La dura señora Leclerc 8ª parte

Mi claudicación ante Lara

LA DURA SEÑORA LECLERC

8ª PARTE

Encerrada en una jaula en que apenas podía moverme y en 4 patas. Apoyado mi costado contra una de las rejas dormí esa noche. A la mañana siguiente, vinieron las tres guardias y para despertarnos traían unos palos cada una de ella. En la punta del palo había una aguja. Nos pinchaban la nalga para despertarnos o apurarnos a salir de la jaula. Una vez las cuatro afuera, nos hicieron formar una al lado de la otra de rodillas.

Nos dijeron que ellas eran las domadoras.

Lara la principal y domadora mía era la peor de todas.

LARA: aquí tengo las historias de las tres. Cachorra, inservible para todo, tienes 20 años, no estudias, te la pasas en el baile y tus padres se cansaron de hablar contigo por eso te mandaron acá, para hacerte mujer de aguante y sierva-

En cuanto a ti, letrina, prostitutas de las calles capturada por nuestra gente, te mandaron para corregirte y servir a algún amo.

En cuando a ti diana, la última, que interesante. Empresaria con mucho dinero y mal trato a la gente. Rebelde, mal carácter, prepotente. Tenemos que domarte y hacerte mansa y te aseguro que pese a tu oposición saldrás de acá siendo la más domada perra.

Uds., (a las otras dos guardia), hagan la rutina con ellas. A esta hay que aplicarle tratamiento especial.

Cachorra y letrina se fueron con sus domadoras y yo que con Lara en el lugar.

LARA: así que tienes fama de díscola, de déspota con la gente y te atreviste a rebelarte al amo que trajo e incluso lo heriste con una cuchilla. Anda sabiendo que acá eso no te va a servir de nada y menos conmigo. No sabes lo déspota y cruel que puedo ser contigo. Para empezar te aplicare un correctivo para hacerte disuadir de que puedas pensar en fugarte o rebelarte.

Me llevo hasta la pared y amarro mis brazos a una polea que colgaba del techo. Luego me elevo unos veinte centímetros del suelo. Los brazos me dolían y no podía apoyar mis pies en el suelo. Se acerco con la varilla y comenzó a azotar mis nalgas. Los o tres primeros golpes los soporte, pero luego no.

diana: ay

Siguió golpeando no solo mis nalgas, sino también mis piernas. Luego giro mi cuerpo hasta enrollar bien la cuerda y la soltó. Al soltarla giraba sobre mi misma. Ella parada, golpeaba si calcular si era atrás o adelante en mi cuerpo.

diana:   ay. Por favor basta.

Paro de golpearme y subí más mi cuerpo. Mis brazos parecía iban a ser arrancado de mi cuerpo. Cuando había llegado a más de un metro de altura, lo soltaba y yo caía bruscamente sobre el piso y antes que me quejara, volvió a elevarme. Y así lo hizo varias veces.

LARA: yo te voy a dar a vos rebeldía

La última vez que me tiro al suelo, me desato y me hizo poner de pie. Mis brazos me dolían una enormidad. Volvieron letrina y cachorra con sus entrenadoras y se pusieron en línea conmigo.

LARA: traigan a la muda

A los pocos minutos apareció una mujer de más o menos treinta años que se arrodillo ante la figura de Lara.

LARA: dile a estas porque te dicen la muda. Abre la boca y saca tu lengua.

La muda abrió la boca nada más.

LARA: (metiendo sus dedos dentro de la boca de la muda.) como podrán ver no tiene lengua. Los gatos que pululan por el lugar se la disputaron y comieron, una vez cortada. Yo me encargue de ello. Se le corto por hablarle a las demás de rebelión y de fugarse ella sola. Detenida a las dos horas fue escarmentada con castigos delante de la demás y por último se le cortó la lengua. Hoy es modelo de sumisión y respeto. Ahora le daremos órdenes de hacer unas cosas y Uds. deberán imitarla. Acá con mis compañeras observaremos como lo hacen y las corregiremos si lo hacen mal.

Cuando hablo del corte de lengua, nos miramos incrédulas las tres, pensando seguramente todas que esto no era joda. A mi se me produjo un vacio en el estomago cuando metió los dedos y la lengua no aparecía.

LARA: bien muda, enséñales, posición de sumisa.

La muda lo hizo y nosotras la imitamos. Cachorra no ofrendo sus tetas como estaba marcado y recibió un fustazo de su entrenadora en la tetas, que la doblo.

LARA: ofreciendo bien las tetas al amo.

Nos enseño a caminar en 4 patas como las perras. Con la cola bien elevada como ofreciendo al amo los dos agujeros. Con ambas estuvimos un rato largo primero mirando a muda, luego haciéndolo con ella y luego solas. La tercera cosa que nos enseñaron fue a comer como perras. Sin usar las manos y solo con las boca y la lengua. Que difícil es comer así y mas tomar agua ya que solo se hace con la lengua. muda lo hacia metiendo la boca dentro del agua y la absorbía.

Luego cada entrenadora engancho la correa a cada y collar y no hizo caminar por el establo, llevando en su mano las varilla para castigarnos en caso de caminar mal. Como a las cuatro de la tarde les dieron libertad a cachorra y a letrina, pero no a mí. Lara parecía estar ensañada conmigo. Trajo unas bolsitas de mas o menos un kilo y las puso en el suelo. Yo debía con mi boca tomar la manija de cada una y llevarlas adonde se posiciono ella. Tres viajes, una bolsita por vez. Me costo trabajo morder en hijo que hacia de manija, para luego llevarla con mi boca hasta el lugar elegido.

Luego me llevo a una sala donde había elementos de tortura. Me hizo sentar en un sillón y con tiras de cuero ato mis manos a cada lado del sillón. Me puso dos broches metálicos en mi Tena derecha y dos en la izquierda. Luego 3 a cada lado de mis labios vaginales. Realmente apretaban mucho y me mordía los labios para no quejarme. Vi que acercaba una mesita y la puso a su costado. Era una batería y tomando los terminales que estaban conectas a ella. La junto y producían electricidad. Me dejo preocupada, pero enseguida se encargo de sacarme la preocupación de mi cabeza. Con uno de las terminales rozo el broche de mi tena derecha y lance un alarido de terror al sentir la descarga eléctrica, luego mi izquierda. Al sentir la descarga mi cuerpo brincaba y yo gritaba. Luego lo hizo con mis labios vaginales, ahí no solo grite, sino que también llore locamente.

Cuando creí había echo todo, tomo la otras terminal y aplico cada una de ellas en mis tetas al mismo tiempo. Mi cuerpo saltaba hacia delante y mis gritos eran terroríficos y las lágrimas brotaban de mis ojos. Cuando lo hizo en mi concha parecía morir por la descarga. Me dejo reposar cinco minutos, me desato y puso la correa en mi collar y me llevo con las otras.  Nos dieron de comer temprano y luego cada una a su jaula.

Llevaba tres horas durmiendo, cuando Lara vino a buscarme, pinchando mi pierna con ese palo con aguja. Salí de mi encierro y cerro la jaula. Me saco al patio y me puso una cadena de cinco metros, enganchada a mi collar. El otro extremo de la cadena estaba enganchada a un eje.

LARA: vas a volver a tu infancia, a dar vueltas en la calesita. Ahora y sin parar.

Comencé a caminar, mientras hacia restallar el látigo al aire. Estuve más de una hora dando vueltas y en un momento de flaqueza, pare y recibí en mis tobillos un latigazo.

LARA: bueno, esta bien ya. A dormir

Entre en mi jaula y cansada como estaba me quede dormida enseguida.

A las dos horas vino otra de las entrenadoras y me despertó y saco de la jaula. Con mi correa me llevo afuera. Me hizo correr alrededor de una plaza que había. Dando vueltas y vueltas, mientras ella venia atrás en un cochecito eléctrico. No podía parar porque recibiría un latigazo. Luego de 5 vueltas completas de nuevo a la jaula a dormir. Cansada como estaba me dormí enseguida.

Dos horas después vino la otra entrenadora a sacarme haciéndome sacar los tachos de basura del día afuera del edificio. Termine extenuada. En mi jaula pensé que me hacían eso cada dos horas para quebrantarme. Era a la única que sacaban a eso. Quede dormida pensando que en cualquier momento volverían. La llamada siguiente fue con todas a las 7 de la mañana. A letrina no se adonde la llevaron, pero cachorra y yo fuimos a rasquetear y encerar el primer. Para colmo había que hacerlo a mano y arrodillas en el piso. Después de 6 horas terminamos agotadas. Nos llevaron a una ducha a bañarnos con agua fría. Terminado eso, salimos del edificio y a mi me ataron a un poste que vendría Lara a buscarme, mientras a cachorra no se adonde la llevaron. Espero tirada la llegada de Lara y no venia. A las tres horas de estar ahí, llego Lara y me llevo de nuevo a la sala de torturas. Entre que me temblaban las piernas. Me puso en una cruz giratoria, atando mis manos y pies en cada extremo. Luego con su mano fue llevando la rueda hasta quedar cabeza abajo.

Salió Lara y apago la luz, quede sola en la oscuridad. Estuve largo rato hasta que volvió he hizo girar lentamente la rueda. A medida que daba vuelta ella tiraba latigazos que en un 90 % daban en mi cuerpo, haciéndome gritar de dolor. Luego aumento la velocidad a tal extremo que cerré mis ojos para no ver girar todo a mí alrededor. Todo el tiempo tiraba latigazos que cada vez que me pegaba gritaba de dolor. Una vez que se canso de eso me llevo a una habitación y entramos las dos. En ella había una mujer alta delgada, vestida de pollera y blusa. Dijo llamarse Matilde

MATILDE: hola Lara, esta es la mujer.?

LARA: si, esta. Quiero la haces gozar

MATILDE: esta limpia no?

LARA: recién bañada para ti. Yo me quedare para filmarlas

MATILDE: esta bien no hay dramas, me gusta cuando al publico y me filman.

Matilde se desnudo por completo y mi asombro me llevo a límites insospechados. Lo primero que mostro libre de ropa, fueron sus tetas bien formada y los pezones erectos. Se saco la pollera y casi me desmayo. Tenía una pija enorme. Era un travestido.

Se me acerco y beso mis tetas. Yo estaba sin reaccionar. Me indico me pusiera de rodillas para chupar se enorme verga. Resignada lo hice y acabo en mi boca y cara.

Lara, una vez terminado de filmar, paso lo hecho en su cámara.

Al rato el travestido me tiro encima de mí y me empezó a manosear, metiendo sus dedos en mi concha y haciéndome agarrar su pija con mis manos. Luego me tiro sobre la cama y me cogió como quiso, acabando dentro mi. Un rato después Matilde se fue.

Lara tomo el teléfono y llamo no se a quien pidió algo que no entendí bien. A los cinco golpearon la puerta y apareció una persona trayendo varias cosas. Me dio una enema y tapo mi culo con un tapón.

LARA: no vaya a ser cosa que largues la porquería si autorización, deberás esperar mi orden.

Me tuvo largo rato aguantando. Apretaba mis piernas al extremo para sacar todo, ese al tapón. Cuando Lara lo creyó conveniente me dejo. Fue impresionante la limpieza de estomago.

Pasaron los meses y cada día caía mas bajo. Me sentía derrotada, vencida, sin voluntad de luchar y si salía de ahí no tenia nada, ni casa ni empresas nada.

Para colmo para vencer mi voluntad, cada dos horas me sacaban de mi sueño para hacer algo. Una mañana Lara vino a buscarme junto a las otras entrenadoras y al salir de la jaula, sin pensarlo mas  me arroje a los pies de Lara.

diana: Sra. le juro que nunca intentare escapar y a obedecer la órdenes que me den. Por favor perdone a esta perra, que promete ser una perra dócil al amo que me toque. Lo juro, Sra, lo juro.

LARA: (primero sorprendida y luego resplandeciendo de orgullo): estoy orgullosa de ti. Pensé iba a demorar un poco mas tu nuevo rol de perra, has recapacitado y me siento orgullosa. Bien acepto tu palabra, pero ante el menor desvió caeré sobre vos con todas mis fuerzas.