La envidia a veces es buena
Después de escribir y fantasear con un chico adolescente la casualidad me presenta la oportunidad de cumplir esa fantasía
Después de desvanecerme en más de un orgasmo, imaginando lo bien que lo pasaba la tía de Carlitos, pues no podía hacer otra cosa que sentir esa experiencia, claro, no iba a ser Carlitos, esta vez seria Andrés; y quien es Andrés, bueno él es el novio de la hija de una pareja que hace poco se convirtieron en nuestros vecinos, desde que los conocí, jamás miré al chico con ningún tipo de deseo o malicia, para mí era “X” pero a raíz de leer y escribir los relatos de Carlitos y su calenturienta tía empecé a tener mucha curiosidad por buscar un chico bastante más joven.
Mis nuevos vecinos eran una pareja ya madura, tenían una hija de 17 (la novia de Andres) y un hijo de 20 que al parecer estaba estudiando fuera de la ciudad, así que Andrés hacía las veces de hijo, por lo que me daba cuenta pasaba una gran cantidad de tiempo visitando a su novia y suegros.
La chica era una verdadera belleza, en la flor de la edad, su cutis era perfecto y su cuerpo parecía esculpido a mano, delgado y firme.
La verdad es que poco a poco fui desarrollando una relación con la madre y la hija, al ser nuevos, necesitaban mucha ayuda con diversas cosas y yo con mucho gusto me ofrecía a ayudarles.
El esposo instaló un pequeño taller de carpintería en su casa y constantemente se oía mientras trabajaba con la madera, se veía que el hoobie le gustaba bastante porque pasaba muchas horas metido en el taller.
Un buen día mientras visitaba a mi nueva amiga, su marido y Andrés trabajaban en el taller, como dije con anterioridad por lo que veía Andrés pasaba mucho tiempo en casa de sus suegros y casi casi podíamos decir que vivía ahí.
Mientras conversaba con mi vecina, Andrés salió del taller para ir a la cocina, mientras yo estaba en la sala lo saludé de lejos y lo que vi realmente me gustó, creo que hasta me mojé un poco.
El tipo estaba sudado por el trabajo, su pecho desnudo, con su torso y sus brazos moldeados por el ejercicio y retocados morbosamente por el sudor que recorría su cuerpo, era imposible para cualquier hembra el no tener pensamientos pecaminosos, mucho más imposible para una hembra puta y perversa como yo.
A partir de ahí y con el antecedente de los relatos empecé a mirar al muchacho de otra forma, pasó de ser un tipo más a una especie de trofeo que me interesaba mucho llevarme a mis vitrinas, ahora lo veía como un macho digno de llevarlo a la cama.
Era tanta la tentación que empezaba a estar más dispuesta a correr riesgos que tradicionalmente no corro, el ligarme a un vecino era algo que estaba fuera de mi presupuesto, no es el tipo de amantes ocasionales y fáciles de dejar que me gusta tener.
Una vez que Andrés me había mostrado sus atributos (consciente o inconscientemente), me parecía justo el encontrar la manera de que “casualmente” yo pudiera mostrarle al muchacho con qué herramientas de seducción contaba la puta que escribe estas líneas, era sólo cuestión de encontrar las situaciones correctas.
Pude percatarme que los sábados por las mañanas ambos hombres trabajaban en el taller y que en varias ocasiones Andrés trabajaba solo por espacios largos.
Así que un buen día aproveché nuestra cercanía y el conocimiento que ya tenía de sus rutinas, dejé una de nuestras ventanas abiertas, corrí las persianas y Andrés podía verme con relativa facilidad desde el taller.
Previamente me había puesto un conjunto de ropa interior que dejaba muy poco a la imaginación, luego coloqué algunas ropas sobre mi cuerpo como mero pretexto para luego despojarme de ellas, el tema importante era enseñar mi cuerpecito con ese conjunto de puta que me quedaba a la perfección.
Así que ya con la ropa puesta, me acerqué a la ventana y vi que el chico trabajaba solo, poco a poco comencé a desvestirme fingiendo no darme mucho cuenta de qué era lo que pasaba a mi alrededor.
Me tomé mi tiempo para asegurarme que mi posible presa eventualmente volteara a verme, fue cuestión de tiempo para cuando sentí su mirada, voltee a verlo y por un segundo ambos nos miramos a los ojos, contrario a lo que esperaba, el tipo no retiró su mirada al darse cuenta que yo lo observaba.
En ese caso fui yo la que fugazmente lo miré y rápidamente fingí demencia e hice como si nada pasara, seguí con lo mío, fui por algunas otras prendas de ropa, regresé a la ventana y pretendí que solo me cambiaba de ropa.
Ya vestida nuevamente, regresé a mirar al amateur carpintero y pude ver que no había perdido detalle de mi exhibicionismo, con el pretexto de que yo ya tenía ropa y que había pretendido que nada sucedía, lo saludé como si tal cosa, como si no supiera que justo unos segundos antes le había mostrado descaradamente mis enormes tetas y mi gran culo.
Comencé a propiciar más tardes con la esposa y con la chica, además decidí que en definitiva quería llevarme a la cama a Andrés.
Si de por si a diario me visto muy seductora y provocativa elevé un poco más mis mini faldas y mis tacones, mi pecho que de por si era cubierto por telas muy finas y escotes pronunciados ahora iban libres sin brasier.
En cada una de las visitas Andrés me miraba mucho, pero me llevé una sorpresa, el chico no tenía nada de recatado.
Los vecinos al parecer le tenían tanta confianza al tipo que en ocasiones salían los fines de semana y dejaban a la hija sola en casa, sobra decir que con lo perverso que parecía el novio, estos fines de semana eran aprovechados por la pareja de adolescentes y con regularidad el chico se quedaba a dormir aprovechando que les quedaba la casa para ellos solos.
Uno de esos fines de semana coincidió con un viaje de mi marido, el viernes por la noche yo estaba sola en casa y no pensaba salir, creo que mis vecinos habían salido por la tarde así que evidentemente Andres ya estaba en la casa de su novia con maleta en mano desde esa misma tarde.
Como dije, por la noche yo me quedé sola, abrí un botella de vino y me puse a escribir, precisamente estaba trabajando en el final de los cuentos de Carlitos y ya estaba caliente pensando, fantaseando y escribiendo, cuál fue mi sorpresa cuando tocaron mi puerta y al abrir veo a mi adolescente vecina.
La chica estaba hecha una verdadera puta, un vestido pegado y súper corto apenas tapaba sus bien trabajo trasero, un escote doble por delante y por detrás, llevaba casi toda la espalda descubierta, sus senos de buen tamaño y firmes a la vista, y sus pezones por demás evidentes.
Además vestía un collar estilo sumisión, me miró con cierta pena, yo traté de no mostrar asombro, si alguien entiende lo que es vestirse como puta soy yo
Me dijo que tendrían una pequeña fiesta más tarde y quería pedirme algunas cosas prestadas, le di lo que quería y de inmediato se alejó.
Yo supuse con un alto grado de certeza que el muy cabrón del novio la había mandado a exhibirse conmigo, me había mandado el mensaje de que la chica era su puta y de cómo se daba el juego en su relación.
Al parecer el cabrón era un perverso y la chica aún tímidamente empezaba a convertirse en su puta sumisa, al menos esta impresión me daba
Esa noche víctima de la escritura, del vino y de lo que acababa de pasar me fui a la cama caliente y cachonda, no sin antes regalarme un par de orgasmos a mí misma antes de dormir.
La noche siguiente mi marido seguía fuera, así decidí jugar un poco con ellos, yo también quería mandar un mensaje, alisté un par de cambios de ropa y toqué la puerta de los jóvenes vecinos.
Le comenté a la chica que nos habían invitado a mi esposo y a mí a una fiesta de disfraces, que era una fiesta pequeña de amigos de hace muchos años y que se les había ocurrido la puntada de que la temática de la fiesta era putas y padrotes.
A mi amiga le causó gracia y curiosidad la temática, yo por mi parte le hice a la actriz y le decía que realmente estaba un tanto preocupada por el tema, le decía que a pesar de ser amigos de mucha confianza quería no pasarme de la raya pero tampoco quería desentonar con la temática.
Así que le expresaba mi deseo de vestirme de puta, sin verme tan puta, pero que era importante que no me viera mojigata, como digo quería no desentonar, no pasarme de puta ni pasarme de recatada.
Evidentemente la fiesta no existía, todo era parte del mismo plan de divertirme y de exhibirme con el “buenote” de mi vecino.
Así que llevaba un vestido súper ajustado y escotado como primer cambio de ropa y unos legg inns y un top para el segundo cambio.
Ambas prendas contaban con las características que tenían aberturas a los lados, así que en ambos casos era imposible el usarlas con ropa interior, esto sin duda le daba un contexto sexoso a las ropas; de que con los dos cambios me veía puta era toda una realidad.
Dicho lo anterior le expliqué a mi amiga mi necesidad, y se ofreció a ayudarme, nos retiramos a su habitación y me puse el primer cambio que en este caso era el vestido.
Mi amiga me halagó el atuendo, yo le expresaba mi preocupación no tanto por lo que pensaran las chicas sino lo que pensaran los hombres, este comentario tenía toda la intención de que me ofreciera a su novio como juez.
La chica no era tonta y creo que dado lo hecho por ella un día anterior y lo que yo ahora hacía sospechaba de todo el entorno, mas suelta y relajada que el día anterior mi nueva amiga disparó:
- Pues si gustas le llamó a mi novio para ver qué opina, la verdad no puedo hablar por los hombres, creo que es el único que puede ayudarnos.
- Ay no como crees¡¡ me da pena
- Pues no quieres una opinión de un hombre? Es la mejor opción, así sólo te ve uno en vez que te vean varios, además es de confianza, no te vas a sentir incómoda para nada. Además fíjate que casualidad justo ayer nosotros teníamos una fiesta con la misma temática, me viste no? No era casualidad, creo que ese tipo de fiestas se están poniendo de moda
- Si tu lo dices, mmm pero no te molesta ni te incomoda verdad?
- Claro que no, somos amigas y tú te has portado muy bien con nosotros desde que llegamos.
- Ok entonces
Así le llamó a su novio al entrar los ojos del tipo fueron un poema cuando me vio con el vestido.
Su novia le explicó la situación, mientras ella hablaba, no sé si el tipo la escuchaba, no perdía oportunidad de ponerme la vista de encima desde que entró a la habitación no dejó de mirarme, yo hacía lo propio, lo miraba sin disimular mucho y ocasionalmente le sonreía
De esta forma pasé al baño y procedí a cambiarme de ropa, le verdad es que éste nuevo atuendo era para mí más escandaloso y cachondo
Al salir los ojos del muchacho se salían por su cara, aproveché entonces para darme una vuelta, sacar un poco o un mucho el culo y las tetas.
Una vez que ambos atuendos fueron presentados la conclusión de nuestro amigo fue clara y contundente:
- El segundo es más de puta, creo que para lo que buscas el vestido es lo mejor.
Me encantó su respuesta, clara y seguro de sí mismo, sin falsas cortesías expresando con claridad su pensar y opinión.
Así les agradecí la opinión y me despedí, aproveché la ocasión para al despedirme darle un buen abrazo al chico y arrimarle con cierto descaro mis tetas a su pecho, me calentó la idea de eventualmente volverlo a hacer sobre su pecho desnudo y sudoroso, justo como lo había visto unos días antes.
He de confesar que al estar sola en casa y después de todo lo sucedido llegué a mi habitación saqué mi vibrador y me di una masturbada de época, terminé riquísimo mientras fantaseaba con una buena cogida con el vecino, en verdad quería que el carpintero me diera una buena clavada con su martillo personal.
Al día siguiente fui al súper a hacer algunas compras, la verdad es que aproveché para vestirme muy sexy para acaparar miradas a mi paso y por si me topaba a mi atractivo vecino.
Al regresar a mi hogar mientras me estacionaba vi a mi vecino fuera de su casa, me estacioné y caminé hacia donde se encontraba al muchacho.
Entonces le pedí que me acompañara al estacionamiento a subir unas cajas con algunas cosas que había comprado para esa ocasión.
Andrés muy amable me dijo que si y me acompañó, llegamos al auto, yo procedí a abrir la cajuela quedando entre el chico y el vehículo.
Al abrir la cajuela con toda la intención fui por las bolsas de más atrás, me tomé mi tiempo y saqué descaradamente mi enorme y redondo trasero.
En eso estaba cuando siento que Andrés me toma por la cintura rodeándome con uno de sus brazos, se pega a mí, con su otra mano giro mi cabeza hacia donde estaba la de él y comienza a besarme muy cachondamente, al mismo tiempo su verga erecta bailaba con mis inmensas nalgas, yo con más placer que sorpresa no opuse resistencia, pero Andrés me mantuvo en esa posición, al ver mi entrega movió la mano que tenía en mi cara y comenzó a sobar salvajemente mis tetas, la blusa que tenía era ancha y liviana así que no tuvo mucho que hacer.
Andrés me hizo girar, ahora sus manos me despojaron de mi delgada blusa, comenzado a chupar y lamer mis tetas, a mí no importaba donde estaba, era raro que a esa hora estuviese alguien en el estacionamiento y si lo estaba era lo que menos me importaba.
Yo comencé a buscar su paquete por encima de su pantalón, era una pieza colosal, inmensa, entonces escuché:
“La señora buenota quiere esta verga?”
Súbitamente desde mí nunca y sin soltar el pelo, me hizo ponerme de rodillas, me hinqué frente a él y tuve a centímetros de mi boquita esa hermosa pieza morena, grande, gorda y peluda, yo por mi parte no dejaba de acariciarla
- Y ahora te gusta lo que ves PUTA?
- Mmm como mme dijiste?
Yo le jalaba la verga con una mano y con la otra me tocaba una de mis tetas mientras estaba de rodillas frente a este imponente macho.
- PUTA, te he dicho PUTA, porque eso eres, una pinche puta barata que se muere por mamarme la verga
Con esas palabras tan llenas de morbo mi calentura ya estaba en el extremo, por fin podía tener lo que mi cuerpo sexoso merecía, y no iba a dudar en pedirlo o rogarlo como debe de hacerlo una buena puta como yo.
- Si papito, puedo mamarte la verga?
- Puedes pedirlo mejor puta, gánate el derecho de tener mi verga en tu boca de sucia perra
- Papi, nada le daría más gusto a este puta mama vergas, que el que me dejes mamar tu hermoso y enorme pedazo de carne, puedo papito?
- Puedes zorra
Entonces comencé a mamar, de inmediato lo hice con pasión, nunca lo hice despacio, ni me di mi tiempo, lo hacía desesperada, como si fuera una persona con días sin comer y de repente encuentra comida, justo así, con desespero, con prisa, queriendo llevarse a la boca algo que por mucho tiempo se ha deseado y no se había tenido, como satisfaciendo una necesidad indispensable.
Mientras mamaba tocaba mis tetas, estaba tan pero tan caliente, que estaba fuera de mí, yo gozaba más que él, me tenía al límite, quería que me puteara, quería que hiciera conmigo lo que quisiera y me tratara como lo que soy cuando me caliento, una puta deseosa de verga y de sexo salvaje y morboso
Me levantó y volvió a girarme subió mi mini falda verde tomo mis empapadísimos hilos y los arrancó de un solo golpe, sin más ni más, me empujó toda su vergota, con apenas palparla sabía que era gruesa y larga, ahora sentía en su total y real dimensión un monstruo de verga, la cual gracias a mis abundantes líquidos entró sin mayor resistencia.
Andrés me cogía como la más puta de todas, sobre la tapa de la cajuela de mi vehículo, en un estacionamiento, pero era tanto el placer que sentía y el morbo por el lugar y como se habían dado las cosas que sumisa me entregue a Andrés
- Dame papi soy tuya, tuya
- Así me gustan las viejas, bien putas
Inmediatamente me soltó una nalgadita que se escuchó en todo el estacionamiento
- Papi dame más, otra papi
Me complació y repitió la acción para inmediatamente colocar ambas manos en la parte media de mi espalda comprimiendo mi cuerpo aún más contra el vehículo, Andrés literalmente me montó sobre la cajuela abierta de mi auto, empujaba con gran fuerza y sus embestidas me estaban llevando a un orgasmo magistral.
- Así, más, más, assshhh, dame más
Justo ahí mi cuerpo se estremecía como nunca
- Papiiiiii, uyyyyyy, rico
Mis jadeos eran más sonoros, mi bien dotado chico disfrutaba esto y continuaba dándome verga a mi placer
Un leve aumento en sus movimientos me hizo suponer que estaba pronto a acabar
- Papi dame en cuatro patas, papi, por favor
Tal era mi excitación que no me permitía imaginar lo que se me venia
- Segura?” pregunto Andrés
Alcance a girar mi perfecta cara de puta le respondí
- Si y mucho
Andrés sacó su descomunal verga de mi inundada y dilatada cuca me llevó a la parte de atrás del auto y así empinada apuntó su glande en mi vagina con mi culo empinado, comenzando a empujar, el placer era de lo mejor, lamentablemente la superficie de mi carro no me permitía un buen agarre así que opté por empujar mi culo en contra de su verga, hasta que sentí un placer descomunal que pronosticaba mi corrida.
- Uyyyyyy, papi, termina en mi culo, no pares
Andrés comprendía lo que le pedía y sin más reparos siguió con su trabajo para comenzar un frenético bombeo, el placer se incrementaba y mi calentura seguía intacta, traté, en vano, de incorporarme, pero mi macho de una forma brusca me recordó que él mandaba, presionándome contra mí ya mojado carro.
- Te voy a llenar el culo de leche perra
Empiné lo poquito que pude mi gran trasero para recibir la acabada de mi amante adolescente.
Andrés se corrió fuera de mi culo, solo después de eso me recompuse y en las condiciones que me dejo me volví a él tome su cabeza con mis manos y lo besé con tanta lujuria que hasta mordí sus labios.
Ambos nos arreglamos las ropas lo mejor que pudimos, el tiempo pasó volando, pero para mí se detuvo; Andrés tomó una las cajas y nos dirigimos a nuestras casas, yo delante de mi macho moviendo lo más que podía el trasero, nadie más se veía por allí, Andrés no decía nada, antes de llegar a las casas escuché esto:
- Entiendes que eres mi puta?”
Me acerque lo miré fijamente y respondí
- Creo que ya te respondí en el estacionamiento papi
BESOS A QUIEN GENERO E HIZO POSIBLE ESTA HISTORIA¡