La esclava de Roma - Libertad

Lucrecia será liberada como sumisa por su desobediencia, pero antes deberá complacer a un grupo de gladiadores que se reúnen en una taberna, entre los cuales está César.

(Es recomendado leer antes las otras partes de la historia, para poder tener más comprensión en esta parte)

Un latigazo cayó sobre el cuerpo desnudo de Lucrecia, la cual despertó sin tardanza.

-¡Levanta, inútil!-gritó César-.Ahora eres mi sumisa, pero no tendré piedad. Levanta. ¡Ya!

Lucrecia fue bendecida por los Dioses con un desayuno espectacular, aunque no tuvo la suerte de poder sentarse en una silla. A pesar de todo seguía siendo una esclava.

-Hoy tendrás tu libertad-dijo César

-¿A que se debe eso, amo?

-Fácil, perra ; dijiste que estás enamorada de alguien, te enviaré con esa persona. Se quién es. Pero antes deberás pasar una prueba.

-¿Que prueba, amo?

-Lucrecia, hoy vendrás conmigo a la taberna, Los Sanguinarios efectuarán una cena, y deberás complacerlos.

-¿Los Sanguinarios?-preguntó ella, confusa

-Es un grupo de hombres y mujeres que aman la sumisión, que la desean más que a nada. Son expertos en torturar gente, así que deberás estar preparada mentalmente.

Ve pensando en las ideas más retorcidas que se te ocurran, quizá así podrás saber lo que te espero.

-Pero...

-No puedes rechistar. Cállate.

Y calló.

César y Lucrecia fueron a la taberna de Los Sanguinarios con uno de sus carros, ser gladiador podía tener mucho dinero. De camino César se puso a conversar con ella :

-¿Sabes por qué volví a la arena?-Lucrecia se quedó mirandole a los ojos, y César prosiguió al darse cuenta-. Para pagar tu viaje. Así que más te vale estar preparada,

y complacer totalmente a Los Sanguinarios. Ellos me pagaron una fortuna para que tu cuerpo pudiese ser follado, no me decepciones. Ni se te pase por la cabeza.

Lucrecia agachó la cabeza, en señal de intimidación.

Llegaron a la taberna y ahí les recibieron de forma cordial.

Se fueron todos a la mesa, y pusieron a Lucrecia encima de ella en posición animal, con las piernas abiertas.

Uno de los sanguinarios empezó a masturbarla, ella se mantuvo inmóvil y firme.

Un vaso de agua helada fue dejado encima de su espalda, de momdo que si se movía demasiado le helaría el cuerpo. De tal modo, hicieron lo mismo pero con bandejas en

sus manos, solo que con agua caliente.

El agua helada cayó casi al momento, ya que Lucrecia estalló en un increíble orgasmo. Lo mismo pasó con el agua caliente.

Ataron las muñecas y los tobillos de Lucrecia en una cruz, su cuerpo miraba de ella, así que estaba de espaldas a quienes la estaban torturando.

Mientras latigazos caían sobre su espalda, uno de los sanguinarios la masturbaba desde detrás, y dos más de ellos tocaban todas y cada una de las partes de su cuerpo.

Lucrecia se portó bien, y fue la mejor de las sumisas.

Al día siguiente, César despertó su cuerpo desnudo con una masturbación anal y una follada. La única vez que la había follado fue esa. Una vez estaba complacido, se

corrió en su espalda, mientras ella estaba en posición animal.

Fue llevada al carro, pero antes de ello quiso conversar con su amo.

-¿Y bien? ¿No estás feliz? Ahora eres libre.

-Bueno...es que...yo...

-Habla.

-Es usted de quien estoy enamorada.

César se fue.

-¿Dónde va?-preguntó ella

-Lo siento, Lucrecia. Para mi eres poco más que un culo y una boquita perfectos.

Y se fue, separando así su destino.

César triunfó como gladiador, aunque en realidad nunca más fue feliz ; el también amaba a Lucrecia, pero un gladiador tiene que renunciar a cualquier cosa que no sea

luchar si alcanzar la gloria es lo que desea. Amó siempre más a Lucrecia.

Un buen día, cuando ambos eran mayores, coincidieron en el circo Romano, estaban uno al lado del otro ; pues, las batallas seguían siendo satisfactorias a pesar de que

ninguna de ellas pudiera llenar el hueco que dejó "El extranjero" al dejar la espada.

-¿Cómo fue tu vida?-preguntó César

-Fatal, ¿La tuya?

-Peor.

Un beso se fundió en sus labios.

El tiempo que habían perdido se recuperó desde entonces hasta el fin de sus días.

Y así fue como concluyeron dos historias :

-La historia de "El extranjero", el mejor de los gladiadores de Roma.

-La historia de Lucrecia, la esclava de Roma.

FIN.