La esclava de Roma - Libertad (Final alternativo)

Final alternativo de la historia...

(Relato dedicado a "ansu")

Bueno pues...este relato es el final alternativo de la historia "la esclava de roma"...decidí hacerlo ya que una querida lectora llamada "ansu" me pidió que lo

hiciera, pues pensé que era buena idea, y aquí está...

(Es recomendado leer antes las otras partes de la historia, para poder tener más comprensión en esta parte)

Un latigazo cayó sobre el cuerpo desnudo de Lucrecia, la cual despertó sin tardanza.

-¡Levanta, inútil!-gritó César-.Ahora eres mi sumisa, pero no tendré piedad. Levanta. ¡Ya!

Lucrecia fue bendecida por los Dioses con un desayuno espectacular, aunque no tuvo la suerte de poder sentarse en una silla. A pesar de todo seguía siendo una esclava.

-Hoy tendrás tu libertad-dijo César

-¿A que se debe eso, amo?

-Fácil, perra ; dijiste que estás enamorada de alguien, te enviaré con esa persona. Se quién es. Pero antes deberás pasar una prueba.

-¿Que prueba, amo?

-Lucrecia, hoy vendrás conmigo a la taberna, Los Sanguinarios efectuarán una cena, y deberás complacerlos.

-¿Los Sanguinarios?-preguntó ella, confusa

-Es un grupo de hombres y mujeres que aman la sumisión, que la desean más que a nada. Son expertos en torturar gente, así que deberás estar preparada mentalmente.

Ve pensando en las ideas más retorcidas que se te ocurran, quizá así podrás saber lo que te espero.

-Pero...

-No puedes rechistar. Cállate.

Y calló.

César y Lucrecia fueron a la taberna de Los Sanguinarios con uno de sus carros, ser gladiador podía tener mucho dinero. De camino César se puso a conversar con ella :

-¿Sabes por qué volví a la arena?-Lucrecia se quedó mirandole a los ojos, y César prosiguió al darse cuenta-. Para pagar tu viaje. Así que más te vale estar preparada,

y complacer totalmente a Los Sanguinarios. Ellos me pagaron una fortuna para que tu cuerpo pudiese ser follado, no me decepciones. Ni se te pase por la cabeza.

Lucrecia agachó la cabeza, en señal de intimidación.

Llegaron a la taberna y ahí les recibieron de forma cordial.

Se fueron todos a la mesa, y pusieron a Lucrecia encima de ella en posición animal, con las piernas abiertas.

Uno de los sanguinarios empezó a masturbarla, ella se mantuvo inmóvil y firme.

Un vaso de agua helada fue dejado encima de su espalda, de momdo que si se movía demasiado le helaría el cuerpo. De tal modo, hicieron lo mismo pero con bandejas en

sus manos, solo que con agua caliente.

El agua helada cayó casi al momento, ya que Lucrecia estalló en un increíble orgasmo. Lo mismo pasó con el agua caliente.

Ataron las muñecas y los tobillos de Lucrecia en una cruz, su cuerpo miraba de ella, así que estaba de espaldas a quienes la estaban torturando.

Mientras latigazos caían sobre su espalda, uno de los sanguinarios la masturbaba desde detrás, y dos más de ellos tocaban todas y cada una de las partes de su cuerpo.

Lucrecia se portó bien, y fue la mejor de las sumisas.

Al día siguiente, César despertó su cuerpo desnudo con una masturbación anal y una follada. La única vez que la había follado fue esa. Una vez estaba complacido, se

corrió en su espalda, mientras ella estaba en posición animal.

Fue llevada al carro, pero antes de ello quiso conversar con su amo.

-¿Y bien? ¿No estás feliz? Ahora eres libre.

-Bueno...es que...yo...

-Habla.

-Es usted de quien estoy enamorada.

(Aquí empieza el final alternativo)

-Lucrecia, Lucrecia, Lucrecia...Debes comprender que no eres más que una esclava. Tu amor es bien recibido, y siento lo mismo por tí, pero si quieres ser mimada de

vez en cuando tendrás que seguir siendo mi sumisa.-dijo empezándola a masturbar

-Si Amo...-dijo ella, feliz

-Si lo deseas de verdad quiero que te corras aquí y ahora.

-¿En la calle?

-Adiós pues...

-No, no, espere...por favor

-Tienes 1 minuto.

Lucrecia se corrió, llorando de la alegría que sentía por poder complacer a la persona a quien ama...

Llegaron a casa de César, y Lucrecia fue llevada a la paja.

César la ató, y sacó un látigo.

-¿Que...que ocurre Amo?

-Dije que aceptaría que te arrastrases para seguir siendo mi ESCLAVA-dijo remarcando la palabra "esclava"-. Pero te pasaste de lista. Y ahora aceptarás el castigo

con gratitud y la cabeza gacha.

Lucrecia hizo lo ordenado, y fue castigada con 100 latigazos (de mayor a menor intensidad).

César empezó a besarla con una intensidad impresionante, pero a su vez le tocaba el culo con excitación y se la folló. Terminando por follarse su boquita.

-Soy el amor de tu vida y yo el tuyo...pero también soy tu Amo y tu eres mi perra. Nunca lo olvides.-le dijo, y se fue, dejando a Lucrecia tumbada en la paja

Fue en ese momento, antes de dormirse, cuando hubo comprendido que César, "El Extranjero", el mejor y con mejor personalidad de los gladiadores, era su amor y su Amo, no necesitaba nada más en la vida...

Amo y sumisa, enamorados, tuvieron una vida en conjunto...llena de romanticismo y latigazos.