La dulce Olga 2/3

Es cierto que siempre he sido muy liberal, solo que ahora había quien decidiría por mí, como cuando hasta donde, con quien, y hasta el tipo de sexo que practicaría.

Todos reímos incluso Juan, que al estar más cerca, podía distinguir con claridad que eran “dedos” lo que habían quedado marcados en mis nalgas.

En algún momento me dormí, pero era una pesadilla continua donde estaba rodeada de pollas por todas partes, mirase para donde lo hiciera no veía más que pollas y cuando me desperté chorreando de sudor, tarde a abrir los ojos, hasta que comprobé que el “grillete” en el tobillo no era un sueño, tome conciencia de mi situación y ya no pude dormirme otra vez, así llego el alba, cavilando sobre lo que me depararía ese día, pero tenía muy claro que solo podía hacer lo que esos “indeseables” querían, cualquier otra cosa habría sido un suicidio o peor, quizás me habrían torturado, o a mis hermanas delante de mi antes de acabar con las tres.

Cuando se despertaron, me soltaron y me hicieron duchar y desayunar, pero nadie intento tener sexo conmigo, de todas formas estaba “destrozada”, el viejo me había dejado el culo “abierto” y me escocia, a pesar de ello, trate de comportarme de la forma más normal posible, y no darles motivo para que me castigaran de ninguna forma, me extraño oír la puerta y por un momento pensé que “alguna de mis hermanas”, que tenían llave y sabían que Juan estaba fuera, llegaran como otras veces con alguien a pasar un rato, pero era Max que traía una bolsa con diversas cosas.

Saco un portátil y puso un CD, me mostro una serie de imágenes, de cuando me estaban follando el “grandullón” y el viejo, después en otro me mostro imágenes de mis dos hermanas, tomadas en diferentes lugares, las tres juntas tomando una copa, entrando en sus casas, saliendo del trabajo, con alguno de sus “amigos” haciendo travesuras y por fin me dijo.

¿Quieres ver algo más, o con esto ya tienes claro, que os tenemos controladas? Vístete que antes de las once hemos de estar en la sala de espera, según te portes, así os ira a las tres, parece que os lleváis muy bien ¿verdad?

Antes de las once, estábamos los dos en la sala de espera, se acercó un funcionario y sin preguntarme el nombre me llevo a pasar un control, me pasaron un “detector de metal” y después me “inspecciono” una funcionaria, para comprobar que no escondía nada, llevaba un conjunto muy sexy que no se quien había escogido, pero que me sentaba muy bien.

Me acompañaron a la habitación donde se produciría el encuentro, llevaba ropa de cama que me había facilitado Max, con la que me apresure a cambiarla por la que había puesta, poco después se abrió la puerta y apareció Raúl, de quien solo había visto una fotografía de medio cuerpo, que me envió poco después de comenzar “nuestro juego”, sin hablar me abrazo y comenzó a morrearme, mientras sus manos recorrían mi cuerpo, note como su polla a través de la ropa se incrustaba en mí, me aparto y me dijo.

Desnúdame y convénceme, de que realmente eres tan puta como decías en tus cartas.

Fue muy fácil sacarle la camisa y bajarle al pantalón de chándal, que eran sus únicas prendas, su polla brinco frente a mi cara al agacharme para sacárselo del todo, antes de poder hacerlo, me sujeto la cabeza y sin necesidad de más instrucciones, engullí esa polla que alguna vez imagine, por como la describía, pero que en “vivo” era realmente impresionante, no demasiado larga, pero gruesa oscura y rugosa, con multitud de venillas y unas cuantas más gruesas que destacaban, dándole un aspecto un tanto “alarmante”.

Me fui follando la boca con ella, era alguna de las cosas que le había dicho que me gustaría que me hiciera, cuando note que se tensaba, me prepare para recibir las descargas, pero paro de inmediato y me dijo.

Ahora desnúdate tú y veré, que es lo que crees que te hace tan especial.

Obedecí y en instantes quede desnuda frente a él, que sonriendo puso sus suaves manos sobre mis pechos, creí que sería más fácil de lo que me había hecho creer Max, pero cuando cerro sus dedos como garfios, que se clavaron en mis aún doloridos pechos, poco falto para que gritase, recordé a mis hermanas y la “

promesa

” de Max y aguante a duras penas, cuando me soltó, note un gran alivio y cuando me dijo que me cruzara a cuatro patas sobre la cama, la abrí para no manchar la colcha que había colocado hacia un rato y me coloque como dijo.

Colocó una mano sobre mis riñones, paseo su capullo varias veces, desde lo alto del culo, por el perineo hasta llegar al clítoris y sin previo aviso, metió media verga de un solo empellón en mi vagina, me sujeto entonces por las caderas y me fue dando de forma salvaje, no sabía cuándo había sido su ultimo “bis a bis” pero desde luego, si todos eran como este, su mujer estaría contenta de tener “descanso” de vez en cuando, prescindiendo de la causa.

De la misma forma que con la mamada, creí que ya estaba a punto de eyacular, en este caso seguía y seguía sin descanso, yo en varias ocasiones me vi cerca de un orgasmo, pero los tirones de los pezones unas veces, meterme un par de dedos en el culo en otras o simplemente las zurras que me propinaba, me desconcentraban y no conseguí alcanzar un orgasmo, que si bien no buscaba para ese día en esas condiciones, si me habría ayudado un poco a soportar mejor el castigo al que estaba siendo sometida, cuando le pareció a él, note como se retiraba y pensé que eso no era bueno.

No lo fue, cambio de agujero, y fue sin ninguna consideración, simplemente apunto con una mano y de un solo empellón llego al fondo, enterré la cabeza en la ropa, para que no se oyera el gruñido que solté, note como tiraba de mi cabello y quede arqueada, en esa posición me fue dando caderazos, cada vez más frecuentes, hasta que ahora si alcanzo un estruendoso orgasmo, me soltaba unas cantidades de semen exageradas.

Notaba como mis entrañas se inundaban del cálido líquido y me dispuse a aguantar como fuera, si me hubiera acariciado el clítoris o cualquier otra parte del cuerpo, casi seguro que también habría llegado a un orgasmo, estaba más que a punto, pero no se dio el caso, entonces cuando termino se quedó quieto unos instantes, después lentamente se fue retirando, cuando pensé que ya estaba y descansaríamos un poco, hasta que le apeteciera algo más, pues teníamos tres horas, me empujo, para que cayera de lado, dio la vuelta a la cama y sin más me coloco boca arriba.

Coloco su capullo sobre mis labios, abrí la boca y comencé a lamer los restos que allí había, mientras notaba como salía de mi cuerpo, una mezcla semejante a lo que estaba lamiendo en ese momento, las lamidas se convirtieron en follada de boca y en esta ocasión, llegaba a la garganta cada vez, a pesar de las arcadas que se repetían sin cesar, algo que al parecer no le importaba, de forma incomprensible para mí, en tan poco rato logro estar en condiciones de eyacular otra vez en mi boca, lo hizo en medio de ella y sus descargas se estrellaban en mi paladar y me “atascaban” la garganta de lo abundantes que eran, trague como pude y cuando se retiró, después de que se la “limpiara” bien, me hizo poner frente a él de pie junto a la cama.

Notaba como por mis piernas, resbalaban aún restos de la reciente enculada, pero me sorprendió otra vez con una serie de hechos del todo inauditos, primero me morreo rebuscando en mi boca y recuperando cualquier resto que encontró, cuando le pareció, con cara de satisfacción se separó de mí para quedar a la distancia necesaria, para con una mano comenzar a darme fuertes guantazos en la cara, mientras con la otra hacía lo propio con las tetas, cuando se cansó, remato la “faena” con un fuerte puñetazo en la “boca del estómago” que me corto la respiración, además de lanzarme sobre la cama.

Me dejo allí un rato, hasta que me dijo de ir a ducharnos, temí lo que se inventaría para esa situación, pero para mi sorpresa, tan solo se dedicó a lavarse y lavarme, me dejé hacer, esperando en cualquier momento alguna cosa rara que no se produjo, después de secarnos me dijo que me vistiera, sorprendida lo hice y entonces me indico que me sentara en una silla y de forma solemne me dijo.

Bueno, has aprobado con nota, no sé qué me dirá Max sobre tú, pero por mi parte eres apta para continuar con nosotros y has de saber, que aunque este aquí, soy quien decide.

No entendía nada, cuando me dijo que recogiera la ropa de cama y que ya me podía ir, seria Max a partir de ese momento quien me daría más instrucciones, salí faltando aún casi una hora, al verme Max se levantó y vino a mi encuentro, tomo la bolsa con la ropa de cama y fuimos hasta mi coche que es el que habíamos empleado, de regreso a casa fue todo el rato callado, al llegar me indico que me fuera a descansar un rato, entré en la habitación, pero olí que habían cocinado algo “muy bueno”, me tendí en la cama, trate de pensar, pero me quede dormida en instantes con la mente en blanco.

Me despertaron casi a las cuatro y vi que tenían la mesa puesta, entonces Max dijo.

Bueno, Raúl ha dado su visto bueno y por tanto ya eres de la familia, quieres preguntar algo, ahora ya puedes.

Me quede sorprendida, eso fue más desconcertante, que todo lo sucedido desde que llegue a casa la tarde antes, pregunte qué es lo que quería decir eso de “

la familia

” yo tenía muy claro que estaba retenida contra mi voluntad y que me habían “violado” repetidas veces, con una sonrisa que parecía sincera Max me respondió.

Empieza a comer que se enfría, mientras te “aclararé” que estas confundida, nosotros estamos aquí porque tú lo pediste a gritos, tengo aquí todo lo necesario para que lo entiendas y de hecho, yo me interesé en ti después de esta conversación que mantuvo Raúl, con un compañero que estaba a punto de salir y “cito”.

Solo te queda una semana Ramón, cuando salgas tienes que encontrarte con Max, explicarle exactamente lo que te he dicho, ¿me harás ese favor? Él ya te compensara, procurándote un trabajo lejos de todo esto y de nosotros, eres una buena persona con mala suerte, que no tendría que haber estado aquí.

Si claro Raúl no te apures que así lo hare.

Esto es lo que sucedió a partir de esa conversación.

Antes de ir a su casa, Ramón fue a ver a Max y además de entregarle una serie de fotografías, le transmitió unas instrucciones de viva voz, dadas por Raúl y que era mejor no escribirlas. Max le entrego a cambio una tarjeta con una dirección y mil euros diciéndole, “

de parte de Raúl

” que te desea lo mejor, cuídate y mejor que no nos encontremos nunca, pero si un día tienes problemas búscame y me encontraras.

Max revisó toda la información y con lo dicho por Ramón, se hizo un planteamiento de cómo tenía que actuar para que todo fuera como quería Raúl, era el jefe y por culpa de una niñata que resulto ser menor e hija de un comisario de policía, cumplía 6 años por violación, ellos solo se dedicaban a mujeres adultas, nunca se habían dedicado a las menores, y a Raúl ni tan siquiera le gustaban demasiado jóvenes.

Bueno el asunto se puso en marcha ese mismo día, como realmente había sido yo, la que había enviado todas esas cartas,

fotos con cara descubierta

y suficientes pistas, como la

ciudad donde vivo

, así como que

trabajo en un importante centro médico fuera de la Seguridad Social

, en poco más de dos semanas me tenían identificada y localizada, eligieron ese día en concreto porque de alguna forma “sabían”, que Juan estaría fuera y querían correr los menores riesgos posibles.

Con todos estos datos que me demostraban lo irresponsable que había sido, pregunte a Max que es lo que tenían pensado para mí, pues tenía claro que por cuatro polvos no habrían hecho tanto ruido y no era un escarmiento lo que habían pretendido, solo meterme en la cárcel para un “bis a bis” con Raúl, les tenía que haber costado una pasta, me veía de mierda hasta el cuello, Max sin perder la compostura me explico detalladamente.

Vamos a ver, hay varios puntos que aclarar, no me interrumpas y cuando termine pregunta lo que quieras, solo te servirá como aclaración porque todo esta ya decidido, pero hazlo.

Tú fuiste quien se ofreció a Raúl y el apostó por ti, basándose en los datos de que disponía planteo una primera prueba, demostraste que aguantas muy bien el sexo duro y la humillación, aunque no lo supieras estas hecha para esto.

Nosotros entre otras cosas, principalmente los fines de semana organizamos “fiestas” un tanto especiales, con una serie de personas de gustos peculiares y proveemos generalmente a mujeres capaces de satisfacer las necesidades del momento, algunas ni siquiera quieren el dinero que les toca porque disfrutan con ello, otras si, y hablo de cantidades nada despreciables, ¿tienes alguna pregunta?

Del todo ilusa pregunte, ¿

Qué os hace pensar que me avendré a eso de una forma tan fácil?

Sin perder la sonrisa me respondió.

No tienes otra alternativa, ahora eres de los nuestros, te ofreciste a Raúl, te probamos, te ha confirmado él y por tanto estarás a nuestra disposición mientras lo creamos conveniente, si tratas de escapar de alguna forma te encontraremos, y lo pagaras con tu vida después de ver como violamos y degollamos a tus queridas hermanas.

¡NO! no tienes opción, ¿alguna otra brillante pregunta?

Estaba descorazonada, tan solo se me ocurrió preguntar, cuando comenzaría a asistir a esas “

fiestas

” a lo que siempre Max, sin perder la compostura ni la sonrisa respondió.

Esta noche te estrenas, pero antes tengo que hacerte una importante recomendación, si sale algo más, sobre la marcha lo iremos solucionando.

Me quede esperando resignada, a la espera de la “

recomendación

” tan importante que me iba a hacer, cuando comenzó a decir ahora muy serio.

Según datos que tengo aquí, hace tiempo que además de hacer lo que te parece, con quien y cuando quieres, después se lo cuentas a tu marido que es un calzonazos, provocas celos en él solo para joderlo, ¿es cierto?

Le respondí que sí, que Juan solo me servía para que pagara la casa, follármelo muy de tarde en tarde, cuando necesitaba fotos o filmaciones para enviar a alguno de “mis amigos” y después le contaba a veces que es lo que hacía con otros, entonces tras escuchar todo esto prosiguió.

Eso se ha terminado, cuando regrese el martes se encontrara con una Olga del todo diferente, tendrás sexo con él todos los días de lunes a jueves, y el fin de semana también cuando no trabajes.

Para justificar los fines de semana que trabajes, le dirás que estas comprometida en un proyecto del que no le puedes hablar de momento, por eso tienes que pasar algunos fines de semana fuera, le harás todo lo que sepas y te dejaras hacer

TODO

lo que él quiera, o lo guiaras para que te haga cualquiera de las cosas que aprendas o sugieran los clientes durante las fiestas, a por cierto, los únicos orgasmos que tendrás en mucho tiempo, serán los que alcances con él, trata de disfrutarlos porque los echaras de menos.

Te mostraré donde hay unas cámaras en vuestro salón y habitación, has de procurar que no las encuentre él y colocarte siempre de forma que cuando alguien mire, pueda ver como lo “satisfaces” y sobretodo, que no me entere que no cumples esta parte tan importante de mi “recomendación”, no nos interesa para nada que algún día piense en separarse de ti.

Si eso sucediera, tendríamos que venderte a algún burdel de África o Asia para recuperar la inversión, las mujeres que llevamos a las fiestas tienen que ser unas “señoras” muy decentes, y las divorciadas o separadas no lo son según el código de Raúl, código que

TODOS

tenemos que acatar aunque no lo compartamos, ¿

Lo tienes claro

?

Estaba alucinando, ya no podría disfrutar de uno de mis entretenimientos preferidos, fastidiar a Juan provocándole celos, y dándole de vez en cuando un “caramelo” para que siguiera siendo un “pelele” entre mis manos, pero no me arriesgaría a que se cumpliera, ninguna de las amenazas recibidas, ya había visto que tenían recursos y pocos escrúpulos, aún apostillo.

Durante un tiempo, notaras que estas vigilada, después lo seguirás estando, pero no sabrás cuando.

Ahora descansa lo que puedas, a las ocho te despertaremos para que te prepares y a las diez estarás en tu “primera” fiesta, donde aprenderás muchas y variadas cosas.

Me fui a la habitación, aunque no me dormí, solo pensaba en qué tipo de fiestas serian, imagine una orgia un bukkake o quizás un gangbang, pero fui incapaz de imaginar qué.

A las ocho me despertó el viejo, tras una ducha rápida y ponerme como única indumentaria un vestido rojo muy llamativo, con grandes escotes y sin ropa interior, siguiendo instrucciones claras al respecto no me puse perfume ni maquillaje, fuimos al coche de Max que estaba tras la casa para que no se viera desde el camino, y ya dentro me ofreció unas lentillas diciéndome.

Póntelas, con ellas no veras nada pero tampoco lo necesitas, después te pondré unas gafas oscuras encima, y no preguntes a donde vamos, ni se te ocurra abrir la boca para hablar, cuando lleguemos a donde vamos espero que te comportes, tu futuro depende en gran medida de esta primera noche.

Me coloque las lentillas y note como me colocaba las gafas, en un trayecto que creo que duro aproximadamente una hora llegamos al destino, sé que entramos en algún tipo de recinto, pues oí unas puertas exteriores y después entramos en un edificio, me tomaron de los brazos dos pares de manos femeninas y me llevaron a una sala, donde se oyeron palabras sueltas de admiración, creí oír también a alguna mujer, estaba dispuesta para todo o eso creía.

Continuara.