La dura señora Leclerc 6ª parte

La lucha por la supremacia

LA DURA SEÑORA LECLERC

6ª PARTE

Parada desnuda en medio del living, con un cuchillo y una maza, esquivando la acción de Aníbal, me pareció una cacería en contra mía. El cazador y el animal a cazar. Nos miramos frente a frente sin bajar la guardia, estudiando cada uno movimiento del otro.

Hice el amago de correr hacia mi izquierda y el también lo hizo para cerrarme el paso. En lugar de eso salí disparada a la derecha.

Tenía que moverme entre el living y el comedor que eran grandes y me podía mover con holgura. Deseche los dormitorios, el baño y la cocina porque eran lugares para moverme poco y para él seria de solo esperar.

Por suerte estaba en buen estado físico y no me cansaba en esas corridas. Sobre una mesita con lámpara del living vi la vara con la que me había pegado. Corrí hacia ese lugar. Me di vuelta y le arroje la maza buscando pegarle en algún lugar de su cuerpo y manteniendo la cuchilla en una mano, tome la vara en la otra. Blandiéndola al aire impedía se me acercara.

DIANA: (agitando en el aires) veni puto, te voy a dar la misma medicina que me diste vos, esta vara.

ANIBAL: deja eso yegua de mierda, porque cuando te atrape, te la voy a poner en el culo, centímetro a centímetro.

En un momento de agitarla, le pegue en la pierna sobre la rodilla. Se doblo un momento pero se recupero rápido pese al dolor que sintió.

ANIBAL: vieja de mierda, la vas a pagar caro esto.

DIANA: te gusto, no es tu medicina?

ANIBAL: (quiso avanzar, pero de freno al ver el cuchillo amenazante) siéntate y hablemos. Una tregua si?

DIANA: no puto, la única manera es que te vea salir de acá muerto o con la policía llevándote preso. Dime los guardia de seguridad los tienes comprados?

ANIBAL: que te parece a vos?

DIANA: hijos de puta, se vendieron por eso entrabas y salías cuando querías y hoy no hicieron rondas.

ANIBAL: a muchos no hizo falta comprarlos, lo hacen por el odio que te tienen, por ejemplo tú personal de servicio que no va a venir hasta que reciban un llamado mío.

DIANA: que gente de mierda. Igual que vos

ANIBAL: jajaja, te odian por tu trato y nadie hará nada por ti. Estas pérdida, sola en esta casa sin comunicación exterior y con las salidas controladas por mí. Estas en un laberinto sin salida. Se que no ye visita nadie y hasta tu propia familia, con quienes no tienes relación, te odia. Así que solo debo esperar que te rindas y tenerte conmigo, para iniciar la doma

Mientras hablaba intento acercarse, pero lo frene con el látigo sin pegarle.

DIANA: quieto, aprendiz de amo. Estoy sola pero venderé cara mi vida.

Sonó su celular y atendió

ANIBAL: estoy tratando de agarrarla, pero ya va a caer.

…………………

ANIBAL: si, por supuesto que si

Y Corto

DIANA: quien era tu cómplice? Te apura a cazarme? Quien es? Puto de mierda. Sabia no tenias cabeza para organizar esto vos solo, que solo eres un instrumento del otro.

ANIBAL: basta ya, entrégate!

DIANA: ni loca.

Mientras hablaba con él me desplazaba de a poco hacia la izquierda, mientras pensaba conde estará el juego de llaves duplicado de la casa.

Abrí un cajón y nada.

ANIBAL: (haciéndolas sonar al aire) buscas estas llaves?

DIANA: maldito, dámelas.

Mi idea era ir hasta el garaje tomar cualquiera de los coches y salir, aunque tenga que derribar el portón de entrada. Además en la guantera tenia un celular para llamar a la policía.

ANIBAL: no me negaras que es un plan perfecto, salvo el tema del revolver. Hasta ahí estabas ya en el horno.

DIANA: te dije, te falta cabeza para esto.

Nuevamente sonó su celular, y contesto. Cuando colgó dije

DIANA: que pasa, tu socio se esta poniendo nervioso por tu incapacidad? No puedes reducir a una mujer?

ANIBAL: calla puta, ni sabes de que hablamos.

DIANA: mucho no hay para hablar

Siempre alerta sus movimientos pensaba, que habría alguna forma de salir. Estaba presa en mi propia casa.

ANIBAL: sin peluca, así pelada como estas, debo reconocer que eres una belleza.

DIANA: no quieras comprarme con esas boludeces.

Me sentía como un ratón a quien el gato quería cazar. Nunca en mi vida estuve en el papel del ratón, siempre me sentí una gata cazadora, pero ahora estaba experimentando la situación al revés.

Sabia que él tenia que apurar mi captura, apurado por su socio telefónico. Quien seria ese misterioso socio que lo presionaba? Había un amo sobre él? O él era un instrumento de otro amo?

Todas preguntas no que tenían aun respuestas. Lo único real es que estaba prisionera en mi casa, violada, humillada y sometida.

El siempre estaba atento a mis movimientos y yo a los de él.

Éramos como dos boxeadores estudiándose antes de trenzarse a pelear.

Lo que mas temía yo era la fuerza física que él tenia.

Me moví un poco detrás de la mesa del comedor y él al acecho. Movió su brazo derecho como tirando un manotazo y respondí con el cuchillo.

ANIBAL: hay, hija de puta me cortaste.

Si había logrado cortarlo en el antebrazo y manaba bastante sangre.

ANIBAL: (creyendo que caería en su trampa, dijo) ayúdame puta, vieja de mierda, me voy a desangrar.

DIANA: te das cuenta que con 38 años no soy una vieja de mierda, como me dices. Que estoy en forma. Oye trata de manchar con tu sucia sangre mi alfombra persa, que después cuesta mucho sacar la suciedad.

ANIBAL: cuando te tenga, vas a rogar que te mate.

DIANA: jajaja, el gato esta herido por el ratón. Sino te curas te desangraras (exagere yo). Estoy en el camino tuyo al baño, donde hay cosas en el botiquín para curarte. Te propongo algo

ANIBAL: dime que, puta

DIANA: si dejas las llaves en la punta de tu izquierda, tu brazo herido, vas por la derecha y entras al baño. Que dices gato aceptas?

ANIBAL: (mirando como le salía sangre) si puta, acepto

DIANA: puta no dime Sra.

ANIBAL: si Sra. acepto

DIANA: así esta mejor. Déjalas en donde te dije.

Saco de su pantalón el juego de llaves y lentamente lo puso sobre la mesa. Yo tire un fustazo que golpeo su brazo herido. Pego un grito de dolor.

DIANA: vaya, con el hombre fuerte? Te dolió? Me encanta, así sabrás con quien tratas

ANIBAL: con una puta de mierda trato, ahí tienes las llaves ya, déjame pasar.

DIANA: un momentos, tengo algo más

ANIBAL: me sale mucha sangre, que más quieres.

DIANA: que no salgas por 10 minutos del baño. Es suficiente para mí escapar de acá.

ANIBAL: esta bien puta, tu ganas por ahora

Empezó a desplazarse hacia el otro lado. Tome las llaves y decidí ayudarlo y apurarlo fuera al baño. Le tire golpes constantes con la fusta que golpeaban en distintas partes de su cuerpo, apuro su paso aullando de dolor y puteándome. Se metió en el baño y yo corrí hacia la puerta para abrir y salir hacia el coche.

Puse la llave y no giraba, probé la otra e igual. Vi que era el llavero de casa, pero el hijo de puta había cambiado las llaves.

Apareció con unas gasas cubriendo su brazo, para detener la sangre.

ANIBAL: creíste te la iba a hacerte tan fácil el escape. Mira

Me mostro las verdaderas llaves de la casa atadas con una piola.

ANIBAL: (sonriendo) jajaja, la ratoncita esta desilusionada, por la jugaba del gato? Creyó la ratoncita ser superior? Jajajaja

DIANA: hijo de puta, debí dejarte sangrando y una vez muerto en suelo salir tranquilamente.

ANIBAL: ya es tarde para eso

DIANA: tarde? No te hare otra herida, sino me dejas salir y me sentare a esperar que mueras, para salir.

Recomenzamos nuestro duelo, el atacando y defendiéndome. Sonó el celular nuevamente.

ANIBAL: me hirió en el brazo con el cuchillo, pero igual la tengo cercada

………………….

ANIBAL: esta bien, yo te llamo cuando la tenga a esta yegua.

……………..

Cortó y volvió a centrar su atención en mí. Yo quería sacarlo fuera de si

DIANA: que pasa amito? Tú superior te exige y tú no puedes. Vaya con el macho, al que encargo esta situación. No tienes los cojones de dominar a una mujer y pretende ser amo. Jajajaj

ANIBAL: ríe, mientras puedes puta, que luego reiré yo.

Le tire un fustazo que no di en el blanco lamentablemente, pero era suficiente para mantenerlo a raya. Mi la cuchilla con sangre y dije

DIANA: habría que analizar esta sangre, parece de pato

ANIBAL: maldita hija de puta. No se para que quieren una vieja como vos.

DIANA: que bien, ahora reconoces que eres un esbirro de otro.

ANIBAL: no soy esbirro de nadie, soy socio

DIANA: socio súper minoritario. Jajajaja.

Tire dos fustazos, al derecho y al revés, que si lo agarraba le sacaba parte de la piel.

ANIBAL: ya vas a ver quien soy, cuando te agarre. Puedo se el mas sanguinario de todos.

DIANA: que miedo tengo. Mamita ayúdame me quiere pegar este señor.

ANIBAL: búrlate y ríe mientras puedas.

Siempre alerta por lo que pudiera hacer, buscaba desesperadamente el escape, no era realmente imposible.

El amago tirárseme a su derecha y me tiene hacia la mía, pero el cambio y se tiro para el mismo lado que yo. Su cuerpo choco con el mío cayendo al suelo. La cuchilla cayó unos dos metros de nosotros. El trataba de sujetarme y yo le arañaba la cara con saña, mientras lo pateaba con mis dos piernas. Logre zafar y me arrastre hasta la cuchilla y cuando ya la tenia recibí el peso de su cuerpo en el mío. Forcejeamos, seguí arañando su cara ya lastimada y tratando con mis piernas darle en los genitales. Mi ventaja era que no podía tirarme del pelo, pero a él si. Se lo tironee como queriendo arrancárselo de cuajo, mientras entre su cara y su pelo gritaba y me puteaba a más no poder. Me arrastre y el a mi lado si soltarme también. Mi cuerpo desnudo se deslizaba por el mármol frio y con él. Suerte que tenia tetas naturales porque sino entre el peso de él y el aplastamiento, capaz reventaba una, debido a la violencia. Me monto sobre mi cintura y tomo mi cuello como para asfixiarme. Por más que con mis manos le pegaba, apretaba más mi cuello y empece a sentir que me falataba el aire. Senti que mi cara estaria roja mientras él segui tratando de asfixiarme