La entrega

La sumision es mas que dolor...

LA ENTREGA

Te observo en silencio, un silencio que es roto solo por la respiración agitada que provenía de ti, aun no habías sido tocada mas la espera en la oscuridad producida por esa mascada que cubría tus ojos y que acariciaba con suavidad tu espalda, te inquietaba, el cabello cubría tu rostro que estaba bajo como mirando el piso ese piso frió que lastimaba tus rodillas desnudas como tu cuerpo, tus manos apoyadas sobre los muslos tersos y rosados. La luz tenue recortaba tu figura mientras mi ser se regocijaba al contemplar semejante entrega y deliciosa actitud, con calma tome el fuete que estaba al lado de mi sillón con paso firme camine hasta tu lado sin dejar de mirarte comienzo a recorrer tu cuerpo con la punta del fuete de inmediato reaccionas, tu cuerpo se estremece y un ligero gemido escapa de tu boca deliciosamente pintada de un rojo intenso; despacio recorro tu espalda mientras con voz firme te indico –No quiero que te muevas.

Deseo apreciar el cuerpo de mi esclava acariciándola como se acaricia la escultura de un maestro que la ha forjado con paciencia y cariño dejando en ella parte de su ser formándola detalle a detalle si mas interés que el de materializar el mas preciado de sus sueños.

La punta de mi fuete recorre tu contorno, acariciando cada centímetro, paso por tu columna bajando lentamente hasta tus nalgas desnudas que descansan sobre los talones, muevo lentamente el fuete recorriendo cada nalga sientes la rigidez del instrumento que sea convertido en una extensión de mi mano en un cincel que quita los excedentes aquello que no se requiere como los miedos, los prejuicios y costumbres que te impedían entregarte como lo habías deseado y que te imposibilitaban el mostrarte tal y como eres, una esclava, acaricio los grilletes que encadenan tus tobillos pero que en realidad te liberan pues te sientes libre desde que has sido tomada como sumisa desde que inicio tu adiestramiento y esas cadenas son en realidad las llaves que te dejan sentir tu entrega tu deseo de pertenecer sintiendo el orgullo de entregarte y que liberan tus mas escondidos y deliciosos sueños experimentando el placer del dolor, de la caricia de la entrega plena y sin condiciones.

Paso ahora al cuello ese cuello que ahora esta abrazado por un collar del cual pende un pequeña placa donde esta inscrito de un lado tu nombre de sumisa mmiel y por el otro mi nombre, como tu dueño y propietario, recorro el cuello despacio y aun recuerdo cuando lo toque por primera ves desnudo mostrando que eras libre, mas buscabas un camino por el cual ser guiada con mano firme pero comprensiva una mano que te sostuviera cuando tropezaras y cuidara de ti cuando sentías que flaqueabas, mas ahora ese cuello ya no esta desnudo porta ese collar que es motivo de orgullo y placer.

Bajo lentamente tocando los senos, esos senos firmes y lozanos, y que me han hecho gozar en tantas ocasiones cuando los aprisiono entre mis dedos hasta que quedan marcados en ellos, formando líneas entrecortada, mas de una ves los he azotado mientras escucho los gemidos de dolor que salen de tu boca para después dar paso a un –Gracias AMO por hacerme objeto de tu placer. Los acaricio mientras tu respiración se entrecorta disfrutas de la sensación que produce la piel con que esta forrado mi fuete que deslizo de un lado a otro acariciando cada curva llegando hasta los pezones que sostienen unas pinzas que aprisionan tu carne en un mordisco doloroso pero inquietante, tu respiración aumenta cada ves mas haciendo sonar la pequeña cadena de une las pinzas la cual recorro con sumo cuidado con la punta del fuete. Te acaricio te deseo tanto que me difícil el contenerme para poseerte y sentir en mi boca esos senos erguidos que he saboreado mientras tu cuerpo tiembla de placer estrujándolos pasando mis dientes sobre ellos mezclando el dolor y placer en un solo instante en una sola caricia y que en mas de una ocasión he cubierto de cera mientras sujeta te agitabas con desesperación mas mi voz siempre firme te indicaba que lo soportaras que estoy ahí no solo para castigarte si no para cuidar de ti para mostrarte el camino que haz elegido por propia voluntad y como tu maestro he de mostrarte la mejor forma de recorrerlo aprendiendo cada día un poco mas.

Bajo lentamente y miro como te haz trasformado poco a poco y aun recuerdo cuando miraste por primera ves ese instrumento y te produjo miedo casi terror y deseabas huir mas tus pies desnudos estaban anclados al piso porque dentro de ti sabias perfectamente que era esa la forma en que deseabas vivir, pero ahora ese mismo instrumento que te atemorizaba te acaricia con una suavidad inimaginable que te embeleza y te trasporta a un mundo tan distante al que conocías ya que es la caricia del AMO la que te llena de placer, sigo recorriéndote hasta llegar a tu vientre que esta candente, depilado y que muestra dos pequeñas letras tatuadas en tu piel que te hacen sentir orgullosa de poseerlas y aunque para los demás están escondidas, para ti son visibles a cada momento no importando que ropa te cubra, tu las miras las sientes como si fueran de fuego, un fuego que te quema que te hace arder de pasión y deseo y están ahí indicándote que eres mía. Miro la humedad que has dejado a lo largo del fuete que deslizo una y otra ves tallándolo en tu cuerpo, deseas moverte agitarte mas no puedes hacerlo simplemente por que no lo tienes permitido y aunque el placer es grande es mas grande tu obediencia no sabes por que lo he pedio mas eso carece de importancia lo único que importa es que ha sido una orden mía y debe de acatarse e increíblemente el saber que es un deseo mío incrementa tu disfrute saboreando el placer de la obediencia.

Una obediencia que desbordaba mi deseo mi orgullo de saberte mía de comprender que toda esa entrega ha sido el producto un trabajo constante de ganarme tu confianza con actos que mostraban lo valiosa que eres para mi y que esto jamás era un juego pues para llegar a esto solo se puede hace por el camino de la honestidad y el respeto que ambos mostramos siempre y que ahora puedo saborear de esa entrega sin condición alguna como solo una esclava puede otorgarla y sin poder mas tome tu rostro entre mis manos aprisionándolo con una delicada firmeza y nos fundimos en un beso un beso arrebatador y profundo en donde el AMO manifiesta su propia entrega

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