La esclava sumisa
Relato de obediencia absoluta
Como todas las noches pensaba en no volver a conectarme. Miraba el computador que seguia apagado en el escritorio, pero igualmente, como todas las noches, las ganas me ganaban. La tentación de estar con mi amo era irresistible.
Hace tres meses me habia convertido en la esclava virtual de un hombre de mi ciudad, yo lo conocia solo como Drag, el nunca me revelaria su nombre real. Tenía 34 años y yo 18. El era irresistible y mis ganas de convertirme en una puta sumisa incontrolables.
Poco a poco el habia echo de mi una digna esclava, y aunque paresca increible eran cosas que me exitaban a mas no poder y me enloquecian. Habia empezado ordenandome que me hiciera fotos desnuda, mostrando mis tetas, mi vagina y mi culo. Las siguientes ordenes eran depilarme completamente y mandarle fotos, luego habia pasado a video, manoseandome las tetas y metiendome dedos en vagina y ano.
El siguiente paso era conectarme a chatear con él por skype usando webcam, pero solo él podia verme. Desde un principio yo sabia que no conoceria mas de él que su edad, su seudonimo y que él era mi amo y yo debía obedecer.
Pasa chatear me exigia estar en ropa interior, de encaje rojo como me habia ordenado comprar. Luego ordenaba que me quitara el sostén y comenzara a manosearme hasta ponerme los pezones duros, despues debía quitarme la tanga, meterla en mi conchita y limpiar los jugos que salian de mi, y asi mojada metermela en la boca. Finalmente debía meterme dos y luego 3 dedos en la vagina, masturbarme asi hasta correrme sin sacar nunca la tanga de mi boca.
Otra orden fue comprarme consoladores de diferentes tamaños. A través del chat en video debia irlos probando, metiendo del mas pequeño al mas grande en mi concha para disfrute de mi amo.
Otras ordenes habían sido moverme desnuda por mi casa, el aseguraba que podia ver si yo cumplia o no. Ese dia tuve la mala idea de no cumplir y mentirle respecto a eso, ahí pude comprobar que mi amo me tenia en sus manos. Esa misma tarde salio publicada una foto mia completamente desnuda pero con la cara pixelada. Mi amo me estaba castigando. Aseguraba que a mi proxima desobedencia las fotos serian sin pixelar y todos descubririan mi puta personalidad.
Esta noche me conecté y espere a que llegara. Ya me habia puesto la tanga negra y las botas negras de taco alto que me ordenaba usar ahora.
-Hola putita- saludó el hombre en cuanto llegó.
-Hola amo Drag- saludé tranquila.
-Pon la camara perra- fue su siguiente orden, inmediatamente obedecí- Bien bien, te queda perfecta esa tanga
-Cual es la orden de hoy amo?
-Hoy harás algo especial, saldrás de casa perrita.
-Que?
-Vas a salir de la casa e iras al parque de skaters, ahí buscaras a cualquiera de esos niños y te lo follaras en la plaza que queda dos cuadras mas allá.
-Drag no puedo...
-Callate zorra! Olvidas quien es tu amo!
-Perdon amo
-Te pondras el vestido negro, escotado y corto que te hace ver como puta y te maquillaras como tal. Asi iras. Te doy 10 minutos para arreglarte y salir.
-Si amo
-Debe follarte por todos lados y acabar en tu sucia concha, llenartela de semen y preñarte.
Era impactante, en serio me pedia eso? No, esta vez no iba a obedecerle, era demasiado.
-No amo, no lo haré...
-No? A perfecto zorra, pues toda la ciudad vera tus fotos y los videos en que te comportas como puta... Piensalo bien
Cerré los ojos un momento y pense en las consecuencias. Tenia que aceptar.
-Si amo
-Tienes diez minutos puta, ni uno mas. Y mientras te folla quiero verte con las botas, si te las quitas seras castigada igualmente zorra.
Tras decir esto se desconectó. Fui corriendo y me arreglé como me habia ordenado mi amo, al verme en el espejo noté que realmente me veia como puta, pero no me asustaba, queria ser una puta, me exitaba.
Salí asi, la noche era calida asi que no importaba que anduviera solo con esa diminuta prenda. Llegué al parque indicado y me paré mirando a los muchachos, inmediatamente encontré a mi presa, un niño alto, se veía fornido y grueso, mediante eso calcule que tendria una buena verga.
Le hice una seña y lo llamé, inmediatamente se acercó. Todos me miraban y me gritaban cosas.
-Hola niño- lo saludé con mi mejor voz de puta.
-Hola guapa, que quieres de mi hermosa- saludó el muchacho mirandome sin disimulo.
-Que edad tienes?
-15 años, pero para ti puedo tener 20 o 30... los que quieras hermosa.
Sonreí mirandolo y lo tomé de la mano. Lo llevé sin decirle nada hasta la plaza que mi amo había señalado.
Nada mas llegar busqué un lugar mas apartado, pero al ser de noche en todo caso nadie circulaba por el lugar. Lo acosté en el pasto y me puse a caballo en el muchacho que sorprendido no reaccionaba a hacer nada.
Me moví como puta sobre el hasta que reaccionó, llevo sus manos a mi culo y me levantó la falda liberando mi ricas nalgas. Me las manoseó bien y yo sonreia notando como su bulto crecia entre mis piernas. Llevé mis manos al cierre del vestido y lo abrí bajandolo hasta mi cintura y liberando mis tetas. El muchacho miraba fascinado sin creerse lo que estaba pasando.
Torpemente empezo a mamarme las tetas sin sacar sus manos de mi culito. Yo me sentia muy bien, exitada como loca, mas aun porque sabia que en algun lugar mi amo me miraba.
Me bajé del chico y rapidamente le bajé el pantalon. Empecé a lamerle la verga por sobre el boxer, pero el chico la liberó, ansiaba sentir mi lengua contra la caliente piel de su joven palo. Tenía buen tamaño, suficiente para hacerme gozar, me relamí antes de empezar a chuparsela. Con mi manito acariciaba sus huevos y seguía follandolo con mi boca, lamiendole sobre todo la cabeza al notar que era lo que tenia mas sensible.
La poca experiencia del muchacho lo hizo derramarse al poco rato de mi juego oral, mientras lo lamía empezo a soltar su leche ensuciandome la cara, mas puta me senti entonces y mas exitada estaba.
El chico no queria perder el tiempo y tras terminar me acostó en el suelo. Subió bien mi diminuto vestido y sin ninguna delicadeza me quitó la tanga, luego metio fuertemente dos dedos en mi depilada vaginita y comenzó a moverlos rapido hasta que me hizo gritar de placer. Su juventud le daba la enorme ventaja de recuperarse rapido y ya tenia su verga parada de nuevo, sin preambulo sacó sus dedos de mi interior y me metió la verga completa en un solo movimiento, empezando a embestirme fuerte y rapido mas y mas y mas y mas.
Yo me pegaba enloquecida al suelo gimiendo desesperada gozando como loca de la energia del muchacho que seguia perforando mi conchita a una velocidad increible y con ganas que no bajaban con nada. Siguio y siguio hasta que en un sonoro gemido me derramé.
El chico disfruto viendome convulsionar por el orgasmo y nuevamente retomó el sus brutales embestidas. Lo detuve.
-Ocupa mi otro agujerito cielo, por favor- le pedí gimiendo con mi tono de puta.
El chico no podia creer su buena suerte al encontrar una puta como yo. Me hizo ponerme en cuatro y nuevamente sin piedad me la empezo a meter en el culo, sin siquiera prepararme. Su falta de cuidado me ponia mas loca aun. El chico seguia metiendola hasta que sus huevos chocaron en mi y volvio a retomar el ritmo que traía en mi concha metiendo y sacando rapido muy rapido, fuerte hasta el fondo sin cuidado ni piedad.
Yo gritaba suavemente pero el no hacia caso, solo disfrutaba el placer que le daba mi apretado culo a su joven verga. Seguia dandome con ganas, sujetandome bien de la cadera y moviendome contra el cada vez que entraba haciendo que su verga chocara muy dentro mio, asi siguio salvaje y sin control hasta que llegó dentro de mi culo. Seguia embistiendome mientras me daba su semen, sentia como los chorros me llenaban el culito.
Tras terminar el chico me la sacó, el culito me dolia y lo sentia levemente herido, la leche corria saliendo por mis piernas. Pero aun no terminaba, faltaba lo importante; el chico debia preñarme.
Se acostó cansado a mi lado y yo con mi lengua comencé a tocar su verga, limpiandole los restos de su delicioso semen hasta que se la dejé limpia y dura como palo nuevamente.
Me subí a caballo en el como al principio. Y me meti su verga en la concha. Sin piedad comencé a cabalgarlo rapidamente ansiosa por hacerlo llegar, el me miraba fascinado, acariciaba mis tetas y me bajaba un poco hacia el para lamermelas.
Yo bajé el ritmo y me moví sobre el sin sacar su verga completa de mi interior haciendo circulos con mi cadera, esto lo enloquecio. Me levantó levemente y me mantuvo quieta mientras el se movia metiendo y sacando enloquecido debajo de mi haciendome gritar por el enorme placer.
Cuando el se cansó volvi a cabalgarlo yo, hasta que me corri nuevamente. A los pocos minutos sentí el calor del semen de mi joven juguetito entrando en mi cuerpo. Cerre los ojos feliz de haber cumplido la orden de mi amo.
El chico terminó y tan rapido como fui a buscarlo me vesti y me fui a mi casa dejandolo medio dormido en la plaza.
En todo momento el amo observaba a su sumisa, discretamente masturbandose dentro de su auto...