La edad no hace al macho - I

Me tocó hacer de anfitrión de un veinteañero que me demostró que el morbo no tiene edad y que podía ser un macho que doblega a alguien que podría ser su padre

Si es que soy gilipollas!

Porque no se decir nunca que no?

Mi hermano me acababa de llamar para pedirme un gran favor y por supuesto antes incluso de decirme el tema en cuestión mi subconsciente ya sabía cuál iba a ser la respuesta.

Antes de nada me describiré brevemente, tengo 44 años, de estatura media, guapete según mi madre, ojos claros, barba medio pelirroja y con barriguilla de buen comer….vamos, lo que se dice un tío del montón.

Hace unos cuantos años, los cuales van ya casi para 20, me mude a Inglaterra por un tío… y aunque el impresentable hace muchísimo que paso a la historia, aquí sigo hasta que el condenado brexit decida lo contrario.

Sexualmente me considero versátil, aunque soy uno de esos versátiles que inconscientemente siempre mira las pollas en lugar de los culos y ponerse a cuatro patas en lugar de a dos, así que, creo que tiendo un poco a la pasividad jeje.

Volviendo al tema con el que comenzaba mi historia, mi hermano me llamo para pedirme uno de sus “favores”. Uno de sus sobrinos, hijo de una hermana de mi cuñada, acababa de ser contratado en una empresa de marketing. Iba a empezar desde abajo, como becario o algo por el estilo, pero para el puesto necesitaba un nivel de ingles un poquito más alto y más pulido del que el chaval tenia. Así que se les había ocurrido entre todos, que como en la empresa no empezaba hasta pasado el verano, que el chaval se hiciese un curso intensivo de 6 semanas en un país de habla inglesa para mejorar en el idioma, y que mejor que conmigo porque además de ayudar al “chiquillo” , podría vigilarle y cuidarle.

No me interpretéis mal, como diría la princesa del pueblo:

Yo por mi familia, matoooooo

Siempre hemos tenido muy buena relación y estamos muy unidos, incluso a las familias postizas ya que la familia de mi cuñada es gente maravillosa. Pero la idea de tener que renunciar a mis costumbres y mi espacio por alojar a un veinteañero durante mes y medio pues me apetecía lo mismo que una patada en las pelotas. Que si, que Diego como yo lo recordaba era un chaval muy agradable y simpático, pero solo de pensarlo me daba pereza máxima. La última vez que vi a ese crio fue en la comunión de mi sobrina, de la cual habían pasado ya muchos años y en aquel entonces el tendría unos 12. De que íbamos a hablar?

Lo único que sabía de él, era que pasaba por poco de la veintena, que le gustaba mucho hacer deporte, no bebía y era un fanático de los videojuegos y el cine. Apenas salía de casa, y poco mas…. Al menos teníamos gustos en común, ya que pese a mi edad aun me flipan los videojuegos y Netflix es mi amante más duradero.

En resumen, accedí por supuesto, ya que vivo solo en una casa de 2 plantas y 3 habitaciones y vivo al lado de un instituto en el que hacen eso cursos que Diego necesitaba. Negarme sin tener excusa hubiese sido muy grosero por mi parte.

Llame por teléfono a Sandra, su madre, más que nada para concretar los detalles con ella, darla dirección y teléfono y todas esas cosas que esta a bien que ella sepa para quedarse más tranquila.

No dejaba de repetir lo mucho que me lo agradecía y lo mucho que significaba para ellos, incluso oí de fondo a Diego darme las gracias. Ella insistía que el chico era muy tranquilo y responsable y que se pasaba el día en su cuarto y no iba a notar que él estaba allí. También me dijo que llegado el caso de tenerle que echar la bronca o castigarle ella me daba su bendición, porque al fin y al cabo, era mi casa y mis normas. Después de un rato más de charla concretamos que Diego llegaría un mes más tarde, a principios de Junio, ya que el curso comenzaba a mediados y así llegando unos días antes podría aclimatarse al cambio.

Los días siguientes fui preparando la habitación mediana para Diego.

Aunque mucho no había que hacer ya que soy bastante ordenado, si quería que tuviese todo lo necesario para tener una estancia cómoda… Cama doble, armario, mesilla de noche con lámpara, escritorio con flexo, estanterías y en la pared frente a la cama una televisión para poder ver pelis desde la cama, o jugar a la consola que suponía se traería.

Con el baño no habría problemas ya que yo tengo uno completo en mi cuarto con bañera y en frente de su habitación el tendría otro completo con ducha, así que cada uno tendríamos el nuestro propio y no nos andaríamos molestando con prisas ni nada por el estilo.

Ya estaba todo listo, y a días de la llegada de Diego yo cada día me encontraba más nervioso ya que quería que todo saliese bien y sin problemas. Había quedado en ir a recogerle al aeropuerto. Sandra se había encargado de pasarme todo el itinerario completo con horarios, datos de su vuelo, para que en un momento dado pudiera rastrearlo en caso de que llegase con retraso. Estaba todo pensado y calculado para no tener ningún problema.

Solo quedaba una cuestión; como iba a reconocerlo? Por muy poco que hubiese cambiado de cara, habían pasado ya muchos años desde la última vez que nos vimos y entre los 12 y los 20, se cambia mucho el aspecto. Así que me metí en Facebook a ver si cotilleando las cuentas de mi hermano, mi cuñada o mis sobrinos podría acceder a la suya o al menos alguna foto etiquetada.

Menuda odisea! Entre que la pagina la uso poco, y lo negado que soy con los ordenadores anda que no me costó hasta que encontré una foto suya. Fue en ese momento cuando mi mandíbula toco el suelo por primera vez. Joder con el niño!! A ver como lo describiría… Era como un Clark Kent, aunque sin venirse arriba. De cara es normalito, tampoco voy a exagerar, incluso diría que debido a la nariz tan prominente que tiene y a las gafas de empollón que lleva, del montón de abajo hacia lo feo, pero esa sonrisa, y esa pose le daban un toque….no sé cómo explicarlo, varonil quizá sea la palabra. La camiseta de manga larga ajustada que llevaba no dejaba NADA, NADA a la imaginación. Que cuerpazo tenía el crio!. Decían que le gustaba el deporte? Joder! Si era una montaña de músculos! Madre mía la que me esperaba, que suplicio con lo que me pone a mí un tío cachas…..donde me había metido. Recuperado ya de la primera impresión también pensé, que por muy buen cuerpo que tuviese, no dejaba de ser un crio, y a mí me gustaban los hombres.

El tiempo pasó rápido y llego el gran día. Eran las 11 de la mañana y ya me encontraba en la zona de llegadas del aeropuerto justo delante de la puerta por donde no hacía más que salir gente y más gente. En las manos sujetaba un folio con el nombre de Diego escrito para asegurarme de que me localizaba. Todos sabemos que las fotos a veces no hacen justicia.

Y por fin salió, y de la misma me localizo con la mirada y se dirigió rápido hacia donde yo estaba. Si que tenía una bonita sonrisa el cabroncete. Le tendí la mano para estrecharla, muy británico por mi parte, la cual el aparto para darme un abrazo. Si somos casi familia me dijo.

En ese momento es cuando lo pude evaluar. Me sacaría unos diez centímetros de altura, pero su cuerpo era ancho, y estaba duro, muy duro…lo cual hizo revolverse mi polla en mis pantalones. Después de unos interminables segundos en los que me empape de su aroma, muy varonil por cierto, nos separamos, y con la excusa típica lo mire de arriba abajo.

Yo - Pero mírate Diego! Madre mía como has cambiado! Si la última vez que te vi me llegabas por los hombros.

Diego – Es que mi madre me dio muchos petit suisse de pequeño – se reía.

Y – Muchos? Parece que acabaste con las provisiones, estas enorme. Pero enorme en el buen sentido jejeje – reí nervioso después de que el levantase la ceja con el comentario.

Venga vamos para el parking que ya tendrás ganas de soltar la maleta después de la tralla de viaje que te has metido.

D – Pues si la verdad, tu dirás por donde.

De camino al parking el llamo a su madre, ya que después de docenas de whatsapps por parte de ella, quería hacerla saber que ya nos habíamos encontrado e íbamos camino de casa. Es el momento que aproveche para fijarme mejor en el. En persona la verdad que era un pelín mas agraciado que por foto, y llevaba el pelo en melena, algo más largo que como lo había visto días antes por Facebook. El cuerpo era otra historia, parecía más grande aun, grande pero armonioso. No era de los típicos tíos de gimnasio que están petadísimos en la parte superior y luego son enclenques por la parte de abajo. Su cuerpo tenía un balance… hombros anchos al igual que los brazos, espalda en V, cintura estrecha, un culazo enfundado en unos pantalones cortos de loneta que parecían dos balones de futbol, muslos anchos como de luchador y gemelos prominentes. A esas alturas estaba yo más duro que el palo de una escoba, menos mal que se me disimulaba bien en los vaqueros.

El trascurso del viaje del aeropuerto a mi casa fue corto pero ameno. Nos pusimos al día de la familia, recuerdos dados de unos y de otros, anécdotas de su viaje y cosas varias.

Y- Bueno pues ya hemos llegado. Bienvenido a tu casa por las próximas semanas.

D – Ostias! Que casa mas chula, es entera tuya?

Y- Si, son las dos plantas. Ven sígueme que te enseño tu cuarto y así puedes deshacer la maleta ya si quieres.

D- Si enséñamela!... y la habitación también – se reía.

Después de las conversaciones que habíamos tenido me di cuenta que tenia costumbre de soltar esa coletilla cada vez que podía colarla. Me reí de la ocurrencia y subimos a la planta de arriba.

Y- Bueno, pues este es el cuarto. Y justo en frente está el cuarto de baño que va a ser prácticamente para ti, porque yo utilizo el que tengo en mi habitación. Y aquí creo que tienes todo lo que necesitas, pero si hay algo que te falte me lo dices y veremos qué puedo hacer.

Ante este comentario soltó una risita maliciosa….joder con el chavalín, como las tiraba.

D- Joder! Con baño en el cuarto como los ricos de las pelis.

Le deje en el cuarto y yo me fui al jardín a echarme un cigarrito. Estaba tan ensimismado mirando a las musarañas que no le oí llegar e incluso pegue un bote cuando poso su mano en mi hombro.

D- Tranquilo que soy yo – se reía- me invitas a uno?

El tío Pedro ( mi hermano) te ha comprado un cartón de tabaco , y como mi madre lo vio, te compro ella otro por las molestias, que sabe que aquí está muy caro.

Y – No es ninguna molestia hombre, faltaría más…toma uno, aunque siendo tan deportista pensé que no fumabas – y le pase la cajetilla y el mechero.

D- Pues si los cartones te parecen mucho, espérate que deshaga la maleta, porque mi madre ha arrasado en el Mercadona….creo que se piensa que aquí no hay supermercados.- ante esta ocurrencia nos reímos los dos.

Y yo no hago deporte así como el futbol ni nada por el estilo, a mí lo que me gusta es la musculación. Solo hago maquinas y pesas así que un piti no me hace perder el aliento.

Tú no haces nada?

Y- Tú crees que esto- sujetándome la tripa- se tiene haciendo ejercicio – nos reímos los dos.

Después del cigarro fuimos a dar una vuelta por el pueblo para que él se fuese familiarizando un poco, y así, mientras yo estuviese trabajando el podría salir a dar una vuelta, tomarse un café o simplemente pasear. Comimos en una cadena de restaurantes inglesa que dan los típicos platos de comida “casera” si se le puede llamar de alguna manera y después fuimos para casa que era la hora de la siesta.

Diego me pidió echársela en el sofá ya que parecía cómodo, no sin antes pedirme que no le dejase dormir mucho, sino le trastocaría el sueño por la noche. De ahí yo me subí para mi habitación.

Llevaba todo el día en un estado de excitación máxima. Soy sexualmente bastante activo, y en periodos de entre novios, como yo lo llamo…se podría decir que mas puta que las gallinas. Tengo mi lista de “follamigos” asiduos a los que acudo cada vez que me pica, lo cual es bastante a menudo. Y hoy en especial, después de pasar el día con ese monumento, estaba más cachondo de lo normal. Había pensado hacerme un buen pajote, así que le escribí a uno de mis rollitos, para ver si le apetecía un poco de conversación guarra para calentarnos y pajearnos. Chris, que así se llama, es un camionero con un buen trabuco entre las piernas que me visita cada vez que viene por mi área. Es muy vicioso y calenturiento, y muchas veces en la soledad de la cabina, me escribe, nos ponemos cerdos y nos pajeamos por mensaje o video llamada.

Me desperté al de mas una hora. Me había quedado dormido con el rabo tieso y el móvil en la mano esperando respuesta de Chris, y ahora estaba igual o más cachondo que antes. Ya era tarde para pajotes, así que me lave la cara y baje a ver qué estaba haciendo Diego.

Me lo encontré tumbado en el sofá boca abajo aun roncando, con ese culo redondo sobresaliendo como una boya en el mar, y esa visión me hizo lubricar. Me acerque despacio para despertarlo y tocando esa roca que tenia por hombro…

Y- Diego, despierta. Has dormido hora y media ya.

D- mmmmmmm – una especie de quejido es lo único que salió de su boca, se puso boca arriba y ya claramente me pidió 5 minutos más.

Y- Vale pero solo 5 minu…- no pude terminar la frase.

Se había dado la vuelta y ahora delante de mi tenia la tienda de campaña mas grande que hacia visto en mucho tiempo. Es más, no era una tienda, porque la tela del pantalón al ser tan ajustada no daba juego a levantamiento….pero si a abultamiento, y el que Diego tenia era uno de los buenos. Que señor paquetón marcaba el enano, ancho, grande y bien relleno como a mí me gustan. Daban ganas de pasar la mano y abarcar entero ese bulto…aunque si lo hubiese querido cubrir, tendría que haber utilizado las dos manos de seguro. Se me estaba haciendo la boca agua, pero eso no podía ser, así que lo termine despertando del todo.

Y- Diego, venga, ya han pasado 10 minutos. Vamos que tenemos que pasarnos por el súper a hacer la compra para la cena, y algo para mañana para desayunar.

D- voooooy- respondió de la misma que se impulsaba y se sentaba del tirón en el sofá.

D- Perdona, es que madrugue mucho hoy y estaba reventado- me decía mientras bostezaba y se estiraba marcando así sus grandes bíceps que eran como pelotas de balonmano.

Yo ya no sabía dónde mirar…

D- Te importa si me doy una ducha?

Y- Puedes hacer lo que quieras, es tu casa, pero si te parece…porque no vamos al súper , compramos rápido, y a la vuelta te das la ducha mientras hago la cena?

D- Me parece bien…- respondió, y de la misma nos marchamos.

A la vuelta del supermercado el subió directo para darse la merecida ducha, y yo me dirigí a la cocina a guardar las cosas y empezar a preparar la cena. En cuanto me disponía a empezar a picar la cebolla, me di cuenta que no le había dado toalla para secarse así que subí rápido antes de que el pobre chaval me la pidiese a gritos.

Cogí una toalla grande de cuerpo y cuando me disponía a tocar a la puerta del baño, me di cuenta que no estaba cerrada, simplemente entornada. Mi primer instinto fue llamar, para darle la toalla y seguir preparando la cena….pero la curiosidad podía más. Empuje un poco la puerta muy lentamente y ahí estaba el de espaldas en la ducha. Al ser mampara de cristal, y pese al vaho, se podía ver perfectamente ese cuerpo que parecía haber sido cincelado por Miguel Ángel. Que portento de la naturaleza el chaval. Se le marcaban todos los músculos de su espalda y según mi vista iba bajando mis ojos se posaron en ese pedazo de culo que invitaba a meter la lengua en el. Sus piernas eran muy gruesas y musculadas con un fino vello. Se estaba enjabonado el pelo, y ha cada movimiento que hacía con los brazos, sus bíceps se tensaban y extendían en una armonía, que era una alegría para la vista. Yo no podía estar más cachondo, así que abrí el botón de la cintura del pantalón y me saque la polla.

Ya tenía en mi mano mi orgullo de 18cm duros como una piedra. Pase el dedo por el glande y recogí el precum que ya me salía para llevármelo a la boca. El niñato este me tiene en una excitación máxima. Incluso las venas de la polla se me marcaban como lana de tejer, no recuerdo haberla tenido nunca tan dura.

Qué coño estaba haciendo!! Me estaba masturbando mientras espiaba a un chaval que podría ser mi hijo.

Como imaginareis la calentura pudo mas, y echándome un lapo en la palma de la mano, procedí a masturbarme mientras contemplada ese cuerpazo lleno de músculos. Estaba tan cachondo que no iba aguantar mucho, así que continúe con la paja, subiendo y bajando por mi rabo que estaba a punto de reventar mientras me deleitaba con la visión.

Pero yo quería verle por delante, quería saber qué clase de rabo gastaba el niñato. Tan concentrado y excitado estaba que comencé a incrementar la velocidad de la paja y sin poderlo remediar me corrí contra la pared soltando un gemido que alerto a Diego. Se dio rápidamente la vuelta y yo me escondí lo antes que pude.

D – Dani estás ahí? – pregunto

Rápidamente me metí el rabo como pude dentro de los pantalones. Y me limpie la mano y la pared con la toalla que le traía.

Y- Si, perdona que te moleste. Te llame pero no me oíste – mentí- Te traigo la toalla para que te seques.

D- Ostia, no me había dado ni cuenta que no tenía toalla. Muchas gracias, pasa y acércamela.

Y- Ahora mismo, espera que te traiga otra, que me acabo de dar cuenta que esta, está sucia.

Fui al armario a por una que no estuviese lefada y se la colgué de la manilla de la puerta.

Y- Te la dejo colgada en la puerta.

D- Pasa y acércamela

No respondí, no estaba yo como para encontrármelo de frente. Aun tenía la cara roja de la excitación y mi polla se desinflaba poco a poco dentro de mis pantalones. Así que se la deje donde le dije y me baje para continuar haciendo la cena.

Terminando de cortar todos los alimentos estaba cuando entro en la cocina. Aun tenía el pelo mojado y se le pegaba a la frente de una forma que resultaba hasta sexy. Venia vestido con un pantalón largo de chándal bastante fino que le marcaba todo el paquete enfundado en unos slips como pude apreciar cuando se giro y vi como le delineaba ese culazo.

D- Toma, tu móvil. Lo tenías en la sala y al pasar por delante he escuchado sonido de mensajes.

Y- Gracias, será alguien del curro.

En la vista previa pude ver que eran de Chris, por fin contestaba el cabrón, a buenas horas! Me mandaba una foto de su rabazo y al pie escribía “Me quieres comer el rabo?”. Bloquee el móvil y lo deje en la encimera mientras terminaba de hacer la cena y charlaba con Diego de Videojuegos. Salió a relucir el “Resident Evil” que para el que no los conozca, son los videojuegos de zombies en los que se basaron las películas que protagoniza Milla Jovovich.

D- Pues te acuerdas de Chris Redfield?

Y- Claro, es uno de los protagonistas…

D- Es por El que empecé a ir al gimnasio. Quería tener un cuerpo como el suyo y poco a poco lo voy consiguiendo.- ese comentario me hizo reír.

Que tiene gracia?

Y - Poco a poco?? Hace tiempo que le pasaste, tú estas más cuadrado que el dibujo.

D- Tú crees? Qué opinas?- y dijo esto llamando mi atención mientras se quitaba la camiseta y flexionaba los brazos marcando bíceps.

Joder esto ya era demasiado. Tenía una abdomen plano, algo marcado, en el que se le notaban los abdominales. Su parte superior estaba formada por dos prominentes pectorales con unos grandes pezones rosados y puntiagudos. Los pectorales estaban separados por un surco en el que tranquilamente cabria mi dedo meñique y lo que más me sorprendió de todo, es que todo estaba cubierto por una fina mata de pelo que le daba una apariencia muy varonil y que no me esperaba para un chaval tan joven.

D- Anda, tócalos…acero puro!!- Me decía todo gallito- Toca estas balas de cañón!.

Y- Venga tapate, que la cena ya esta lista, exhibicionista. Aunque un cuerpo así yo también lo enseñaría- reí.

D- Todo es ponerse! Mira hacemos un trato. Por tu hospitalidad, si me dejas ayudarte yo te pongo en forma.

Y- Para mí ya es muy tarde Diego, jeje

D- Que no hombre!!! No te preocupes que yo te voy a ayudar, a ti te pongo yo como un toro para que hagas babear a todos los maromos del lugar.

Perdona?? Ha dicho “maromos”?? Es que mi hermano le había dicho que yo era gay? Mi cara debió de reflejarlo porque enseguida me respondió.

D- Perdona, no quería molestarte. No te preocupes que a mí no me importa que seas gay, cada cual con su vida hace lo que quiere…de hecho un buen amigo mío lo es.- mi cara debía seguir siendo un poema, porque continuo diciendo- Es que antes al venir a la cocina que te traía el móvil, he visto sin querer el mensaje que has recibido, y lo poco que se de ingles te estaban ofreciendo rabo. Así que por mí no te preocupes si quieres quedar con alguien.

Tierra trágame, me puse rojo como un tomate y solo me salió decir

Y- No tranquilo de momento estoy bien- un silencio, y los dos rompimos a reír.

El hielo se había roto y ya estaba todo dicho. Al menos no me iba a tener que ocultar, y aunque un poco incomodo me quede bastante relajado…

(Continuara)

Este es mi primer relato propio y antes de nada quería agradeceros a todos el tomaros vuestro tiempo en leerlo. Pido disculpas ya que no soy profesional, pero se hace lo que se puede. También son bien recibidas las críticas constructivas y como pretendo que sea una historia larga por partes los consejos y sugerencias. Gracias