La esclava de Marcos (1)

Como dejo que un amigo de mi hermano me haga su esclava, pero gozé siedo su esclava...

A Marcos lo conocí porque era amigo de un primo mío, cuando me lo presentaron me gusto mucho su forma de vestir y era bien amable, a parte de ser bien simpático, desde un comienzo congeniamos bien, claro que él no sabía que yo me vestía de chica, así que por el momento todo estaba bien. Al despedirnos el me pidió mi número de teléfono, el cual normal se lo di, quedo en llamarme un día para ir a parrandear.

A la semana siguiente me llamo para ir a un fiesta así que normal, quedamos en encontrarnos y de ahí fuimos a la fiesta, lo único que hicimos en la fiesta fue hablar sobre él y pues sobre mi también, pero me interesé mucho en como vivía y todo eso, me comentó que vivía en un departamento muy cerca de donde vivía yo y pues que lo hacía solo ya que sus padres vivían en otra provincia y por las ganas de superación que él tenía, se había venido a la ciudad para probar suerte, cosa que le estaba yendo muy bien. Al final de la noche quedo en irme a visitar un día de estos.

Un día que mis padres y mis hermanos habían salido hacer sus cosas, pues no lo pensé dos veces y me comencé a vestir de mujer, me puse una tanga de encaje y su brasier que hacía juego con la tanga, me puse una faldita corta y una blusa, me maquillé y me puse mis aretes de presión, estaba de lo mas linda y en eso suena el timbre de la puerta, así como estaba vestida salgo a husmear quien era y me doy cuenta que era Marcos, no sabía donde meterme, así que fui corriendo a mi habitación y me cambié de ropa lo mas rápido posible, me puse un short suelto y un polo azul, solo me quede con mi tanga puesta y le fui abrir la puerta, cuando abrí la puerta Marcos se me quedo mirando sin decirme nada, solo atinó a saludarme y decirme que estaba por acá y pues paso a saludarme, lo hice pasar a la sala y nos pusimos hablar, después de estar hablando un rato, me fui al baño y al mirarme al espejo me di cuenta que se me había olvidado quitarme el maquillaje, así que me lavé bien la cara y salí a seguir hablando pensando en que nada había pasado.

Cuando llegue Marcos, se quedo mirándome y seguimos hablando de todo un poco, hasta que llego el momento en que me hizo la pregunta, me preguntó porque estaba pintada como mujer, sinceramente no sabía donde meterme, agarré valor y le conté que me vestía de mujer cuando no había nadie en mi casa, Marcos sonrió y me dijo que le gustaría verme vestida de mujer para él, cosa que me excitó muchísimo ya que no pensaba que esa iba a ser su reacción. Así que me fui a mi cuarto y me saqué la ropa que tenía puesto, fui a mi closet y saqué un jean azul a la cadera que me quedaba bien apretado y hacía relucir mi trasero, la tanga que traía puesto sobresalía en el jean, el brasier negro y me puse un top blanco apretado que dejaba ver mi brasier. Me maquillé de nuevo y me puse los aretes, me eche mi mejor perfume para Marcos, me vi al espejo y estaba divina, así salí a la sala para que me viera Marcos.

Cuando llegue a la sala, le dije: "Hola soy Verónica", Marcos me vio, se quedo con la boca abierta, me dijo que si me hubiese visto en la calle pues no me hubiera reconocido porque estaba bien linda, me pidió que diera una vuelta, yo toda coquetamente me di la vuelta, cuando termino de darme la vuelta, Marcos se para y me agarra la cara con sus dos manos, me acerca a la suya y me da un delicioso beso en los labios, eso me hizo ponerme a mil por hora, mientras me besaba baja una de sus manos y comienza a tocarme mi culito, deja de besarme, se acerca a mi oreja y me dice, que le excita mucho el jean que traigo sobre todo porque le dejo ver mi ropa interior, se separa de mi y me dice, mira como me has puesto, se baja el pantalón de un solo tiro y sale su verga que está bien parada, medía unos 20 cm y era bien gruesa, se me hizo agua a la boca de solo verla, así que Marcos me agarra una mano y me la lleva a su verga, comienzo a subir y bajar mi mano, estoy muy emocionada por tener esa verga en mi mano, así que me arrodillo delante de él y comienzo a besarla y acariciarla, pasaba mi lengua por la cabecita y de ahí me llevaba a la boca, estuve chupándosela un buen rato, solo escuchaba gemidos de él, hasta que me agarro la cabeza con sus manos y comenzó hacer mas rápido sus embestidas en mi boca, sabía que iba a llegar, solo quería saborear ese delicioso néctar llamado semen, con un fuerte gemido desparramó toda su leche en mi boca, era tanta que no pude contenerla así que se me cayo un poco en mi polo. Cuando se separa de mí y me mira, me dice que le gusto mucho esa chupada que nunca antes se la habían chupado así, también me dijo que le gustaba mucho como me quedaba ese pantalón, me dijo que quería hacerme su putita en ese momento, pero al ver la hora le dije que no podía porque ya iba a llegar mi madre, así que el me hizo prometerle que iría a su habitación mañana y sería su esclava, yo le prometí porque ya llegaba mi madre, así que se fue satisfecho, no sin antes darme un beso en mis labios y me dijo, me gustas mucho Verónica, pero me vas a gustar mas cuando seas mi esclava.

Esa noche no pude dormir, de solo pensar en Marcos, al día siguiente muy temprano aliste mi mochila en la cual puse un faldita chiquita blanca, un top rojo que dejaba ver mi ombligo y un brasier blanco, la trusa me la puse encima de mi short y así me fui a su habitación. Cuando llegue, Marcos ya estaba despierto, me abrió la puerta y me dijo que en el baño estaba todo lo que necesitaba, al entrar al baño, había una faldita de colegiala, blusa blanca y unas medias blancas que me llegaban casi hasta la rodilla, cuando terminé de cambiarme me quedaba de maravilla esa ropa, pude notar que la faldita era realmente chica, prácticamente se veía mi trusa blanca, terminé de maquillarme y salí, Marcos todavía estaba con ropa, estaba sentado al borde de la cama y me pidió que caminara un rato, al caminar noté que no podía quitarme la vista de mi trasero, cuando pase por su lado me levantó la falda y pudo ver mi trasero con la tanga metidita, eso parece que le excitó muchísimo, de ahí agarro un papel y lo lanzó como a 3 metros de donde él estaba, me ordeno recogerlo sin doblar mis rodillas, así que lo mas coquetamente fui hasta el papel, junté mis dos piernas y me agaché sabiendo que Marcos vería todo mi trasero, eso parece que lo excito mucho mas, porque cuando me levanté y me volteé para llevarle el papel, el ya estaba de pie, me dijo, te estás portando muy bien perrita, ahora arrodíllate delante de mí, yo como su esclava me arrodille delante de él, Marcos se baja el pantalón y deja su verga delante de mi cara, estaba totalmente erecta, lo único que pude hacer fue llevar mi mano a su verga, comencé a mover mi mano masturbándolo, mientras que mi lengua la iba pasando por el agujerito para tomarme ese líquido que salía, no aguanté mas y comencé a chupárselo, Marcos comenzó a gemir y decirme que bien lo haces putita, estuve así por unos 5 minutos, Marcos me dice que me levante, se agacha y me saca mi trusa, de ahí coge el papel y lo lanza de nuevo pero a 2 metros, me ordena recogerlo pero esta vez que abra mis piernas al momento de hacerlo, yo como toda buena esclava, voy hacia el papel, abro mis piernas y me agacho para recogerlo, Marcos se pone detrás de mí, agarra mis caderas y de un solo empujón me clava toda su verga en mi culito, me hizo gritar al sentir algo tan grande y ancho entrando por mi culito, Marcos solo se rió, comenzó a meterla y sacarla, wow era algo sensacional ya no sentía dolor sino era mucho placer, Marcos la sacaba toda y de ahí me la empujaba de nuevo toda, me hacía gemir con cada embestida, su mano derecha deja de coger mi cadera y comienza a darme palmaditas en mi nalga, Marcos comienza a decirme mientras sus palmaditas son mas fuertes, Verónica eres la mejor putita que me he cogido, me encantas como esclava.

Estuve en esta pose como 10 minutos, los cuales fueron de mucho placer, Marcos me la saca y me dice, ahora putita te la voy a clavar como lo que eres así que ponte como una perrita, solo tuve que juntar mis piernas y de ahí flexionar mis rodillas y ya estaba como toda una perra en celo queriendo que mi macho me penetre, Marcos pone sus manos en mi espalda y de un solo empujón me mete su verga, ya no era dolor ahora era solo placer, comenzó nuevamente a penetrarme duro y con su mano golpeaba mi nalga, solo escuchaba su gemir y decirme lo perra que era, a mí me encantaba lo que me estaba haciendo, en una de esas Marcos me la saca toda y me dice que le prometa que siempre voy hacer su esclava, yo como estaba con ganas de que me siga penetrando le juré que siempre sería su esclava, dicho esto me vuelve a penetrar, como a los 10 minutos no aguanté mas y llegue a mi primer orgasmo, él con una risita me dijo que cuando yo llegaba apretaba más y eso le gustaba mucho a él, como a los 10 minutos Marcos comienza acelerar un poco mas y de un gemido me suelta toda su deliciosa leche dentro de mí. Comienza a decirme lo mucho que le gusto mi culito, pero lo que más le excito fue que él siempre quiso follarse a una colegiala.

Al momento de pararse, me ordena que le limpie su verga, lo cual me arrodillo de nuevo y comienzo a chupársela, en lugar de bajar su tamaño comienza a crecer nuevamente, me emociono de nuevo al saber que seguirá dándome mas placer, después de chupársela por un buen rato, el se sienta en una silla y me dice, ven perrita que ahora te quiero ver cabalgando, me pongo delante de él y él me dice, quiero ver tú culito, le doy la espalda y comienzo a bajar, en eso siento que su puntita en mi culito, y el agarrándome de mis caderas de un solo tiro me hace sentarme encima de su verga, que delicioso se sentía, solo me dejaba llevar por el ritmo de Marcos, estuvimos así unos 15 minutos, de ahí mi gran macho me ordena que me eche en la cama boca arriba, yo obediente como la esclava que soy me echo, Marcos se lleva mis piernas a sus hombros y me penetró nuevamente, me gusto mucho esta pose porque podía ver la cara de placer de Marcos, de ahí Marcos me dijo lo hermosa que era y que le gustaba mucho follarse mi culito, yo solo atiné a decirle que a mí también me gustaba mucho y sobre todo me gustaba mucho su gran verga, parece que eso lo excito mucho mas porque me comenzó a dar mas duro, así estuvimos como media hora diciéndonos cosas obscenas lo cual nos calentaba mucho mas, de pronto paro y me ordenó chupársela, cosa que cumplí rápidamente, después de chupársela un rato llego el precioso líquido el cual me tomé todo sin desperdiciar ninguna gota.

Marcos se vistió, me dijo lo mucho que le había gustado mi culito, me hizo recordar que le había prometido ser su esclava cuando quiera, con esa sesión de sexo realmente me gustaba ser su esclava, también me dijo que él me compraría la ropa que yo él quisiera que yo me pusiera y también me dijo que podría ir cuando quisiera. Dicho esto me fui a cambiar y salí con mucha satisfacción de la habitación de Marcos.

Aquí termina mi relato espero que les haya gustado, después les contaré todo lo que me hizo hacer Marcos, cosas que me gustaron mucho.