ricki
Despierto en la mañana temprana, anoche no me acosté muy tarde por eso; hoy he dormido en paz, abrazado a la espada como siempre. Me lavo y pongo a punto la barba para recortarla a mi gusto, tras eso una vez que estoy decente bajo; agarro una de las raciones y la llevo a la mesa de mis compañeros, cuando la chica del gremio me llama a mí y a Carl.
- ¿si, Curny? – le pregunto, confundido.
- Ha llegado una misiva, para vosotros. – nos explica, aunque Carl; no pregunto nada.
- ¿de quién? – pregunta, sorprendido Carl.
- De la familia Hearling, una familia noble. – replica Curny.
- ¿Conoces a alguien de esa familia? – me pregunta Carl, mientras la abre.
- No, que yo sepa. – respondo, inquieto.
El la empieza a leer en voz alta.
Queridos salvadores, señor Bradley y estimado Carl.
He sido notificada tras investigar con colaboración del gremio de que me habéis salvado vosotros sin ninguna otra ayuda, me gustaría pedir que vinierais a verme los dos; para recompensaros por vuestra inestimable ayuda, sin mas os espero en la villa Rocaverde la villa propiedad de mi familia.
Saludos cordiales, Firmado Annah Hearling heredera de la villa Rocaverde.
- Asi que una noble agradecida, eh. – suelto en voz alta.
- Eso parece, ¿vendrás? – me pregunta.
- No. – rechazo, el abre los ojos de par en par. – dile que estoy ocupado salvando el mundo, pero que con gusto agradeceré que te de mi recompensa a ti. – respondo y él sonríe.
- Un héroe de vocación. – recita, haciéndome sonreír.
- Eso, parece; aprovecha y saca información. – le pido, estrechando su mano.
- Buena misión, ten cuidado con Ricki; ahora tienes un grupo que cuidar. – me suelta.
- Buen viaje y cuidado con la noble, tienes una reputación que mantener. – me rio y él se ríe conmigo.
Carl se lleva el desayuno, pero me siento a desayunar con los demás.
- ¿adónde va Carl? – me pregunta Apolo.
- Ira al baño – suelta Norman hiriente como siempre, pero todos lo ignoramos.
- Va a una cita con una noble. – explico, escuetamente; para evitar dar explicaciones.
- ¡¿con una noble?! – se alerta Apolo.
- ¿Qué pinta Carl con una noble? – pregunta Norman.
- Eso sí que mola, tío. - Grita Spike, llamando la atención de todos; aunque ya somos la atención del gremio, ya nos dicen el grupo futuro o algo asi.
- Nos han llamado a los dos, pero le dicho que vaya el; nosotros tenemos una misión hoy. – digo, siendo contestado por alguien ajeno a nuestra conversación.
- Efectivamente, hoy os comprometisteis conmigo. – suelta Ricki, sentándose a nuestra mesa.
- Deberías de ir, las familias nobles; no son algo que se pueda simplemente, ignorar. – aconseja Norman, que además es el que viene directamente de una.
- Ignórale, ¿queréis saber los detalles de la misión de hoy? – nos pregunta a todos, pero principalmente mirándome a mí.
- Sí, claro que quiero. – dice, Apolo.
- Me da lo mismo, dime que hacer y lo hare. – suelto, sorprendiendo a todos; incluido a Ricki.
- ¡eh! No me ignoréis – se queja Norman.
- Venga, dínoslo. – pide, emocionado Spike.
- Vamos a ir a una cueva a un par de horas del pueblo, está llena de cristales naturales; que necesito para mi investigación, vamos a llevar un mulo para que cargue el peso y vuestra misión es ahuyentar a los bichos que haya en la cueva…además de protegernos al mulo y a mí. – nos explica.
- Perfecto, ¿algo que debamos saber? – pregunta Apolo.
- No, que yo recuerde no. – murmura Ricki.
- Pues partamos, ya. – suelta Spike, ansioso.
- Déjame desayunar. – le pide Ricki.
- Vamos, apresúrate. – suplica Spike.
Tras eso desayunamos contentos, sobre todo yo; tengo un grupo, ya no soy un héroe solitario. Terminamos de desayunar, nos ponemos en marcha; Spike abre camino junto a Ricki por mi parte Apolo y yo rodeamos al mulo…Norman cierra la marcha.
- Buen viaje Brad. – se despide el soldado Larson.
- Adiós, Lar. – me despido de Larson.
Al otro soldado no lo conozco.
- Asi, que lo conoces. – me interroga sin preguntar Ricki.
- Se puede decir que soy de una granja de por aquí cerca. – respondo, sin dar muchos detalles.
- ¿y que hizo a un granjero, hacerse aventurero? – me pregunta.
- Siempre soñé con ser un héroe. – respondo.
- ¿y al heredar esas espadas te decidiste? – ríe divertido.
- Si, algo asi. – respondo, ocultando información.
- Entiendo. – dice, pensativo.
Lo miro raro, pero no digo nada.
- Algo oculta. – pienso para mí.
Tras un par de horas, llegamos a una cueva que brilla por si misma; lo peculiar del tema es que, hay muchísimos monstruos de la zona en este lugar.
- ¿Qué coño? – pregunto, sorprendido.
- ¿Por qué hay tantos monstruos aquí? – Pregunta Apolo.
- Algo los atrae – murmura, Ricki; fingiendo sorpresa.
- ¿Cuál es la misión, jefe? – pregunta Spike.
- Obvio, hacedlo como queráis; pero necesito que los echéis de aquí. – ordena Ricki
- Entendido. – asiente Norman.
- ¿estás loco? Son demasiados. – observa Apolo.
- Ser aventurero no es fácil. – añade Ricki.
- Vale, lo haremos. – digo, queriendo sobre todo averiguar que cojones busca aquí.
- ¿hacerlo? – pregunta Apolo.
- ¡Yo ataco ya! – grita Spike, corriendo espada en mano; contra un oso.
- Este tío… - protesto, desenfundando mi espada.
- Es imbécil. – añade Norman, cargando contra el lobo junto al oso.
- Ya, no nos queda otra. – suelta, Apolo; desenfundando su arma también.
- Carguemos. – digo, cargando junto a Apolo; contra un par de monos.
Riki nos observa a todos y protege el mulo, mientras avanza.
Spike tiene problemas con su oso, que tras el primer empellón de euforia; se defiende aterrorizado de este, Norman a acabado con su lobo con facilidad. Apolo lucha mano a mano con un mono, este usa un palo como espada; por mi parte he atacado al mono cortándolo en dos, tras cruzarlo me veo rodeado de 4 monos más sin poder ayudar a Spike.
Contra todo pronóstico, Norman salva a Spike de una muerte segura; cuando una garra va a perforarle, lo derriba para que esquive la garra y se pone frente al oso.
- ¡eh! – se queja Spike.
- Cállate y ayúdame. – le pide Norman.
- Voy – protesta este y lo hace.
Los dos luchando contra el oso, Spike le ayuda poco; pero lo suficiente para que Norman, pueda darle tajos decisivos. Apolo ha acabado con su mono, pero luego vuelve a verse rodeado de monos como yo; por mi parte de un solo giro, descabezo a los 4 y al acercarme para ayudarle me veo rodeado de lobos.
Por nuestro lado, Ricki se abre camino.
- ¡ayúdanos! – le pido.
- Seguid asi, vais bien. – me anima.
Una vez Norman y Spike acaban con el oso, Spike cae de rodillas jadeante; solo para darse cuenta que están rodeados por monos, Norman se sitúa junto a Spike.
- Levántate y ayúdame o no podre protegerte escoria. – le insulta Norman.
- Voy, ricachón. – le insulta también.
Se ponen espalda contra espalda, obviando sus diferencias; para evitar morir, más que nada.
Apolo esquiva a 1 mono, mata a otro; pero recibe un palo y un piedrazo de los otros 2. Por mi lado, mato lobo; bloqueo, esquivo y atizo a lobo un puñetazo.
- ¡Retroceded hasta la cueva! – ordeno.
- ¿Quién te mando líder? – protesta Norman.
- ¡Hacedlo! – grita, Apolo, magullado.
- ¡a la orden! – grita Spike.
- ¡no me dejes solo imbécil! – insulta Norman.
Mientras me abro camino fácilmente entre los lobos, usando un mixto de artes marciales con espada; Apolo tiene muchas más dificultades para hacerlo, recibe diversas heridas de varias consideraciones y aunque tener un objetivo le ayuda a sobrevivir. Spike y Norman por su parte hacen un trabajo en equipo excelente, evitan muchos daños; aunque reciben algunos leves, pero van avanzando lento, pero seguros.
Una vez que llegamos a la puerta de la cueva, Ricki retrocede; hay un oso mucho más grande que el anterior con cristales de varios colores que salen de su propio cuerpo, que parece estar masticando cristales y levemente herido por Ricki.
Me quito dos lobos de en medio y me interpongo entre ambos.
- Apolo, protege al mulo; Norman y Spike evitad que los demás monstruos me ataquen, Ricki ayúdame. – organizo, ninguno pone pegas esta vez.
Apolo acaba con un mono y se interpone entre los monos tras el mulo. Norman y Spike, cargan como locos hacia delante; solo para situarse entre mi flanco y yo. Ricki se pone en pie con sus dos cuchillos, se dispone a enfrentar al gran oso mutado a mi lado.
La espada me trasmite al menos cincuenta escenas similares, Ricki se lanza al ataque pero el oso lo está esperando; para salvarlo pateo su rodilla y al derribarlo, el oso le peina y aprovecho su descuido para clavar mi espada en él.
El oso grita e intenta morderme, ruedo usando de apoyo a Ricki; cortando la barriga del oso y dejando sus tripas al aire, lo peor es que sigue vivo. Apolo sigue luchando contra monos, aguanta el tipo; aunque poco a poco recibe heridas que lo hacen ir retrocediendo, sé que no aguantara mucho sin apoyo. Spike a pesar de que su equipo y nivel es el peor, su entusiasmo y trabajo en equipo con Norman equilibra la cosa; por su lado el equipo de Norman es el mejor y su nivel también, aunque se está esforzando para cubrir las carencias de Spike y pronto llegara a su límite. El oso empieza a perseguirme, destrozando rocas y arboles a su paso de un solo zarpazo; Ricki aprovecha el momento, para entrar en la cueva.
- Cabronazo. – insulto, pensando que me ayudaría.
Una vez dejo a todos detrás y Ricki mete al mulo en la cueva.
- ¡Trabajad en equipo, que no entren en la cueva! – ordeno. – yo me ocupo de este. – comunico.
El oso me mira con sus ojos que brillan con un fulgor especial, mientras que veo que la herida del estómago y las de mi querido amigo Ricki se han curado; viendo eso, me preparo para enfrentarlo de nuevo y esta vez en solitario recibo 100 escenas diferentes.
El oso gruñe escupiéndome los cristales que aún tiene en la boca, me tiro cuerpo a tierra; con una sola mano me lanzo hacia arriba para volverme a levantar, tras eso me lanza la primera garra y ruedo hacia detrás suyo. Le perforo la cabeza desde detrás. Pero el oso no cae, da garrazos al aire; para que no se cure dejo la espada ahí y saco la negra, sin llegar a soltar esta. Perforo su corazón con la negra, pero el oso no cae; clavo la espada y saco como loco, pero todo corte en el que no dejo el arma dentro se va curando.
Viendo la situación, solo se me ocurre cortar su cabeza; asi que le doy espadazos hasta que se la corto, una vez termino me arrodillo jadeante y empapado en sudor mezclada son sangre llena de cristales. Los cristales son absorbidos por mi espada, llenando la empuñadura; de cristales y esta se adorna con las garras del oso, cambiando bastante su apariencia.
- ¡¿pero que coño?! – digo, perplejo.
Mientras recibo nuevas habilidades en mi cabeza…
¡Conjurar fuego recibido!
¡Conjurar agua recibido!
¡Conjurar tierra recibido!
¡Conjurar viento recibido!
¡Aptitud resistencia de Oso!
¡Aptitud vitalidad de Oso!
¡Aptitud fuerza de Oso!
¡Aptitud gruñido de Oso!
¡Entender idioma animal!
¡Sentidos de Oso!
- ¡Ayuda! – pide Apolo
- ¡¡Groar!! – rujo por instinto.
Los animales lo escuchan y salen disparados, dejando a mis magullados; heridos y cansados amigos en paz, mientras que todos buscan atónitos al oso.
Apolo esta con muchas heridas a la par que agotado, Spike tiene muchas magulladuras y algún corte superfluo; Norman solo está agotado y por mi lado, estoy confuso.
- ¿estáis bien? – les pregunto.
- Respiro. – dice Apolo.
- Agotado – confiesa Norman
- En éxtasis – suelta animado Spike.
- Ayúdame, a recoger el botín. – le pido y este asiente.
Cogemos carne de lobos, monos y oso; la piel de estos, las uñas y dientes de los lobos junto al oso. Por último, recojo cristales del gran oso cristal; su piel, su carne y sus garras…dientes, etc.
- ¿Qué tal? – me pregunta Apolo.
- He hecho el mejor trabajo que podía, para no ser peletero o cazador. – digo encogiéndome de hombros. – es un botín demasiado valioso para dejarlo ahí. – le digo.
- Tienes razón – suelta Norman, un poco más recuperado.
- ¿Sabéis que me dado cuenta? – pregunta Apolo.
- ¿Qué? – pregunta Norman.
- ¿el qué? – pregunto más tarde.
- Que necesitamos un barbero, un druida o herbologo; en el equipo. – suelta, Spike y yo reímos; Norman niega con la cabeza, desaprobándolo.
- Por cierto, toma; me dijeron que estos caramelos, si los chupas curan. – digo y le doy uno.
- A buenas horas… - protesta Apolo.
- ¿Qué quieres? No me acordaba. – le confieso y los hago reír a todos.