La empleada alcohólica
Un joven se queda solo en casa por una semana. A través del alcohol logra acostarse con la vieja empleada de la casa. ( relato ilustrado )
Tiempo atrás, mis padres tomaron de empleada a la Sra. Carmen, una vieja chica que de atractiva no tenía nada , por lo que no me llamó la atención para nada.
Sin embargo, el destino quiso que mi punto de vista cambiara, una noche en que me encontraba en mi cuarto y me levanté a abrir la ventana.
Ya había apagado la luz y me disponía a abrir la ventana de mi habitación, para sortear el calor de la noche, cuando veo que en la casa de alojados, donde dormía la empleada, la luz estaba encendida y aun con las cortinas gruesas abiertas, solo los visillos estaban cerrados.
Al estar encendida la luz de la habitación, y oscuro afuera, me permitía ver claramente hacia adentro, mientras ella no podía mirar hacia fuera.
Por supuesto me di cuenta que ella no lo sabía y me quedé mirando como ella se paseaba de un lado a otro. A esa edad , mirar a una mujer cambiarse ropa, por muy fea que ella fuese era el cielo, a si que le monté guardia hasta que mis esfuerzos dieron frutos.
No fue un gran espectáculo ni nada parecido, solo segundos donde ella se desprende de su sostenes y se coloca la camisa de dormir, para luego apagar la luz y acostarse, sin embargo eso fue motivo suficiente para correrme una buena paja en su nombre.
Desde esa noche y por casi un mes , continué montando guardia noche tras noches, a veces sin suerte y masturbándome imaginándola desnuda.
Un día en que ella no estaba, mi madre le comentó a mi padre que no estaba muy contenta con la sra. Carmen y estaba pensando en despedirla.
Los argumentos que ella tenía, era que estaba sospechando que la señora tenía problemas con el alcohol, ya que muchas veces le había sentido un olor a alcohol y se había fijado que las botellas de nuestro bar estaban bajando misteriosamente. Mi padre la defendió ya que cocinaba exquisito y argumentó que eso era un problema menor, y que prefería mil veces a que la Sra. Carmen se tomara un trago a que robara como las empleadas anteriores.
La conversación quedó hasta ahí y no se toco mas el tema. A los pocos días, mi padre tenía que hacer un viaje de negocios e invitó a mi madre y a mi que lo acompañáramos. Mi madre estaba encantada con la idea, pero yo la rechace. Prefería mil veces estar en casa solo una semana, que ir a un hotel en compañía de mis padres.
A si llegó el día en que mis padre se marcharon, dejándome solo con la Sra. Carmen una semana.
Esa misma tarde, me encontraba en mi habitación cuando me doy cuenta que la Sra. Carmen , se encontraba en su pieza, tomando una cerveza al lado de la ventana, mirándome.
Me asomé a la ventana y le pregunté por unos CD que había dejado en el living. Me dijo donde los había puesto. Haciéndome el simpático, le pregunté que por que no me convidaba un vaso de cerveza y me dijo que si quería , podía ir a tomarme uno.
Le dije que si iría , pero antes de subir, pase por el bar y tome una botella de cinzano ( la que había dicho mi madre ) que estaba cerrada y me fui con ella al cuarto de la Sra. Carmen.
Al verme entrar con la botella en la mano, me preguntó que por que la traía. Le dije que tenía ganas de tomarme un trago un poco mas fuerte que la cerveza, pero que me daba lata tomármelo solo. Me preguntó de donde lo había sacado y le dije que del bar, pero que tenía dinero para reponerlo antes que llagaran mis padres a si que no se preocupara.
Comenzamos a beber y me dí cuneta que ella ya se había bebido mas de la mitad de la cerveza y ahora continuaba con el cinzano. Sus palabras se le enredaban y daba claras muestras de estar un poco ebria. Era mi oportunidad.
Poco a poco me fui haciéndome el simpático, haciendo algunas bromas , hasta que disimuladamente le puse una mano sobre su pierna. No sabía si ella no se había percatado o simplemente se hacia la lesa, pero el caso es que mi mano una y otra vez se posó en su pierna, tratando de que cada vez fuera mas arriba.
Oye me estas tomando de la pierna
Si te molesta
No seas sinverguenza!
¿Por que? ¿ te molesta?
No pero no creo que debas hacerlo
¿ Por que?
Por que si sigues asi yo no respondo de mi
¿Y cual es el problema entonces?
¿ que es lo que quieres?
Creo que lo mismo que tu
Yo soy mayor te puedes llevar una sorpresa
Eso quiero que me sorprendas
Eres solo un niño . Pero si sigues a si
¿Qué?
Me vas a terminar por excitar
Yo ya lo estoy y quiero hacerte esto.
Le levante la blusa, y le comencé a chupar las tetas. Ella echo la cabeza para atrás y me dejo hacer lo que yo quiesiera. Sin pensarlo le termine de sacar la blusa y su sostén , dejándome el camino abierto hacia sus tetas.
Sin embargo no me detuve ahí y continué sacándole la ropa hasta dejarla completamente desnuda.
Ella mientras lo hacía continuaba bebiendo y dejando que este joven continuara explorando su viejo cuerpo, que para el sería un manjar
No encuentro justo que tu me tengas en pelota y yo solo te he visto sin camisa ..
¿no?
No me parece que tu también tendrías que sacarte algo de ropa
Bueno como quieras
Comencé a bailar y desnudarme delante de esa vieja mujer , que me miraba detenidamente mi cuerpo, mordiéndose los labios, pensando en lo que se vendría .
Ella abre sus piernas y comienza a masturbarse. Veo como su mano abre su concha y se tocaba suavemente mirando mi cuerpo desnudo. Le dije que se levantara y que se apoyara en la mesa. Ella apoya sus manos sobre la mesa, la reclino hacia delante y la penetro.
Ella comienza a gemir como una perra en celo. Su mojada y abierta era embestida por mi una y otra vez. Estaba caliente y con ella desquitaría toda mi calentura. Le daba duro, una y otra vez, haciendo que mis bolas chocaran contra su culo luego la di vuelta, le levante sus cortas piernas y sin compasión se la metí nuevamente fallándola con todas mis fuerzas
Ella gemía de placer y me decía entre quejidos lo mucho que le gustaba.
Me recosté en la cama y le pedí que se me montara encima. Desesperada se me montó encima y se enterró sobre mi verga. Me restregaba las tetas sobre la cara y yo las chupaba una y otra vez, mordiendo sus duros pezones.
Por sus gemidos me di cuenta que estaba apunto de acabar , pero yo aun quería darle mas y mas a si que le hice darse vuelta y sentarse sobre mi verga pero mirando hacia mis piernas. Al parecer esto la calentó mas aun y dando grandes gritos y gemidos comenzó a acabar, botando por su concha una cantidad de jugos increíbles, dejándome todo mojado igual que la cama.
Su mal estado físico la dejo rendida, exhausta y me dijo que se bajaría ya que no aguantaba mas.
Yo le dije que aun no acababa y que quería acabar dentro de ella. Se recostó a mi lado y subió una pierna por sobre de mi. Yo quedando detrás de ella, la penetré una y otra vez, mirando su viejo culo hasta que ya no aguanté más y termine descargando toda mi leche en el interior de esa vieja concha.