La Dulce mano de Andrea
Una solícita novia hace una paja de campeonato a su chico que estalla en una cascada de semen.
Andrea y yo estábamos en mi habitación, charlando tranquilamente aquel viernes por la noche. Pero en realidad lo que yo quería no era precisamente hablar. Andrea debió darse cuenta de que por mi cabeza están pasando fantasías a velocidad de vértigo, a juzgar por el creciente bulto entre mis piernas. Sin decir nada, se acercó y me besó suavemente mientras me abrazaba . Siguió besándome mientras yo recorría sus pechos por encima de la ropa lo que le provocó un leve gemido de placer. Separó sus labios y recorrió los míos con la punta de su lengua mientras su mano bajaba poco a poco hacia mi ya erecto miembro.
De repente, paró de besarme y se acercó suavemente a mi oído: "quieres que te masturbe, ¿verdad?, estás deseando correrte", sabía de sobra que esas frases me excitaban, "sí, estoy deseando correrme, por favor.. ". Andrea seguía acariciándome. "Relájate, mi alma". Me desabrochó el botón y me quitó los pantalones, mientras me seguía besando muy suavemente. "Me encanta" le dije. Siguió tocando por encima del slip mientras yo le quitaba el sujetador y observaba sus fantásticos pechos. Quería correrme, lo deseaba, lo necesitaba.
Me bajó el slip muy lentamente, dejándome completamente desnudo, mientras recorría mis labios con su caliente lengua. Yo seguía acariciando sus pechos, recorriendo todo su cuerpo con la yema de mis dedos, muy suavemente. "Relájate, mi amor. Quiero que me abraces y que pienses sólo en disfrutar tú. Quiero ver cómo te corres". Andrea se puso detrás de mí, abrazándome y besándome en la cara y en el cuello, mientras su mano bajaba muy lentamente por mi pecho hasta llegar a mi erecto pene. Una ligera caricia en él bastó para que diera un gemido. "Te gusta, ¿verdad?, te encanta que te masturbe, te encanta correrte con mi mano, ¿no es cierto?" , "me encanta, cielo. Por favor, sigue, lo necesito, ahh".
Su mano llego hasta mis testículos, acariciándolos muy suavemente. Mi excitación era total. "Relájate" dijo Andrea mientras subía su mano y rodeaba con ella mi pene. "Cierra los ojos" y piensa sólo en disfrutar, mi amor". Su mano inició un leve movimiento de arriba hacia abajo, desde la punta hasta la base entre mis gemidos de placer. Iba muy despacio, apenas rozando mi piel mientras susurraba en mi oído y me besaba suavemente en la mejilla. "No puedo aguantar más, Andrea, por favor... ahhh".
La presión de su mano aumentó ligeramente mientras el movimiento se hacía poco a poco más intenso, y más, y más.... y más... ahhh... "Está bien. Quiero que abras los ojos. Quiero que veas como tu corres", abrí los ojos y vi su mano masturbándome, cada vez con más fuerza y pasión en un movimiento cada vez más rápido. Apenas podía aguantar ya. Andrea giró mi cara y me besó en los labios: "vamos, no te controles, sé que estás deseando correrte, vamos, córrete, quiero ver cómo te corres con mi mano, mi alma".
Su movimiento se tornó más y más rápido entre gemidos cada vez más apasionados de placer. Observando como su mano me masturbaba, escuchando los gemidos de su dulce voz sobre mi oído y sintiendo sus suaves besos en mi cara, no pude aguantar más.
"Sí, sí, sí... más más.. sí, te quiero... sigue... ahhh" Andrea me abrazó con fuerza mientras el semen emergía de mi pene... "sí, así, sí..." fue bajando el ritmo de su mano y la fuerza de su abrazo, "te quiero" me dijo " ¿te ha gustado?" , "ha sido fantástico" respondí. Nos besamos apasionadamente y mientras nos abrazábamos con fuerza. "Ha sido fantástico" repetí.
PD: Espero que os haya gustado. Tengo la suerte de poder sentir esos placeres con mi novia, una chica fantástica a la que quiero con locura. Ella no se llama Andrea, pero he preferido usar un nombre falso por que aún existen muchos tabúes y prejuicios entre nuestros conocidos. De todas formas, espero que hayáis disfrutado con él. Si queréis hacer algún comentario sobre el relato o charlar, dejad un mensaje en el Libro de Visitas de esta página, contactaré encantado con vosotros/as. Prefiero no dar aquí mi nombre ni mi E-Mail. Gracias a todos/as por leer este relato.