La dulce Olga y su hermana-1
Le conté a mi hermana lo sucedido ese fin de semana y el chocho se le hacia agua.
Ponme a prueba de aquí al fin de semana, no sé si este tendré cosas que hacer, solo pruébame y veras que estoy dispuesta a ser OTRA.
Ese primer fin de semana salí solo el viernes por la noche y regrese de madrugada, la fiesta fue un poco más brutal que la anterior, pero el sobre me lo dio Max en el coche algo antes de llegar donde habíamos dejado el mío, en el habían 3600€ y en la cara de Max una gran sonrisa.
Al entrar en casa, me desnude y desperté a Juan como más le gusta desde que inicie ese “cambio”, después de una noche de “sexo extremo”, estar con Juan me resultaba hasta agradable y además, la sonrisa de Max prometía que muy pronto tendría sexo con él, algo de lo que tengo ganas por puro placer.
Sucedió ese lunes, un día antes de que Juan regresara.
A media mañana me llamo mi hermana “Sonia”, interesándose por mi fin de semana y quedamos en cenar juntas esa noche, es algo que hacemos con frecuencia a condición de que después la acompañe a su casa y salude a Oscar su marido, para cerciorarse que habíamos estado juntas pues es un tipo muy celoso y desconfiado.
Fui directamente al restaurante donde habíamos quedado y después de besarnos, le dije que mis planes de salir el viernes de “caza” se habían truncado, me llamo “bruja” por no habérselo dicho, habría venido a darse un baño en la piscina, ya que a su marido no le atrae demasiado, pero confía en que estando en mi casa, como soy la mayor no le dejaría hacer nada poco honorable, aunque ella comentó que por eso precisamente, habría podido traerse a algún amigo, cuando comencé a reírme a carcajadas se quedó muy seria, esperando una explicación que no tarde en darle.
Le resumí lo sucedido durante el fin de semana, cada vez su expresión se hacía más “dura” hasta que termino por preguntarme.
¿Y después de todo eso, crees que yo podría entrar en esa empresa? Lo malo seria como organizar los horarios porque Oscar es muy celoso y controlador, cuando vivíamos juntos aún hacia alguna escapada, pero en estos meses que llevamos casados se ha vuelto muy difícil hacer nada sin ayuda, me cuesta encontrar tiempo y escusas para que no sospeche, y si descubriera alguna de mis infidelidades no sé muy bien como reaccionaria, el único desahogo que tengo seguro es con el tipo que hace el mantenimiento en la empresa donde trabajo, cuando bajamos al sótano a los antiguos archivos, es sobre una vieja mesa de escritorio donde me da de forma salvaje, pero solo un par de veces en semana como mucho.
Callo unos instantes y prosiguió.
Solo hay una forma en que Oscar consintiera, “convenciéndole” y viendo la pasta, yo estaría dispuesta a todo eso gratis, él no es capaz de darme ni el 10% de lo que necesito, si nos secuestraran a ambos sin que llegara a saber nunca lo sucedido a ti, y lo retuvieran mientras yo acudía a la primera “fiesta”, en cuanto llegara el primer sobre se le quitarían todos los males, desde que trabaja con Luis el marido de Esther, solo quiere llevar el mismo tren de vida en cuanto a cenas y salidas, lo único seria como hacerlo para que fuera en tu casa, es ideal por lo aislada que esta, háblalo con el tal Max.
Mire a Sonia con curiosidad e inquietud a partes iguales, y le pregunte si estaba segura de lo que decía, me aseguro que sí y me recordó que aún no había comenzado a beber, al terminar la cena la acompañe a casa como siempre, en el ascensor con un brillo en los ojos que conocía muy bien, por las andanzas secretas que habíamos compartido me dijo que lo hiciera.
Ese miércoles llegue pronto a casa, casi una hora antes de que llegara Juan, en una hoja escribí que me llamara Max y lo mostré a cámara, tardo solo unos minutos en hacerlo y cuando le expuse lo hablado con mi hermana, me pregunto si estaba loca, mi respuesta fue firme y sincera.
Sonia es mucho más activa que yo, solo que algo más prudente para escoger compañía, todo lo dicho lo puedes comprobar cuando decidas, primero a solas y después ya verás si interesa o no.
Me dijo que lo pensaría y que ya me diría algo, esa noche cuando llego Juan, seguí con “mi actitud” y pasamos una velada, que francamente dudo que olvide con facilidad.
Unos días después me llamo Sonia a media tarde, antes de terminar mi jornada y me dijo.
He estado hoy, desde media mañana hasta hace unos minutos en que me han acercado al trabajo, en una casa que no sé dónde está, con Max y otros dos más y parece que les ha gustado mi actitud, me ha dicho que te llamará a ti y creo que no tardará mucho.
Solo pude contestarle que la ponía en espera porque tenía otra llamada, la atendí y era Max para decirme que estaría esperándome fuera del trabajo, para enseñarme algo que era de mi interés, le dije a Sonia que la llamaría yo, colgamos y salí antes que otros días, enseguida vi el coche de Max, salió del aparcamiento lentamente y lo seguí, cuando llegamos a un sitio donde poder parar sin molestar a nadie y oculto de miradas indiscretas, paró y yo a su lado, me invito a entrar en su coche con una seña y me dijo.
Quiero que veas algo que tengo aquí en el portátil, es tu hermanita, menudo pendón está hecho, me ha sorprendido, cuando se ha tragado la polla del viejo sin hacer ni una mueca.
Hablaré con Raúl y ya veremos que hacemos, tu hermanita tiene unas cualidades excepcionales para nuestra empresa, solo existe el tema del marido pero eso solo es una circunstancia, sabemos como tratar el asunto llegado el caso, solo depende de Raúl como te digo, siempre es él quien tiene la ultima palabra, pero le hare un resumen de como lo haría llegado el caso y también te informaré a ti si llegamos a hacerlo, pero para ella será una sorpresa, no queremos que el marido sospeche siquiera que ella esta al tanto de nada.
Cuando terminó de hablar le mire con cara de pena y le dije que ver a mi hermana en acción me había puesto cachonda, y si le apetecía pasar un rato conmigo, estaba más que caliente y me notaba muy mojada.
Max abrió la puerta y se fue al asiento trasero, instantes después le estaba comiendo la polla, le había soltado el pantalón y como siempre iba sin bóxer, él me amasaba las tetas con fuerza, me dolían lo justo, ese puntito que me encanta y fui jugando con su capullo, hasta que noté su mano en la nuca, sin darle tiempo a que empujara, trague toda la polla y la deje al fondo de la garganta, hasta que normalice la respiración, había aprendido que si respiras con calma no te atragantas, entonces comencé a hacerle gorgoritos, hasta que comenzó a soltarme descargas, dulce néctar que saboree como una yonqui su dosis de droga, Max es mi droga.
Cuando termine de limpiarlo bien me quede acurrucada en él que al parecer no tenia prisa, no quería abusar y cuando estaba en lo mejor reaccioné diciéndole que quizás lo mejor seria seguir hacia casa, Juan llegaría pronto y quería seguir haciendo las cosas bien con él. Salimos del coche para poder ponernos bien la ropa, en el lugar que estábamos no había problemas y cuando ya me disponía a irme a mi coche, me beso en los labios, al separarnos me dio una zurra y me dijo sonriendo.
Que puta eres y como me gusta eso
.
Unos días después parecía que habría una oportunidad para que Max pusiera en marcha su plan, una noche mientras cenábamos, Juan me habló de una escapada a Paris de cuatro días, tan solo tenia una reunión programada para el sábado, y que como mucho seria media mañana, el resto del tiempo podía ser para nosotros, ya que el lunes era festivo en España, pero no en Francia, a la mañana siguiente me llamo Max para que lo acompañara, así podría disponer él de la casa durante esos días para el asunto de Sonia y Oscar, tenia que pedirles y que aceptaran cuidarme la casa y las plantas, y sugerir que Sonia podía comenzar a tomar el sol junto a la piscina, para tomar buen color ya que se acercaba la temporada de playa.
Me costó poco convencer a Oscar, a él no le gusta venir a nuestra piscina cuando está Juan, porque ambas tomamos el sol en tetas, o incluso si están dentro de la casa ellos, nos sacamos la braga del biquini para evitar marcas, y al ser tan celoso no le importa verme a mi como ya ha hecho alguna vez, pero le molesta que la vean a ella personas conocidas como es el caso de Juan, si no puede presumir de lo “liberal” que en realidad no es.
Con sus flamantes y pijos amigos Luis y Esther no le importó ir a playas nudistas el verano que se conocieron. Oscar aceptó encantado el encargo, pues sus amigos estarían fuera también esos días, y ellos podrían tomar color y pasarlo muy bien, la casa les encanta, aunque no la disfrutan tanto como podrían si quisieran.
El viernes salimos hacia el aeropuerto a media tarde, nuestra estancia en Paris fue toda una fiesta, a pesar de no sentirme controlada, me había acostumbrado tal y como me había recomendado Max, a gozar de los orgasmos que pudiera obtener de Juan, en realidad el sexo con él no era malo, solo que durante tiempo, verlo sufrir me satisfacía lo suficiente, y como el sexo lo obtenía fuera de casa no lo necesitaba para eso, ahora en esta etapa de mi vida, no me era permitido tener encuentros sexuales más que los programados por Max y alguna satisfacción esporádica que me proporcionaba él mismo.
Estrenamos la habitación del hotel, con una ducha que termino con una mamada que lo relajo lo suficiente, para que no cuestionara mis intenciones, salimos después a cenar y dimos un corto paseo junto al Sena, de regreso al hotel me dijo que tenia sueño, pero eso no me impidió provocarlo lo suficiente, para que me hiciera sexo oral hasta hacerme alcanzar un orgasmo, que me hizo retorcerme de placer, entonces cuando creyó que la fiesta se había terminado, fui besando su cuerpo hasta que sus manos se crisparon, veía sus nudillos blancos así como sus ojos al mirarlo en una pausa, entonces me ensarte en él y lo fui cabalgando hasta conseguir una tardía eyaculación, estaba fatigado y exhausto cuando le permití dormir pasadas ya las 3. Por la mañana al despertar ya había salido hacia su reunión, me vestí y baje a desayunar, me dijeron que había salido muy temprano y que solo había tomado un café.
A mediodía regreso muy contento, la reunión había resultado un éxito, para celebrarlo me llevo a comer a un restaurante lleno de bohemios, en Montparnasse, lo que llaman “Le gauche divine” y por la noche me llevo al barrio Latino al teatro Odeón, (théâtre de l'Odéon) donde vimos en versión francesa un adaptación de “
” después en el hotel, seguimos nuestra fiesta particular y la verdad es que hacia tiempo que no lo veía tan contento, cuando poco antes de dormirnos ya de madrugada, me confeso, que si algún día podía contarle en que estaba metida bien, pero que si el precio para seguir ignorándolo iba a ser que lo siguiera tratando así, nunca insistiría en preguntar y que hiciera lo que tuviera que hacer.
Me daba lastima, ahora entendía que realmente el si me quería mucho y nunca lo tomé en serio, trataría de que me gustara cada vez más tener sexo con él, porque de momento seria el que podría controlar y tener de forma asidua cuando me apeteciera. Pero todo termina y la escapada también.
El lunes de madrugada regresamos, al llegar a casa todo estaba cerrado, yo estaba algo desconcertada pues no había señales de que nadie hubiera estado allí, ni siquiera mi hermana y la única señal era que faltaban algunas cervezas de la nevera, nos acostamos y hasta media mañana no contacte con Sonia, quien me dijo que estaba bien pero que no podía hablar, y sin esperar respuesta colgó. Antes de comer me llamo Max y me encargó que llamara a Juan para decirle que llegaría algo más tarde, quería enseñarme algo y quedamos frente a una puerta de garaje, aparqué donde pude a esperarlo, paro su coche junto al mio y me dijo que entrara detrás suyo.
Se trataba de un garaje que como supe con el tiempo, también era de la “empresa” y se accedía a los pisos directamente desde el, que estaba vacío en ese momento, salimos y nos dirigimos a una especie de garita-despacho donde había varios monitores y un par de ordenadores, por el camino, me preguntó por el fin de semana en Paris, pero más por cortesía que porque le interesara, entonces me dijo que me acomodara y que viera algunas escenas que había seleccionado para que las viera.
En la primera escena se podía ver con detalle, como Sonia le estaba haciendo una mamada espectacular a Oscar y como después de las dos primeras descargas en la boca, se la sacó y continuó soltándole semen por la cara y los pechos, también por el cabello a pesar de que lo lleva corto.
En la segunda escena que me mostró, vi el rostro de Oscar y como le estaba chupando la polla al tipo grandote, aparentemente con gran placer por su parte, y también como este descargaba en parte entre sus labios y también por su cara.
Claro que la tercera escena estaba tomada desde otro Angulo, y por lo que pude entender con anterioridad, en ella se veía con claridad como estaba arrodillado, tenia los brazos y la polla sujetas por unas vueltas de “cinta americana”, me llamo la atención que con una herramienta que no había visto nunca, una mezcla de alicates y eso que se emplea para hacer bolas de helados, le sujetaban los huevos el yayo.
En la siguiente escena que me mostro, conectó el sonido pero muy bajito, y se oía como le decía el propio Max.
Ahora te mostraran solo un poco del dolor que puede proporcionar este invento
.
Y pude oír un alarido espeluznante, a continuación la voz de Max le ordenó.
Chupa esa polla como si te encantara, hazlo igual que la puta de tu mujer te ha hecho a ti hace solo unos minutos, no me digas que no sabes como se hace y cuando el tipo se corra en tu boca, haz lo mismo que ha hecho ella contigo, quiero verlo y si no, repetiremos la toma las veces que haga falta, pero no te olvides del “chafa huevos”, si se te ocurre morder o cualquier otra tontería………………….
Además de amenazarle físicamente como a mi, si se le ocurría recurrir a la policía, me mostró algo que me convenció que Max puede ser diabólico, pero me gusta que lo sea.
La ultima escena que me mostro, fue como le hacia ver a él la toma “limpia” de su mamada, que amenazaba colgar en Internet, y además enviar el enlace directo a todos sus contactos privados y profesionales, en esa escena vi llorar a Oscar como a un crio y jurarle a Max que haría lo que fuera, con tal de que eso no viera la luz.
A continuación me mostro el colofón. Los dejaron solos en mi dormitorio, (allí hay una de las cámaras para controlarme) donde Oscar le pedía perdón a Sonia, por no poder impedir que esos desalmados hicieran con ella lo que pretendían y que desconocía, la muy ladina le hizo prometer que nunca le preguntaría que le habían obligado a hacer, tan solo que fuera lo suficientemente hombre, para entender que eran un equipo para todo y si ahora le tocaba a ella sacrificarse por la felicidad de ambos se lo permitiera, sin hacerla sufrir rememorando lo que fuera que se viera obligada a hacer.
Continuara.