La ducha del placer parte 2
Claudia y sus primas se ponen algo tontas mientras toman una refrescante ducha, y el ambiente se calienta tanto que mas bien parece un sauna, y solo se escuchan gemidos de placer sin fin...
- Mmm, mamita… Que ricos teteros – Oía a Janeth susurrar apasionadamente
- Los tienes tan ricos como los de mi hermanita – Decía Katherine
- Que va, estos están mas ricos – Dijo animadamente la morenaza Janeth
La mano de Janeth se deslizaba suavemente desde mi cintura hacia mi encharcado sexo, mojado por el agua y por la calentura que este par de muñequitas me estaban causando, sentía sus traviesos dedos moverse entre mis piernas abriéndose camino para llegar al punto, mientras que su boquita sensual engullía totalmente mi excitado pezón y lo apretaba con pasión, chupándolo y haciéndome sentir cosas que nunca antes había sentido, y que ni me imaginaba que fuera precisamente una mujer quien me las hiciera sentir.
- Chupa tetas, perrita, que me pones bien cachonda – Decía complacida la bella adolescente Katherine mientras veía a su hermana pegada de mis bonitos senos. Mientras tanto ella por su parte me mordía suavemente el pezón que tenía en su boquita y luego lo chupaba con lujuria mientras su mano apretaba y masajeaba placenteramente una de mis nalgas.
- Chupa puta, hazle a ella lo mismo que me haces a mí en la cama – Decía animadamente la bella Janeth a su hermanita, quien obedecía presurosa las instrucciones de su hermana y amante.
- Uy primita, cómo la tienes de mojadita, quiero saborearla…
Janeth se acomodó de manera que quedó arrodillada frente a mí, su boquita golosa quedó a la altura de mi triángulo de pasiones, y empezó a besar suavemente mi pubis, mientras sus dedos buscaban afanosamente la entrada de mi gruta pasional.
- Mamacita rica, quiero mamarte ese biscocho… Decía poseída de la inmensa pasión y lujuria, mientras su lengüita buscaba presurosa mi excitado clítoris para darle la cogida de su vida.
Mientras tanto, la bella Katherine volvió a ubicarse tras de mí y empezó a pasar su cálida y húmeda lengua a lo largo de mi espalda, mientras que sus suaves manitas se apoderaban nuevamente de mis pechos. Con su traviesa lengüita bajaba casi hasta mi cintura, y luego se devolvía para aumentar la temperatura en ese baño, que ya parecía mas un sauna gracias a este par de angelitos infernales.
- Oh nenas… Me están matando de placer! - Gemía yo mientras gozaba de los intensos placeres que este par de viciosas me propinaban.
Janeth se acomodó de forma que su boquita quedara pegada totalmente a mi encharcado chocho, su lengua empezó a penetrarlo lentamente, creí que me iba a morir de la dicha cuando la sentí violando mi mas íntimo rincón, y mucho mas luego de que se empezó a mover como una agujita loca dentro de mi caliente vagina. Escuchaba el sensual sonido de su boquita succionando mis labios vaginales y los gemidos de placer que daba cada vez que me hacía suya con su prodigiosa lengua.
- Oh perra, dámelo, quiero tu caliente coño todo mío – Balbuceaba mientras me comía locamente el biscocho.
Estiró su mano hasta alcanzar las nalgas de Katherine, quien seguía dándome una lluvia de besos a lo largo de mi espalda y acariciando mis pechos en un sensual masaje rotatorio. Me susurraba al oído lo mucho que me deseaba desde hacía tiempo.
- Claudia, no sabes cuanto he fantaseado contigo, primita... Te voy a hacer gozar…
- Vamos a darle a esta perra lo que tanto nos gusta, mami – Murmuró Janeth desde abajo.
Luego de esto, Katherine bajó con su sucia y complaciente boquita hasta mis nalgas, las colmó de suaves besos y húmedos lengüetazos, a la vez que me daba palmaditas en las nalgas, para aumentar la excitación y subir la temperatura en la ducha del placer. Por su parte Janeth no se quería despegar de mi conejo húmedo y caliente, y me tenía ya a punto de explotar y venirme en su golosa boquita, no paraba de lamer y morder mi clítoris y sus dedos entraban y salían con frenesí de mi hueco del amor.
- Vente perra, dame tus jugos de hembra… - Gemía mi prima frenéticamente
- Vente ya, quiero ver tu chocho bien mojadito – Decía Katherine apoyando a su hermana
- Oh, perras… me van a hacer venir… - Grité poseída por la intensa pasión que vivía en ese momento.
Sentía corrientes eléctricas super intensas, no me sentía capaz de sobrevivir a tanto voltaje, esas dos lobas hambrientas querían matarme de placer, y eso pasó. La lengua de Janeth me sobaba el clítoris de tal manera que solo podía retorcerme de placer, no era dueña de mí, no podía liberarme de esta intensa pasión, mientras mi princesa adolescente besuqueaba y apretaba posesivamente mi culo, lo amasaba y agarraba mientras susurraba obscenidades que demostraban lo cachonda que estaba en esos momentos de efervescencia y calor.
- Vente mor, dame los juguitos de tu cuca, mamacita, me quiero ahogar con ellos
- Siiiiiiii mamiiiiii… Meate yaaaaaaa – Gritaba como loca mi prima Janeth mientras sus labios carnosos y viciosos chupaban trompa con los labios de mi chocho, y sus dedos seguían violándome sin piedad.
Pero no fue sino hasta que mi pequeña demonia Katherine hizo algo extremo, que logré la ansiada venida en sus boquitas angelicales y a la vez diabólicas, pues su lengua se metió invasora en mi esfínter anal, se abrió paso furiosa y apasionada, y abusó de mí sin la mas mínima compasión. Su lengüita traviesa entró en mi culo y ese excitante roce unido con el de la lengua de su viciosa hermanita en mi chocho, lograron su cometido: hacerme mear de la dicha en menos de cinco minutos, pues una cosa es que te violen por un hueco, y otra muy distinta es que te violen por los dos huecos a la vez, es placer al doble, y no lo pude resistir.
- Me vengo perras, me vengooooooo… Grité como loca, estando totalmente fuera de mí – Toma Janeth, puta… No pares de mamarme el biscocho… y tú tampoco, Kathe zorra, sigue chupándome el culoooooooo…
El par de lindas cochinitas se enloquecieron cuando sintieron en sus bocas el sabor de los calientes jugos de mi cuca, me apretaban con sus manos todo mi cuerpo, parecía que querían devorarme, y chupaban con mas y mas fuerza mi entrepierna, como si no quisieran desaprovechar ni tan solo una gota del néctar de mi frutica de la pasión, solo se oían balbuceos y sonidos guturales que este par de viciosas infernales producían del intenso placer que experimentaban al estar cometiendo este depravado acto prohibido y pecaminoso, que a cada momento disfrutábamos mas y mas las tres…
Luego de que chuparan hasta la última gota de mis fluidos vaginales, la pequeña Katherine me empujó al piso del baño, me puso boca arriba e inmediatamente puso su adolescente papayita en mi boca para que le propiciara todo el placer que ella me había hecho gozar hacía tan solo un momento, e indicó a su bella hermana que se hiciera frente a ella, se arrodillara y pusiera su fragante florecita también en mi boca, obligándome a mamar los dos chochitos ricos a la vez. Ambas los estregaban sobre mi cara y me los embadurnaban para disfrutar al máximo, mientras que sus cuerpos se pegaban y se fundían en un apasionado e incestuoso beso, pareciendo que querían devorase la una a la otra. Yo mientras tanto, recién venida y muy satisfecha, me enfocaba en mamar los dos bellos peluchitos de mis lindas primas, pues quería hacerlas gozar tanto o más de lo que ellas me habían hecho gozar.
- Janeth, amor, quiero que seas solo mía – Balbuceaba apasionada la bella Katherine mientras besuqueaba salvajemente a su hermana mayor
- Shiiiiii mi vida, soy solo tuya bb – contestaba de manera sensual la bella morena – Por qué crees que mandé al carajo a mi novio, mamita? Porque no me hacía venir tan rico como tú, mi niña de fuego!!!
- Oh, Janeth, te amo, divina!!! – Contestaba Kathe mientras su beso se hacía más apasionado y frenético, y a la vez sobaban sus conejitos con más fuerza sobre mi cara.
Las manos de Katherine se apoyaron en mis tetas y me las agarraban con fuerza, mientras todo su bello cuerpo se estremecía del gusto que mi lengua le daba al rozar toda su cuevita del placer. Janeth se acomodó a chuparle los casi infantiles senitos a su bella hermana, y quitó su sabrosa papaya de mi boca, entonces me concentré a mamar la cosita de mi niña linda hasta que la hiciera alcanzar el tan anhelado orgasmo.
- Kathica, tus senos son mi puta obsesión – Vociferaba Janeth mientras apretaba con pasión los pechitos adolescentes de su bella hermanita
- Sí mor, no pares de chuparlos! – Decía Katherine presa de la sobredosis de placer que le propinábamos su hermana y su prima
Janeth se echaba en la boca un pecho mientras amasaba el otro, luego intercambiaba, y de vez en cuando su manita traviesa bajaba al coñito de la nena a sobarlo y a jugar con su excitado clítoris. Y al fin llegó el esperado momento, la muñequita Katherine no pudo aguantar nuestro doble ataque y terminó derramando a chorros los juguitos de su chochito púber.
- Aaaaaaayyyyyyyy par de perras… Me hicieron venir, ssiiiiiiiiii – Gritaba poseída del intenso placer.
Su chochito se estregaba con mas y mas fuerza sobre mi boca y me bañaba con su abundante chorro. Janeth por su parte se acomodó sobre mí, de forma que con su boca también pudiera alcanzar la palpitante cuquita de su hermana y saborear esa ambrosía de néctar de los dioses que brotaba del pastelito de su bella hermana y amante.
- Mami, dame botada, yo kierooooooo… - Gemía Janeth desesperada por beber hasta la última gota del zumo del biscocho de su hembra... Continuará