La educación sexual familiar de Marcos 3

Mientras andaba afanado en lengüetear todo el coño lechado de su madre notó como su padre se colocaba de nuevo detrás de él

Viendo a su mujer y a su hijo todavía abrazados y con la respiración agitada por el tremendo orgasmo que habían tenido, el padre de Marcos se encontraba tremendamente excitado de nuevo. Mientras con una mano se meneaba la polla lentamente, la otra, la que había utilizado para dar placer a su hijo en el culo se la pasaba por la nariz para aspirar el aroma del culo de Marcos.

Marcos se echó a un lado dejando libre a su madre que seguía extasiada por el tremendo polvazo que habían vivido. Ésta, guiñando un ojo a su marido, le dijo:

  • Uffff! Madre mía que gustazo. Desde luego ha sido todo un descubrimiento nuestro Marquitos para nuestros juegos sexuales.
  • Ni que lo digas, cariño –contestó el padre sin dejar de menearse la polla- parece que tenemos todo un putito por descubrir y disfrutar

Marcos escuchaba aquello como si estuvieran hablando de otra persona, quizás todavía no había asimilado realmente todo lo que había cambiado en su vida aquella mañana. Se sentía muy a gusto y casi con la necesidad de seguir disfrutando del sexo con sus padres.

  • ¿Te ha gustado eh Marcos? –preguntó su padre sin esperar la contestación de su hijo- te estás portando como un verdadero alumno aventajado del sexo. Mira como has dejado a tu madre, muerta de gusto. Mira como rezuma tu leche de su caliente raja.

Marcos miraba a su madre y efectivamente comprobó como un chorreón de semen blanco y espeso caía de la raja de su madre empapándola toda y llegando a las sábanas. Sin esperar que le dieran una nueva orden, el joven acercó su cara de nuevo al coño de su madre y comenzó dar lametazos para limpiar aquella raja humeante de su propia lechada. Al hacer esto se había colocado a cuatro patas entre las piernas de su madre para poder trabajar bien con la lengua aquel rico manjar.

Mientras andaba afanado en lengüetear todo el coño lechado de su madre notó como su padre se colocaba de nuevo detrás de él. Notó como le acariciaba las nalgas, las acariciaba, pasaba un dedo por toda la raja de su culo, le estaba encantando aquellas maniobras de su padre.

-Me encanta tu culo, Marcos –anunció su padre, Marcos apenas giró levemente la cabeza para comprobar que su padre se había colocado detrás y continuó con los lametazos- Me parece que ya va siendo el momento de estrenar este lindo trasero con una buena polla como la mía.

Entonces su padre colocó su gran polla sobre el culo de Marcos, la apoyó entre las dos nalgas apuntando hacia arriba. Comenzó a hacer un ligero movimiento de vaivén con la cintura para que su polla acariciara aquel culo inexplorado. Marcos continuó lamiendo el coño de su madre y emitió un pequeño gemido apenas perceptible cuando notó que aquella gran polla estaba merodeando por su culo. Acto seguido su padre soltó una gran salivada sobre el ojete de Marcos y procedió a masajear con un dedo aquél lindo culito. Apenas comenzó el masaje el culo del joven comenzó a dilatarse, lo cual agradó enormemente a su padre. Sin pensarlo dos veces, puso el enorme capullo en la entrada de aquel ojete y con un pequeño empujoncito introdujo la cabeza de su miembro en aquel apretado culo. Marcos dio un respingo, pero a la vez soltó un gemido de placer que su padre interpretó como un "¡adelante papá dame polla!". Continuó su movimiento lentamente hasta tener todo su enorme miembro dentro de su hijo que a la vez aumentaba la intensidad de sus jadeos sin dejar de lamer y chupar el coño de su madre donde se mezclaba su propio semen y los jugos de ella.

  • Síiiii! Follalo, -gritaba la madre- me encanta ver como lo penetras mientras me come el coño este putito. Mmmmmmmmm que zorrita esta hecho.

El padre fue incrementando el ritmo de las acometidas sobre el culo de su hijo. Estaba sintiendo un placer bestial al follarle aquel lindo culito. Mientras lo follaba le iba dando palmadas en las nalgas hasta dejarlas bien coloradas, estaba disfrutando tremendamente con aquella cabalgada.

  • Ufffffffffffff qué gustazo, Marquitos, tienes un culo bien tragón –gritaba mientras lo follaba- Voy a llenarte bien con mi leche, quiero que sientas dentro el calor de mi leche, quiero que sientas todo el placer que me da follarte, mmmmmmmm

Siguió bombeando con fuerza y cada vez más rápido, la madre sujetaba a Marcos por los pelos y apretaba su cara contra su coño, el cuerpo de los tres comenzaba a recibir descargas de placer, el orgasmo estaba a punto de llegar a todos a la vez.

  • Síiiiiii, vamos a corrernos a la vez, vamos a sentir como nos une el sexo y el vicio, siiiiiii –Gritó la madre al borde del extasis- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh –gritaron los tres a la vez-

El padre apretó fuerte su pelvis contra el culo de su hijo inyectando en él todo un chorro de semen calentísimo y espeso que rebosaba de aquel culo, Marcos que seguía comiendo el coño a su madre también sentía como el orgasmo invadía todo su cuerpo, de su polla gotearon gotas de semen del tremendo placer y su madre se estremecía a la vez que estiraba su cuerpo en un orgasmo sin fin.

Tras aquél impresionante orgasmo familiar, Marcos volvió a quedar rendido sobre su madre y a la vez su padre sobre su espalda. Los tres estaban exhaustos, pero a la vez muertos de placer, había sido glorioso