La Entrevista De Trabajo

Paula por fin consigue una entrevista de trabajo en una gran empresa, las pruebas que tendrá que superar para conseguir el puesto harán que consiga el mejor trabajo y los mejores orgasmos de su vida

Lunes ocho de la mañana, suena el despertador para Paula, hoy tiene una importante entrevista de trabajo, después de meses sin encontrar nada decente, tras una larga ducha relajante para calmar los nervios empieza a vestirse con la ropa que eligió la noche anterior. Una blusa blanca, algo entallada y quizás un poco transparente, pero perfecta para una oficina, no tiene demasiadas blusas, si la cogen tendrá que comprarse más, seguro, tras ponérsela ve que se transparenta un poco el sujetador de encaje que lleva, es azul, a juego con su tanga, porque sí, hoy se pone tanga, para sentirse sexy, segura, y sobre todo, para sentir que domina la situación, unas buenas medias de liga y por último la falda de tubo negra, no demasiado larga, tampoco demasiado corta, un palmo por encima de la rodilla. Se mira al espejo, solo faltan los zapatos, unos zapatos negros con tacón alto que estilizan su figura algo redondeada,  se da una vuelta mirándose con detenimiento, es el vestuario perfecto, realza sus virtudes, como su enorme pecho o su redondo culo, y disimula sus imperfecciones, como sus piernas o su barriga algo más abultada de lo deseado.

Después de maquillarse y perfumarse coge la carpeta con su currículum, el bolso y sale a la calle decidida a volver a casa con un nuevo trabajo.

Después de media hora de metro y muchos mirones que no le incomodan en absoluto llega al edificio que le han citado, uno de esos enormes llenos de oficinas. Tras llegar a la sala de espera ve que otras dos chicas están ahí esperando, igual que ella seguro han escogido su vestuario al detalle, las mira y vuelve a mirar su ropa, ella está más sexy, lo sabe, y decide que antes de entrar desabrochará un botón más de su blusa.

Al escuchar su nombre se levanta decidida, ese trabajo será suyo cueste lo que cueste, tras la puerta la espera un imponente hombre de unos cincuenta años con el pelo canoso, con espalda ancha, el traje, al menos de cintura para arriba le queda genial, no sabe exactamente que tienen los hombres con traje, pero siempre hace que se le moje el tanga, será que le dan sensación de autoridad.

El hombre al verla entrar levanta la mirada y ella nota que sus ojos se paran en su escote perfectamente visible tras desabrocharse el botón de la blusa, él sonríe y la deja pasar mientras él se levanta, cierra el botón de su americana en un gesto muy sexy para Paula y rodea la mesa hasta llegar donde está ella.

-          Bienvenida Paula, estaba leyendo tu currículum, gracias por venir a esta entrevista, encantado, me llamo Pedro, el puesto es para ser mi secretaria.

-          Encantada señor Pedro, espero cumplir con las exigencias del puesto, y las suyas.

Paula estaba nerviosa, notaba como su tanga se mojaba cada vez más, como el calor la inundaba, ese hombre la ponía muy cachonda, y en su mente hacía rato que le había arrancado la blusa, había sacado sus pechos del sujetador y estaba comiéndosela entera.

-          No me llames señor, llámame solo Pedro, ven, siéntate que hablemos.

Pedro le señalo la silla frente a su gran escritorio negro y se dirigió a su sillón para sentarse frente a ella, vio como miraba su currículum, que estaba encima de la mesa junto con los de las otras candidatas.

-          Paula, ¿estás casada?, ¿tienes familia?, ¿pareja?

-          No, vivo sola, pero, ¿Por qué es importante eso para el puesto de trabajo?

-          Porque requiere un horario extenso muchas veces, algunos viajes, y mucha dedicación, cuando se tiene pareja o familia a veces es complicado compaginarlo, pero no imposible, ¿estarías dispuesta a dar el cien por cien en tu trabajo? Es muy exigente, yo soy muy exigente.

-          Estoy más que dispuesta, necesito un trabajo donde pueda dar lo mejor de mí, que es mucho, como podrás ver en mi currículum.

-          Bien, pues vamos a empezar la prueba entonces, y hazme un café para tomarme mientras hablamos.

-          ¿Un café?

-          Si, Paula, un café, ahí detrás tienes la cafetera, prepárame uno y hablemos, las capsulas están en el armario de abajo.

Paula extrañada se levanta y camina hacia donde ha visto que esta la cafetera, ¿un café?, no es una camarera, es licenciada en económicas y no ha venido a esta gran empresa a preparar cafés, pero hace de tripas corazón y una vez llega a la cafetera se agacha para sacar del armario las capsulas.

-          Pedro, hay diferentes variedades de capsulas aquí, ¿alguna en especial?

-          Solo te he pedido un café, prepáralo como creas conveniente.

Paula se queda descolocada, estando agachada sabe que su falda marca todo su trasero y decide “contonearlo” un poco mientras busca lo que necesita, ¿quiere café?, bien, le preparara un buen café.

Tras inspeccionar todas las variedades escoge el más fuerte que encuentra, el de la capsula negra, nada de descafeinados, ese hombre tiene aspecto de duro, fuerte y de café solo y amargo.

Tras poner en marcha la cafetera en una pequeña bandeja que ha encontrado prepara la cucharilla, azúcar blanca, morena y sacarina, para que escoja, y una capsula de crema de leche por si acaso es más de cortado, aunque lo duda, también encuentra chocolatinas mentoladas de las que se suelen acompañar junto al café, así que la coloca junto a la taza y una pequeña servilleta, decidida coge la bandeja y se la lleva, no sabe si le darán el puesto de trabajo, pero ella también sabe jugar, y sabe que Pedro está poniéndola a prueba, y que le ha gustado ver su escote.

Camina recta, con la bandeja en sus manos, sin tapar su tremendo escote, Pedro la mira llegar a la mesa, la ve rodearla y ponerse junto a él, sentado, ella de pie, colocando despacio la bandeja frente a él, agachando un poco su torso y dejando sus pechos a escasos milímetros de su cara.

-          Aquí tienes tu café Pedro, adivino que como persona exigente no te gusta tener que pedir dos veces las cosas, así que, aquí tienes la leche, por si lo quieres cortado, como no sé si quieres azúcar, sacarina o nada, puedes elegir, quizás te gusta con chocolate, o simplemente te apetece, por eso he añadido la chocolatina, cuando termines recogeré la bandeja y lo dejare todo como estaba antes de entrar

Mientras decía todo esto, Paula estaba nerviosa, quería aparentar fuerza, decisión, entereza, y lo que notaba era como su tanga cada vez se mojaba más al notar el aliento de Pedro sobre sus pechos y sus ojos encendidos mirándola con deseo.

-          Perfecto Paula, la primera prueba la has pasado y con ventaja sobre tus competidoras.

Pedro en ese momento deja el café, no se lo toma, y se queda de pie junto a Paula, muy pegado, ella ve que bajo los pantalones se adivina una tremenda erección que hace que su boca desee tenerla dentro y saborearla, sin darse cuenta, y sin dejar de mirarlo, Paula se relame.

Pedro sin dudarlo mete la mano bajo la falda de Paula hasta llegar a su tanga empapado y sonríe al notar la humedad.

-          Ahora no quiero café, Paula, quiero follarte, ¿también me darás todas las opciones posibles para hacer lo que me apetezca contigo?

Paula duda, quiere que se la folle salvajemente encima de la mesa, que la agarre fuerte del pelo y la penetre, siente esa necesidad, la necesidad de ser poseída por ese pedazo de hombre, incluso se ha imaginado a sí misma con la corbata de pedro atada al cuello cual correa de perra, ¡qué mala es la abstinencia sexual!

-          No creo que debamos, hay gente fuera, nos oirán, y…no quiero que pienses que he venido a ganarme un trabajo haciendo una mamada.

-          Jajaja, Paula, desde que has entrado con ese botón desabrochado me has demostrado que estas dispuesta a todo por este trabajo, y más con esta forma tan provocativa de hacerme el café y servírmelo, vamos, te mueres de ganas por comerme la polla, te has relamido al ver mi erección bajo mis pantalones.

Sin dejar contestar a Paula, Pedro se abalanza sobre sus labios dando un beso a Paula húmedo, pasional, con urgencia y deseo, enredando su lengua con la de ella y sin dejar de mover su mano encontrando por fin el empapado coño de Paula y haciéndola gemir de deseo y placer. Cuando finalmente la deja respirar, sin apartar su mano de donde la tiene, se acerca a su oído y le susurra en voz grave y autoritaria.

-          Voy a follarte el culo Paula, quiero ese culo para mí, me está volviendo loco desde que te he visto entrar en el metro, pero primero déjame comprobar lo bien que la vas a mamar cada día en este despacho.

Pedro saca la mano de la entrepierna de Paula y mientras se desabrocha su pantalón ve la duda en sus ojos, esta quieta, paralizada, con la respiración agitada y la falda subida hasta la cintura, lo que no sabe Pedro es que Paula hace rato que dejó de importarle si pasaba la prueba y conseguía el trabajo, lo único que le importa ahora a Paula es poder disfrutar de ese hombre que ha hecho que no piense en otra cosa que en follar con él.

-          Vamos Puta, ¿a qué esperas? No tengo todo el día, ya te he dicho que soy muy exigente, vamos, de rodillas y sácate esas pedazo de tetas fuera del sujetador, quiero admirar como se mueven mientras me la comes. Sé que quieres hacerlo, llevas relamiéndote un buen rato.

Paula no articula palabra, no quiere ni pensar, solo se deja llevar, ese hombre la tiene loca de deseo, y cuando la ha llamado “puta” todo su cuerpo se ha encendido, claro que se la va a mamar, lo hará como nunca y se la tragará hasta el fondo y se dejará follar de mil maneras distintas.

Con Paula ya de rodillas, con las tetas fuera del sujetador, la blusa totalmente abierta, la falda por la cintura y su tanga totalmente empapado, Pedro termina de sacar su polla bien dura de sus pantalones, es grande, seguramente la más grande que jamás haya visto, gruesa, venosa, deliciosa, y será toda suya hoy, sus ojos van a los de él, ve su deseo, su necesidad.

Empieza a pasar despacio la lengua por toda la polla, quiere saborearla bien, recorriendo cada vena hinchada, cada centímetro de esa delicia que tiene ante sí, con una mano la sujeta firme, esta dura, caliente, y esta así por ella y para ella.

-          Vamos Putita, no tengo todo el día, abre bien la boca.

Decidida Paula abre la boca todo lo que puede, y sin esperárselo Pedro mete su polla de golpe en su boca, hasta el fondo, la nota chocar con su garganta, se le saltan las lágrimas, mira hacia arriba y ve la cara de deseo de él, a la vez que nota sus manos cogiendo su cabeza firmemente y sabe lo que va a pasar a continuación.

Los movimientos de Pedro hacen que su polla dura y deliciosa entren y salgan de la boca de Paula, al principio a un ritmo lento, pausado, aunque intenso, cada vez empuja un poco más hacia dentro y ella cada vez traga más centímetros de esa deliciosa polla que está invadiendo su garganta.

Jamás le habían follado así la boca, es morboso, excitante, le hace sentirse como a una puta y eso hace que se encienda aún más si cabe, intenta abrir aún más la boca, quiere tragársela entera, quiere demostrar que su boca es la mejor en la que meter esa polla deliciosa, sus manos van hacia sus tetas, nota, a cada embestida de Pedro como su saliva cae de su boca a sus tetas y con sus manos la restriega por sus pezones, cada vez más duros y más excitados, si no fuera porque aun lleva el tanga puesto seguro estaría haciendo un charco de lo empapada que se siente en ese preciso momento.

-          Joder, Paula, eres una puta espectacular, ¡que tetas!, así, sí, restriégate bien la saliva que cae de tu boca mientras te la follo, mmmmm trágatela entera ¡PUTA!

Paula no puede contestar, solo se oyen sus gemidos que vibran en la polla de Pedro y lo hace volverse loco de placer, por eso saca su polla de la boca de ella de golpe y, con sus manos aun en la cabeza de Paula hace fuerza hacia arriba para ponerla de pie.

-          Y ahora, Paula, como ya has demostrado lo buena Puta que eres, te doy a elegir, tienes dos opciones, puedes aceptar el trabajo, terminare de follarte como te mereces y podré hacerlo siempre que quiera, mientras trabajes para mí, o, puedes rechazar el trabajo y te vas a casa ya, me follare a la siguiente que sí acepte mis condiciones.

Paula está de pie, totalmente empapada, con las tetas bien pringadas de su propia saliva que cae desde su boca aún, disfrutando el sabor delicioso de la polla de Pedro que queda en su boca, y lo más importante de todo, necesita que Pedro se la folle sin piedad.

¿Qué problema hay en tener un trabajo en el que te follen a diario como nunca te han follado y encima tener un sueldo a final de mes?

-          ¿Dónde he de firmar?

-          Buena Putita Paula, ponte ahí, contra la mesa, con las piernas bien abiertas, las tetas contra la mesa, voy a metertela por el culo mientras firmas el contrato, está bajo tu currículum, no firmes hasta que no te lo ordene.

-          Pero, nunca me han follado el culo, me dolerá.

-          Uffff, ¿nunca?, esto lo vamos a disfrutar mucho putita, colócate como te he dicho.

Paula se encamina con la falda subida por la cintura hacia la mesa de pedro, coloca sus tetas contra la mesa, su culo está totalmente en pompa, nunca se lo han follado, pero, esta tan salida que cree que será el mejor polvo de su vida.

Pedro se acerca tras ella, aparta el tanga y ve como su coño está chorreando de necesidad, de placer, de ganas.

Con un dedo lo roza, lo acaricia, oye los gemidos de Paula, quiere mojar bien ese dedo que entrara en su culo, ¿lubricante? No lo necesita, Paula esta tan mojada que sabe que no tendrá problemas en meter su polla en ese culo tan delicioso y generoso que va a estrenar.

-          Coge ese boli, y ten preparado el contrato, tienes que firmar diez páginas, yo te diré cuando podrás empezar a firmar la primera, de momento, disfruta de mi polla.

Paula, con el boli preparado en su mano, mirando fijamente su contrato, que, al parecer ya tenían preparado no sabe desde cuándo, espera bien espatarrada, ansiosa, y muy puta a que, quien va a ser su jefe a partir de ahora, le estrene por fin su culo, no sabe si dolerá, pero si sabe que lo va a disfrutar muchísimo, nota su coño empapado palpitar de la necesidad que tiene de un orgasmo.

Nota como un dedo entra en su culo, es una sensación extraña, de momento no nota placer, aunque si muchas ganas, ¿solo un dedo?, mejor dos quizás, si ha de entrar esa tremenda polla en su culo necesitará que lo dilate mucho más.

Nota entrar un segundo dedo….esto le va gustando más, nota como Pedro mueve los dedos en su culo, entrando y saliendo, y empieza a notar el placer que le da ese movimiento en su ano recién estrenado, ¿Cómo no lo había probado antes?, de repente, nota como los dedos que tanto gusto le estaban dando abandonan su culo.

-          Ten el boli preparado Mi Puta, que en cuanto te avise vas a firmar la primera hoja.

Con el boli cogido firmemente Paula espera lo que sabe que va a llegar, nota la punta de la polla de Pedro en la entrada de su culo, nota la presión de él empujando, le gusta esa sensación, la quiere toda dentro, quiere sentirse llena, quiere sentir lo que es tener el culo bien lleno de polla.

Cuando cree que todo va a ser placentero, empieza a notar dolor, no es demasiado intenso, pero la polla de Pedro es gruesa y su culo muy estrecho, sus gemidos no son de placer ahora mismo, son quejidos por el dolor de sentirse invadida.

Cuando la presión es más intensa nota como su culo va siendo rellenado centímetro a centímetro, el boli que tiene en la mano nota la presión y la tensión del momento, y Pedro, sin avisarla, de un fuerte empujón termina de meterle la polla hasta el fondo.

-          ¡FIRMA PUTA!

-          ¡Aaaaahhhhhhh!

A la vez que el grito de dolor y placer mezclados sale de la garganta de Paula, su mano dirige el boli hasta la primera hoja, y con el culo bien lleno de polla deja firmada la primera página del contrato.

-          Que delicia de culo tienes Mi Puta, a partir de ya, cada vez que te la meta de un empujón firmaras una página del contrato, te quedan nueve, ¿estas lista?

-          Uffff, siii, estoy lista.

Un azote cae a plomo y con fuerza en la nalga derecha de Paula, ese azote le hace notar aún más la polla de Pedro dentro de su ano.

-          ¡Contéstame como toca Puta!

-          ¿Cómo?

-          Has de decir, ¡Si mi Señor!, ¿estas lista Mi Puta?

-          ¡SI MI SEÑOR!

Y Paula en ese momento empieza a experimentar su primera follada de culo, en la que, a cada embestida irá firmando su contrato, no sólo con la empresa, sino con su nuevo Señor, Pedro, ese hombre que está marcando su territorio, que la está haciendo suya, que le está follando el culo y que la llevará al cielo con el mejor orgasmo de su vida, de eso está segura.

-          Bien Mi Puta, ya tienes el contrato firmado, ahora sacare mi polla de tu delicioso culo y como has sido tan buena te dejare saborear mi leche mientras, si quieres, puedes tocarte hasta correrte, tu coño ya me lo follare otro día, ven, arrodíllate aquí y empieza a mamar.

-          Sí, Mi Señor.

Paula se coloca, bien espatarrada, con el coño empapadísimo y las tetas aun de fuera, con la boca bien abierta esperando que su Señor vuelva a follarle la boca, esperando poder por fin tocarse para tener el orgasmo que lleva necesitando desde que empezó a follársela, no, desde que entró por la puerta de ese despacho.

Pedro vuelve a cogerle la cabeza con las dos manos, ella, ya preparada, tiene la boca bien abierta, y una mano en su coño esperando el permiso para empezar a tocarse, sabe que si lo hace antes de tiempo quizás le “castigue”.

-          Buena Puta, así me gusta, en cuanto te la meta en la boca puedes tocarte, pero has de correrte antes de terminar yo, si termino antes no podrás correrte, ¿entendido?

-          Sí Señor, con lo cachonda y lo puta que estoy ahora mismo creo que soy capaz de correrme dos veces seguidas incluso.

-          Eso quiero verlo, córrete dos veces antes de terminar y este mes te llevas un plus.

Sin dejarle contestar Pedro mete su polla de una embestida en la boca de Paula a la vez que ella empieza a  mover frenéticamente sus dedos para conseguir su primer orgasmo que no tarda, lo nota venir a la segunda embestida de Pedro, esa embestida que ha hecho que le den arcadas, esa que hace que su mano se llene de fluidos y su cuerpo tiemble como nunca, esa embestida que ahoga su grito de placer.

-          Joder Puta siii, así córrete para mí, sigue dándote, venga, voy a llenarte tu cara de puta de leche

Paula sigue frotándose el coño empapado, sabe que podrá correrse de nuevo, sabe que ese orgasmo, aunque ha sido brutal, no ha sido suficiente, sabe que en dos embestidas más de Pedro volverá a abandonarse al placer del orgasmo.

Pedro la agarra aún más fuerte, su polla entra y sale de la boca de Paula a un ritmo frenético, salvaje, solo se oyen las arcadas ahogadas de Paula y el chapoteo de su coño a punto de volver a explotar.

-          Córrete ya Puta, no aguanto más, es una orden ¡CORRETE!

Y al oír esa orden Paula se abandona al placer nuevamente, nota su cuerpo temblar, su coño inundarse y su boca llenarse de deliciosa leche caliente saliendo a chorros de la polla de Pedro, decide que no la tragará, la aguantará en su boca esperando que él termine.

Cuando Pedro por fin deja de gemir y de correrse, saca la polla en silencio de la boca de Paula, observándola preciosa, espatarrada, con su mano brillante llena de flujo aun en su coño y la boca abierta y llena de su leche, con los ojos clavados en él.

-          Bienvenida a la empresa Paula, a partir de ahora serás Mi Puta, y yo seré Tu Señor, traga lo que tienes en la boca y deja el despacho igual de limpio y recogido que cuando has entrado, cuando termines puedes salir y decir a las que están esperando que el puesto es tuyo.

Y Paula así lo hizo, trago la leche que tenía en su boca, se levantó y sin recomponer su ropa recogió el despacho, antes de salir se miró a la ventana que le devolvía la imagen de una Puta recién follada, termino de arreglarse y salió fuera del despacho mirando al resto de candidatas sonriendo

-          Perdonad chicas, he superado esta Entrevista de Trabajo, el puesto es mío.