La dura señora Leclerc 5ª parte

Otra violación y fuga

LA DURA SEÑORA LECLERC

5ª PARTE

Desperté mojada y con un olor nauseabundo. En el momento de desmayarme me había hecho encima con orina y mierda, del susto que tenia encima.

ANIBAL: vaya, despertó la Sra. Leclerc. Que asquerosa Sra. se hizo encima, que le pasó?

Terriblemente colorada y humillada, no podía responder aparte de tener la mordaza.

Mi peluca colgaba de una de las puntas de la cama al igual que la lencería comprada hacia unas horas.

Tomando en su mano las bombachas

ANIBAL: (al tiempo que con ellas limpiaba mi excremento) te dije que no usaras más lencería. (Con mis sostenes terminaba de de limpiarlas.) Bien quieres sostén, bueno un ratito te los voy a poner.

DIANA: nmno

Dije como pude. El me puso el sostén más sucio en mis tetas y levantando mi cuerpo un poco lo abrocho por detrás. El olor se hizo más fuerte. Trajo un balde vacio del baño y lo puso a mi vista. Tomo la peluca en sus manos.

ANIBAL: lastima, era muy linda y fina.

Al tiempo que la encendió fuego sobre mi cuerpo, con el consiguiente peligro de quemarme. Una vez que agarro bien la tiro dentro del balde consumiéndose toda. Luego con la tijera en manos corto la unión de los dos casquetes del sostén y tiro de un lado hasta sacarlo y tirarlo al balde avivando el fuego. Tiro también, luego de unos minutos las dos bombachas y el sostén restante. Yo miraba elevando un poco la cabeza. Mis tetas quedaron sucias de mierda y con olor. Me saco todo y me envió a ducharme. Cuando volví me hizo cambiar las sabanas y dar vuelta el colchón. Luego agarrándome de la oreja derecha me tiro nuevamente en la cama, boca abajo. Volvió a ponerme esposas pero más al medio de la cama. Y  con posición de 4 patas me inmovilizo las piernas con la tela adhesiva. Como era muy de noche y el personal seguro se habría ido dormir bajo a la cocina y  trajo dos o tres botellas de cerveza bien helada. Mientras con trapo húmedo limpiaba mis agujeros con su mano libre tomaba cerveza. Luego embadurno  mi concha y mi culo de vaselina y me dejo así, con la incertidumbre de los que iba a hacer conmigo. Se sentó en el borde de la cama y espero, no se que. Luego tomo una varilla y castigo mis glúteos reiteradamente, produciéndome más dolor. No podía gritar por la mordaza, solo producía mi boca sonidos de dolor. Mi concha y mi culo fueron también castigados. Mi culo estaba rojo, con marcas y me dolía mucho. Todo estaba grabado por una cámara que él había traído y mi celular que también lo trajo. Pensé lo peor, que se seria usada por mis dos agujeros. Salió de mi habitación y trate de zafar pero era imposible esta tan bien atada que cuanto mas me movía mas ajustaban mis ligaduras. Volvió a entrar a la habitación y no podía ver con que.

ANIBAL: mira lo que traje

Trate de ver pero como esta detrás no lo vi

ANIBAL: ahora lo pondré delante de tus ojos.

Y puso muy bien afirmado a la cama y delante de mí un espejo de regulares dimensiones, pero que bastaban para verme reflejada en él enteramente yo. Mi cara con la mordaza en mi boca y mi rapada cabeza ocupaban casi toda su superficie. Me mire al espejo y casi no me reconocía, como esa dura mujer que jaqueaba a todos, sean hombres o mujeres. Ahora era solo una mujer reducida, atada que se reflejaba en el espejo. Acaricio mi rapada cabeza y se ubico detrás de mí. Pensé que se venia lo peor. El llamado de su teléfono celular me salvo en ese momento.

ANIBAL: si, así es.

Yo no podía escuchar el retorno de esa conversación, sol a él y me desesperaba saber que hablaba con un desconocido sobre mi

ANIMAL: si, ya esta reducida sobre su propia cama. Espero reciba Ud. las imágenes de ella.

……………….

ANIBAL: las recibe bien nítidas?

……………….

ANIBAL: perfecto, voy a seguir adelante. Adiós

No se con quien hablaba, lo que si se es que el hijo de puta de Aníbal estaba transmitiendo, no se como, mis imágenes a otra persona sobre mi cautiverio. Ya podía yo esperar lo peor. Para colmo hoy ya era sábado y mi personal tenia su franco semanal, quedando en la casa además de nosotros dos los inútiles guardia de la puerta. De un tirón saco la mordaza de mi boca.

DIANA: hijo de puta, con quien hablabas. Que otro mal parido esta mirándome ahora y adonde esta. Soltame guacho hijo de puta, no agraves más tu situación cuando te llevan preso por lo que me haces.

Mirándome al espejo y diciendo todo eso, parecía estar monologando ya que él no emitió el mas mínimo sonido, por lo parecía estaba hablando sola.

Se ubico detrás de mí nuevamente y por la forma que se puso veía una parte de su rostro en el espejo. Me mostro un pene de unos 20 cm. y luego lo metió en mi concha, haciéndolo entrar y salir. Empecé a mojarme de tanto ir y venir mesclando mis flujos con la vaselina que tenia. Aguante estoicamente pero no podía sustraerme al placer de sentir eso dentro de mí. Temí por mi virgen culo, que hiciera lo mismo. De pronto dejo de hacer el jueguito del ir y venir del pene plástico. Lo dejo dentro de mí, al tiempo que sentí en la entrada de mi culo su caliente pija.

DIANA_ no por favor, ahí no, te lo ruego, no (casi gritando en mi suplica)

No podía ver su rostro, creo de satisfacción por lo que yo decía humillada, pidiendo no me sodomice. El contesto con dos fuertes palmadas sobre mis lastimadas nalgas que me hicieron pegar grititos de dolor. Empezó a penetrarme de a poco, ante mis desesperados gritos. Luego paso sus manos por delante mí y se tomo de mis tetas, pellizcando mis pezones y apretándolas con sus potentes garras, introdujo de un modo brutal el resto de su pija dentro de mi culo, ante los gritos de dolor y maldiciones mías.

Llore, grite, maldeci mientras él sacaba y ponía y con su mano derecha golpeaba mi nalga herida. Era desesperante para mí ya soportar el dolor y mi cara en el espejo lo reflejaba fielmente. Encima sabia que otra persona no se de donde esta observando mi violación al momento. Parecía que cuando más lloraba o gritaba enardecía mas a mi violador, pero no podía reprimir semejante dolor con nada. Sentí que algo caliente salía de su pija instalándose en mi culo y agradecí mentalmente que todo terminara. La saco y bajo de la cama, liberándome de las ligaduras y esposas. Salió de la habitación dejándome encerrada.

ANIBAL: voy a comer algo y vuelvo, aun no termine contigo

Fui al baño y me duche. Cuando salí vi el revolver y lo tome, tenia que intentar escapar. Me escondí detrás de la puerta esperando volviera. Como estaría que ni siquiera me vestí.

Escuche pasos y luego el meter en la cerradura y abrir. El entro confiado y yo salte, blandiendo el revolver, pasando mi mano de espaldas a él y colgada de su cuello.

Luchamos, quería tomarme de los pelos que ya no tenia, para sacarme de encima.

ANIBAL: soltame puto, vocifero.

Yo comencé a pegarle con el revolver en la cabeza. Llegue a romperle y él aturdido por los golpes cayo al suelo. Yo caí en el suelo arriba de él. Me levante rápidamente y baje las escaleras de a tres escalones. Corrí hacia la puerta principal de la casa. Tire de la manija y no pude abrir, estaba con llave. Desesperada corrí a la puerta trasera y lo mismo.

Sin saber donde esconderme me metí en la cocina de servicio. Revolví todo y me arme con una cuchilla de carnicero y una pequeña que se usa para aplastar milanesas. Me asome y vi que bajaba las escaleras desde mi cuarto a planta baja. Medio que se bamboleaba por los golpes recibidos,  pero como es un tipo fuerte reacciono rápido. Se iba tomando la cabeza y vi que manaba sangre de ella.

ANIBAL: vieja hija de puta, te voy a agarrar y el castigo será terrible.

Yo pensaba la forma de esquivarlo. Llego al living

A medida que él hablaba, mi mente pensaba la forma de librarme de él. Se alejo un poco y respire. Daba vueltas desesperado buscándome.

ANIBAL: adonde estas puta

ANIBAL: te conviene salir, vieja puta . Cuanto más tardes peor para ti. Salí vieja puta. Que pagas para que los machos te cojan, a una agencia.

Yo seguí apretujada en la cocina, tratando no hacer el mínimo ruido. El se movía entre el comedor y el living. Se acerco a la cocina, porque sentí muy cerca sus palabras.

ANIBAL: la puta que te pario vieja de mierda, me rompiste la cabeza. Tengo sangre. Ya te voy agarrar y voy a barrer la casa con tu cuerpo y tu lengua. Antes de que agarre yo, matate y no sufrirás mas.

Salí y corrí como loca. El me vio y corrió detrás de mí. Di vueltas alrededor de la mesa de comedor y él tratando de atraparme. Fui al centro del living con la cuchilla y la maza.

ANIBAL: solta eso, puta. Vieja loca que tratas a la gente como animales.

Estaba decidida a matarlo si era posible, con tal de no caer en sus manos otra vez.