La ducha del placer parte 3

Habiendo convertido la ducha en toda una fuente de placeres sáficos,las primas de Claudia gozan como locas, y luego pasan a la habitación a seguir cometiendo sus pervertidos actos homosexuales, hasta quedar satisfechas de tanto placer lésbico

Yo por mi parte sentía que me ahogaba en ese cálido chorro, pero me encantaba su sabor, era algo tan diferente y tan erótico, casi indescriptible, como nunca había probado algo hasta el momento, me excitaba y me encantaba cada vez más.  Cuando Kathe terminó de venirse en nuestras bocas, lanzó un gemido de placer y se desmayó de espaldas sobre mí, yo empecé a incorporarme mientras veía como Janeth apasionada se montaba sobre Katherine y la besaba y saboreaba su dulce piel de pies a cabeza, extasiada y enamorada de esa linda muñeca que era su hermana y a la vez su mas apasionada amante.

- Te amo, muñequita mía, quiero tu bello cuerpo todito para mí, bb – Susurraba mientras su hambrienta boca y traviesas manos recorrían el sensual cuerpo de esa angelita infernal – Vamos a la cama, amor mío, quiero que me hagas venir y te atragantes con la meada que te voy a hacer chupar!

- Noooooo, perra, quedé hecha trizas con ese tremendo webo que me hicieron ustedes, déjame dormir – repuso la bella adolescente

- Nada de eso, puta, a mí no me vas a dejar así de arrecha – contestó indignada Janeth – Te voy a llevar a la cama y me la vas a mamar hasta que me hagas venir muchas veces!

- No jodas, calma las ganas con Claudia, viciosa!

Janeth me miró hambrienta de lujuria y deseo, me cogió de las caderas y me dio un beso en mi pubis, me dijo:

- Primis, ayúdame con esta perra, la llevamos a la cama y la obligamos a que cumpla con sus deberes conyugales

Mientras decía esto, tomó a su hermanita y se la echó al hombro como si fuera un bulto de papas o algo así, mientras yo la ayudaba a acomodársela.  Salimos del baño y llegamos a mi cama, donde Janeth soltó bruscamente a Katherine y se le tiró encima como una fiera salvaje, poseída por una pasión incontrolable.  La besuqueaba, mordisqueaba, manoseaba, amasaba sus teticas de niña, sobaba furiosa su caliente pubis contra el de la nena y la increpaba a seguir haciendo sus pervertidos actos homosexuales e incestuosos.  Mordisqueaba y chupeteaba sus adolescentes pezones, pero Kathe la rechazaba, por lo cual, yo con lo caliente que estaba al ver el deseo con el que Janeth quería devorar a Katherine, le dije:

- Déjala descansar, nena, mas bien ven y calma esa arrechera conmigo, mamacita…

- Tienes razón, muñeca, no le voy a insistir mas a esta zorrita egoísta, que se satisfizo con nosotras y ahora se quiere dormir, pero esta me la vas a pagar, so puta, vas a ver… - Se puso a cuatro patas y se vino hacia mí gateando, como pantera a su presa – Ven acá, bonita, divirtámonos un poquito

Nuestras bocas se besaron con pasión, mientras sus manos agarraban posesivamente mis tetas, yo me acosté en la cama y ella se me acostó encima, mientras su boca me devoraba ávida y sus manos se adueñaban de mis pechos, y luego pasaban a mi cadera, su cuerpo cachondo se frotaba salvajemente contra el mío, y su ardiente pubis echaba chispas rozándose con el mío

- Claudia, mamita, eres una delicia, me encantas, mi reina – Balbuceaba mientras me besuqueaba y manoseaba morbosamente

- Tú también, primita, eres irresistible – Decía yo por mi parte – Mira no mas, hasta me volteaste con lo buena que estás, bb…

- Hagamos 69, hermosa, quiero venirme ya, no aguanto mas!!!

Nos acomodamos en posición 69, su chochito olía a primavera, delicioso, aromático, simplemente irresistible.  Comencé a pasar mi lengua por su clítoris y luego por el contorno de sus labios, sentía como su cuerpo entero se estremecía con mis caricias, estaba hipersensible, por lo cual creí que no sería muy difícil hacerla venir.  No se necesita tener mucha experiencia en estas lides del amor homosexual para saber como recibir y dar placer a una mujer, solo una mínima experiencia, ganas de hacerlo y cero inhibiciones, y yo ya cumplía con los requisitos, así que manos a la obra!  Manos y algo mas, jiji…

- Mmmm, rico chochito, lo quiero todo para mi, mamita – Gemía Janeth mientras chupaban y clavaba su lengüita en mi caliente papaya

Yo mientras tanto saboreaba los pétalos de su mojada cuca, los chupaba y los soltaba, haciéndola temblar de gusto, mientras mis manos difícilmente podían agarrar ese sabroso y redondo culo que tenía esta magnífica mujer.  Su chocha se frotaba furiosa contra mi boca, ansiosa por venirse a chorros como ya nosotras lo habíamos hecho.

- Méteme los dedos, bombón, dame dedo hasta que me hagas chorrear – Pidió desesperadamente – Yo procedí a hacerlo de manera inmediata, pues quería compensar completamente todo el placer que ella y su deliciosa hermanita me habían dado en el baño hacía tan solo un rato

- Aaaaaaayyyyy, siiiiiiii! Mátame de placer, zorraaaaaaaaaa… - Gritaba Janeth extasiada

Yo intensifiqué mis caricias en su chochito, lamía y chupaba con pasión su carnuda papaya, y le clavaba tres dedos con fuerza hasta hacerla gritar como poseída.  Su culazo se movía sin control, y su panocha palpitaba de emoción, mientras su boquita garosa se pegaba como una ventosa a mi chochito y me hacía sentir oleadas incontrolables de placer.  Pero no fue sino hasta que su viciosa hermanita, la bella Katherine, recobró las fuerzas y cogió su ojete, le metió dos dedos, y empezó a cachetear con pasión su perfecta bola, que mi bella prima y ahora amante, Janeth, pudo darse el gustazo cachondo de venirse a chorros como la mas cochina y viciosa marrana que era.  Su chocha era un torrente imparable de flujo, y ella gritaba como si se estuviera disolviendo con tan tremendo y apoteósico orgasmo.

- Siiiiiiiii, tomen webo, perracaaaaaaaasssss… - Gritó Janeth loca de pasión

- Qué creiste, so perra, que te iba a dejar insatisfecha? – Dijo Kathe a su hermana – Ven acá que ahora sí te voy a violar, zorronga!!!

Con su mirada pícara y traviesa la bella Katherine sacó de su bolso un consolador doble cabeza, e indicó a Janeth que se acomodara a cuatro patas, le metió una punta en su chochito y la otra se la metió ella, también acomodándose a lo perrito, de forma que quedaran culo contra culo, y empezó a embestir con fuerza, pues ya que había descansado un poco, luego del colosal orgasmo, estaba que ardía nuevamente de deseo y dispuesta a devorarnos sin piedad.

Mientras que la faena entre Janeth y Katherine se ponía cada vez mas frenética, Kathe me indicó que me parara frente a ella, y cuando tuvo mi biscocho a su alcance, comenzó a mamarlo desesperada, pasaba su lengua de lado a lado y de atrás a adelante, mientras que con sus manos agarraba posesiva mi culo y clavaba su hambrienta boquita en mi ardiente panocha, haciéndome gozar como loca, luego soltaba su boca de mi chocho y metía tres dedos hasta el fondo, dándome bien duro y haciéndome gozar al máximo.

- Oh sí, perras, háganme venir pero yaaaaaa – Gritó Katherine mientras embestía con fuerza a su hermana

Mi camita parecía que no iba a aguantar mas el voltaje de estas dos locas, perras cachondas e insaciables de coño, pensaba que en algún momento se iba a desbaratar e íbamos a dar todas tres al suelo, pues la faena entre estas dos fieras se ponía cada vez mas salvaje.  Sus cuerpos chocaban uno contra el otro, y el juguete las penetraba hasta el fondo a ambas, la guerra era intensa, chocho contra chocho, y la recompensa ya se acercaba.

- Aaaayyyyy mamacita, me vas a hacer chorreaar – Gritaba Janeth

- Vente perra, vente pero yaaaaaa! – Contestaba Katherine

Llegó el momento en que ya no aguantaron mas y se desbordaron esos torrentes de pasiones lésbicas sin control.

- Mátame, perraaaaaaaa – Gritaba como loca Katherine mientras se venía sin control y nuevamente se desmayaba

- Siiiiiiii, perra mía, soy toda tuyaaaaaaa – Gritaba por su parte Janeth, mientras su chocho se emparamaba y su cerebro se derretía del intenso placer que su querida hermana le hacía sentir.

Ella también se desplomó sin fuerzas sobre la cama, extasiada y satisfecha por fin.  Yo por mi parte no me alcancé a venir antes de que Kathe, quien me estaba mamando deliciosamente el biscocho, se perdiera nuevamente, presa del tremendo orgasmo que le sacó su hermana y mujer, pero no me importaba, pues había gozado como loca con este par de ninfas pervertidas y lesbianas insaciables, entonces tomé prestado su juguetico, embadurnado de la dulce savia de sus juveniles coñitos, lo limpié con mi lengua ávida de ese sabor salvaje y exótico que solo hasta ese momento pude conocer, y luego me hice una rica paja con ese instrumento de placer, hasta que logré mi segundo orgasmo, mientras que mis amadas muñecas se me hicieron a cada lado y cada una chupaba mis senos, haciendo mucho mas intenso el placer de tan anhelado orgasmo.

Nos quedamos dormidas casi sin darnos cuenta, las tres abrazaditas, felices y muy satisfechas, yo en medio de este par de bellezas que harían caer en tentación hasta al mas consagrado de los santos.  No nos dimos cuenta cuando mis papás llegaron, me llamaron a ver si estaba en casa, y al no encontrar respuesta subieron a mi habitación, y cual sería su sorpresa al abrir la puerta y encontrarme en la cama, desnuda y abrazada con este par de muñecas… Estaba en problemas y tenía mucho que explicar, pero eso ya será en otra de mis aventuras, pues la cosa no terminó aquí, solo comenzó, todo un mundo de placeres prohibidos abrieron ante mi estas dos nenas traviesas e inquietas, que me hicieron dejar mis inhibiciones y prejuicios y me enseñaron a disfrutar las delicias de lo prohibido.  Continurara?  Sí, pero en una próxima aventura ♥♥♥