La enfermera
Historia de una enfermera a la que le gustan los tipos maduros o viejos y se divierte en el hospital cuando lava o afeita a los paciente enfermos, hasta que conoce uno que la hace su amante.
Hola,
Soy una mujer de 33 de edad, soy enfermera y adoro mi trabajo pero a pesar de mi seriedad profesional me encanta ver los pacientes hombres desnudos, especialmente los tipos maduros mayores de 50 y los ancianos. Me vuelve loca y me encanta cuando devo lavar enfermos de esas edades o cuando me toca a mi afeitarlos abajo para alguna operacion.
Hace tiempo se hospitalizo un tipo de 65 de edad, alto y robusto, como me gustan a mi, el cual debia ser operado de calculos en el higado. La enfermera de guardia era yo al momento y bueno, llege a su habitacion, lo salude y le dije que dentro de poco regresaria para prepararlo para la operacion. El me pregunto en que cosa consistia esa preparacion y yo le explique que debia rasurarle desde el abdomen hasta parte de los muslos. Cuando le dije asi el hombre se puso rojo y quedo sin vos. Me pregunto si tenia que hacerlo yo o lo podia hacer el, pero yo le respondi que ese era nuestro trabajo y si se afeitaba como no debia luego los medicos se enojaban con nosotras. Trate de calmarlo diciendole que no se preocupara, que para mi era una cosa de todos los dias, que me viera como una profecional.
Al rato regrese con la afeitadora y la espuma y le pedi que se desnudara y se metiera boca arriba en la cama. El hombre se moria de la verguenza y se quito solo la camiza del pijama pero se metio un rato para quitarse lo demas, hasta que decidio bajarse los pantalones. Apenas vi ese hombre acostado en la cama, desnudo, me exite toda y se moje. Era tan bello, alto, blanco, robusto y con un poco de barriga, peludo y con un pubis exuberante y las bolas gruesas y llenas de pelos como a mi me encantan.
Le afeite la barriga y luego, cuando llegue al pubis y toque su pene, todavia flacido pero grueso, se le comenzo a parar, hasta que se le puso duro y grande, como de 20 cm., con una cabeza redonda como un caramelo. Era para comerselo todo, pero tuve que contener las ganas porque estaba trabajando.
Cuando se le paro la verga ese hombre no sabia que hacer, yo tuve que calmarlo diciendole que era normal, que sucedia a todos. Le afeite el pubis, la ingle, los testiculos, que eran enormes y aguaditos, y parte de los muslos. Despues lo limpie y le pele la verga para quitarle algunos pelos que le entraron en el glande. Durante toda es procedura esa verga no dejo de estar parada y hacia arriba, pegada de la barriga y casi le llegaba al ombligo. Fueron casi veinte minutos en los que goze viendole y tocandole su organo sexual pero sin poder hacer nada.
Al siguiente dia despues de la operacion cuando entre en su abitacion porque me tocaba llevarle la medicina me dijo que habian venido en la manana dos enfermeras a lavarlo pero el se nego porque le daba verguenza. Ellas le respondieron que por un dia lo dejaban tranquilo pero que al dia siguiente tenia que dejarse lavar porque los medicos no permitian pacientes sucios. Yo le dije que si el queria yo podia ocuparme de lavarlo mientras el no pudiera hacerlo, visto que ya lo habia visto desnudo. El penso por un instante y me dijo que si. Ese dia lo lave en la cama. Fue tan divino lavarle su verga y sus bolas, se las enjabone, le pele la polla y se la enjuague bien. A pesar de que estaba todavia con un poco de dolores por la operacion, le vino una ereccion fenomenal. Esta procedura de lavarlo en la cama duro tres dias hasta que lo lleve a la ducha y lo lavava un poco sentado otro poco de pied.
Una semana despues me dijo que posiblemente al dia siguiente le darian de alta pero que necesitaba una enfermera que viniera a su casa por lo menos por una hora y media, a lavarlo y curarlo en casa hasta que le quitaran los puntos porque vivia solo, era viudo y me propuso de trabajar para el con una buena remuneracion por hora. A mi la idea me gusto porque desde que lo vi desnudo siempre llegaba a mi casa despues del trabajo a consolarme con mi dedo, y de paso, habia notado en el una doble intencion. Le dije que si y nos pusimos de acuerdo en base a mi horario del hospital.
Cuando llegue a su casa por primera ves el me esperaba con una bata y debajo solo los calzonsillos, Me dijo que no podia caminar mucho por los dolores y los puntos pero si quiria beber algo que abriera el refrigerador como si estuviera en mi casa. Yo le dije que era mejor hacer mi trabajo. Me llevo alla ducha, me indico donde estaban los jabones y las toallas. Yo le dije que se quitara la bata y lo ayude a quitarse los interiores, lo desnude completamente. Que bello tener su pene delante de mi y sus bolas que sin bello pubico se veian mas enormes y aguadas. Apenas quedo desnudo enseguida se le paro la verga pero era ya una costumbre que le sucediera delante de mi y no se puso rojo.
Primero le lave la espalda con cuidado para evitar de no mojarle la herida y vi sus hermosas nalgas, luego le dije que se volteara hacia mi y le pase una toalla humeda por el pecho y con la ducha despues lo lave de la cintura para abajo, por delante y por detras. Esta ves no me puse guantes y pude tocarle y acariciarle mejor su sexo. Apenas le agarre la polla, erecta, para enjabonarsela senti una exclamacion de placer. Se la enjabone con suavidad y le enjabone el escroto y se lo acaricie con mis dos manos. El con una mano trato de tocarme una teta y fue en ese momento que los dos revelamos lo que ya ambos entendiamos desde que lo lavava en el hospital. Por la primera ves le di del tu y le dije que si queria me quitaba la camiza y asi hice. Me desnude y comenze a mamarle la verga. Le di primero besitos en el glande mientras le pesaba los enormes testiculos que a su ves besaba tambien. Le lami la parte inguinal y despues me meti toda su verga en la boca mientra le tocaba las nalgas que eran duras y redonditas.
Se lo mame con tanto deseo hasta que dio un grito y me acabo en la cara y en los labios. Me inundo toda de una leche espesa y caliente.
Desde ese dia nos hicimos amantes y despues que se mejoro de la operacion y no hubo mas necesidad de que fuera todos los dias a su casa, nos vemos una o dos veces a la semana y no todo es mamadera, no echamos buenas tiradas.
En el hospital sigo gozandome con los ojos a los paciente que veo desnudos y en mi vida privada me lo gozo a el.
Me gustaria tanto compartir anecdotas como este con enfermeras y me cuenten de sus experiencias cuando tienen un paciente hombre desnudo y lo deben lavar o afeitar abajo.