La dura señora Leclerc 9ª parte

Por fin llego el día del regreso

LA DURA SEÑORA LECLERC

9ª PARTE

LARA: hablare con mis superiores y pasare el informe de tu comportamiento acá y tu renuncia a ser mujer, para ser esclava total. Si ellos piensan como yo, te pondrán llevar a tu nuevo destino.

diana: gracias Sra., espero ansiosa la decisión, como también saber de mi nuevo amo.

Se marcho ahí, dejándome sola con mis pensamientos y recuerdos. Mi vida de antes y mi vida actual. Tenía un mes para idear un plan de zafar de esta gente. Escapar era imposible, enseguida me atraparían. Entonces esperaría a ver adonde iba y con quien para hacerlo.

Pasaron dos días, al ritmo de siempre, solo que no me sacaban de la jaula cada horas. Ahora dormía la misma cantidad de horas que las otras. Así estaba más descansada. Vinieron las entrenadoras muy temprano y nos despertaron.

LARA: bien hoy van a hacer tareas de campo. Llévenlas, diana tu espérame tengo que hablar contigo.

diana: si Sra.

Me quede viendo marchar a cachorra y letrina llevadas de sendas correas y en cuatro patas.

LARA: he hablado por lo tuyo y me dijeron que estuvieras 30 días acá, que te falta mucho. No confían en tu repentina docilidad, por como te conocen de antes. Me ordenaron te vigilara las 24 hs y no me descuidara. Te digo, que si por ti, hacen algo conmigo, tu lengua va a ser una parte pequeña que te falte del cuerpo

diana: bien Sra., acatare todas su órdenes para demostrarle a Ud. y los restantes que se puede cambiar.

LARA: bien, mis órdenes son exigirte al máximo.

Se marcho diciendo que enseguida volvería y quede sola con mis pensamientos. Quienes serian que aun no confiaban en mi? bah no importaba, aguantare lo que desea, para luego lograr lo que yo quisiera. Tengo que saber quien es ese amo oculto, que manejaba todos los hilos, tomando a todos como marionetas. Hare lo que quieran con tal de lograr saberlo y liberarme. Tengo que recuperar mi empresa, mi casa, mis autos y el poder que tenia.

Volvió Lara y me llevo a trabajar como pony al campo, atada con otra a un arado y tirando de él arando el campo. Cuando terminamos eso, nos llevaron a bañar y cenar. Estaba disponiéndome a dormir cuando apareció una de las Sras., y me indico que la siguiera. Cruzamos un patio enorme y entramos a una cabaña. Cuando entre vi a Lara, la otra domadora y Matilde.

Enseguida imagine no sea muy grato para mi lo que me esperaba, con las tres domadoras y travestido.

Se acerco Lara y pellizcándome mi pezón derecho

LARA: somos cuatro que quieren que vos las satisfaga, así que tendrás mucho trabajo. Berta y Vita empezaran contigo. Ahí tienes oportunidad de demostrar tu obediencia.

Beta y Vita se abalanzaron sobre mi y con sus cuatro manos no dejaron parte de mi cuerpo con tocar y pellizcar. Berta me hizo arrodillar y chupar su concha. Estaba sucia y sudorosa y hubo un momento que casi vomito, pero logre respirar profundo y seguí chupando. En tanto Vita metía sus manos en mi concha y mi culo, alternativamente. Pese a tratar de no calentarme, no lo logre y mientras Berta acababa en mi boca, yo sentí         que un orgasmos caer en los dedos de Vita. No pude evitar gritos de placer. Luego tuve que chupar a Vita, que estaba en las mismas condiciones de higiene que Berta. En un momento de mi tarea mire a Lara y Matilda. Lara estaba expectante de lo que hacia, aguardando su turno y el travesti me miraba al tipo que acariciaba en sus mano su pija ya parada. Una vez terminamos Lara se tiro al suelo, abriendo sus piernas para recibir mi cabeza entre sus labios vaginales, mientras yo en 4 vi como acometía el travesti sobre mi concha. Fui un ir y venir empujada por Matilda y eso le gustaba a Lara porque que gritaba de satisfacción. En tanto Matilda se agarraba de mis tetas, pellizcando mis pezones y tirando a fondo se pija. Acabamos los tres casi simultáneamente.

Pensé me llevarían nuevamente a mi celda, pero no, siguieron charlando y riéndose y yo a su lado estaba como ignorada

LARA: bueno chicas la jornada estuvo esplendida y esta para seguir, pero mañana la perra tiene mucha tarea y quiero cumpla bien con ellas. Otro día seguiremos.

A la mañana siguiente me llevaron a mis tareas, cada día eran mas y agotadoras. Que limpiar la caballeriza y lavar y cepillar los caballos. Que arar el campo tirando un carro con otra chica. Que pelar papas en la cocina y limpiar las letrinas. Recibiendo el maltrato de las domadoras que trataban de humillarme constantemente. Yo agachaba la cabeza y cumplía las órdenes ante la risa de ellas. Por las noches, no todos los días, debía ir a entretenerla sexualmente a las tres y Matilda. Cada vez que iba eran mayores las humillaciones que me hacían. Matilda, una noche, con el consentimiento de Lara quiso probar algo distinto conmigo. Me hicieron arrodillar en el suelo con las manos sobre la cama, bien abierta de piernas. Matilda había ido al baño y yo temblaba de pensar con se vendría ahora. Mientras Lara y las otras dos me manoseaban mis agujeros y mis tetas, apareció Matilda. Tenía su mano impregnada como con vaselina. Entre Lara y Berta abrieron bien mis nalgas, el hijo de puta me fue introduciendo su mano en mi culo, hasta más allá de su muñeca.

Dijeron que era fisting y yo estaba realmente muy molesta de aguantar una mano dentro mío explorando mi interior. Había sentido hablar de ello pero nunca lo vi ni lo había hecho. Me sentía muy molesta. Una vez se cansaron de eso me remitieron a mi celda. Mi culo esta lleno de vaselina.

Pasaron los días de igual forma, hasta que Lara me dijo que seria enviada a la casa de mi nuevo Amo, en el día de mañana.

Esa noche estaba feliz porque por fin iba a realizar mi rebelión. Toda la noche elucubre los pasos a seguir, que hacer. Debía esperar el momento justo para actuar. Tenia que tener la inteligencia de saber cual seria ese momento.

Al día siguiente vino en camión con caja cerrada atrás y me subieron a él. Iba desnuda de pies a cabeza y solo me pusieron sobre mi espalda una manta atada por delante con el nombre “diana”. Era una manta de perra. Además para completar lo único que llevaba pusieron un collar negro en mi cuello, sin ninguna chapita identificadora. El camión emprendió viaje a mi nuevo destino, destino de revanchas